veintidós || parte II

Al principio era algo extraño, cuando me dijo que “pensara caliente” y que creyera que la nieve sobre la que iba a sentarme no estaría fría. Pero no lo estaba, no estaba fría. El resplandor rojo alrededor de mi cuerpo ya se encargaba de eso. Me senté en el suelo y le di instrucciones a Harry para que disparar hacia el blanco que había pegado a la valla.

—Apunta al amarillo —le dije. Y así hizo. La flecha golpeó la parte superior de la izquierda—. Bien —comenté.

Harry me enseñó su dedo corazón.

—Estoy intentándolo.

—Apunta a la esquina inferior de la izquierda —sonreí.

Puso los ojos en blanco y alzó de nuevo mi arco, dejando que la flecha azul saliera disparada de la cuerda. Esta vez, golpeó en lo negro. Harry se dio la vuelta y me sonrió ampliamente. Comencé a reírme y a aplaudir, diciéndole que continuara así.

Después de casi una hora ya sabía dónde apuntar y qué ojo cerrar. Podría llegar a ser muy, muy bueno. Con algo de práctica. Y, por supuesto, mi orientación.

Todo este tiempo había estado embobada mirando cómo sus bíceps se tensaban cuando alzaba mi arco, cómo sus hoyuelos se intensificaban al sonreír orgulloso debido a su tiro, sus amplios hombros al hacer aquellos movimientos, y cómo el viento elevaba a malas penas su camiseta durante unos segundos.

Y eso no estaba bien. Porque, tal vez podía confiar en él, pero no podía gustarme.

Regresamos al interior de la casa. Todavía seguía desconcertada al darme cuenta de que no tenía frío.

—Es divertido ver cómo funciona todo esto, ¿mm? —sonrió Harry.

Asentí, dejando las muletas cubiertas de escarcha junto a la puerta de mi habitación.

—¿Quieres cen... olvídalo. Supongo que yo tampoco —musité. Sus labios me regalaron una amable sonrisa. Me dejé caer sobre la silla de mi escritorio, mirando fijamente la lista de nombres que había hecho Harry.

De repente sentí una mano en mi espalda.

—Ese sueño que tuviste, cuando Liam entró aquí, ¿te acuerdas? —dijo. Asentí—. No... No era ningún sueño. Era... como un flashback, desde un punto de vista diferente.

—¿Qué? —sentí mi cuerpo congelarse.

—Liam vino aquí, ese día que estábamos fuera. Lo más seguro es que estuviese buscando pruebas sobre si sabías o no lo que eras en realidad.

—¿Qué?

—Verás, los Breesaem no pueden entrar en tu casa, si estás dentro. A menos que los quieras allí, invitándolos. Lo mismo ocurre con nosotros. Que, por cierto, por eso sabía que aún me querías a tu lado. Eso, y por tu aura. Volviendo al tema... cuando estabas fuera vino, husmeó y se largó.

—¿Por qué estaba sangrando?

—Porque le habían pegado —contestó Harry. Rodé los ojos y enarqué una ceja en su dirección—. Zayn le dio una paliza.

—¿Por qué?

—Porque es un capullo y Zayn tuvo la oportunidad de pegarle.

—Oh.

—Sí.

Por un momento nos mantuvimos en silencio.

—¿Esta noche te vas a quedar?

—¿Quieres que me quede?

—Un poco.

—Me quedaré.

—Vale. Gracias —suspiré—. Esto es mucho para procesar, Harry.

Sonrió y se aproximó a la silla, colocando ambas manos sobre mis hombros.

—Eres especial. He decidido que eres especial, Fall.

—¿Te importaría decirme el por qué?

—Tu vida entera se acaba de ir a la mierda. Y sigues estando viva. Estás bien. La Repas de Zayn se desmayó. Y lloró. Hasta le dio una patada a una puerta y acabó fracturándose el pie —me contó Harry. Le pregunté qué significa la palabra Repas—. Tú eres mi Repas. Y yo soy el tuyo. Opuestos.

—Vale —hablé—. Zayn..., ¿Zayn la mató?—Harry permaneció en silencio. Sí, al parecer lo hizo—. ¿Quién era?

—Nadie que conozcas —respondió. Abrí la boca para protestar, pero me paró—. Pero de todas formas quieres saberlo. Maldita sea. Dios, vale. Nicole Martin.

Jadeé. Sí que la conocía, aunque no tan bien. Ambas habíamos sido monitoras en el mismo campamento de verano hacía dos años. Ahora estaba muerta. Zayn la había matado. Todos eran asesinos, incluso Louis. ¿Y Jo?

—¿Cómo? ¿Qué le hizo él a ella? —susurré, sintiendo las lágrimas a punto de deslizarse por mis mejillas.

—Autumn —tanteó Harry. Le lancé una mirada. Lo que le hizo quejarse y asentir—. Le disparó en la parte trasera de la cabeza. Él le dijo absolutamente todo, acerca de lo que era ella, y después la mató. En un callejón, porque esa iba a ser tu siguiente pregunta. Llamó a la policía y les dijo que habían disparado a una chica y que la habían abandonado.

—Eso es algo atroz —lloriqueé. Cuando Harry volvió a intentar tocarme la espalda, di un respingo. Estaba herido. Ni siquiera lo miré, y de alguna manera sabía que se encontraba herido debido a mi repugnancia.

—Eso es todo lo que él sabe, amor. Tienes que entender que él sólo ha aprendido como perseguir, para después cazar, a su opuesto. Y así acabar con ella —dijo él.

—¿Y qué hay de Louis? ¿Y Jo?

—Louis no le dijo a su Repas lo que en realidad era. Y por esa razón tan sólo la envenenó con la comida —contestó.

—¿Tan sólo? ¿Eso fue todo lo hizo? ¿Matarla? Oh, gracias a Dios. Pensé que la iba a llevar a cenar o a corregirle la gramática —espeté.

Harry clavó sus ojos en mí.

—Jo acabó seduciendo a su Repas acostándose con éste tres veces, luego lo electrocutó en la cama. Después arrastró el cuerpo hasta el cuarto de baño y llenó la bañera, dejándolo ahí dentro —me dijo—. Te he salvado en varias ocasiones de mí y de Liam, y ahora ambos estamos jodidos.

—Deberías haberme matado —comenté amargamente.

—¡No soy un capullo, joder! ¡Todo el mundo lo piensa! ¿Por qué demonios te quiere todo el mundo muerta? ¡Incluso tú! Maldita sea, está tan jodido todo.

—¡En serio! ¿Por qué no me matas? ¡Así todo el mundo podría vivir felizmente después de haber acabado conmigo! —exclamé.

—¡Menos yo! ¡Menos tus amigos! ¿Acaso no te importa? —rugió, mirándome fijamente.

—¡No sé qué pensar, Harry! ¡He estado viviendo rodeada de jodidas mentiras! ME ACABAN DE DECIR QUE NI SIQUIERA SOY HUMANA. HAY PRUEBAS QUE ME DICEN QUE SOY UNA COSA RARA, ALGUNA CRIATURA. Y NO. POR SUPUESTO QUE NO ESTOY BIEN —le grité.

Y entonces sentí sus manos a ambos lados de mi cabeza, agarrando mi silla y girándome hacia él. Inclinó el respaldo de la silla contra el escritorio y me obligó a mirarle a los ojos.

—No. Eres. Ninguna. Cosa. ¿Te das cuenta que los humanos son criaturas? Al igual que los conejos. O los putos pingüinos, ¿vale? Sí. Eres una criatura. Eres inhumana. Pero eres como yo y vas a tener que vivir con eso o no vas a volver a vivir jamás. Maldita sea, intento ser amable. No tienes porque estar bien. No te estoy pidiendo que estés bien. Te estoy pidiendo que lo intentes, que tal vez seas un poco más comprensiva —espetó.

Sus ojos estaban haciendo esa cosa, eso que hacían cuando se volvían tan oscuros. Sus labios temblaban al permanecer callado. La luz carmesí que lo bordeaba era errática, haciéndola tan intensa que era lo único capaz de ver. No podía ver la mía a menos que descendiera la mirada. Era tan pequeña. Me sentía tan pequeña.

Asentí con la cabeza y bajé la barbilla hasta tocar mi pecho. No me crucé con sus ojos. No quería que me gritase. Cuando movió la silla, en seguida me puse en pie y cojeé hacia el cuarto de baño tan rápido como pude.

Asegurándome de que la puerta estuviese bien cerrada, me desvestí, abrí el grifo de la bañera y me metí en ésta con mucho cuidado.

Estaba convencida de que había estado llorando en el baño. Bastante. Pero apenas lo recordaba, aunque tenía el rostro húmedo. Sólo me acordaba de una cara dolorida y de una nariz roja. Mi cabeza estaba plagada de cosas importantes como para dejar espacio a otras como llorar.

Después de secarme me di cuenta que no había traído ropa limpia y Harry seguía en mi habitación. No estaba de humor como para ponerme otra vez la misma ropa sucia.

Me aclaré la garganta y sorbí una vez más antes de hablar:

—Um, ¿Harry? —lo llamé en voz baja desde la puerta.

—¿Sí? —respondió, también en voz baja.

—¿Qué estás haciendo? —mi voz era un susurro débil, rasposo y prevenido.

—Estoy sentando en el suelo. ¿Quieres que me vaya? —preguntó.

—Um, Yo... no me he llevado ropa limpia conmigo. ¿Puedes quedarte en el pasillo? S-seré rápida —murmuré.

—Por supuesto —dijo.

Esperé a escuchar la puerta abrirse y cerrarse, para después pasar una toalla por mi cuerpo y cojear de vuelta a la habitación. Tan rápido como pude, me vestí con unos pantalones de chándal y una gran camiseta, envolviendo mi cabello alrededor de otra toalla. Di unos golpecitos en la puerta de mi habitación, regresando de vuelta a mi escritorio.

Harry entró unos segundos más tarde y se dejó caer pesadamente contra la pared hasta quedarse sentado en una de las esquinas de la habitación. Su aura se movía lentamente por todo el suelo, pero sin alejarse mucho de él. Ni siquiera me miró. Tan sólo permaneció sentado.

Así que yo también acabé sentándome. Me decanté por dibujar una flor y una abeja pertenecientes a unos alegres dibujos animados. Estuve tan absorta dibujando que no me di cuenta que había pasado una hora, probablemente menos. Harry no había dicho nada. Ninguna palabra. Y era extraño.

Sobre las 8:00, decidí que estaba cansada.

—Quiero dormir —dije—. Sé que no lo necesito, pero yo... —mi voz comenzó a apagarse.

Cuando miré a Harry, me sorprendí. La luz carmesí que normalmente bordeaba su cuerpo se veía más oscura y espesa, llegando a extenderse por toda la pared alrededor de él. Sus ojos se encontraron con los míos, también parecía estar cansado.

—Entiendo —dijo, y se levantó—. Me iré a casa, si quieres que lo haga.

Suspiré y me senté en la cama.

—Sinceramente, no. Tengo miedo, Harry —lloriqueé, golpeándome mentalmente por haber sonado tan débil.

—Vale, me quedaré. —Asentí, aliviada. Subí a la cama y me tapé con las sábanas, sintiendo mi cuerpo hundirse en el colchón. Era un placer sentir algo así. Harry me observó durante un segundo—. Lo siento.

—¿Qué? —lo miré ceñuda.

—Lo siento por gritarte de esa manera, y por asustarte. Sé que te ha asustado así que no mientas, amor. Lo siento. De verdad. Odio que me tengas miedo. Lo odio tantísimo —suspiró.

Asentí.

—Está bien —dije lentamente, siendo cautelosa—. Harry, ¿cuándo fue la última vez que dormiste? —pregunté, cambiando de tema y dándome la vuelta.

—Hace al menos un año —respondió.

Lo miré boquiabierta.

—¿Un año entero? ¿No lo extrañas?

—Um, no —confesó Harry—. ¿Por qué?

Me encogí de hombros.

—No sé. Es sólo que... ¿qué haces durante toda la noche?

—Pensar, salir y beber, hablar con Zayn, um... —Chicas. Pensamiento terminado. Se acostaba con chicas durante la noche. Pronto comencé a sentir esa punzada de celos entre mis costillas pero la ignoré.

¿Por qué debería preocuparme? ¿Por qué tendría que preocuparme si había besado a Claire? ¿O si dormía con algunas? Yo iba a ir al baile con... bueno. ¿Pero esa era yo? Eso lo cambiaba todo. Las nacionales, el baile, la graduación, la universidad, el resto de mi vida. ¿Sucederán alguna vez esas cosas?

Me aclaré la garganta.

—¿Harry? ¿Voy a llegar a tener una vida?

—Sí. Sólo que no la que tú quieres. No esa que todos nosotros queremos.

—¿Te he marcado? —dije bruscamente. La pregunta había estado rondando por mi cabeza desde esta mañana. Harry no se veía muy sorprendido. Se acercó a mi cama y se deshizo de su camiseta, haciéndome jadear.

A parte de las marcas habituales en su piel, las golondrinas en sus clavículas y el resto de tinta en sus brazos, había dos círculos pequeños en su torso, casi en su costilla del lado izquierdo. Círculos pequeños, como los puntos diminutos que habían dejado sus marcas en mi cadera. Hojas de vid negro se enroscaban alrededor de los dos puntos, pequeñas flores negras salpicaban su piel.

Había otra marca en su costilla derecha. Igual que la otra, pero con cuatro puntos. Cuatro dedos.

Conecté mis dedos con las marcas de su lazo izquierdo.

—¿Cómo? —balbuceé.

Harry se encogió de hombros y tomó asiento al lado mío.

—Apenas puedo controlar el mío. Zayn lo hace con libertad, mientras que Louis y Jo continúan teniendo problemas al marcar a la gente —respondió—. No sé acerca de ti.

—Oh —murmuré, deslizándome un poco, estudiando su piel. Harry ocupó el espacio que yo había dejado libre, probablemente sin intenciones de marcharse pronto a ningún sitio. Aunque no me estaba quejando, lo cual me asustaba.

—Podemos averiguarlo —propuso. Asentí, y él sonrió—. Por cierto, Miles no regresará hasta el fin de semana. Pensó que yo te mataría así que dejó la ciudad, de esa manera no se le culparía de cargos.

Mi rostro se endureció pero asentí.

—Voy a irme a dormir —dije en voz baja—. Puedes quedarte. Por favor.

—¿En la cama? —Harry sonrió maliciosamente.

—Uh. Um, sí. Si tú quieres. No me importa —musité, girándome para poder alejarme de él. Un par de segundos más tarde, sentí sus brazos rodear mi torso. Mi cuerpo se puso en tensión pero el sentimiento de seguridad y el calor que él me brindaba vencían a la incomodidad.

—Espero que no te importe —murmuró en mi pelo, con una voz grave y rasposa y sexy y lenta. Su pulgar dibujaba líneas sobre mi tórax—. No tenemos demasiada habitación. —Sentí su sonrisa contra el lado de mi cuello. En realidad era un poco adorable.

—Está bien —balbuceé, con las mejillas ardiendo pero con mi cuerpo recostándose sobre el suyo. Besó mi mandíbula, dejándome completamente rígida—. Buenas noches.

—Buenas noches, amor —musitó Harry. Asentí levemente, sintiendo nuestras respiraciones asentándose en un único ritmo, sus brazos alrededor de mi cuerpo, casi junto al suyo. No era algo incómodo. Se estaba bien.

Y cuatro horas más tarde, cuando me di la vuelta, Harry estaba dormido.

{N.A: ¡Esta segunda parte del capítulo ha sido taaaaaaaaaaaaaaaan bonita! ¡Aw! Sobretodo lo último, ¿verdad? Yo morí literalmente cuando lo leí —después resucité, claramente xdd. Es que es imaginarme a Harry así y..., ¡dios! No puedo :'c Se suponía que ayer subiría capítulo pero me quedé viendo "Frozen" asdfghjklñ. Me da igual que penséis que es una película para niños, porque no, es preciosisisisisima. Quien no la haya visto, se la recomiendo lol. Este capítulo va dedicado a Anama, porque se lo debía desde hacía bastante tiempo y por haberme dejado el reloj en Valenciano xdd. ¡GRACIAS ANAMAAAAAAAAA! WE LOVE YOOOOOOOOOOOOU <3

Espero que os guste muuuuuuuuuuuuuucho. Y también miiiiiiiiiiiiiiillones de gracias por hacer que Wicked llegue a las 100k visitas, sois un amor :') Os quieroooooooooooooo <3

P.d: No tardaré tanto en actualizar :) }

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