Rosé se encontraba dolida, veía desde que lejos cómo su novio y pequeño hermano jugaban con su nueva amiga, había rechazado su cita por salir con ella, no entendía la actitud que estaba aportando su novio justo ahora pero no le gustaba para nada.

— ¡Seung! Hay que estar atentos, en cualquier momento Jungkook podrá atacar. — decía Lisa mientras miraba hacia todas partes.

— ¡Cuidado, por allá! — gritó el pequeño y Lisa rápidamente lo cargo para alejarse del chico guapo.

— ¡Van a perder! y tú me tendrás que comprar un helado. — Jungkook señaló a Lisa con su dedo y hacía el intento de no reír.

— ¡Tú perderás y nos compraras helados! — el grito de lisa se escuchó hasta donde estaba Rosé.

No quería armar una escena de celos, pero si se sentía celosa de lo que sus ojos estaban observando; Jungkook dándole una sesión de cosquillas a las dos personas que se encontraban con él, no quería pensar que su relación se estaba yendo a la basura, no quería pensar eso. Sus ojos empezaron a cristalizarse, una señal de que un llanto fuerte se vendría y no quería eso, no en público. Un chico se acercó a ver que sucedía.

— Hey, ¿estás bien? — preguntó preocupado, Rosé de inmediato secó las pocas lágrimas que se habían escapado.

— Sí, todo está bien. — mintió dándole una sonrisa un tanto falsa, el chico rió.

— No soy tonto, te invito un helado así dejas de llorar, una chica como tú no debería estar llorando. — Rosé sintió sus mejillas calentarse por el halago que había recibido.

— No te conozco de nada, no debería confiarme.

— Soy Kim Namjoon, no te haré nada malo, a menos de que tú si quieras. — coqueteo con ella e incluyó un guiño de ojo que hizo reír a Rosé.

— De acuerdo Namjoon, aceptaré ir por un helado y soy Park Roseanne, pero puedes decirme Rosé. — sonrió tímida para seguidamente ir junto con el chico a la heladería más cercana.

(...) 

Lisa junto con los hermanos Jeon se fueron de parque para poder ir a sus casas, ya se había hecho tarde y Seung tenía que ir a cenar sin pasarse de la hora, órdenes de la Señora Jeon. 

— Bien, pequeño, ve a cenar para que puedas dormir a gusto después. — con una sonrisa se despidió del pequeño niño quien la miraba sonriente. 

— ¿Volveremos a ir al parque? — miró a ambos chicos en busca de una respuesta positiva, Jungkook estuvo a punto de responder pero su teléfono empezó a sonar, indicando que tenía llamada entrante, lo sacó del bolsillo de su pantalón y rechazó la llamada sin ver quien lo estaba llamando. 

— Sí, la próxima semana tal vez, estaré ocupada unos días preparando las cosas que utilizaremos para la feria. — el niño hizo un puchero pero de inmediato asintió para seguidamente entrar a la casa, su madre lo había llamado para cenar. 

Los dos adolescentes habían quedado solos una vez más, sin saber que decir y tímidos. Lisa no entendía el porqué se ponía nerviosa cuando pasaba tiempo a solas con el mayor de los hermanos Jeon, no quería pensar que le gustaba, él era el novio de una de sus amigas y no quería quedar como una mala persona o amiga. 

— Me iré a casa, mamá debe estar preguntando donde estoy. Buenas noches, Jung. — se despidió del chico para poder ingresar a su casa.

Jungkook estuvo a punto de detenerla para poder pedirle su número de teléfono pero una vez más una llamada estaba entrando en su celular, bufó molesto sacando el teléfono del bolsillo e ingresando a su casa. 

— ¿Sí, diga? — con un tono de voz dura contestó la llamada, se notaba a kilómetros que estaba enojado. 

— Jungkook.. ¿Por qué estás molesto? — la voz de Rosé resonó en su cabeza haciendo que su expresión cambiara de enojado a sorprendido. 

Maldijo en voz baja para seguidamente contestarle a su novia. 

— No pasa nada, ¿Qué sucede? — le preguntó confundido mientras se sentaba en el sofá. 

— Solo quería llamar, no hemos hablado en todo el día, solo en la mañana, cuando me dijiste que saldrías con el pequeño Seung al parque. 

— Rosé cariño, ahora no puedo hablar, mamá me está llamando para que vaya a cenar, cuando ya esté en mi habitación te habló. — sin esperar respuesta colgó la llamada para poder pasar al comedor donde estaban su madre y hermano esperándolo para poder empezar a cenar. 

Jungkook sin querer queriendo había dejado a una Rosé demasiado confundida mirado la pantalla de su teléfono con una mueca, no quería pensar lo peor pero era inevitable no pensarlo. 

me siento mal por rosé aaaaa :(

en otras noticias, cómo no tengo nada que hacer o al menos hasta que empiece las clases virtuales, en estos días voy a hacer un maratón 

y si hay algún error, lo sientoo