"Suple viento" dijo el árbol "quiero que templan mis hojas" 

"No" dijo el viento "necesito quedar me livianito" 

El árbol continuo suplicándole para que soplara mas duro pero el viento nomas lo contestaba con un 'no' cada ves. El árbol se puso muy triste y empezó a llorar. La tristeza era tan poderoso que sus hojas se pusieron a caer una por una. El viento, viendo que estaba pasando al árbol, todavía contesto con un 'no'. El árbol no dejo de rogarle al viento que soplara mas duro. 

El árbol suplico hasta el momento que se callo su ultima hoja. Siendo muy triste el árbol nomas pudo hablar en un susurro. Después de un día de silencio, el viento se puso preocupado. El viento llamo a el árbol diciéndole "Árbol! Árbol! Háblame, lo siento! Yo soplare por ti!" 

El árbol estaba tan triste que no pudo hablar. El viento suplico al árbol como el árbol lo suplico  al viento. Poco a poco las hojas del árbol empezaron a crecer de nuevo. 

Al fin el árbol se puso tan feliz que ya pudo hablar "Estoy aquí Viento! Por favor suple para que puedo mover mis brazos!" 

Otra ves el viento se puso dudoso y dijo "No creo que debería soplar a tus brazos..." El árbol se puso triste otra ves y asi continuo este ciclo para siempre.