⌁. ࣪˖❛Uno ˖ 🎤
── Bien, Mingi. ── el beta tomó su celular y desconectó la música que resonaba por los grandes parlantes. ── Eso es todo por hoy, KyuWook me ha dicho que mañana tienes el día libre, así que descansa y el lunes volvemos con el ensayo.
── ¿Qué, por qué? ── cuestionó de inmediato. ── Ya casi estoy a punto de terminar la coreografía. ¿No puedo quedarme unas horas más?
── Lo lamento, Mingi-ah, pero ya sabes las reglas de todo KQ. ── sonrió levemente, cogiendo una botella de agua mineral y lanzándola hacía el peligris. ── Nadie aquí va a-
── Pasar por deficiencias que arriesguen su salud e integridad física como en otras agencias. ── completó la frase, remedando exageradamente la voz del CEO con hastío.
Su profesor de baile, Jeong YunHo, rió entretenido ante la actitud adversa. ── No entiendo por qué te fastidia eso, hay muchos idols que desearían tener este tipo de atención.
── No es que me fastidie, hyung. Solo es que a veces no lo creo necesario porque mi cuerpo lo soporta y entre más rápido aprenda, se facilitan las cosas. ¿Cierto?
── En cierta parte no, Mingi. Los idols son quienes representan a las agencias. ¿De qué vale que un artista se aprenda la coreografía cuando se encuentra inestable físicamente y no pueda dar todo de sí? ── el menor guardó silencio, tratando de analizar la pregunta. ── ¿O que te aprendas rápidamente una canción pero al ensayar tanto tu voz suena mal y desafinada producto de lo irritada que está tu garganta debido al sobreesfuerzo? No es conveniente para nadie. Todos somos un equipo y lo primordial es cuidar de ustedes, jóvenes y obstinados como tú. ── bromeó al decir lo último.
── Supongo que tienes la razón. ── ambos sonrieron genuinamente. Mingi se sentía realmente bien trabajando ahí porque rápidamente se familiarizó con casi todos, el ambiente era tan familiar que lo hacía sentir como en su segundo hogar.
── El rey del street dance, YunHo, siempre tiene la razón. ── alardeó el beta, haciendo gestos graciosos y sumando las risas en la sala de prácticas.
El peligris negó con la cabeza y destapó la botella para beber una larga cantidad de agua. Todo estaba comúnmente normal hasta que a las fosas nasales del menor llegó aquel característico y dulce aroma.
Lo reconoció, era HongJoong.
Rápidamente tomó sus pertenencias y salió casi corriendo del lugar, no sin antes despedirse de su profesor, quien al darse cuenta del por qué, sonrió con ternura. Se notaba a kilómetros de distancia que Mingi tenía un enamoramiento por el mayor.
── HongJoong-hyung. ── lo llamó una vez que estuvo casi cerca.
El omega se detuvo, girándose para encontrarse con el cansado aspecto del menor. ──Hola Gi. ── le sonrió noblemente, haciendo que el corazón del alfa latiera precipitado. ── ¿Acabas de salir del ensayo?
── Uh, sí. Dijeron que era suficiente así que al salir noté que estabas delante de mí y aproveché para saludarte. ── respondió tratando de ser natural aunque la verdad fuera que solo estaba mintiendo.── ¿Ya te estás yendo al edificio?
── No quería hacerlo, pero sí. ── hizo una mueca de disgusto. ── Estoy un poco aturdido porque los beats que traigo en mi mente no suenan como quiero en la computadora. Así que ahora me iré a escribir un poco de lo que tengo planeado para otra canción. ── resopló suavemente. ── Ya sabes, si no estoy durmiendo, estoy componiendo.
Mingi sonrío bobamente, descolocado por la forma en la que las tiernas encías del omega se mostraban. Era tan precioso.
── ¿Y tú? Me supongo que irás a descansar. ¿Verdad? No quiero que te andes descuidando con esto del nuevo álbum que saldrá.
── Oh, algo así. ── carraspeó nervioso por lo que diría después: ── Pero estaba pensando en si querías ver alguna película conmigo, es decir, sería fácil porque compartimos piso y mi apartamento está cerca. Esta vez tú escoges. ¿Qué dice?
── ¿Seguro? Acabas de terminar un ensayo, debes de estar cansando y queriendo dormir.
── Mañana tengo el día libre. ── dijo velozmente. ── Así que no te preocupes, soy joven también y podré dormir todo lo quiera después.
── Está bien, tú ganas. ── comentó en tono divertido. ── De paso cocinaré algo para ti, apuesto que no has comido nada en varias horas.
Mingi bajó la mirada algo avergonzado. A veces parecía un niño siendo cuidado y era eso exactamente lo que no quería pretender frente al omega del quien estaba perdidamente enamorado.
── Una camioneta ya está afuera, vamos. ── el pelinegro tomó a su donsaeng del brazo y se dirigieron a la salida de la agencia.
"Tienes que cambiar ciertas cosas." ── se reprochó así mismo el alfa. Observando la mano de HongJoong y deseando tan mal el poder entrelazarla con la suya. Pero claro, solo era un anhelo suyo que guardaba bajo llave debido a sus inseguridades.
El trayecto dentro del vehículo fue cómodo. Ambos hablaban amenamente de diferentes cosas, incluyendo parte de sus trabajos y las noticias que salían sobre la industria del K-pop.
Al bajar, el omega ya no sostenía el brazo del peligris y eso le entristeció un poco. Caminaron por los pasillos y se detuvieron justo en la puerta respectiva del menor.
── ¿Te parece si nos vemos en media hora? Necesito darme otra ducha para estar más relajado y creo que tú también. ── le bromeó. ── No tardaré mucho. ¿Si?
── Claro, tampoco quiero andar con el cuerpo sudado y con mi aroma destilándose por todas partes. ── se rascó la nuca apenado. ── Te estaré esperando.
── Volveré. ── le sonrió efímeramente y se alejó de a poco para dirigirse a su apartamento.
Mingi lo siguió con la vista, soltó un largo suspiro y pasó su tarjeta magnética por la cerradura, en cuestión de segundos esta fue abierta y se adentró sintiéndose exhausto. Miró todo a su alrededor y realmente estaba agradecido consigo mismo por haber ordenado todo un día antes. Si HongJoong observaba todo lo que dejaba por la habitación se daría cuenta que era un tanto irresponsable y ese era otro punto negativo que no quería ganar.
Dejó sus cosas dentro de su habitación, sacó un conjunto suelto que lo mantendría fresco y se fue al baño. Tratando de asearse lo más pronto posible para seguir acomodando lo poco que estaba fuera de lugar en la pequeña sala.
Las gruesas y frías gotas de agua caían por su cuerpo mientras que su mente divagaba en las posibilidades en las que algún día aquel omega de piel brillante y ojos gatunos podría fijarse en él.
No supo exactamente cuándo, pero solo sucedió. HongJoong llegó a su vida cuando él apenas era un trainee y tenía 17 años. Simpatizaron de inmediato, el mayor siempre pasaba por la sala de prácticas a animarlo y poco a poco la confianza se generó a un nivel increíble. Mingi ahora tenía 23 años y el cariño latente que sentía por su hyung, se había transformado en algo mucho más grande y profundo. En un sentimiento que no sabía si tendría la dicha de ser correspondido.
Actualización por el regreso de gigi
AAAAAAAAA <3
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