El corazón de uno, plasmado en el otro

HEIKO P.O.V.

Masajeaba su cabeza mientras distribuía el shampoo por todo su cabello, cuando estuve satisfecho, la ayudé a ponerse de pie y a enjuagar todo su cuerpo, la ayudé a salir de la bañera y la envolví en la toalla; le ayudé a vestirse, a secar su cabello y después a peinarlo. Cuando estuvimos fuera del baño, hice que se acostara y yo me acomodé junto a ella, la atrajé a mi pecho y la abracé rodeando sus hombros

-Duerme cariño, yo estaré aquí cuando despiertes- susurré sobre su cabello, sentí como se relajó poco a poco hasta que quedó profundamente dormida

Yo, por el contrario me mantuve despierto pensando; sé que el hubiera no existe, pero si mi padre se hubiera ido más temprano, yo hubiera llegado a tiempo para defender a mi gatita, solo de pensar que esa mujer le había puesto las manos encima de nuevo, me enfermaba, pero sabía que esa perra pagaría las consecuencias, y más pronto de lo que esperaba

Eso me hizo recordar la posibilidad de que alejaran a Nadine de mi lado, y fué entonces que una loca idea se vino a mi mente; tomé mi telefono y busqué la conversación con Joe

Necesito tu ayuda

¿Qué pasa?

Ésta noche, esperame cerca
de la ciudad, necesito
transporte

¿Para qué?

Solo hazlo, porfavor
Es importante

Ok, me mantendré cerca

...

NADINE P.O.V.

Me desperté un poco desorientada, Heiko tenia sus brazos alrededor de mi cuerpo; me habia asustado mucho, Clarissa se habia comportado más salvaje que en las ocasiones anteriores y por un momento me sentí desprotegida y sola, me aferré mas al pecho de Heiko y sollocé

-Shsh, no pasa nada- susurró besando mi cabello y apretándome más, -tranquila bebé- murmuró cuando dejé salir otro sollozo

-Tengo hambre- susurré después de unos minutos, su pecho retumbó bajo mi mejilla cuando dejó salir una pequeña risa

-Vamos a prepararte algo- me hice a un lado y el se puso de pie, buscó su pantalón y se lo puso, me tendió la mano para ponerme de pie y salimos al pasillo con destino a la cocina; cuando estuvimos en la entrada Heiko se paró de golpe colocándome detrás de él, -creí que se habian ido- dijo con voz neutra

-Quería asegurarme de que estuviera bien- dijo uno de los hombres buscando mi mirada, pero me quedé detrás de Heiko

-Estoy bien- dije tratando de sonar firme, -Heiko está conmigo- agregué asomando un poco mi cabeza para ver sus reacciones

-Ok- dijo el más joven suspirando, sabía quien era, tenía los mismos ojos que mi padre, -nos veremos en el juicio según el día que el juez decida- comentó poniendose de pie seguido de el otro hombre, se despidieron de la señora Denton con un asentimiento de cabeza, se pararon frente a Heiko y le tendieron la mano uno seguido del otro, -nos veremos pronto Nidi- susurró sonriendo, yo le correspondí pero con una más debil. Ambos se dirigieron a la puerta principal y desaparecieron tras ella

-Nidi tiene hambre señora Denton- dijo Heiko entrando por completo a la cocina tomando mi mano

La señora Denton sonrió, -ahora les preparo algo-

-Quiero que Heiko se quede conmigo- dije con voz debil atrayendo la atención de ambos

-Estoy contigo amor- murmuró él acariciando la palma de mi mano con su pulgar

-A dormir, hoy y los siguientes días- aclaré, Heiko miró a la señora Denton al igual que yo, lo pensó por un momento y después asintió lentamente

-Si te hace sentir mas segura...- asentí, -esta bien- aceptó sonriendo, Heiko besó mi coronilla

...

Heiko pasó un poco de ropa para la noche, justo ahora él estaba en el baño preparándose para dormir, había traído unos pans ya que el clima enfriaba cada vez más

-El lunes deben de verse tu tío y esa mujer con el juez, quizá ya no sean de tanta ayuda los testigos después de lo que pasó, el oficial podría dar todo con su simple testimonio- dijo mientras se acostaba junto a mí, me acomodé sobre su pecho y el rodeó mis hombros abrazándome, -voy a extrañar mucho dormir contigo- murmuró besando mi cabello

-Vamos a estar en contacto ¿verdad?- susurré

-Por supuesto que sí pequeña, por nada en el mundo perderé contacto contigo- contestó en voz baja

-Me lo prometes-

-Con todo mi corazón- susurró, -en realidad- agregó separándose de mí, -¿confias en mi?- preguntó mirandome de frente

-Sabes que sí- susurré acariciando su mejilla

-Ponte algo cómodo- dijo poniéndose de pie, fruncí el ceño pero hice lo que me dijo, tomó su teléfono y ví como sus dedos se movían sobre la pantalla escribiendo

Cuando ambos estuvimos vestidos, salimos de la habitación y de la casa cuidando no hacer ruido, cuando estuvimos fuera Heiko me hizo correr junto con él mientras me tomaba de la mano

Corrimos una larga distancia hasta la gasolinera de las afueras, aquella donde Joe nos entregó la moto. Esperamos unos minutos hasta que la camioneta apareció aparcando junto a nosotros, Heiko se acercó a la puerta del copiloto y la abrió indicando que me subiera

-Espero que realmente sea importante- dijo Joe bostezando mientras ahora él subía a la camioneta

-Lo es, llévanos donde el Tigre- dijo Heiko con voz decidida, Joe lo miró con el ceño fruncido pero no rechistó

...

Fué un largo camino, creo que dos horas, sí realmente fue largo; entramos a una ciudad un poco más grande que la mía, Joe condujo por varias calles hasta que aparcó frente a un pequeño parque

-No creo que tenga abierto, mira la hora que es- dijo Joe mirando su celular

-Me arriesgaré, me debe algunas cosas- dijo Heiko abriendo la puerta para bajar, después me ayudó a hacer lo mismo, -esperanos- Joe asintió y se acomodó en el asiento

Heiko tomó mi mano y cruzamos la calle, me guió por la acera hasta que estuvimos frente a una pequeña casa, la puerta estaba cerrada, así que Heiko la tocó un par de veces; minutos después una voz habló desde el interior

-¿Quién?- era la voz de un hombre

-Soy Heiko, necesito hablarte- se escuchó como quitaban los seguros y enseguida se abrió

-Es tarde Heiko, ¿qué quieres?- era un hombre de piel oscura, rapado y con un piercing en la ceja izquierda

-Cobrarte el favor- contestó Heiko con voz firme, el hombre nos miró por un segundo

-Pasen- dijo haciendose a un lado, cuando estuvimos dentro observé todo mi alrededor, las paredes estaban tapizadas con posters o dibujos de figuras oscuras y de colores, eran tatuajes, y en el fondo habia una cortina dividiendo la habitación; -¿qué necesitas?- preguntó cruzandose de brazos

-Dos tatuajes, pequeños- contestó Heiko, lo miré confundida

-¿De qué tipo?- preguntó corriendo la cortina y dejando a la vista una camilla, junto a ella un mueble de cajones transparentes en los cuales se apreciaban paquetes plastificados con agujas, guantes de latex y tapabocas

-Corazones- aclaró Heiko, apreté su mano y me miró a los ojos, -serán en la muñeca izquierda- dijo aún mirándome, -confías en mi, ¿no es cierto?- susurró para mí, -será para que ambos nos recordemos cuando estemos lejos, el corazón de uno, plasmado en la piel del otro- murmuró, lo pensé por un momento y me sentí a segura, asentí y le sonreí

-¿Quién irá primero?- preguntó el hombre

-Yo- dije antes de que Heiko hablara, -yo lo haré primero- el hombre señalo la camilla y me acerqué a ella para después sentarme, Heiko se paró junto a mí y tomò mi mano derecha

El Tigre, como parece que lo llaman, tomó unos guantes de latex, un tapabocas y se los puso; después tomó una aguja, la sacó de su empaque y fijó a lo que me pareció un lapicero conectado a un cable; sacó un algodón al que le echó algo y lo pasó por toda mi muñeca

Un zumbido se hizo escuchar por toda la habitación, Heiko tomó más fuerte mi mano y seguido de todo esto el hombre comenzó a marcar mi piel; no niego el dolor, pero es soportable, aunque no pude evitar hacer algunas muecas; un poco ardoroso, pero siendo un pequeño corazón, la tortura fué breve

Cuando terminó, pusó un gel en su dedo índice y lo esparció despació por mi piel ahora marcada; cuando terminó conmigo, repitió todo el procedimiento con Heiko, sólo que él no mostró signos de tortura, al contrario, me sonreía cada vez que yo los hacia

-Es todo- declaró el hombre al terminar su segunda "obra"

-Estamos a mano- dijo Heiko poniéndose de pie y tomando mi mano

-Si, ahora largo- dijo el hombre con expresión neutra, Heiko rió, nos guió a la puerta y la cerró al salir por ella

-¿Cómo te sientes?- preguntó mientras mos dirigiamos a la camioneta de Joe

-Estoy bien- contesté mirando mi muñeca ahora tatuada, Heiko la alzó hasta su boca y la besó cuidando no tocar la zona delicada

-Mi pequeña valiente- susurró abrazándome

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Aqui les dejo un cap (๑^ں^๑); les recuerdo, ya no tengo días fijos para subir, si logro escribir yo subiré

¿Cómo ven las cosas? ¿Creen que el tío de Nadine realmente se la llevará? ¿Heiko la dejará partir? ¿Qué creen que pase?

Saludos /.\

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