Capítulo 6
— ¿Estás listo, Ggukie? —dijo apareciendo de nuevo en la habitación compartida del nombrado.
Lo primero que pudo ver fue a Jimin tumbado sobre su cama, ya vestido, mirando la pantalla de su móvil supuestamente hablando con alguien.
La vista del mayor se desvió ligeramente al instruso y luego a Jeonggukie, quien se había vestido con una camiseta negra de mangas largas; unos vaqueros azules, que se ceñían a la perfección a su hermoso cuerpo y unas deportivas negras.
Si hubiese sabido cómo le quedaba aquella prenda, no se la habría sacado del cajón para que se la pusiera. Le había aconsejado la ropa más normal que tenía, y aún así se veía jodidamente sexy.
Los ojos de Taehyung estaban ahora fijos en la escultural figura del menor, quien lo había mirado para responderle.
V entró por completo en la habitación, dejando ver a una versión de él bastante arreglada.
Llevaba el pelo ligeramente recogido con una bandana alrededor de la cabeza, lo cual sabía de sobra que le quedaba realmente bien; una camisa de cuadros dorados y negros, con los dos primeros botones desabrochados; unos pitillos negros rotos por la parte de las rodillas y unas Vans negras con detalles en blanco.
Jimin gruñó por lo bajo al verlo. ¿A qué venía vestirse así para ir a una simple tienda de videojuegos? Era evidente su intención al usar esa ropa.
— ¡Woah! ¿Cómo puede quedarte tan maravillosamente bien un pantalón tan simple?
V no intentaba quedar bien en absoluto. Sus pensamientos salían a flote al ver aquel impresionante cuerpo llevando cualquier cosa. Porque todo le quedaba perfecto.
— N-no digas eso, Tae —respondió el más pequeño. Él pensaba eso del contrario, no de él mismo—. Me queda normal.
"Normal" Park Jimin y Kim Taehyung no pensaban igual.
— Pues ojalá a mí me quedara tan normal. —respondió sin tapujos el chico.
Jeongguk se sintió increíblemente avergonzado al escuchar a uno de sus mejores amigos decir eso. Así que agachó la cabeza inconscientemente.
Al peli-naranja le enfadaba el descaro del mediano. Tonteaba demasiado y sin vergüenza alguna.
Cuando estuvieron a punto de irse, la voz del menos normal de los tres se hizo oír con un único objetivo: Provocar al mayor de los presentes.
— Te invitaría a que vinieses con nosotros —dijo consiguiendo que los ojos del que aún se hallaba sobre su cama lo mirasen desde abajo—. Pero sé que los juegos no te interesan. Por lo que no pintarías mucho allí.
Jimin ni siquiera se molestó en ocultar la mala cara que estaba poniendo.
Jeongguk vio molestia en su hyung y quiso decir algo, pero el mayor se adelantó a hablar.
— No te preocupes —respondió intentando mantener la compostura—, tampoco tenía muchas ganas de salir hoy.
El de cabellos castaños más claro asintió sin borrar la felicidad de su rostro.
— Bueno... pues nosotros nos vamos. —dijo dirigiéndose hacia la puerta para salir de allí.
— Adiós, hyung —Se despidió el más pequeño—. Luego te veo.
— Vale, Ggukie. —contestó él con una ligera sonrisa.
No podía evitar que aquel chico lograse hacerlo sonreír. Incluso si lo único que quería era golpear a Taehyung y adueñarse del menor sin dejarlo acercarse a esa hiena que deseaba devorar a su Jeonggukie.
Ambos desaparecieron del foco de visión del mayor y éste ya empezaba a incomodarse.
"Si tan solo saliese con Jin-hyung..." "Pero no. Tenía que ser con él. No había otro"
A Park Jimin lo asustaba tanto que el maknae estuviese con él, que ahora ni siquiera le importaría que hubiese salido con cualquier otro. A pesar de que llegaba a celarse de cualquiera que se le acercara. Bueno, menos de Kim Seokjin. Sabía perfectamente que de él podía fiarse en cuanto a ese tema se refería.
Él sólo tenía intenciones puras con el menor. De hecho, solía tratarlo como a un hijo de quien se preocupaba y cuidaba.
¿Qué podía hacer con todo lo que estaba sintiendo? ¿Toda esa presión que le oprimía el pecho?
Necesitaba mantenerse distraído. Era totalmente consciente de ello. Pero no era, en absoluto, una tarea fácil de llevar a cabo.
Por un momento, su mente se quedó en blanco. Y de pronto... ¿Y si hacía aquello?
«❦ ❦ ❦»
— ¡Jeongguk! ¡Mira el juego que he encontrado!
El nombrado fue hasta donde el mayor se encontraba y observó la carátula del videojuego que sostenía en sus manos.
— ¡Oh! ¡Es "The last guardian"! —dijo sin contener la emoción.
— ¿Qué te parece si lo compro y lo jugamos esta tarde?
— ¡Me parece genial!
Taehyung sonrió al oír su respuesta.
— ¿Quieres echar un vistazo a algún otro? —le preguntó el de más edad— Si quieres alguno, dímelo.
Gguk negó con la cabeza sin borrar la sonrisa de su rostro.
— No. Soy feliz con que juguemos a este. —Sus hermosos ojos oscuros miraron de nuevo la carátula y V sólo pudo asentir.
Fueron hasta el mostrador para recibir el juego y tras pagar, ambos salieron de allí.
El más moreno de piel se sentía feliz.
Estaba tranquilamente paseando por la calle con su querido maknae sin que un estúpido de pelo anaranjado los molestase.
Esa tarde nadie lo apartaría de su Ggukie. Habían quedado para jugar y nadie iba a impedírselo.
El mayor observaba cómo el pequeño miraba al frente con una maravillosa sonrisa. Lo cual lo hacía sonreír a él también. Estaba siendo parte del motivo por el que su menor mantenía sus labios curvados y eso era una sensación indescriptible.
— Echaba de menos esto. —habló sintiéndose aliviado de soltar aquello.
Jeongguk lo miró confuso.
— ¿Esto? ¿A qué te refieres? —Su mirada se clavó en los ojos ajenos. Sintiendo el contrario como unas punzadas hacían presión en su corazón.
— A que saliéramos juntos —respondió manteniendo la vista en el menor—. Poder estar tranquilos paseando y viendo videojuegos.
La sonrisa se hizo más intensa en el rostro del más pequeño y el silencio volvió a hacerse presente entre ellos.
"Yo también lo extrañaba"
«❦ ❦ ❦»
Park Jimin había decidido salir y seguirlos.
Evidentemente no los encontró hasta bastante después. Cuando salieron de una de las tiendas, en la cual habían realizado la compra.
El chico bajito no vio nada del otro mundo entre esos dos. Pero la simple química que tenían era suficiente para que su corazón quisiera estallar dentro de su cuerpo. Y en el momento en el que vio aquella sincera sonrisa en el rostro de Gguk, su corazón pareció detenerse.
Después de un largo rato, pensó que ellos ya habrían llegado a casa. Por lo que pagó el café que se había tomado y salió de la cafetería en la que había estado haciendo tiempo.
Sacó sus llaves y abrió la puerta para luego cerrarla tras de sí.
Olió a comida y, rápidamente, supo que Jin estaba preparando el almuerzo.
— ¿Jimin? —gritó desde la cocina, suponiendo que era él. Al fin y al cabo era el último que quedaba por llegar— ¿Podrías echarme una mano?
El nombrado suspiró y fue en la dirección en la que se encontraba el mayor de la casa.
— ¿Qué necesitas que haga? —le preguntó con una ligera sonrisa.
— Ve poniendo la mesa —respondió—. Esto estará en breve.
El peli-naranja asintió e hizo lo que su hyung le había pedido.
Colocó la taza de Iron man de Jeongguk junto al vaso que Park Jimin solía usar siempre. Esperaba que así nadie lo quitara se sentarse junto al menor.
Jin volvió a hacerse oír desde la cocina.
— ¡Jimin, ve llamando a los chicos!
Yoongi, quien estaba sentado frente a la mesa en la que iban a comer, levantó la vista hacia el nombrado, mirándolo sin decir nada durante unos segundos.
— Voy a por Hoseok —dijo poniéndose en pie—. Te dejo a ti a tu noviecito y al otro.
Suga desapareció de allí sin decir nada más, mientras que el menor iba en busca de los otros.
Como había imaginado, ambos estaban jugando al nuevo videojuego que habían comprado.
— Taehyung —Fue al primero que nombró al verlo tan cerca del maknae—, Jeonggukie. Es hora de comer. Dejad eso y ahora seguís.
El que estaba jugando era el más pequeño así que, rápidamente, pausó el juego para ponerse en pie y salir de allí.
V observó a Jimin unos segundos antes de salir tras Gguk y pudo confirmar que ambos se dedicaban miradas desafiantes.
Al llegar al comedor, se escucharon las risas de J-hope, Suga y Jin, quien ya había llevado la comida para repartirla en los platos.
El mayor de la línea maknae escogió su sitio y llamó al menor para que lo acompañara.
Taehyung se dio cuenta de lo que tramaba Jimin y decidió sentarse al otro lado del maknae.
Frente a ellos, Suga ya estaba sentado, que se acomodó en la silla del medio.
Todos estuvieron comiendo tranquilamente al mismo tiempo que mantenían una conversación agradable. En la mente de los chicos, Namjoon estaba presente. Extrañaban el hecho de que no los acompañara en ese momento, pero comprendían que era por su bienestar.
Hoseok pensó que debía hacerle una pequeña visita.
Apenas había pasado tiempo desde que se fue, pero no podía evitar echarlo de menos todo el tiempo. Era su amigo y no quería dejarlo solo. Nunca. Quería que supiera que lo apoyaba.
Y eso era lo que iba a hacer esa misma tarde. Hacerle una visita sorpresa.
Estaba seguro de que eso lo animaría.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top