Capítulo 5

La mañana había llegado, y en lo único que podía pensar Jimin al contemplar el cuerpo dormido y algo destapado de Jeonggukie a un lado de él, era en el poco autocontrol que había tenido esa noche en cuanto el menor cayó en brazos de Morfeo.

Y es que no pudo resistirse a besar sus labios varias veces en la oscuridad. Habían sido apenas roces entre sus labios y los ajenos, pero aquello había sido más que suficiente para tenerlo completamente extasiado.

Y ahora que lo observaba bajo los suaves rayos de sol que se colaban a través de la ventana, ansiaba juntar su boca con la del menor. Necesitaba hacerlo. Pero sabía que era peligroso. Y más ahora que la luz del día estaba presente.

Los ojos del más pequeño se movieron inquietos sin llegar a abrirse. Por lo que el mayor reaccionó apartándose un poco del cuerpo contrario.

— ¿Estás bien, Ggukie? —preguntó el de cabellos teñidos al ver que el menor no había abierto los ojos.

Gracias a la voz de Jimin, Jeongguk finalmente despertó.
Sus ojos fueron a mirar directamente a los del mayor, los cuales lo miraban un poco extrañado.

La expresión de pura inocencia del pequeño, impulsó a Park a acariciar sus cabellos con ternura.

— ¿Has tenido un mal sueño? —habló— Estabas muy inquieto.

El menor asintió tímidamente, dejando ver en su rostro el mal momento que había pasado.

— No te preocupes, pequeño —Lo abrazó—. Ahora ya ha pasado.

Gguk se sintió incómodo en el momento en que recordó que no llevaba pantalones y se apartó de la figura del contrario. Éste lo notó e imaginó el porqué de aquello.

El de más edad destapó por completo al menor, a la vez que a sí mismo, dejando al chico un tanto avergonzado.

— No deberías sentir vergüenza. Y menos teniendo un cuerpo así —Lo miró dándose cuenta de que el pequeño se había quedado paralizado—. Vamos, ponte los pantalones.

Jeongguk se levantó aliviado para hacer lo que Jimin le había dicho, mientras el mayor admiraba ese lindo trasero alejándose. Ahora se arrepentía de no haberlo apretado con sus manos cuando tuvo la oportunidad en la noche.

Sacudió su cabeza intentando apartar esas ideas pervertidas que se aparecían en su mente. No podía continuar así o perdería la poca cordura que le quedaba cuando tenía delante al menor.

— Ggukie... —lo llamó. Éste se volteó para mirarlo al instante— Voy a darme una ducha.

"Y de agua fría" Pensó para sí mismo.

— Luego nos vemos.

— Vale, hyung.

Y lo vio salir por la puerta en dirección al baño.

«❦ ❦ ❦»

Suga se despertó, como de costumbre, por los ruidos que el mayor causaba, según él por las mañanas.

— ¿Quieres dejar de jugar a ese estúpido juego? —Se quejó el peli-azul— Te acuestas jugándolo y te levantas igual.

— ¿Y qué quieres? Te quejas si te despierto mientras hago la cama. Te quejas si estoy haciendo cosas en casa, y entro en la habitación para dejar tus trastos... Deberías agradecerme en vez de protestar todo el tiempo.

— Pues hazlo cuando no esté durmiendo.

— Siempre lo estás. —contestó el mayor recalcando la primera palabra.

El de un año menor abrió las cortinas, que él mismo había colocado para separar su cama de la del contrario, y lo miró desafiante.

— ¿Me lo estás diciendo en serio? ¿Tú es que no oyes al volumen que tienes puesto eso? —dijo señalando el aparato que Jin sostenía en sus manos. Ahora el mayor también lo miraba.

— Ya a estas horas deberías estar despierto. Así que no tengo porqué quitar el sonido a mi móvil.

La mirada que le dedicó el menor, provocó que el peli-rosa quisiera salir despavorido de allí yendo de habitación en habitación, para preguntar a cada uno de sus compañeros si querían cambiar de habitación con él.
Debía reconocer que a veces su amigo daba miedo. Pero es que no siempre se veía capaz de aguantar los malos humos de éste. En cambio, soltó el móvil, con dignidad, dejándolo sobre la mesita de noche con la excusa de que pasaba de aguantarlo y que había muchas cosas que hacer en la casa.

Yoongi lo dejó pasar y volvió a tumbarse en su cama. No sin antes volver a correr las cortinas.

«❦ ❦ ❦»

Taehyung había estado pensando toda la noche. No sólo en esa extraña forma en la que Jimin trataba a Ggukie. No.
Estuvo pensando en muchas cosas.
Y al ser compañero de habitación de Namjoon, una de las personas en su mente era él.

No era capaz de sacarlo de su cabeza. Y es que, ¿cómo era posible que hubiese sido el último en enterarse de los sentimientos del líder por el mayor?

Incluso Jeongguk sabía de la existencia de ellos. Se lo había contado Jimin una vez, pero aún así lo sabía. Y él no.
Hasta la noche anterior, en la cual se habló mucho del líder, explicando la repentina ida de éste.

No podía llegar a entender cómo alguien podía permitirse llegar hasta el punto de enamorarse de alguien de su mismo grupo. Era algo completamente informal e irresponsable. Al menos ese era su pensamiento.

Aquello lo hizo pensar directamente en Jeongguk. Aquellos ojos oscuros que parecían hipnotizar a todo el que lo mirase.

Ahora que lo pensaba mejor, podía entender que alguien se enamorase del menor. Eso sería más lógico.
De hecho, quizás lo más difícil era resistirse a sus encantos.

Y en ese instante, fue Jimin quien se hizo presente en su mente.

Park Jimin. Ese que siempre parecía ser la sombra del menor de la casa. Ese que casualmente estaba las veinticuatro horas pegado a él...

A veces no podía evitar preguntarse ciertas cosas. Y una de ellas era: ¿Le gustará Jeonggukie?

Sin darse cuenta frunció el ceño ante esa idea.

Esperaba que no.

Se levantó de la cama, dispuesto a dejar descansar su mente por un rato, saliendo de su cuarto para encontrarse arrastrado hacia el del maknae.
No supo cómo ni porqué su cuerpo lo llevó hasta allí, pero tampoco le importó. Y mucho menos cuando la vista que obtuvo del más pequeño fue tan maravillosa.

El chico aún se encontraba en calzoncillos, y acababa de sentarse en el borde de su cama.

Estaba de espaldas a él y parecía estar buscando algo.

Taehyung entró sin hacer ruido.

— ¿Qué buscas, trasero bonito? —Bromeó el mayor. El menor se asustó un poco y luego lo miró mal— No comprendo porqué muchas Armys dicen que no tienes culo —dijo intentando incomodar al contrario—. Tienes uno muy bien formado. —Admitió dibujando con sus manos el trasero de Jeongguk.

— No sabía que decían eso. —respondió una vez encontró lo que estaba buscando. Su pantalón de pijama.

— Sí —afirmó—. Lo he leído por ahí.

Se sentó a un lado del golden maknae, observándolo con interés mientras se ponía la prenda que le faltaba.

— ¿Qué miras tanto? —Habló el pequeño al mismo tiempo se ponía en pie.

V lo ignoró y se dejó caer sobre la cama de Ggukie.

— ¿Y Jimin? ¿Dónde está? —Le parecía raro que aquel tipo no estuviese por ahí merodeando. Pegado como una lapa a la espalda del de cabellos oscuros.

A Jeongguk le extrañó un poco que le preguntara por el paradero del peli-naranja, pero aún así le respondió con normalidad.

— Está duchándose. ¿Por qué? ¿Querías hablar con él?

— No, que va. Sólo preguntaba.

Jeongguk se movió un poco sin dejar de mirar el cuerpo de Tae acostado sobre su cama.

— ¿Vas a quedarte ahí todo el tiempo? ¿O vas a dejarme estirar las sábanas?

El mayor lo miró en silencio.

— También puedes hacerme compañía. —dijo moviendo sus cejas de arriba abajo, queriendo insinuarle algo pervertido.

— Vamos, anda —El más fuerte de ambos intentó levantarlo. Pero el contrario se resistía a dejar que el menor obtuviera lo que quería—. Oh, vamos... ¿Voy a tener que tirarte de la cama para que me dejes tranquilo?

Taehyung sonrió divertido al mismo tiempo que asentía con la cabeza.

Gguk no lo dudó ni un instante y flexionó sus piernas, inclinándose hacia donde se encontraba el mayor, llevando ambas manos hasta su cuerpo, empujándolo con todas sus fuerzas.

El menor conseguía moverlo, pero la resistencia del mayor era buena y, rápidamente, conseguía recolocarse.

— ¡Tae! —gritó con frustración el pequeño.

El de cabellos más claros se echó a reír al presenciar la divertida expresión en el rostro de Gguk.

— ¡No es gracioso, idiota!

— ¡Sí que lo es! —habló sin poder dejar de reír— Es gracioso porque a pesar de ser más fuerte que yo, no consigues tirarme.

Y en ese momento, el cuerpo de Jeongguk se subió en la cama, hincando sus rodillas en el colchón y dejando el cuerpo de Taehyung acorralado entre estas.

El corazón del mayor empezó a latir con fuerza y éste rezó porque el contrario no pudiese oírlo.

Había dejado de reír pero no había conseguido borrar del todo la expresión de diversión en su rostro. Incluso estando increíblemente nervioso.

Las manos de Jeongguk fueron a realizar su venganza contra el chico que se encontraba bajo él, pero algo los interrumpió a ambos. O más bien, alguien.

Los ojos de Park Jimin no podían creerse lo que estaban viendo.

Su corazón latía furioso al mismo tiempo que de sus ojos saltaban chispas.

¡¿Qué mierdas hacían esos dos en esa posición?!

El de más edad estuvo a punto de gritar algo que los otros dos no hubieran entendido, bueno al menos uno de ellos. Estuvo cerca de arruinarlo. Pero la voz del más pequeño se le adelantó y sus propias palabras quedaron en el olvido.

— ¡Jiminie-hyung! ¡Ayúdame a sacar a éste de mi cama!

El nombrado, quien se hallaba con una toalla reliada a la cintura y el pelo mojado, se sintió agradecido por las palabras de su Ggukie. ¿Cómo había podido malpensar de tal escena? Si hubiese sido Tae quien se encontrara encima, las cosas habrían sido diferentes. ¿Pero su Ggukie? Él era puro e inocente.

El peli-naranja se acercó a donde estaban ellos mirando directamente a los ojos de Tae.

"Sé muy bien lo que piensas" Pensó el mayor al ver que el contrario tenía aún su vista fija en el maknae. "Sé perfectamente a lo que pueden incitar esos ojos" "Por eso mismo no pienso permitírtelo"

Taehyung se sentía observado. Y como si hubiese leído el pensamiento de Park, desvió la mirada a éste.

El colchón se hizo más alto al librarse del peso que ejercía el menor sobre éste. Lo que Jimin aprovecho para golpear su cuerpo de broma, echándolo de allí.

— En serio, Taehyung. Deja de hacer el tonto.

Al mediano dejó de parecerle divertido. Por lo cual decidió levantarse tras soltar un suspiro.

— Qué aburrido... —dijo con la intención de molestar al que nació en su mismo año.

El que no llevaba ropa puesta no se dejó llevar por el comentario de V. De hecho, una leve sonrisa se dibujó en sus labios al notar el desagrado de éste.

El maknae corrió de vuelta a su cama, dispuesto a hacerla ahora que nadie se lo impedía. Mientras que Jimin observaba como el mediano de ellos se acercaba a la puerta para irse. Y cuando el mayor dejó de prestarle atención, su voz se oyó recargada sobre el marco de la puerta.

— Oh, Jeonggukie —lo llamó esperando que el nombrado lo mirase—. Casi olvidaba el porqué había venido hasta aquí —Todo lo que estaba diciendo ahora se lo estaba inventando sobre la marcha. Sólo quería fastidiar al mayor quien se encontraba sonriendo victorioso—. En un rato pensaba ir al centro comercial a mirar algún videojuego para comprarme. Por si te apetecía acompañarme.

Sus ojos estaban clavados en Jeongguk pero, por un instante, no pudo evitar desviar la vista hacia el mayor, a quien le había desaparecido la sonrisa burlona de la cara.

Ahora era él quien se sintió victorioso.

— ¡Oh, claro! ¡Me encantaría, hyung!

Ahora sí se permitió el lujo de admirar la cara de frustración del de cabellos anaranjados. Éste parecía querer saltarle al cuello mientras que él no podía dejar de sonreír alegremente.

— Genial. Te aviso en cuanto vaya a salir.

Y tras decir aquello, le guiñó un ojo al mismo tiempo que chasqueó su lengua, señalando al menor con el dedo índice, dejando ver una muy seductora pose del chico.

Taehyung desapareció finalmente para Jimin, y éste pudo expresar aún más su desagrado, aprovechando que Gguk seguía inmerso en la tarea de ordenar su cama.

Park se dio media vuelta para mirar al menor mientras imaginaba a esos dos a solas.

Sentía que quería matar a alguien.

Ya no era por lo evidente, sino por la forma en la que V se había comportado.

Si alguna vez había tenido dudas de los sentimientos del algo menor que él por su Jeonggukie. Ahora estaba completamente claro. A Taehyung le gustaba el maknae. Y, al parecer, estaba dispuesto a hacer todo lo posible para tenerlo a su lado.

Pues no era el único.

«❦ ❦ ❦»

¡Hola a todos!
Quería saber si la historia os está gustando, cosa que, sinceramente, espero.
Como soy nueva escribiendo sobre BTS no tengo a mucha gente que la esté leyendo, por lo que no recibo demasiados comentarios, y eso provoca que no sepa si os está gustando o no. Por lo que me gustaría que me dijerais algo al respecto~

Bueno, me despido ya y espero traer el siguiente capítulo lo antes posible.

Bye~~~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top