Capítulo 15

— Oh, así que es eso —Los labios de Namjoon se detuvieron para observar a su compañero en silencio—. ¿Y has pensado en recuperar ese tiempo que pasabas con él? ¿Ir a buscarlo y hacer cosas juntos?

Claro que lo había pensado, e intentado. Y, de hecho, lo seguía intentando. A pesar de que cierto peli-naranja lo incordiara a cada momento por acercarse al maknae.

— No deberías dejar de intentarlo —habló el rubio—. Quien sabe... Quizás consigas que todo vuelva a ser como antes...

Y eso era precisamente lo que Kim Taehyung estaba haciendo.

Había transcurrido una corta semana en la que el alien había aprovechado cada instante en el que Jeongguk había estado libre de las invisibles garras de Park Jimin. A quien, por cierto, esa semana se le había hecho eterna.

De nuevo, quien había nacido en su mismo año estaba entrometiéndose entre Ggukie y él. Lo cual comenzaba a convertirse en un real y serio problema.

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Esa misma mañana, V se las había ingeniado para sacar a Jeongguk de su habitación sin que el mayor de la línea maknae se despertase y lo pillara a él allí.

Lo llamó con dulzura varias veces, sumándole sutiles caricias con el objetivo de hacerlo salir del mundo de los sueños. Cosa que consiguió sin demasiado esfuerzo. Ese día el sueño de Ggukie no había sido demasiado profundo, quizás fue por la cantidad de horas que durmió esa noche.

El mayor de los dos maknaes detuvo a Jeongguk cuando éste quiso abrir uno de los cajones en los que se encontraba su ropa.

— Yo te presto prendas mías —dijo en voz baja mientras miraba de reojo a Jimin que seguía durmiendo plácidamente—. Vamos. —Y, prácticamente se llevó al pequeño a rastras.

Gguk no entendía el porqué de las prisas de su amigo, pero tampoco se atrevió a preguntarlo.

— ¿Adónde vamos? —preguntó el menor mirando a su hyung con inocencia.

— Ya lo verás. No seas impaciente. —Sonrió al mismo tiempo le tendía uno de sus pantalones, una chaqueta vaquera y unas deportivas oscuras.

— Está bien... Esperaré.

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Taehyung había llevado al más pequeño a una sala de juegos. Esa era la sorpresa que el más mayor le había guardado.

Como era evidente, ambos habían estado antes desayunado en una cafetería situada a unos diez minutos de donde vivían, camino al lugar al que iba a llevarlo después de eso.

Los dos chicos disfrutaron de un maravilloso día juntos. Se pasaron la mayor parte del tiempo compitiendo entre ellos para demostrar quién era mejor en más cosas, y Jeongguk había sido el afortunado en ello. No por mucha diferencia pero, al fin y al cabo, fue el ganador.

También estuvieron bromeando en muchas ocasiones, donde se presenciaban leves señales de flirteo provenientes del mayor.

El maknae fingió no sentirse incómodo. No es que lo sintiera como algo realmente malo, sólo que su mente y cuerpo actuaban extrañamente diferentes a como solía. Y eso asustaba un poco al menor. Pero en cuanto Kim Taehyung volvía a actuar normal con él, Gguk se relajaba y podía ser él mismo de nuevo.

Las horas pasaron volando y rápidamente se hizo de noche.

— Son las nueve de la noche —habló el mayor mirando la pantalla aún bloqueada de su móvil sorprendido por lo increíblemente rápido que pasaba el tiempo—, y ni siquiera te he llevado a almorzar ni merendar a algún sitio.

Jeon Jeongguk quiso mantener su rostro serio, pero la cara de preocupación del de más edad lo hizo sonreír con ternura.

— No pasa nada, hyung —respondió el pequeño—. Si te sirve de algo, tampoco yo me acordé de comer.

El de cabellos más oscuros dijo aquello con toda sinceridad. Tanta que ni siquiera se dio cuenta de sus propias palabras y de lo mucho que llegaron a significar para V.

El más moreno de piel lo observaba en silencio como queriendo memorizar cada gesto y palabra que había pronunciado.

El silencio, que había sido de unos treinta segundos o algo más, se rompió en cuanto el más atrevido se percató de estar embobado en el más pequeño.

— Para disculparme... —carraspeó queriendo disimular un poco— Te invitaré a uno de esos bocadillos tan buenos que hacen debajo de casa. Así podrás perdonarme —dijo sacando su lengua coqueto al mismo tiempo llevaba una de sus manos a la nuca.

— Iba a repetirte que no importa. Pero si vas a pagarme la comida, puedo hacerme el molesto.

El menor rió divertido tras decir aquello. Y Tae no pudo evitar sonreír a su maknae después de tales descaradas palabras.

— Hmm... mira qué listo es el enano...

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Las risas de Jeongguk y el segundo menor del grupo se escucharon desde la puerta de entrada, tras ser cerrada ésta. Y Park Jimin pudo sentir cómo algo se clavaba en su pecho al oírles pasarlo tan bien juntos.

Al contrario de lo que deseaba el peli-naranja, no se movió de la cama. Se limitó a agudizar su oído para enterarse de lo que esos dos decían.

La voz de Jin se hizo presente preocupándose por lo que sus dos dongsaengs comieron durante el día.

Taehyung enmudeció al instante y el menor de todos vio la necesidad de mentir para que su hyung no fuera regañado por el peli-rosa.

El alien sintió alivio y agradeció a Gguk con la mirada.

"Vamos ya a dormir" Escuchó el mayor de la línea maknae decir a Tae desde su habitación, la cual se hallaba con la puerta abierta y la luz encendida.

Los dos chicos que habían pasado el día juntos fuera de casa pasaron por la puerta donde comenzaba el largo pasillo que daba a las habitaciones de los siete hombres que vivían allí, caminando a lo largo de éste para ir cada uno a su cuarto.

El joven de pelo castaño más claro vio a lo lejos la luz aún encendida en la habitación compartida del maknae y no pudo evitar sonreír, imaginando las diferentes cosas que pudieron haber estado pasando por la cabeza de Jimin durante todo el día.

— Bueno, Ggukie —Se detuvo primero el mayor—. Me ha encantado pasar el día contigo —dijo con una gran sonrisa en sus labios—. Y espero que volvamos a repetir pronto.

El de rostro inocente se sintió un poco avergonzado por la forma inusual de despedirse de su mayor, pero no tardó en responder él también a sus palabras.

— Claro, hyung. Cuando quieras.

Taehyung se quedó callado disfrutando de lo que, a veces, las palabras no podían ofrecer.

Y entonces se preguntó cómo alguien como Gguk podía hacerlo sentir tan libre y feliz.

Fue en ese preciso instante en el que Park Jimin volvió a hacerse presente en su mente, y una espectacular idea le vino a la mente.

— Oye... ¿no me vas a dar un beso de buenas noches? —preguntó divertido el mayor antes de que Jeongguk llegase a girarse para irse.

— ¿Q-qué? ¿Qué dices, hyung? N-No digas tonterías.

— Venga... —dijo alargando la última letra— No se lo diré a nadie.

Los pasos del mayor fueron acercándose lentamente a Jeongguk, provocando que éste fuese alejándose.

— Tae-Tae... —Las palabras del menor salieron de su boca unos segundos antes de chocar su espalda con la pared.

En el momento en que eso sucedió, el mayor aprovechó que Gguk se distrajo, girando su cabeza, y se abalanzó sobre él abrazándolo y repartiendo cientos de besos en una de sus mejillas.

— Hyung... —se quejó el menor— No seas tan pegajoso...

Taehyung sonrió travieso dedicándole una mirada pervertida.

— Bueno, está bien... Pero la próxima vez será en mi cuarto para que nadie pueda vernos ni escucharnos. —bromeó.

— Idiota. —Fue lo único que dijo el contrario mientras rodaba sus oscuros ojos.

Como pudo imaginar el alien, Park Jimin estaba que echaba fuego por los ojos. Lo estaba escuchando todo y, por supuesto, los besos en la piel de Gguk no pudieron ser ignorados.

El chico de cabellos anaranjados estuvo a punto de levantarse, hasta que oyó la dulce voz del maknae despidiéndose del mayor. Fue entonces cuando su corazón decidió relajarse un poco. Pero en el momento que vio a su pequeño aparecer por la puerta vestido con las prendas de aquel cabrón, su ira volvió a incrementarse.

— Gguk —Su nombre salió automáticamente de sus labios. Quiso decirle miles de cosas. Incluso reprocharle el haber salido con Taehyung a solas, cuando no tenía ningún derecho de hacerlo. En cambio, su necesidad de atención del menor se hizo presente de otra forma distinta—, ¿podrías hacerme un masaje? Tengo los hombros y la espalda más cargados que nunca.

Jeongguk, quien se había sorprendido porque no lo hubiese llamado Ggukie o Jeonggukie, se acercó al mayor sin decir nada dispuesto a hacer lo que su hyung le había pedido.

— Gracias, enano —dijo incorporándose de la cama para quitarse la prenda superior—. Voy a quitarme la camiseta para que te resulte más cómodo.

Ggukie asintió y pasó sus suaves manos por la espalda de Jimin en cuanto éste se hubo tumbado.

Para Jimin el tacto estaba resultando más que excitante. Si el hecho de que le estuvieran dando un masaje ya era agradable, el que fuera Jeon Jeongguk quien se lo estaba haciendo lo convertía en algo extremadamente placentero y erótico.

El maknae acostumbraba a hacer masajes de hombro al peli-naranja, pero esta era la primera vez que se lo hacía de espalda y que éste se quitaba una prenda de ropa.

En cierto modo era incómodo pasear sus manos desnudas por el cuerpo del otro, pero al mismo tiempo se veía normal. Simplemente le estaba haciendo un favor a su hyung.

Quizás las nuevas bromas de Taehyung lo estaban haciendo sentir extraño en situaciones así de cercanas con sus mayores.

— Hyung...

— Dime Gguk. —respondió con los ojos cerrados, apoyado sobre sus brazos, descansando su cabeza frente a la almohada.

"Segunda vez" Pensó.

El castaño se olvidó de aquello que quiso decirle.

— ¿Por qué me dices Gguk?

La pregunta impactó con sorpresa en la mente del mayor.

Por muy extraño que sonase, ni siquiera reparó en que lo había llamado así. Había surgido inconscientemente. Y ambos sabían que cuando Jimin lo llamaba así era porque estaba serio o molesto con él.

— Oh. ¿Te he llamado así? —preguntó volteándose para mirarlo.

Jeongguk asintió preocupado.

— Oh —Volvió a decir—. No me había dado cuenta... Lo siento.

De nuevo su cabeza volvió a la posición anterior, atormentando aún más al menor.

— ¿He hecho algo que te haya molestado?

— No. No... Gguk... kie... —Y de nuevo se le escapó aquello—. No me pasa nada, Ggukie.

El más alto se situó a un lado de Jimin donde podía verlo mejor.

— ¿Es porque no te he invitado a venir hoy? —Los ojos del menor miraban a su amigo con tristeza— Yo no sabía nada de que saldría a la calle —Se defendió—. Tae vino al cuarto a buscarme para pasar el día fuera. Ni siquiera me dejó cambiarme aquí. Por eso tengo su ropa.

Jimin supo de inmediato la razón de eso último. No quería que él pudiese despertarse. "Hijo de puta" Pensó.

— No, Ggukie —dijo sosteniéndolo de la mano casi al mismo tiempo que se sentaba sobre el colchón—. No es nada de eso —Mintió al ver preocupado a su pequeño e inocente bebé—. Siento mucho que hayas pensado eso.

El castaño lo observaba y escuchaba con atención. Esperando comprender porqué el mayor lo había llamado de aquella manera sin razón alguna.

— Sólo que... tengo un mal día hoy.

— ¿Quieres hablarlo? —Salió rápidamente en su ayuda.

— No —respondió sin dudarlo—. Pero siempre puedes abrazarme.

Y el menor lo hizo.

Lo abrazó con todas sus fuerzas, deseando que su amigo se animara.

Jimin pudo oler el perfume de Taehyung en la ropa que llevaba el pequeño, pero por una vez el dolor de aquello no fue demasiado fuerte. Estaba demasiado absorto en los brazos ajenos y en lo mucho que se había preocupado el menor por ayudarlo. No podía pensar en mucho más que eso en ese momento.

— Te quiero, Jeonggukie. —Confesó dejándose llevar por lo que estaba sintiendo al estar de aquella forma con él.

Sus ojos se abrieron como platos por las intrusas palabras que salieron de sus labios sin permiso.

— Y yo a ti, hyung. —Y lo abrazó más fuerte.

El de cabellos teñidos se relajó de inmediato agradecido de que el pequeño no lo hubiese interpretado de la forma en la que realmente lo había dicho. Y sonrió por la bonita respuesta de éste.

El peli-naranja se permitió el lujo de acariciar los cabellos del contrario en señal de afecto.

Nunca imaginó que llegaría a enamorarse tanto de alguien que en un principio sólo consideraba adorable y tierno.

¿Quién iba a decirle que ese crío fuese a causarle tales mezclas de sentimientos?

Para Park Jimin era duro, pero sencillamente hermoso.

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