Capítulo 14
La mañana había llegado, y la reciente discusión con Jimin le había dejado a Taehyung con mal sabor de boca.
La mente del chico no lo dejaba pensar con claridad últimamente. Jeon Jeongguk rondaba demasiado por sus pensamientos esos días y era bastante frustrante porque comenzaba a creer que aquello se salía de lo normal.
¿Qué mierdas le pasaba con aquel enano? ¿Por qué se sentía cada vez más celoso en cuanto a la cercanía que tenían él y Jimin?
Aquellas preguntas comenzaban a ponerlo enfermo, por lo cual decidió levantarse de la cama y buscar algo con lo que mantenerse ocupado por el resto del día.
Entonces cayó en la cuenta de que hacía tiempo que no veía a Namjoon, y que la sola idea de pasar rato con él lo invadía de felicidad.
Rápidamente, alcanzó su teléfono y buscó el contacto de su amigo para llamarlo.
El tono de espera se hizo oír durante unos largos segundos para a continuación ser interrumpido por la voz de RM.
— Hola, Tae —Su voz sonaba como si llevara un largo rato despierto—. ¿Cómo estás? Yo estaba tomando un café hacía unos segundos. He salido a la calle para tomarlo y ahora me dirijo de vuelta a casa.
— Hola, Namjoon —Lo saludó también—. Yo acabo de despertarme —respondió a la pregunta aun no siendo aquello completamente cierto—. Me preguntaba si podía verte un rato ahora. No tengo ganas de estar en casa, y me apetecería muchísimo pasar a visitarte. Así conversamos un poco sobre nuestras novedades.
El mayor se sintió feliz al escuchar las palabras de su compañero de habitación. Extrañaba mucho a los chicos.
— Pues me parece una estupenda idea —Admitió el líder—. Me alegra mucho que me llames para esta clase de cosas. —dijo mientras sonreía. Cosa que Taehyung también hizo al oír sus palabras.
— Siento no haberte llamado estos días atrás. Sé que no me he comportado como un buen amigo al no haberlo hecho...
— No digas eso, Tae —RM sabía perfectamente cómo era su amigo. Y no era precisamente de los que expresaban con facilidad cómo se sentían cuando algo triste les sucedía—. Te conozco perfectamente bien y sé qué clase de amigo eres. Y por supuesto no uno malo. No tienes por qué disculparte conmigo.
— Hmm... pero debí hacerlo —hizo una breve pausa y continuó hablando—. Últimamente estoy demasiado ocupado pensando en otras cosas... Y no debería ser así. Me distrae de lo verdaderamente importante.
El mayor se quedó en silencio tras oír aquello. Creyó que el de menor edad añadiría algo más. Pero no fue así.
— Si lo deseas puedes contármelo luego —dijo esperando que así lo hiciera—. No quiero perderme demasiadas cosas en lo que no estoy allí con vosotros.
Kim Taehyung sonrió agradecido.
— Quizás lo haga. —dio como respuesta. Y acto seguido la llamada finalizó.
«❦ ❦ ❦»
Min Yoongi, quien se había pasado el día anterior recluido en su cuarto, evitando a toda costa tener contacto con otro ser humano, salió de su habitación dirigiéndose a la sala de estar donde vio al segundo maknae salir por la puerta.
Su cuerpo se quedó quieto mirando en la dirección en la que su amigo acababa de desaparecer.
— ¿Ádonde ha ido? —preguntó cuando se percató de que no era el único que estaba allí.
J-hope se encogió de hombros.
— No me ha comentado nada.
El peli-azul alzó ambas cejas haciendo entender que tampoco le importaba demasiado la respuesta, y se sentó a un lado de Jung Hoseok mientras el nombrado lo seguía con la mirada.
— ¿Has dormido bien? —le preguntó el que era un año más joven.
El más bajito lo miró a los ojos sin decir nada durante unos segundos hasta que quiso contestar.
— Eso creo —dijo dejando rápidamente de mirarlo—. ¿Y tú?
El de cabellos oscuros se limitó a asentir con la cabeza dibujando una bonita sonrisa en su rostro.
— ¿Jin sigue durmiendo?
De nuevo, los ojos del mayor mostraron interés en su compañero.
— Sí —respondió secamente—. Supongo que aún está recuperando el sueño perdido.
— Ya veo...
Min Yoongi tomó su teléfono móvil en sus manos esperando que su amigo entendiese la indirecta de que no quería hablar más. Pero, cómo era evidente en un mundo de idiotas, nadie se daba cuenta de cuando alguien estaba a punto de dejarle la marca de su puño en el estómago.
— Oye, Yoongi...
— ¿Hmm?
Ya ni siquiera se molestaba en emitir palabras, y Hoseok comprendió que estaba abusando del poco interés de su hyung por hablar esa mañana.
— ¿Te molesta si te pregunto una última cosa?
A veces Yoongi se sentía el malo de la película.
Si era verdad que su humor era bastante cambiante y podía perfectamente pasar de estar muy alegre a parecer un completo amargado.
Él mismo sabía de su problema.
Pero lo que tampoco iba a hacer era fingir estar siempre contento y tener que soportar las distintas tonterías y muestras de cariño de sus compañeros. Eso le era imposible, a pesar de haber intentado no ser del todo desagradable con los chicos en varias ocasiones.
El caso era que, a una parte de él, le dolía ser así. Más aún con su mejor amigo.
El de piel más clara lo miró en silencio con seriedad animándolo a continuar de una vez por todas.
J-hope soltó un suspiro aliviado.
— ¿Has hablado con Namjoon desde que se fue?
Los ojos ajenos seguían sobre los del moreno. Lo miraba como si intentase expresarse sin palabras.
— No —dijo simplemente devolviendo su atención a la pantalla de su móvil—. Ya lo haré en su momento.
— ¿No?
El joven observaba cómo su mayor se desentendía del tema y no pudo evitar seguir hablando.
— Pues deberías hacerlo. Y cuanto antes mejor.
Suga ni siquiera le estaba haciendo caso. Él sabía perfectamente que tenía que hacerlo y, cuando él lo decidiera, abriría un chat en kakaotalk con el líder y lo haría. No cuando alguien más lo dijera.
Jung Hoseok se cansó de que lo ignorase y, en un impulso, le arrebató el teléfono de sus manos.
La mirada de Yoongi pronto se clavó en el rostro del contrario. Y éste no pudo negar que sintió miedo.
— Como por ejemplo, hoy.
Sin decir nada, la masculina y delgada mano del mayor se detuvo frente al contrario en posición horizontal, exigiéndole que le devolviese lo que le había quitado.
— Dámelo.
— ¿Vas a hacerlo?
— No. —respondió de inmediato.
J-hope se encogió de hombros.
— Hoseok...
Y cuando estuvo a punto de enfadarse de verdad, el rostro del menor se encontraba innecesariamente cerca del suyo, de nuevo transmitiendo ese estado de nerviosismo al más viejo. Aún así no hizo el intento de alejarse.
— Por favor, hyung —le pidió con ternura—. Namjoon se siente muy solo allí. No me lo dice, pero sé que es así...
Y tras habérselo pedido de aquella forma, ¿cómo podría negarse?
El rapero de más edad suspiró molesto al saber que había perdido esa batalla.
— Trae. —dijo.
Y esa vez Hoseok se lo entregó encantado.
— A veces os mataría a todos para vivir tranquilo.
Jung Hoseok sonrió victorioso viendo cómo los pálidos dedos de su amigo tecleaban el esperado mensaje.
«❦ ❦ ❦»
El anhelado encuentro se hizo presente, saludándose ambos con un cálido abrazo.
Los dos habían estado necesitando demasiado aquello. Al fin y al cabo, los compañeros de cuarto mantenían un fuerte vínculo y con lo poco que se dijeran entendían a la perfección los sentimientos del otro.
— Me alegro de volver a verte. —Articuló el rubio separándose del cuerpo de su amigo.
— Igual yo —dijo de acuerdo sonriendo—. ¿Cómo estás?
El menor se dirigió hacia el sofá tras haber sido guiado por los gestos de su compañero.
— Estoy bastante bien —Y estaba siendo honesto—. Creo que realmente esto está empezando a hacerme bien.
— Me alegra oír eso. —Su sincera sonrisa no tardó en aparecer.
— ¿Y tú? ¿Cómo estás? ¿De qué se trata eso que me dijiste por teléfono?
— Oh. Eso... Siéntate y te cuento.
— Vale. Un momento —dijo estando aún de pie frente al chico que ya se encontraba sentado—. ¿Quieres tomar algo antes de que me siente?
— Oh, está bien.
— ¿Un colacao?
— Sí, claro. Me apetece.
El chico de cabellos dorados desapareció de allí con una sonrisa en sus labios. Se sentía feliz de que otra persona a parte de Hoseok hubiese ido a visitarlo.
De sus compañeros de grupo, los únicos que faltaban ahora por mandarle aunque fuese un mensaje eran Jeongguk y Yoongi. Ya que de Jimin ya había recibido dos mensajes preguntándole cómo estaba.
Kim Taehyung, mientras tanto, se mantenía entretenido mirando a su alrededor, apreciando el sencillo decorado de aquel piso.
No fue mucho el tiempo que pasó hasta que el alien reparó en algo que le llamó la atención: Una luz parpadeaba en el móvil de Namjoon, notificando al dueño de una llamada o mensaje.
Inconscientemente, V se encontraba caminando hacia éste, interesado en saber quién era la persona que le mandaba el mensaje o le dejaba llamadas perdidas.
Fue entonces cuando el nombre de Yoongi se hizo presente ante sus ojos.
Inmediatamente soltó el móvil de dónde lo había cogido, sintiéndose un intruso al haber tomado el teléfono de su amigo para cotillear. Más aún si se trataba de su compañero peli-azul, quien lo mataría si llegara a leer un mensaje que no había sido escrito para él.
Sus pies retrocedieron volviendo sobre sus pasos, y segundos después Namjoon estaba yendo hacia Taehyung para ofrecerle la taza con el líquido caliente.
— Gracias —habló el menor a la vez que se sentaba y tomaba el recipiente de cerámica en sus manos—. Por cierto —De nuevo la atención de RM estaba en el más pequeño—, tienes un mensaje. —dijo señalando el pequeño aparato que descansaba sobre una mesita mientras su batería estaba siendo cargada.
— Oh, ¿en serio? —El rubio, que había hecho el intento de sentarse, se incorporó y fue hacia su teléfono, desconectándolo de la luz para llevarlo consigo y leerlo una vez se sentara en el sofá.
La pantalla se iluminó al desbloquearla y el líder pudo ver de quien se trataba.
— Es Yoongi... —dijo en un suave tono de voz.
Sus largos dedos deslizaron delicadamente la pantalla, dispuestos a revelar el mensaje.
«Hey, Namjoon. ¿Cómo estás? ¿Todo bien por allí?
Espero que así sea.
Iba a llamarte un día y hablar mejor, pero me han forzado a mandarte un mensaje hoy, así que...
En otro momento (que no tenga a nadie incordiándome al lado) te llamaré y me cuentas más detalladamente.
Cuídate»
El rubio sonrió imaginándose la situación en la que su amigo se vio sometido.
Seguro que Jin o Hoseok habían hecho de las suyas y habían chantajeado al peli-azul.
Namjoon pensó que era más posible que lo hubiese convencido J-hope que el mayor del grupo. Ya que Suga no hacía caso a su compañero de habitación.
— ¿Qué te ha dicho? —preguntó Taehyung interesado. Intentado leer el breve texto con disimulo.
— Nada importante —respondió—. Pregunta cómo estoy —dijo bloqueando el móvil—. Luego le responderé. —Y soltó su teléfono sobre la mesa.
El castaño lo miró con interés. Sabía que no iba a decirle nada más.
— Bueno... ¿y eso que tenías que contarme?
Los nervios aprisionaron el corazón del menor sintiéndose incómodo por ser el centro de atención.
— Esas cosas que mantienen a esa cabecita tuya tan ocupada.
— Oh, cierto... —Kim Taehyung no sabía muy bien si quería hablar del tema. De hecho ni siquiera sabía por dónde debía empezar— ¿Recuerdas lo mucho que Jeongguk y yo pasábamos juntos?
El mayor asintió al instante.
— Siento que cada vez nos estamos distanciando más y más...
Namjoon pensó que el más joven estaba siendo muy tierno. Le preocupaba que el maknae y él no pasaran tanto tiempo juntos como acostumbraban.
— Incluso creo que prefiere pasar el rato con Jimin que conmigo...
El chico desvió la vista del mayor, sintiéndose avergonzado por lo que recién había dicho.
— Y además... —Su boca se cerró al instante al recordar los momentos en los que Park Jimin le había prohibido acercarse a Gguk.
— ¿Y además...?
El chico rubio detuvo sus pensamientos al oír lo que él acababa de repetir.
No sabía qué era eso que se había quedado sin decir, pero parecía que no tenía intención de sacarlo a la luz.
— Además... Jimin-hyung parece también estar muy interesado en estar con Ggukie... —Fue lo único que se atrevió a decir del peli-naranja.
Kim Namjoon se sorprendió un poco.
No imaginó que su dongsaeng fuese nunca a abrirse de aquella manera con él.
Si no había oído mal... ¿Taehyung estaba celoso de Jimin?
¿Es que acaso le gustaba el maknae?
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