❇️[2]❇️
Ichiro sabía que su actitud no era la mejor, sabía que era un infeliz y un desgraciado. Pero era algo que no podía evitar.
Bien podía echarle la culpa a su familia, el como lo han tratado y el camino que tomó.
Pero tenía que ser honesto. Si él hubiera querido, hubiera podido remendarse y tener una oportunidad.
Pero el jamás cambió, claro, en parte se arrepentía de todas las estupideces que en su momento cometió, pero eso no cambia el hecho de que es una persona mala y que disfruta serlo.
Está enamorado la persona más pura que pudo haber conocido, todo lo contrario a él.
En parte se sentía un poco mal, sabía que no se merecía a alguien tan puro como Kalim, por esa misma razón por un tiempo, estuvo considerando corresponder los sentimientos de Jamil.
Pero no pudo, la actitud falsa de Jamil era demasiado como para que el la pudiera soportar, el siempre fue sincero. Podrá ser mil cosas pero no un mentiroso.
Desde luego, no había punto de comparación el haberse prácticamente violado a Jamil al hacerle el amor a Kalim.
Con Jamil fue salvaje y brutal, quería hacerlo llorar, sangrar, gritar... quería verlo retorcerse de dolor y desesperación, jamás pensó que Jamil disfrutará sus maltratos y tampoco que el terminará por excitarse con eso.
Pero con Kalim... Fue diferente, el fue despacio, dulce, fue paciente y amoroso se encargo de besar y adorar cada centímetro de la bella piel de Kalim. No soltó su mano y de susurrarle al oído lo mucho que lo amaba.
Fueron despacio, disfrutando cada minuto que sus cuerpos estuvieron unidos mirándose a los ojos, declarando sus cuerpos al otro, diciéndole al firmamento que eran uno.
Jamás olvidaría el rostro sonrojado y sudado de Kalim, con los ojos brillantes de pasión, amor y lujuria, jamás olvidaría sus hermosos gemidos ni la forma en la que decía su nombre...
Si... No había punto de comparación con ninguno.
❇️🥀❇️
El asiático atravesó el espejo de Ignihyde, iba en camino a visitar a Bandi, ya tenía más de una semana que no asistía a clases, nada fuera de lo normal, pero Ortho afirmaba que no a salido en absoluto de su habitación ni siquiera para comer.
Al entrar al dormitorio todo aquel que lo veía huía despavorido, era muy conocida su fama vil y despiadada, pero no le importaba, tenía un trato con Idia y Ortho de no lastimar a nadie de Ignihyde si le hacían un par de favores que incluyen unas mini cámaras de seguridad y micrófonos para cuidar a su ángel.
Llegó a la puerta de la habitación de Bandi y tocó un par de veces, sin embargo, nadie abrió.
Dio un bufido antes de volverse intangible y atravesó la puerta.
El ordenador estaba encendido, con varias páginas en unos códigos que no entendía con una música Dubster de fondo, estaba un poco alto y también había ruidos provenir del baño de Bandi, ah, por esa razón no contesto cuando llamó.
Curioseando un poco mientras esperaba a su amiga noto un par de cajas y botes a lado de la cama.
— Tks... Esa idiota, ¿Esta tomando píldoras del sueño de nuevo? —Murmuró viendo los botes, notando que estos eran diferentes.
Había gasas, alcohol, vendas, agua oxigenada, medicinas para el dolor, pociones para la cicatrización y regeneración de sangre.
— ¿Qué demonios...? —Susurro a la vez que la puerta del baño se abrió.
Ichiro se giro rápido, para ver que Bandi salía del baño solo en ropa interior. Abrió los ojos como plato al notal la inmensa herida en el pecho, claramente reciente.
La chica no reconoció a Ichiro hasta que levantó la cabeza y finalmente lo noto en su cuarto, de pronto se volvió pálida como el papel e intentó cubrirse en vano.
— ¡¿Qué diablos haces aquí?!
— ¡A la mierda eso! ¡¿Qué carajos es eso?! —grito de vuelta acercándose a paso veloz a la chica.
Con algo de fuerza logró quitarle los brazos para poder verla mejor.
Era una herida que no fue tratada con cuidado y se veía al rojo vivo, al menos las costuras eran decentes pero se notaba que no lo hizo una persona con licencia.
Con una vista rápida miró a su alrededor, notando algunos pétalos ya marchitos en el suelo.
Incrédulo soltó a su amiga, para verle sorprendido. Bandi no lo vio directamente a los ojos y sólo tomó lo más cercano a ella para cubrirse.
— El Hanahaki Disease... Estabas enferma.
— ... Lo estaba...
— ¿Desde cuando?
Se alza de hombros — Un par de semanas.
— ... Recurriste a la cirugía — No fue una pregunta.
— No voy a morir por un amor no correspondido, no soy tan patética. —Ignoro el hecho de estar semi desnuda para ir hacia las medicinas y empezó a usarlas, aplicó el agua oxigenada, el alcohol, luego una poción sobre la herida y empezó a usar las gazas.
— No idiota, para empezar, se nota que no fuiste a un hospital decente, ni siquiera Violet te atendió, segundo, estas medicinas son fuertes, tercero y más importante: ¿Porque no nos lo dijiste?
La peli verde dejó de hacer lo que hacía quedándose como piedra.
— ... Es por Azul ¿No es cierto?
— ...
—No soy estúpida... Azul jamás va a amarme... No de la forma en la que quiero... O quería... Además es un aliado y cliente valioso, no podía perderlo... Prefiero eliminar lo que siento a morir y si ya no me vuelvo a enamorar mucho mejor.
Bandi no tenía la mejor visión de ella misma, era realista, sabía que enamorarse de Azul era lo peor que pudo pasarle, porque no fue una opción.
Sabía que jamás sería amada por el u otra persona, pero estaba bien, tenía a Ichiro y a Celes, no necesitaba una pareja o algo así... Ella estaba bien.
— No se lo digas a Celes por favor... —susurro pensando en el dulce tigre.
— No me gusta mentirle a Celes... Pero supongo que si se entera que te operaron hara un escándalo... Pero tienes que ir a clases mañana, ya es muy sospechoso que faltes tantos días.
— Falsifique una carta de las cuidadoras del orfanato, que una familia estaba interesada en conocerme, no puedo creer que el Director se lo haya creído.
— ... ¿Quieres ser adoptada?
— Ichiro seamos sinceros ¿Qué clase de familia quisiera adoptar a alguien como yo?... Al menos tu me entiendes.
— Por eso somos amigos.
El asiático dudo un poco pero abrazo a la chica. Al principio se tenso como la cuerda de una guitarra, pero después se relajo un poco y correspondió el abrazo.
Había una razón por la que Bandi era su mejor amiga... Y es que ella entendía su infierno porque ella también tenía el suyo y el pudo entenderla. Un hecho que Celes conoció y aún así se quedó a lado de los dos.
— Estoy feliz de que estés viva...
— ... ¿Sabes algo gracioso?... Yo también estoy feliz de seguir con vida.
❇️🥀❇️
Jamil sentía que su día cada vez en peor.
No sólo se había levantado tarde, lo que provocó que no despertará a Kalim, se retraso el desayuno, por lo que Ichiro estaba bastante molesto pero apenas vio a Kalim y toda su molestia se esfumó.
Al contrario de Jamil, Kalim estaba deslumbrante, tenía un brillo especial que lo hacía más radiante de lo normal, todos lo notaron y la felicidad fue contagiosa, curiosos por la felicidad de su líder.
Oh pero Jamil lo sabía, lo sabía perfectamente, era estúpido no notar las miradas que se lanzaban Kalim e Ichiro.
El solo recordar lo que había visto la noche anterior era suficiente como para sentir como algo se aferraba a su garganta cerrándole la respiración, obligándolo a toser.
Se cubrió la boca para evitar ser escuchado pero cuando la retiro vio que esta estaba manchada de sangre y con algunos pétalos en ella...
Eran Rosas Malva...
Oh cruel destino...
Normalmente... Las rosas blancas representan la inocencia, la pureza... El amor joven... La eterna fidelidad... Pero cuando es color malva... Su significado era mucho más triste y nostálgico.
Y si... Así era su amor, siempre fiel a Ichiro... Aunque este amara a alguien más.
Que cruel tenía que ser la vida como para enamorarse locamente de alguien que no podría amarlo con la misma intensidad.
Estaba la opción de operarse... Pero no quería... Significaba que tendría que eliminar su amor por Ichiro. Y no quería eso.
Y si su amor lo condenaba a muerte, entonces el lo aceptaba con todo gusto.
Sus pensamientos pararon cuando vio al objeto de sus deseos y suspiros cruzar un pasillo con el dulce tigre de Savanaclaw y la contrabandista de Ignihyde.
Celes se colgaba con toda la confianza del mundo en el brazo de Ichiro mientras que Bandi compartía un libro con el asiático, hablando de un tema en especial.
El envidiaba ese nivel de confianza, uno al que nunca podría llegar... Porque es odiado por la persona que más amaba.
— Pero si es el sirviente de Asim.
Una voz desconocida lo asusto y se giro, solo para encontrarse con Sebastián.
Su cuerpo tembló de miedo ante la mirada muerta y burlona del estudiante de Diasomnia, era bien sabida la reputación de ese tipo, que era la peor de todas, no entendía que hacía en esa escuela si ni siquiera iba a clases.
Sebastián entrecerró los ojos mirándolo de pies a cabeza, antes de soltar un indiferente:
— Estas muriendo.
Jamil palidece ante esas crudas palabras.
— Bárbatos-sempai... Por favor no diga las cosas tan a la ligera por favor.
— ¿Porque? A este punto las sutilezas no sirven de nada, te estas muriendo y lo sabes.
Bueno, desde que despertó soltando sangre y pétalos ya lo veía venir.
— Gracias por la conclusión pero con todo respeto, no es asunto suyo.
— Tienes razón, no es asunto mío, pero sabes algo curioso... Es que no estas tan perdido.
El menor lo miró con poder entender. — Creo que no lo entiendo sempai.
— Imbécil, mira los pétalos, dime que significa.
— Bueno... Las rosas blancas representan la pureza e inocencia, también...
— El amor joven, amor correspondido... —lo interrumpió viéndolo con seriedad.
— Pero... El no me...
— No creo que te ame. —soltó con toda sinceridad, Jamil sintió como si le dieran un puñetazo en la cara y el corazón. —Pero tampoco es indiferente, algo pasó que llamó su atención.
A la mente de Jamil llegó el recuerdo de aquel día en el que finalmente pudo tener algo con Ichiro (Forzado, pero lo logró). Entonces quería decir que Ichiro aún lo recuerda.
Entonces ¿Aún tenía oportunidad?
— ¿Por qué me está ayudando? Creí que sólo ayudaba a los de su dormitorio.
— No te equivoques, no me importas, no me importa nadie en esta escuela más que los míos, así que el marcado tampoco me importa, pero es el sucesor del hermano de un amigo, solo le hago un favor para que aprenda algo de la vida y las decisiones.
Honestamente no entendía nada ¿A que se estaba refiriendo Sebastián? ¿Con marcado se refería a Ichiro?
— En conclusión, te estoy utilizando, adiós Viper, pero si te vas a morir al menos escríbele una carta a tu familia o algo así, ay quienes no tuvieron ni la oportunidad de despedirse de los suyos.
Sin mas el mayor se fue como si nunca hubiera estado ahí, dejando a un Jamil más que confundido, técnicamente fue ayudado... O no... Era confuso... Pero el punto era que podría, por muy pequeña que fuera, tenia una oportunidad con su amado...
❇️🥀❇️
— Eres muy malo con el niño Sebastián... - el cabello cenizo apareció a lado del estudiante de Diasomnia.
El ente solo miro a su amigo con aburrimiento, sin importarle mucho las palabras de este.
— No soy yo quien está dispuesto a morirse por amor. - dijo simplemente, ganándose una negación con la cabeza del otro.
— Tu no lo haces solo porque no puedes morirte.
El ente lo miro molesto, soltando un gruñido que sonaba cualquier cosa menos humana, Marcus noto el aire se rompía levemente y la presión empezó a aumentar.
— Jaja, que gracioso, mira todas las molestias que hice para el sucesor de tu hermano.
— Bueno, si querías un agradecimiento de Belcebú puedes esperar sentado, por mucho que te respete, no lo hará.
El demonio le temía a la par que respetaba a Sebastián, eso era obvio, quien lo hiciera era porque evidentemente no sabían quién era.
— No lo hago por él, lo hago por ti idiota.
—... Ahora yo me siento mal.
— Que irónico para el demonio autor de la luna carmesí.
El profesor de matemáticas le lanzo una dura mirada a su amigo, a pesar de los años, aun no podía acostumbrarse a su vida llena de paz. El jamás fue víctima de esa enfermedad, afortunadamente sus hijos y nietos tampoco. Era tal vez su instinto maternal el que lo llevaba a preocuparse por los alumnos.
— ... Dudo que al joven Yoshida le importe. - suspiro pensando en el sucesor de su hermano.
— No tenemos que hacer nada Marcus, solo tenemos que observar... como siempre lo hemos hecho.
— A veces me gustaría hacer algo más que ser un mudo testigo.
— Ya no tenemos por qué meternos, ya no es nuestra jurisdicción...
— Odio cuando tienes razón...
— ... Yo también Marc.
❇️🥀❇️
Ichiro iba en camino hacia el dormitorio, ya pasaba de media noche y volvió de una tarde de cine en el cuarto de Celes. Leona no estaba feliz de tenerlo a él ni a Bandi en Savanaclaw, pero no era capaz de decirle que no a los ojos de Celes.
Al llegar al dormitorio noto que Jamil estaba en la entrada esperándolo. El japones simplemente paso a su lado ignorándolo como de costumbre, pero esta ocasión era diferente.
En un movimiento, Jamil como de la mano de Ichiro, impidiendo que avanzara.
El peli azul lo miro molesto, notando que el otro no lo miraba, sino que tenía la mirada baja.
— ¿Qué mierda quieres estúpido? ¡Suéltame! - grito dando un manotazo librando su mano, pero de inmediato Jamil se abrazó a su brazo. — Pero que...
— Ichiro... - susurro contra el pecho del mitad demonio sorprendiéndolo.
Esta... era la primera vez que era sincero consigo mismo, sincero con él, tenía que haber sido así desde el principio...
—... Que carajos te pasa...
—Siempre me pareciste interésate, desde la primera vez que te vi... - decía sin levantar la mirada, pero, aun así, el más alto podía escuchar el corazón del menor latir con fuerza, así como su cuerpo se volvía más caliente. — Tan solitario e inalcanzable... parecías un sueño, pero... tu... eres violento... eres un sin vergüenza sádico, descarado, imbécil y un enfermo... pero así fue como me gustaste...
El nipón se quedó en su lugar como piedra, él sabía que Jamil lo amaba, todo el mundo, menos Kalim lo sabía, pero jamás se lo había dicho de frente.
— Quería que me notaras, por eso a pesar de que me dolía ver como mirabas a Kalim no me aparte, fue estúpido de mi parte, pero... yo te amaba lo suficiente como para poder soportarlo...
—Porque yo... te amo Ichiro... te amo como jamás pensé que me enamoraría... y no quiero amar a nadie más... sé que no me correspondes, sé que no sientes lo mismo ¡Y no me importa! - cálidas lagrimas corrían por el rostro de piel bronceada, finalmente levantando su rostro mostrando un rostro bañado en lágrimas, sus mejillas estaban encendidas y en sus ojos brillaban en dolor.
Con un escalofrió Ichiro recordó cierta noche donde vio en una ocasión parecida a Jamil, una donde lloraba de dolor y placer, una donde su cuerpo cedió a su más bajo y salvaje instinto.
—¡Maldita sea te amo! ¡Y es la peor decisión de mi vida! ¡Pero...! ¡No me arrepiento maldición! ¡Te amo muchísimo Ichiro! ¡Tanto! Tanto... tanto...
Su voz se apagaba cada vez más y más mientras cedía a sus sentimientos.
— Se que no me amas... y lo entiendo... pero espero que tu entiendas lo que yo siento...
Jamil soltó el brazo de Ichiro para poder tomar el rostro del japones y acercar su rostro.
— Te amo... - susurro antes de sellar ambos labios con un suave, dulce y triste beso.
Pero para su sorpresa fue mayor cuando Ichiro correspondió el beso...
✴️🦇✴️
Bien, bien, bien... esto es confuso de explicar...
Pues como explica Sebastian, Ichiro no esta enamorado de Jamil pero si siente atracción, pero no dejaría a Kalim por nada en el mundo.
Sentia que tenia que actualizar este fic... no lo se, aunque también siento que fue muy corto.
¡Espero que les haya gustado! ¡El siguiente capitulo es el ultimo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top