XII. Usen condón por favor


Capítulo dedicado a AndreaOsborn por su cumpleaños! ❤️ Muchas felicidades querida 🥳🥳🥳

Nota: La historia no está desarrollada en un año o temporada en específico, los destinos y grabaciones de los protagonistas no están bien cronológicamente.



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—Acá te espero ¿Vale? —Suelto su mano y dejo en beso en su mejilla, me sonríe con ternura.

—Vale, regreso en unos minutos.

Las grabaciones continuaban y por supuesto, mi personaje no se desarrollaría solo. Dejo a Tom quien me ha estado acompañado todos estos días debajo del toldo con algunas personas más del staff. Camino hacia la zona donde se encuentran las cámaras y el director, me pongo en mi papel de "Stella", una huérfana que vive en la calle porque escapó del orfanato donde la trataban de la mierda.

De vez en cuando desvío la vista hacia el fondo donde Tom se encuentra y me topo con su mirada, me causa cierto nervio que me vea trabajar, es decir, él trabaja en las ligas mucho mayores así que es digno de admirar.

Tan pronto como acuerdo hemos grabado toda la mañana y parte del medio día por lo que las grabaciones terminan. Tom me acompaña a mi tráiler donde tengo que quitarme este vestido incómodo.

—Has estado genial, me ha podido encantar la escena del golpe con la botella —Se ríe, lo miro en el reflejo del espejo pues estoy desabotonado una parte del vestido.

—Gracias, créeme, ensayé mil veces eso para no lastimar a Lucas —Se sienta en la silla contigua.

—Te creo, te creo —Desato por completo el vestido de la parte de enfrente.

—Estaba pensando... —Menciono — Deberíamos tener una cita doble.

—¿Okey? ¿Con quién si puedo saber? —Llevo mis manos detrás para desatar el moño y bajar la cremallera.

—Tu y yo junto con Nadia y su nueva conquista —Levanta las cejas sorprendido.

—¿Nadia está saliendo con alguien? —Asiento con emoción. Finalmente saco el vestido de mis brazos y lo dejo caer al suelo.

—¿Qué opinas? —Pregunto, ahora, en ropa interior me saco los zapatos un tanto incómodos también y los dejo de lado, Tom me analiza de arriba abajo.

—Claro, por mi no hay problema —Le muestro una sonrisa exagerada mientras tomo mis pantalones —Espera.

—¿Qué? —Me detengo, él se levanta.

—Es que la vista me encanta y preferiría verte así todo el tiempo —Ruedo los ojos y continúo con lo que estaba haciendo. El se ríe.

—Me dió hambre, ¿Vamos a Nando's? —Propongo.

—Ni siquiera tienes que preguntar querida.

Media hora más tarde nos encontramos en la mesa más alejada del lugar observando nuestros menús, viendo que escoger ahora. Desde hace tiempo habíamos comenzado con la extraña tradición de probar un platillo diferente cada que viniéramos. Esta vez no sería la excepción. 

—Addy... —Levanto la vista pues miraba que ordenar. Tom sostiene su celular frente a mi, levanto una ceja y sonríe. 

—¿Me has tomado foto? —Pregunto, trato de alcanzar el celular pero lo quita rápidamente. —Muéstrame, quiero ver. 

—Espera, espera —Hace algo en el móvil y finalmente me muestra la pantalla. 

—Dios... —Mi corazón da un brinco, si, se que es algo random pero vamos, me ha puesto de fondo de pantalla. Sonrío como estúpida y casi siento que voy a llorar. — Aww Tom. 

—Ven aquí preciosa —Abre sus brazos y yo casi en un segundo me pongo a su lado, pues estamos en el mismo lado de la mesa. Lo abrazo. 

—No hagas cosas tan cursis que me enamoro Thomas —Digo aún abrazándolo, me aprieta contra él.

—Está bien, esa es la idea querida —Me separo y lo miro, dios, como me gusta este hombre. 

—Bueno, tampoco es como que tengas que hacer mucho, enamorada ya lo estoy —Levanta las cejas, muerdo mi labio. 

—¿Así que la señorita Leroy está enamorada de un idiota como Holland? —Me río, beso rápido sus labios. 

—No eres un idiota, eres un amor, eso eres —Esta escena es digna de una película romántica. Nos besamos de nuevo, me encanta, me encanta. 

Por fin ordenamos nuestra comida y continuamos con nuestra charla, hablando un poco primero del tema de Harrison pero dejando de lado eso, hablamos más que nada sobre los proyectos que estamos haciendo justo en este momento. Yo con la serie y él filmando la película. Terminamos la comida que es la cosa más deliciosa del mundo y como es costumbre, nos quedamos haciendo la sobre mesa más de lo esperado, charlando y muy de vez en cuando, un pequeño beso en los labios. 

—¿Te apetece dar un paseo? —Levanto una ceja, me acomodo en el asiento más de frente. 

—Me encantaría —Tomo su mano, sus mejillas se elevan con esa sonrisa tan bella. 

—Bien, andando.

Pronto vamos en el coche rumbo a un lugar desconocido, pues Tom se niega a decirme a donde, quiero suponer que es un lugar cerca de casa, el sol comienza a ocultarse aún mas detrás de las clásicas nubes en el cielo británico. De pronto veo el gran señalamiento sobre la carretera, el Jardín Botánico de Kew. Me giro con emoción para mirar a Tom, me da un vistazo y sonríe. 

—Si, allá vamos

—¡Qué emoción! —Miro por la ventana cual niña pequeña. 

Algunos minutos más tarde estamos saliendo del coche, el lugar tiene poca gente por lo que será más cómodo para nosotros, aún así, portamos nuestras clásicas gafas de sol. 

—Se que te encantan estos lugares... alguna vez me lo dijiste —Toma mi mano, me emociono aún más. Llevo mi mano libre a su mandíbula y lo atraigo hacia mi, me pongo de puntas y lo beso. 

—Gracias y sí, me encanta Tom —Murmuro cerca de sus labios. 

Comenzamos el recorrido, tomados de la mano y leyendo las placas donde nos hablan sobre las especies de flora que hay en el lugar y en el sitio en específico donde nos encontramos. Entramos finalmente al invernadero, repleto de muchas especies de plantas, ya sean con flores o con hojas hermosas, el olor a tierra húmeda es deliciosa. Me detengo frente a unos tulipanes color naranja y morado, tienen los colores tan brillantes que no puedo evitar sacar un par de fotos. 

—Quiero darte algo... —Lo miro, suelta mi mano y la lleva al bolsillo delantero de sus pantalones, mi corazón se acelera y por mi mente pasan películas. 

—Oh por dios —Me digo más a mi misma. Saca una pequeña caja aterciopelada. Las piernas me tiemblan y no porque vaya a tener un orgasmo, si no de nervios. 

—Vi esto en Alemania y pensé en ti —Al abrir la pequeña caja de terciopelo azul me encuentro con un hermoso anillo con una figura al centro de una flor y en medio un diamante. Levanto la vista. 

—Es bellísimo —En mis ojos ya se han acumulado lágrimas. No es como que me esté pidiendo matrimonio, supongo que si eso sucediera estaría ya muerta en el piso. 

—Si y combina perfecto contigo, tu eres increíblemente hermosa —Levanto la vista, su bella sonrisa me mata. Lo saca de la pequeña caja y yo extiendo mi mano. Lo desliza a través de mi dedo anular de mi mano derecha. 

—Gracias Tom, realmente es hermoso, lo aprecio demasiado —Lo abrazo parándome de puntas.

Levanto mi mano aún abrazándolo y observo el anillo a detalle, es tan precioso.  Casi me siento como en un cuento de hadas. Al rededor de miles de flores hermosas, un chico realmente apuesto y encantador y yo una simple mortal a sus pies. 

El recorrido continua unos cuantos minutos más, finalmente salimos en dirección a casa, si, a la madriguera. Tom me mira de una manera que reconozco perfectamente que sigue. Maneja rápido pero con cuidado, de vez en cuando lleva su mano a mi pierna y el calor de esta me sube hasta las mejillas. Sinceramente, este hombre es perfecto. 

Llegamos a casa, se estaciona y ambos salimos con un poco de prisa. Rodeo el auto y lo beso, el me carga de la cintura y da unos cuantos pasos torpes hasta llegar al umbral de la puerta donde me baja y saca las llaves. Abre la puerta y de nuevo nos besamos, muerdo su labios y me aprieta contra él, me pone contra el muro a un lado de la puerta y la cierra de un portazo. Llevo mis manos a su camisa y trato de sacarla lo más rápido que puedo, él saca mi blusa que llevaba dentro de los jeans y toca con sus manos calientes mi espalda, jadeo. Unos pasos más tratando de palpar algo en donde sostenerme además de él chocamos con la mesa del recibidor, me doy un pequeño golpe en la cadera pero no importa. 

—¡WOW! —La voz de alguien nos hace cortar el beso, mis ojos se abren grandes. Harry nos mira impactado, lleva el control de la Play en las manos y apenas noto que en realidad las luces están encendidas. 

—¡Harry! ¿Qué haces aquí? —Habla jadeando Tom, bajo mis manos de su cuello y aclaro mi garganta. 

—Yo-yo pues, te estaba esperando... —Me mira, ni siquiera puedo describir su cara, realmente no se si reír. 

—Será mejor que me vaya —Susurro girando a ver a Tom, me mira los labios y después los ojos. 

—No, no... Harry —Lo llama, me acomodo un poco la blusa, que pena —¿Crees que podamos dejar eso para mañana?

—Si, si, si, ya me voy, ya me voy —Apaga el televisor y la Play, me aguanto la risa. Camina hacia nosotros para poder ir a la puerta. 

—Lo siento —Gesticulo con la boca, el se ríe. 

—Pero mañana si quedamos ¿vale? —Palmea el hombro de Tom. 

—Si, mañana aquí te espero —Le responde. Entrelazo mi mano con la de Tom. 

—Vale, usen condón por favor —Abre la puerta y sale, me cubro el rostro con mi mano libre. 

—Dios, que pena —Toma mi rostro. 

—Tranquila, no dirá nada si eso te preocupa.

—No, no, está bien, es solo que... me dará mucha vergüenza cuando lo vea de nuevo —Tom se ríe. 

—Anda, ya, olvidemos eso, mejor... —Baja sus manos a mis muslo y me eleva —... regresemos a lo que hacíamos. 

—Ush... eres imposible Holland —Si, de nuevo nos besamos, de nuevo iremos directo a la cama. Nada mejor que eso. 

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