VIII. Todo saldrá bien
Mas allá del hecho de que comienzo a salir con Harrison, nosotros somo como una familia. En este caso, el tema ahora era Harrison y su padre que actualmente estaba en el hospital. Y al parecer es bastante probable que no mejore, es por eso, que me encargo de estar con Harrison lo más que puedo.
—¿Y cómo está él? —Pregunta Tom, levanto las cejas y suspiro. Sostengo el celular frente a mi.
—Bastante afectado, muy triste todo la verdad —Le respondo, el video se entrecorta un poco cuando me muevo de una habitación a la otra.
—¿Me puedes avisar cuando esté desocupado para llamarle? Detesto no estar allá —Sonrío de lado. Tom está ocupado en grabaciones y no puede acompañar a su mejor amigo en un momento como este, prueba más de que Tom tiene un gran corazón.
—No te preocupes, yo te aviso, por lo pronto, estaré con él tanto como pueda —Asiente.
—Vale, te extraño Addy —Lo observo por la pantalla, sonrío.
—También te extraño Tom —Tomo el bolso con las cosas ya listas.
—¿Ya te vas? —Pregunta.
—Si, pasaré también por Charlotte —Asiente.
—Bien, pues dile a Harrison que todo va a salir bien y recuerda decirme cuando pueda marcarle.
—Si, yo te aviso, que descanses guapo —Es de noche allá por lo que Tom ya está en la cama.
—Gracias linda.
Terminamos la videollamada, bajo las escaleras rápidamente y salgo de casa, entro al coche y mi destino ahora es la casa Osterfield/Sparrow. No tardo mucho en estacionar frente a la bella casa con ese jardín frontal que tanto me ha gustado, creo que es uno de mis favoritos. Toco el claxon para avisar que ya he llegado y unos segundos después, ella sale con prisa de la casa.
Charlotte es una chica muy linda y risueña, es una pena ver como todo eso se apaga ante situaciones como estas, en las que un familiar está en problemas como los tiene su padre, me da una media sonrisa al entrar al auto.
—Gracias por pasar por mi Addison —Menciona una vez me incorporo a la calle.
—No hay problema querida.
En poco menos de diez minutos estoy aparcando en un cajón del estacionamiento del hospital de Kingston, entramos al edificio en donde está hospitalizado el padre de Harrison y subimos el ascensor. Los hospitales no son mis lugares favoritos para estar, pero si tengo que quedarme aquí para asegurarme de que Harrison este bien, tendré que quedarme.
La habitación 342-A tiene la puerta abierta y de ahí sale un par de enfermeros y después Harrison, nos mira y sonríe de lado. Abraza a Charlotte unos segundos y después ella entra a la habitación. Me quedo frente a Harrison.
—¿Cómo va? —Pregunto, toma mi mano entrelazando nuestros dedos.
—No del todo bien —Hago una mueca, paso mi brazo detrás de su espalda y el rodea mis hombros.
—¿No quieres ir a comer algo? No tardaremos, además, Charlotte y tu madre están aquí —Asiente.
Muy pocas palabras fluyen de su boca, es entendible, yo estaría igual o peor si estuviera en su lugar, pero aún así, hablo de cosas triviales para alejar un poco sus pensamientos del tema aunque se que es muy difícil. Bajamos a la cafetería del hospital, está bastante tranquila afortunadamente. Se dice que la comida de hospital es bastante mala, pero creo que se refieren a la comida que les llevan a los pacientes, pues la comida que estoy viendo justo ahora en la barra se ve bastante apetecible.
Termino comprando una ensalada de pollo con un té helado mientras que Harrison ha optado por un sándwich de pavo ahumado con papas fritas. Nos sentamos en una mesa cercana a la ventana, lo miro observar la comida sin deseos de comer.
—Hazz... —Levanta la mirada —... todo saldrá bien.
—No estoy tan seguro —Responde, toma una papa frita y la lleva a su boca.
—Tenemos que ser optimistas, la negatividad atrae las cosas malas —Me da una sonrisa plana y en bastante silencio nos dedicamos a comer.
En este momento deberíamos de estar grabando, ambos teníamos escenas juntos que grabar para la serie pero hemos pedido dos días para esto, yo más que nada por ser una persona muy cercana a Harrison he pedido los días libres.
Terminamos de comer y subimos de nuevo a la habitación donde se encuentra el padre de Harrison, en realidad no es su padre biológico pero básicamente creció a su lado, así que básicamente es su padre. Saludo a la señora Osterfield y le doy algunas palabras optimistas.
—Llévate a Harrison para que descanse querida, ha estado mucho tiempo aquí y ya me toca a mí —Comenta bajo, yo asiento.
—Yo hablo con él, no se preocupe —Me dedica una sonrisa con tristeza, me giro a ver a Harrison que habla con Charlotte dentro de la habitación, me quedo al lado de la puerta esperando a que salga.
—¿Entonces ya están saliendo? —Pregunta ella de pronto, mis mejillas se encienden.
—Si, veremos qué pasa, Harrison es un chico increíblemente tierno —Ella sonríe.
—Lo es, mi chico lo es, se me habría hecho extraño que no se fijara en ti, eres una belleza —Me río, paso mi mano acomodando mi cabello de los nervios.
—Como cree...
—Solamente no le rompas el corazón, es un chico muy sensible y de buen corazón —Desvío la vista al frente, lo observo teclear algo en su celular y mi corazón enloquecerse de solo verlo.
—No lo haré, lo prometo.
Harrison me gusta, me gusta mucho, lo quiero demasiado. Pero ahora que lo pienso, estoy atorada con el y con Tom al mismo tiempo y presiento que terminará en tragedia.
—Hijo, te ordeno que vaya a casa —Le dice Phil a Harrison una vez que salió, el rueda los ojos.
—Harrison, obedece a tu madre —Le digo, me entrecierra los ojos.
—Bien, pero regreso temprano por la mañana para que tú descanses —Abraza a su madre, mi corazón se derrite por ese niño.
Diez minutos después estamos saliendo del estacionamiento del hospital, la idea principal es que Harrison descanse pues se ha pasado dos días completos en el hospital, a excepción de cuando regresaba a casa solo para ducharse.
—He hablado con Tom por la media mañana, ¿Estás de humor para hablar con él un poco? —Pregunto con la vista fija al frente mientras conduzco.
—Si, supongo que si... —Hago alto en un rojo, lo miro.
—Trata de relajarte esta noche, mañana regresarás.
—Gracias por estar conmigo preciosa —Toma mi mano que descansaba sobre la palanca de cambios y deposita un beso en ella.
—Estaré contigo en todo y lo sabes —Un claxon me hace reparar, ya ha cambiado a verde por lo que me obligo a moverme rápido.
Tan pronto como acordamos ya estamos aparcando en la madriguera, le hemos puesto ese nombre a la casa de Tom y Harrison, básicamente porque ellos viven aquí y el resto de los Holland incluyendo a Tuwaine se juntan casi siempre aquí. Entramos a casa, casi siempre en silencio pues Tom casi nunca está y Harrison está ausente durante el día.
—Estaba pensando... —Habla Hazz, dejo mi bolso en la mesa y me giro a verlo —... si no tienes nada que hacer, podrías acompáñame en la tina para relajarnos un poco.
—Oh... —Sonrío con picardía, el se ríe, como me gusta verlo sonreí, no hay nada mejor que eso.
—¿Qué opinas?
—Opino que andando o me arrepentiré —Tomo su mano y caminamos hacia las escaleras.
Pronto me estoy sacando las zapatillas y dejándolas al lado de la cama, escucho a Harrison comenzar a llenar la tina del baño y mover algunas cosas. Me saco la blusa y los jeans pero una manos en mi cintura me sacan un susto, me estremezco.
—Me fascinas... —Su aliento tibio sobre la piel de mi cuello me eriza la piel, cierro los ojos, sus manos calientes en mis caderas me pegan a el.
Me giro sobre mis talones quedando frente a él, subo mis manos a su rostro y cabello, me pongo de puntas y dejo un beso en sus labios. Deslizo mis manos por su pecho hasta llegar al borde de su camisa, pronto está cae al suelo detrás de mí y ahora, sin dejar de mirarlo a los ojos, bajo mis manos deslizándolas por su torso hasta llegar a la bragueta de sus pantalones, quitó el botón y bajo la cremallera, meto los dedos para tirar de la prenda hacia abajo, pero sus manos toman mi rostro y me besa.
Mi corazón se acelera cada vez más, las cosquillas en mi estómago aumentan y lo único que quiero en este momento es tener a Harrison entre mis piernas. Sus manos abandonan mis rostro y viajan por mi cuerpo aterrizando en mi trasero donde aprieta con fuerza, lanzo un jadeo. Mi subconsciente se pregunta si esto realmente es lo correcto, no hablo de estar con él y con Tom al mismo tiempo, eso definitivamente no es lo correcto, sino de que Harrison claramente quiere tener sexo mientras hace media hora tenía la cara larga por su padre.
—¿Quieres... quieres hacerlo? —Pregunto agitada cuando me separo de sus labios, levanta una ceja.
—Lo deseo Addison —Me muerdo el labio, creo que tengo que sacrificarme. (Es sarcasmo)
Tomo su mano y camino al interior del baño, el agua en la tina está humeante y hasta la mitad, por lo que la tocó y está lo suficientemente caliente como para comenzar a regular con la fría, cierro la caliente y abro la fría. Me giro de nuevo con Hazz y poso mis brazos es sus hombros atrayéndolo a mi. Nos besamos de nuevo, lo empujo a la pared y el juego comienza.
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