22

Han pasado dos semanas desde el altercado en el ayuntamiento en una noche cualquiera de Jericó.

Maquinaria y diversos albañiles trabajan a sol y sombra para hacer que el pueblo regrese a la normalidad. Todo patrocinado por las familias de la ex sociedad Ofring, un intentó desesperado de limpiar la imagen que debo admitir. Es bueno, además no es que me queje pues podría haber sido peor.

Los susurros y señalamientos hacia las dos fueron desapareciendo paulatinamente.

Las cosas se calmaron conforme los días pasaron, ahora. Somos estudiantes más en una escuela repleta de raros e inadaptados.

Otra cosa que se debe de mención es que tanto Enid como yo, fuimos "admitidas" en los Oscuristas por nuestros méritos. Claro que, ese tipo de cosas pierden la importancia cuando admiten que lo hacen porque al menos yo me paseo como perro por su casa cada que necesito leer algo.

En retrospectiva todo sigue igual.

Escuela rara, alumnos raros y yo llevando un amor/odio ante el club de mi (Sin miedo a parecer idiota) Amigo Eugene. Claro que, la gran diferencia radica en lo más importante hasta ahora.

-Dime... Cariño- pide Enid grabándome con el celular. Apenas terminó la escuela es que Enid y yo decidimos finalmente tener esa cita que tanto postergamos. Entre luchas a muerte, misterio y asesinatos es que finalmente tenemos lo añorado. Por lo que para empezar vinimos a por un café -Vamos... Dilo-

-Exactamente¿Qué tratas de hacer?- pregunto tomando de mi expreso.

-Hace unos días vi en Instagram como la gente graba a su pareja diciéndole cosas lindas para presumir. Así que... Dime algo lindo-

Miro a Enid sin expresión alguna. Si bien admito me gustaría reírme de lo que dice, la verdad es que lo dicho me pareció tan tonto que el solo hecho de pensar en un comentario sarcástico o insulto hace que sea nada.

-Enid... Todos los días te digo Cara Mia- le recuerdo algo frustrada -¿Por qué quisieras mostrarlo al mundo?-

-¡Porque te amo!- dice presionando mi hombro con su dedo -Así que, dime... Cariño- y acerca su celular a mi cara, lo suficiente como para sentir el plástico de su funda en mi nariz -Anda-

-... Cariño-

-¡Gracias!- aparta el celular y comienza a teclear con velocidad. Suspiro, miro como su sonrisa se hace más grande conforme hace sus cosas.

-Te amo- se me escapa de la mente. Enid deja de hacer sus cosas, me mira nerviosa y sonríe con un temblor de labios. Tantas veces he dicho esa palabra y la reacción de esta no deja de ser igual a la primera vez.

Enid toma su taza de capuchino. Aparta está y vuelve a sonreír con normalidad.

-Oye. El otro día hablaba con Yoko sobre todo lo que pasó y... Suponiendo que yo jamás me hubiera enterado de Wadd y lo demás ¿Qué hubieras hecho?-

-Fácil. Lo que estuve haciendo hasta ese momento, me hubiera enfrentado a ellos en soledad de ser posible. Debo admitir que fue gracias a ti que muchas cosas ocurrieron, te debo una-

-¡Vamos! Somos manada- dice tomando mi mano sobre la mesa -Nos protegemos entre las dos. Tú y yo-

-Sí... Si, así es-

Asesinos, monstruos, sociedades secretas, mutantes, muertes y una pelea en medio del pueblo para que al final fuese contra un niño.

Todo eso se dio solo por querer proteger a la persona que al beber de nuevo su capuchino es que hace un bigote con la espuma.

<< Boba, pero linda>>  Pienso viéndo a la mujer que amo.

.......

Vamos tomadas de la mano por la calle. Las personas trabajan por montones en el ayuntamiento, la maquinaria retumba con el esfuerzo de querer destruir la guarida de la sociedad Ofring la cual al parecer es igual de vieja que el ayuntamiento mismo.

Merlina mira su celular. Sonríe con esa actitud rara y me lo muestra: En él hay un artículo en dónde al padre de Alfred le lanzaron todo tipo de carnes rojas en una conferencia.

Me gustaría sentirme mal por el, ya que no tiene que ver, pero...

-Por tener un hijo idiota-

Merlina saco una risa y negó varias veces.

-Por cierto ¿A dónde vamos?-

-A ningún lugar en específico- respondo meneando nuestras manos -No hay mucho que hacer en Jericó. Sí, podemos ir al cine, comernos algo en algún lugar. Pero eso será después, ahora solo quiero caminar contigo-

-... Siento que es algo de lobos-

-Tal vez. Es como cuando me acompañas en las lunas llenas y solo quiero correr y saltar, es lo mismo. Solo quiero que todos me vean con mi novia-

Y vi algo que nadie jamás me creerá.

Merlina sonrió, eso ya es normal. Pero la sonrisa nerviosa en ella, como sus labios tiemblan a la par que su cara se pone roja. Sus labios parecen achicarse del nerviosismo y eso sin duda alguna. Es algo que amo.

-Así que ¿Solo te estoy paseando?- dice evitando la mirada.

-Alguien está nerviosa- bromeó besando su mejilla -Pero en serio, Mer. Solo quiero hacer esto. Ya después podemos imaginar o planear o lo que sea, ahora. Lo único que quiero es caminar a tu lado-

-Bien... Raro, pero lo acepto-

Ambas caminamos. Sin rumbo, solo siendo nosotras en un pueblo de porquería que se está reponiendo de un día raro como otros tantos.

Recuerdo que cuando llegue por primera vez a Jericó no esperaba nada.

Incluso lo veía como un castigo por no poder ser lobo, pero. Ahora que veo como una linda persona con pintas homicidas toma mi mano, tirita y se pone nerviosa ante el mínimo tacto... Bueno ¿Qué decir?

Un día vives sola en una enorme habitación y al siguiente tienes una manada.










Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top