El hombre se fue quitando la camisa, se desabrochó los pantalones para acercarse y con la intención de que el chico encadenado le hiciera un oral. El hombre obligó a Jimin a abrir la boca y sonrió, pero gritó al sentir los dientes del chico el cual mordía con fuerza a tal punto de que me arrancó el miembro y lo escupió mientras se reía.

—¡Maldito hijo de puta! —exclamó de dolor el hombre.

Jimin se levantó mientras la sangre escurría aún de su boca y con las cadenas las enrollaba en el cuello del hombre y ponía toda su fuerza.

—Tienes suerte que soy yo el que te va a matar. —le dijo. —porque Agust D no iba a tener piedad como yo la tengo contigo.

El hombre perdía el conocimiento como sangre, cuando Jimin se aseguró de que estuviera muerto lo soltó y vio la sangre, se la pasó por todas las manos y con esta logró liberarse. Miro la puerta e hizo los toques que recordaba que había los tipos cuando terminaban con él y se iban.

***

—Busquen a mi pareja. —habló el pálido. —No me importa si es en lo profundo de la isla Jeju, Jimin debe de aparecer.

—Tenemos las cámaras de seguridad. —le entregaron una tablet.

—Quiero a los responsables con todos los huesos rotos y en la mansión. —hablo. —Si Jimin tiene un rasguño cortenles todos los dedos de sus manos.

Los hombres asintieron y se fueron de ahí, Yoongi estaba preocupado, por lo que le habían contado cuando Jimin tenía drogas en su sistema las otras personalidades estaban dormidas, por lo cual no harían acto de presencia. Él vio como la puerta se abrió y vio cómo venía Jimin entrando el cual al verlo se acercó y lo abrazó.

—Jimin estaba preocupado. —Lo miro. —¿Dónde te habías metido?

—Perdón señor Min. —habló. —yo solo vi algo y lo seguí y ya no pude volver.

—En los videos de seguridad salía que alguien te llevó. —dijo. —Pensé que te había pasado algo.

—No pasó nada. —negó. —perdón si lo hice preocupar señor Min.

Yoongi negó y lo abrazó otra vez para sentir al menor, este solo cerró los ojos mientras se dejaba abrazar por el pálido, sabía que lo volverían a buscar, pero no le importaba porque sabía que Yoongi se encargaría de ellos.

—Tenía miedo que los monstruos que te hicieron daño te hayan vuelto a llevar. —dijo Yoongi.

—Ellos no volverán porque el señor Min prometió cuidarme de ellos. —hablo con una sonrisa. —y yo confío en el señor Min.