14

Yoongi al escuchar el grito se giró y vio al menor, el cual estaba paralizado viendo lo que había sucedido. Jimin miró al hombre en el suelo y se tapó los oídos al recordar las cosas feas que ese hombre le hacía a tal punto que se desmayó.

—Jimin. —corrió.

El pálido cargo al chico y salió de ahí ordenando que hicieran trozos a ese tipo y lo tiraran al mar, Yoongi llegó al menor a su habitación y le pasó lentamente un trapo húmedo para despertarlo. Jimin abrió los ojos y se alejó del pálido mientras se abrazaba así mismo, no quería pensar que el señor Min había traído a ese tipo para que le hiciera daño otra vez.

—Calma Jimin. —le dijo. —nadie te hará daño.

—Ese señor. —murmuró.

—Lo sé pequeño. —hablo. —Si está aquí no es porque te hará daño. —le explico. —vino aquí a pagar el daño que te causó.

—Yo. —susurro.

—Te prometí que todos los monstruos que te lastimaron lo pagarían con su vida. —se atrevió a acariciar su mejilla. —los estoy casando a cada uno y ese cerdo fue el primero en mi lista.

Jimin bajó la mirada mientras apretaba la cobija, Yoongi solo lo abrazó y el menor por primera vez correspondió el abrazo. Yoongi sonrió, sabía que era un progreso en Jimin, pero no lo iba a presionar a ir más allá.

—Señor Min. —lo llamo el menor.

—Sí, Jimin. —le dijo.

—¿Es usted una clase de justiciero? —preguntó. —¿Por eso castiga a las personas malas?

—Claro pequeño. —le beso la frente. —soy un justiciero para ti.

—Señor Min. —se alejó. —¿Cómo debo de agradecerle?

—¿Agradecerme? —lo vio confundido. —¿A qué te refieres con agradecerme?

Jimin parecía meditarlo por un momento y luego se fue desabrochando la camisa, pero Yoongi lo detuvo.

—¿Qué haces? —pregunto.

—Agradecerle por ser bueno conmigo. —respondió.

Yoongi no quería pensar cosas, pero solo lo abrazó de manera calmada. Jimin no se movía de como estaba.

—¿Alguien te ha dicho que agradezcas de esa forma? —pregunto luego de meditarlo un momento. —no me mientas.

Jimin asintió y Yoongi cerró los ojos para contener su enojo, no tenía que ser adivino para saber de qué basuras se trataban, por lo cual alejó a Jimin y le acarició la mejilla.

—No lo vuelvas a hacer. —le dijo. —ellos solo lo hacen porque saben que eres indefenso y se aprovechan de ti como esos cerdos del pasado.

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