O5: Mother

Sus ojos se abrieron, casi nunca tenía problemas para hacerlo en la mañana.

Le estaba dando la espalda a la ventana, y lo único que veía, era la suave piel de Peter.

Su mano comenzó a acariciar su abdomen, subiendo a su pecho, terminando en su rostro.

Su perfecta mandíbula, sus labios, absolutamente todo.

Con el hecho de poder tocarlo, se imaginaba cómo podría llegar a ser.

Tal vez por eso, Peter despertó, tomando su mano para dejar tiernos besos en ella.

Tomó su mascarilla, colocándosela y volteó a mirar directamente a MinHo.

—Buenos días— dijo con su voz ronca.

—Buenos días, lindo— acarició su cabello.

—... ¿Cómo te sientes?

—Perfecto— sonrió—. Sólo que no imaginé que mí primera vez sería a lo Grey.

Rió—. No te hice nada que Christian no haría, sólo cubrí tus ojos— pasó su pulgar por los párpados, delineando cada uno.

MinHo cerró sus ojos, dejándose acariciar por su novio.

No tenía idea de qué hora marcaba el reloj, sólo que quería quedarse allí por siempre.

—¿No tienes clases?

—A la mierda las clases— recargó su mejilla en la mano contraria.

—Hyung, esa lista nos llevó horas— tomó asiento—. Y tú tendrás esos puntos extras.

Peter tomó sus prendas del suelo, comenzando a vestirse.

MinHo se enderezó, observando cada movimiento de su novio.

Lo cual solo le recordaba la noche anterior, hasta intentaron tomar una ducha juntos, con él de espaldas todo el tiempo.

Era muy extraño el tipo de contacto que tenían, lo sabe, pero le gustaba.

Un amor único, y él lo tenía todo.

—¿Qué miras? Vístete— caminó a su armario, arrojando una camiseta—. Haré el desayuno.

Finalmente quedó sólo en su habitación.

Mientras de vestía, tomó su teléfono, marcando a YeJi.

¡Hola lindo, me levanté temprano por fin!

—Estoy orgulloso— rió, abrochado su cinturón—. YeJissi... Tengo que contarte muchas cosas.

Ya lo veo, dijiste YeJissi— bufó—. ¿Qué pasó?

—Eh... No sé cómo comenzar.

Mmm, ¿te gustaron los anillos?

—... ¿Tú sabías?

Oh, mierda. No le digas a Superman, en serio.

—No iba a decirle— tomó algo de colonia—. En fin, nosotros... Eh...

¿Eh...?

—Tuvimos... Ah, ya sabes, sólo quieres escucharme decirlo.

La joven salió de su cuarto, a la cocina, abriendo el refrigerador—. Ajá, tienes razón. Aguarda... ¿Viste su rostro?

—Eso quisiera— cerró su clóset, tomando su teléfono—. Yo... tenía vendados los ojos.

A la mierda— rió—. Entonces fue intenso.

—... Bastante— mordió sus labios, recordando.

Bien, iré por ti, de paso podré saludar a Superman, ¿sí?

—Sí— asintió—. Nos vemos.

Cortando la llamada, y tomando algo de aire, salió de la habitación, para llegar y encontrar una taza de café en la barra, y a Peter viendo su teléfono, sentado.

—Gracias, Peter— tomó la bebida—. ¿Qué ves?

—Nada... Instagram.

—... ¿Tienes Instagram?

—Eeh— rascó su nuca nervioso—. Sólo para ver novedades y tal, no... No subo fotos.

—Pero podemos hacerlo— sonrió—. ¿No crees?

—No— negó.

MinHo decidió no insistir y beber su café.

A veces creía que darle una sonrisa, podría ayudar a convencer a Peter para ciertas cosas; solía funcionar, pero otras no.

Le gustaría mucho subir fotos con él a su perfil, no era para llamar la atención o darle contenido a los estúpidos que hacían historias sobre “Han JiSung”, sino capturar momentos juntos.

Ahora se preguntaba, por qué nunca le sacó una maldita foto.

A pesar de que creía en el fondo, que no le gustaban para nada a Peter.

El timbre no tardó en llegar, para cortar con esa pequeña incomodidad.

—Buenos días— la joven despeinó a MinHo, ingresando—. ¡Ter! Pets, Peter, Superman, ¿todo bien?

—Perfecto, YeJi.

—Pregunta retórica, ¿cómo bebés el café, con la mascarilla puesta?

—... ¿La bajo por cuestión de segundos?

—Hazlo, no veremos, lo juro— tomó el brazo de MinHo.

—Olvídalo— sonrió.

—Tenemos que irnos ya, Sunggie. Y tú, ¿puedes esperarme afuera?— susurró lo último hacia su amiga, quien entendió perfectamente.

La joven saludó una vez más a Peter, antes de salir de la habitación.

MinHo la observó un rato, para luego acercarse a su novio tomando su nuca y cerrando sus ojos.

El mismo bajó su mascarilla sonriente, besándolo.

—Espero tengas un día maravilloso, hyung.

—Será difícil contigo en mí mente todo el tiempo— sonrió acariciando su cabello.

—Intentaré salir.

—Por favor, no.

Suspiró—. No hagas como si no sé quién eres, JiSung, quítate la mascarilla y siéntate.

Con la puerta ya cerrada, JiSung se quitó la mascarilla, acatando la orden, dejando sus cosas a su lado, en el sofá.

Hacía un tiempo que no visitaba aquel consultorio, y le sorprendía que no fue Chan quien lo obligó a ir, sino él mismo.

—Es increíble verte otra vez por aquí.

—Lo mismo digo, NaYeon— asintió.

—Ahora... ¿Por qué viniste?

—Um... Es complicado. Una parte de mí quiere dejar todo esto atrás, pero a la vez, volví a tener un ataque de ansiedad.

—Ajá... ¿Por qué el ataque?

—Tengo novio— comenzó—. Él no... No sabe que soy Han JiSung, ni siquiera vió mi rostro, y... todos en el campus piensan que bueno, soy él, y fue por eso lo del ataque; vinieron a nosotros, con sus teléfonos, grabando, intentando sacarme la mascarilla- Es difícil.

Asintió—. ¿Me dices que este chico no sabe que eres quien eres?

—No pude decirle— bajo su vista—. El resto, lo sabe todo.

—Pero, ¿de qué sirve, JiSung? Si no te conoce en verdad.

—¿Y qué si lo hace? ¿Me va a querer más por ser una cara bonita?-

—Ya hablamos de esto, ¿no crees?— juntó sus piernas—. Dime, ¿cuánto llevas con él?

—Cumplimos cuatro meses ayer— se apoyó en el respaldo.

—Cuatro meses... ¿Y todo es perfecto?

—Si existe algo mejor que perfecto, es eso— soltó una mediana sonrisa.

La mujer sonrió igualmente, sintiendo algo de felicidad.

Muchos años teniendo a JiSung de paciente, y ver un avance como ese, sólo le daba más y más esperanzas.

—¿Qué te asusta de mostrarle quién eres?

—Bueno... Primero que nada, si lo hago, es decir, mostrarme, quiero hacerlo ante todos, y eso... Me aterra. Todo lo que tengo, las becas, las notas, el cariño, mis amigos; pude lograrlo sin mí rostro, como que si no lo necesito.

—¿Y piensas que mostrándolo, las cosas cambien?

—¿Debería pensarlo así?— cruzó sus brazos—. Aparte, no quiero que soporte la conmoción del campus cuando me vean, no lo merece.

—Estoy segura de que eso no le va a importar, JiSung. Ese chico te quiere por como eres, y si ve el verdadero tú, te querrá aún más, no porque seas guapo, sino porque le demostraste el cambio que te ayudó a lograr.

—... ¿En serio?

—Bueno, no soy él— encogió sus hombros—. Soy una persona que estudió cinco años para decirte exactamente lo que quieres y debes escuchar; pero oye, como tú tutora y psicóloga, créeme que será así.

JiSung echó su cabeza hacia atrás, sonriente.

Imaginarse la carita impresionada de MinHo al verlo, le derretiría su corazón.

—Espera— la volvió a mirar—. ¿Y qué cuando le diga mí nombre?

—Sabrás qué hacer— se levantó—. Pero no olvides que tiene derecho de preguntar muchas cosas.

—Lo sé— junto a ella, llegaron a la puerta. Volvió a colocarse su mascarilla.

—JiSung. Que hayamos tenido esta charla, y te sientas motivado no significa que tengas la obligación de solucionar todo ya, ¿sí?

—Sí— asintió, y la abrazó—. Gracias, NaYeon.

—No hay de qué. Ve con cuidado.

A MinHo ❤️:

Tengo algo para ti, ¿nos podemos ver en la noche?

Envío el mensaje sonriente, mientras seguía caminando hasta su habitación.

Sacó la llave de su bolsillo, y frenó en seco.

Aquella figura, le aceleró el corazón y su garganta dolía cada vez que tragaba.

—Ahí estás— dijo—. Esperé por dos horas.

—Estaba... Estaba en-

—¿Dónde? ¿Qué es más importante que tú madre?

—... Nada— bajó su vista.

—Te mandé mensajes, ¿y qué es esto?— le quitó la mascarilla—. Así no ganarás nada.

La vista de JiSung se pegó al suelo, sus manos comenzaron a temblar.

—Vine porque me dijeron que tendrás una entrega de no sé qué mierda— sacó un cigarrillo—. Y resulta que eres el primero promedio, y te graduarás con honores si sigues así, ¿es cierto?

—Correcto.

—¿Cómo lo lograste?— tomó su mejilla—. ¿Te acostaste con alguien? ¿No, verdad? Si con todo esto se caen a ante tus pies, seguramente.

Asintió; sus labios también temblaban, y luchaba contra sí mismo para contener sus lágrimas.

Su madre alzó rápidamente su vista, desde su barbilla.

—Siempre al frente, hijo. Espalda recta, buena postura. Tú ya sabes.

Pronto todo su cuerpo se encontraba temblando, necesitaba correr lejos, y ocultarse de esa mujer.

Ahora.

heeyy, hola :D

¿cómo están? ¿les está gustando la adaptación? ><

gracias por el apoyo y por leer, hace poco también saqué una nueva, es un minsung por si gustan leerla, está bajo el nombre de “Hyung, un favor”.

nos leemos <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top