41
——¿Qué salió? — estaba ella algo impaciente.
—— Aún no me atrevo a verla. — mordí mis labios, me sentía un poco nerviosa.
Aunque no era la primera vez que pasaba por esto, los nervios los tenía a flor de piel y una mezcla de emociones me invadia completamente. No quería hacerme falsas ilusiones, un nuevo embarazo en mi vida, sin dudas llenaría una gran parte de mí, pero tenía miedo, miedo a pasar por lo mismo de antes.
——Para mí no hay dudas de que estás esperando un bebé. Conocés los síntomas Tn, no es la primera vez que pasas por algo como esto, aunque claro, para sacarte de dudas, en tus manos tienes el resultado.
Respiré profundo y finalmente, miré el resultado de aquella prueba. Positivo.
——Jisoo... — la miré.
——¿Qué?
—— Positivo, estoy embarazada.
Un grito de felicidad resonó en la habitación, ella me sonreía, mientras yo seguía en mi estado de sorpresa.
——¡Te lo dije! Que bueno que conservé varias de esas cajitas, al principio de mi embarazo, yo estaba llena de dudas, así que compré varias pruebas para asegurarme.
Era precavida, sin dudas.
——¿Qué pasa? — dijo al ver que de mi boca no salía palabra alguna. ——¿No estás feliz? — en su rostro se reflejaba algo de preocupación.
——Sí...
——Tn. — se acercó a mí. ——¿Qué sucede, cariño?
—— Sé que parece que no estoy feliz, pero créeme que si lo estoy. Me siento feliz, será mi segundo hijo, sin embargo, no puedo evitar sentir temor. — dije casi inaudible. —— Intento no llenar mi cabeza con pensamientos negativos, pero los recuerdos del pasado no me dejan tranquila y no sabés cuánto odio que sea así, cada vez que algo parece estar yendo bien en mi vida, de pronto todo se viene abajo.
Ella suspiró y me miró con una leve sonrisa.
——Ahora es diferente, no tiene por qué repetirse lo que sucedió en el pasado, mirá más allá, ve el lado positivo, amiga. Jungkook está contigo, él lo recuerda todo, te recuerda a ti y por si fuera poco, ahora tienes dos razones más por las cuáles no debés dejarte caer, tu pequeño hijo y el que viene en camino. — colocó cariñosamente su mano sobre mi vientre. ——Tienes a tu lado a un hombre que te quiere más que a su vida y que no está dispuesto a dejarte nunca, hay miles de razones por las cuáles no puedes bajar la guardia, sufriste una vez, pero ya no más, mereces ser feliz y eso es lo que tendrás, felicidad.
Sonreí y la abracé, Jisoo siempre encuentra las palabras justas para calmar mis tormentosos pensamientos.
——Te quiero.
——Yo también a ti. No más pensamientos negativos, ¿de acuerdo?
Asentí.
——De acuerdo.
[.....]
Cerré la puerta trás de mí, Jungkook me esperaba junto a su auto, tenía él la mirada puesta en el suelo, sus manos estaban dentro de los bolsillos de su pantalón y vagamente pateaba una piedra que se encontraba frente a él. Su ceño fruncido, parecía pensativo, como si algo le estuviera molestando. Pude ver como una leve sonrisa se formó en sus labios en cuánto me vió, le sonreí igual y me acerqué a él.
——Hola. — me susurró, aún con aquella sonrisa característica de él.
——Hola. — lo saludé de la misma forma. ——¿Estás bien?
——Si estoy contigo, entonces sí, estoy muy bien.
Algo andaba mal, aunque él dijera lo contrario, lo conocía bastante como para saber que algo le sucedía.
Solo me limité a sonreír y entramos a su auto, antes de preguntar algo, quería esperar a que él mismo me dijera, no quería presionarlo.
Sus manos apretaron con fuerza innecesaria el volante y un suspiro pesado, escapó de su boca.
——Tn... — su voz salió algo apagada y no se atrevía a mirarme.
——¿Sí?
——Mi padre llamó y... — ahora, soltó un bufido molesto.
Tomé su mano y acaricié el dorso de la misma.
——Mírame, Jungkook. — así lo hizo. ——Dime que pasa.
—— Dijo que mi abuelo quiere vernos, él... él está en sus últimas horas.
Sin quererlo, solté su mano y mi vista se desvió hacia la ventana.
——No tenemos que ir si no quieres, yo entiendo que ver a mi familia es lo último que quieres.
——¿Tú quieres ir? — lo miré, llevé mis manos a mis piernas y apreté la tela que me cubría.
——Yo quiero que tú estés bien, lo demás, ya no me importa. — su mano agarró la mía y la llevó a la altura de sus labios para dejar un casto beso en ella. ——No puedo negarte que me duele lo que le está pasando a mi abuelo, no puedo negar que en el fondo de mi corazón, lo quiero, pero nos hizo mucho daño a los dos. Por su culpa nosotros estuvimos separados tanto tiempo, te hizo vivir amenazas, te obligó a desaparecer de mi vida y a mí, me mantuvo engañado, me hizo créer que, la vida que llevaba era la que yo había elegido. Me impuso a una mujer, haciéndome créer que ella era mi esposa y por si fuera poco, siempre estuve bajo sus presiones, las que me imponían él y mi padre. Estoy cansado de toda esta mierda, por un lado la sangre me hierve de coraje y desprecio hacía ellos, pero por el otro....
——Por el otro, te sientes en un laberinto sin salida, después de todo, no puedes dejar quererlos, ellos son tu familia.
——¡Ese es el jodido problema! — golpeó duramente el volante. ——Son mi familia. — susurró.
Sonreí leve.
——Vamos.
——¿Qué?
——Vamos a ver a tu abuelo, despídete de él, Jungkook.
——¿Estás segura? ya te dije que no tenemos que ir si no quieres, aunque yo no lo permitiría, no quiero que pases un mal momento.
——Dijiste que él quiere vernos a los dos, ¿cierto? — asintió. ——Entonces, no tengo por qué pasar un mal momento. Vamos.
Emprendimos camino a la casa de los Jeon, aunque realmente no me sentía del todo segura, no podía dejar que el abuelo de Jungkook, se fuera de este mundo sin poder ver a su nieto por última vez.
Finalmente llegamos, su padre nos abrió la puerta, su mirada ya no era esa que tantas veces me había mostrado. No sentía ya el desprecio con el que tantas veces me miró.
——Gracias por venir.
——Agradecele a ella, no a mí. — le respondió Jungkook, con seriedad.
Su padre me miró e hizo un asentamiento de cabeza en forma de agradecimiento. Le devolví el gesto, con una sonrisa leve.
Me acerqué a Jungkook y tomé su mano para entrelazarla con la mía. Subimos a la habitación del señor Jeon.
Su rostro había perdido algo de color, sus labios estaban secos y su apariencia era deplorable. En cuánto nos vió, una sonrisa agotadora adornó su rostro, débilmente intentó levantarse un poco, hasta que lo consiguió. Apoyo su espalda sobre la almohada, mientras que su respiración se volvía algo más lenta.
—— Acerquensé, por favor. — pidió. —— gracias por venir a ver a esté viejo que, no ha hecho más que desgraciarles la vida. Ahora mismo estoy pagando las consecuencias de mis actos, la hora de pagar por mis errores del pasado, llegó. Mi vida se está yendo a cada segundo, la culpa y el cargo de conciencia no me dejan tranquilo, yo no puedo ni quiero irme de aquí, no sin antes rogar por su perdón, aunque no lo merezco, lo sé. — toció duramente. —— Te debo mucho a ti, Tn. — me miró. —— Te he amenazado tantas veces, te alejé de mi nieto, fue mi culpa que hayas perdido a tu bebé, no directamente, pero fue por mí que, Soyeon se metió en sus vidas. Fui una mala persona, un mal abuelo para Jungkook y te desprecié a ti, sin importar que eras y que eres la mujer que mi nieto había elegido para pasar el resto de su vida. Mis errores son demasiados, yo jamás podré perdonarme a mi mismo, tienen todo el derecho de aborrecerme. — su voz se agitó y sus palabras se cortaron.
——Señor Jeon, no es necesario que siga, yo...
—— D-déjame terminar, por favor. — asentí. —— Me arrepiento, suena absurdo que me esté arrepintiendo en mis últimos momentos, pero fui demasiado cobarde para afrontarlos antes, me arrepiento de todo. Dije que rogaría por su perdón, pero me doy cuenta de que no quiero que perdonen a una persona como yo. Jungkook, mi pequeño Jungkook. — lo miró. —— Seguramente me estás odiando ahora mismo, tal vez, ni siquiera quieres estar aquí, pero tienes que saber que, quiero que seas feliz, quiero que vivas la vida que siempre quisiste. — extendió su mano hacia nosotros. —— Por favor....
Si yo me sentía afligida y con pena a la situación, Jungkook seguramente se sentía con un remolino de emociones dentro, estaba siendo fuerte, estaba luchando contra él mismo.
Me acerque primero al señor Jeon, Jungkook seguía dudando, pero finalmente accedió y se puso a mi lado. Su abuelo tomó nuestras manos junto a las suyas y nos unió.
El tacto de su piel era frío.
——Tenías razón al decir que mi conciencia sería el peor de mis jueces, realmente es así, me juzga sin compasión, pero no reniego de ella, lo merezco. — su débil voz, comenzó a temblar y las palabras cada vez eran más difíciles de pronunciar. ——Ella es una buena chica, sean felices.
——Lo seremos, abuelo. — su voz se quebró, pero se mantuvo firme.
——Gracias por querer tanto a mi nieto, Tn.
—— Es un placer querer a su nieto, señor Jeon. — le sonreí leve y continúe hablando. —— Y yo, lo perdono.
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