Capítulo 38 (Extra [Especial fuera de WhatsApp])

Narra Emma

Llevo 3 días con Nathaniel, han sido los tres días más lindos de mi vida, es muy tierno y amable. Elisabeth dice que lo cambié por completo, claro que para bien. Todas las tardes me viene a buscar al instituto y me pasa a dejar a mi casa, en algunas ocasiones pasamos a tomar unos helados.

Voy saliendo de mi última clase, literatura.

- ¡Emma! – escucho que me llaman y me volteo, es Federico, un compañero que llego a principios de este año al instituto - ¿Te llevo?

- Es que me va a pasar a buscar mi...

- Además así aprovechamos de terminar el trabajo de literatura – me interrumpe y sonríe.

- Emm... okey, solo déjame avisarle a mi novio.

Me alejo unos cuantos metros y llamo a Nathaniel.

*Llamada entrante*

- Hola, cariño – me responde Nathaniel al otro lado de la línea.

- Hola, amor.

- Es que quería decirte que no me pases a buscar hoy.

- ¿Por qué?

- Porque me voy con un compañero, tenemos que terminar un trabajo.

- Ah, claro. Solo cuídate, ¿Vale? – me lo imagine haciendo puchero y con sus ojos pidiéndome que me cuide. Sonreí.

- Vale.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo.

- ¿Por la Diosa Nutella?

- Por la Diosa Nutella – solté unas risitas.

- Confió en ti, Em.

- Y yo sé que confías en mí, al igual que yo en ti, cosita.

- Okey, te cuelgo, tengo que entrar a mi siguiente clase.

- Claro, adiós, bebu.

- Adiós, baby.

*Fin llamada*

Si se, somos muy cursis.

Me acerqué a Federico – ya le dije – sonreí.

- ¿Te dejo irte con este guapísimo chico?, ¿Quiso correr el riesgo de que te enamores de mí?

- Sip, creo que se aburrió de mi – sonreí graciosa.

- No creo que ningún chico pudiera aburrirse de una chica tan linda y simpática como tú – me sonrió y me ofreció su brazo, lo tome gustosa.

- Gracias – pose mi cabeza en su hombro y caminamos hasta su auto.

Me solté de su brazo para abrir la puerta de copiloto, pero Federico se me adelanto y la abrió primero que yo.

- Adelante, señorita.

- Gracias, caballero – seguí su juego y me subí al auto. El troto hasta llegar a la puerta del piloto y entro.

Federico no vive ni cerca ni lejos, pero se nos hizo corto el trayecto con chistes y adivinanzas de por medio.

Nos detuvimos en frente de una gran mansión, nunca había estado aquí, pero es muy bonito.

- Aquí es donde vivo o al menos donde me estoy quedando.

- ¿Cómo?

- Es que es la mansión de la familia Smith, los padres de mi amigo me ofrecieron quedarme aquí con Oliver hasta el fin del próximo año, que es cuando termine la secundaria.

- ¿Cuántos son? – pregunte mientras entrabamos.

- En la familia Smith son 4, los chicos de intercambio 3 y nosotros 2.

- ¿Nosotros?

- Si, Oliver y yo.

- Ah, verdad – sonreí.

Estábamos subiendo las escaleras cuando venía bajando una chica de Pelo negro y largo, ojos celeste verdosos y tez clara.

- Hola, Gabi – saludo Fede.

- Hola, Fede – la chica sonrió triste.

- ¿Qué pasa, pequeña? – a este chico se le nota mucho que le gusta la tal Gabi.

- Después hablamos de eso – volvió a sonreír, ¿Esta chica nunca para de sonreír, aunque este triste? - ¿Quién es? - Se refirió a mí.

- Hola, yo soy Emma Stone.

- Hola, yo soy Gabriela Smith – volvió a sonreír, esta chica me cae bien –. Fede, hay un chico que te está esperando arriba, yo voy a salir, bye. Un gusto en conocerte.

- Igualmente – respondí.

- Adiós, Gabi – Fede se despidió con un beso en la mejilla.

Seguimos subiendo hasta llegar a la que supongo es la habitación de Fede.

Al entrar me sorprendí mucho al encontrarme con Ryan mirando la pantalla de su celular.

- Hola, Ryan – saludo Fede -. No sabía que te acordarías de que tienes primo.

Ryan levanto la vista de su celular y me miro con una sonrisa – Es que te quería decir si es que querías salir, pero creo que tienes una conquista.

- No hables así, Ryan, tu sabes que cambie hace mucho, incluso muchísimo antes que tu – dice Fede buscando nuestro trabajo entre sus cosas.

- Hola, Emma, ¿Cómo te ha ido con Nathaniel? – se paró y se me acerco.

- Hola, Ryan, Me ha ido bien, es muy tierno y amable conmigo, por si l preguntas.

- ¿Se conocen? – Fede se volteo a ver.

- Si, es la chica de la que te hable.

- ¿La que te rompió el corazón y tú no se lo quisiste decir? – rio Fede y Ryan lo fulmino con la mirada.

Yo seguía sorprendida de que estos dos chicos se conocieran.

- Si, pero no tenías por qué decir justo ese comentario.

- No te preocupes, ya lo supo.

- ¿Nos podrías dejar solos? – pregunta Ryan, abrí mis ojos hasta el tope.

- Claro – Fede abre la puerta y me mira – no te preocupes, buscare el trabajo y traeré algo de tomar, creo que el trabajo lo deje en el comedor – y salió dejándome sola con Ryan.

- ¿No vas a decir nada? – me pregunto.

- Noup.

- Ya hablaste – sonríe orgulloso de haberme hecho hablar.

- Aja, vine a hacer un trabajo con tu primo y listo, nada más, no quiero problemas con Nathaniel, Ryan.

- Tu sabes que no te voy a dejar ir – sonríe de lado.

- Ryan... - susurro.

- Ven, acércate, te contaré un secreto

Tú, prométeme que sólo será nuestro

Déjate llevar, olvídate del tiempo

Creo que ya descubriste mi secreto – Cantó mientras se empezó a acercar a mi ¿Por qué miércoles está cantando?

- Entonces ven aquí, tan sólo dame un beso

Deja de decir que esto no es lo correcto

En serio, yo lo sé, no quiero ser perfecto

Sé que tú también te mueres por hacerlo

Yo te doy la razón, que no está bien

Y tú dame los besos que no te da él

Sabes que tú me gustas y yo ya esperé

Así que móntate conmigo en este tren - Su voz es muy bonita, ¡Pero se está acercando mucho!, ¡Él sabe que yo estoy con Nathaniel!

- Ryan, ¿Qué miércoles estás haciendo? – no me contesta y se sigue acercando hasta acorralarme contra la pared *No sean cochinas eh 7u7*

- Tan pronto ya se va, tan pronto ya se fue

Y cuando menos piensas cambiará de piel

Y te preguntarás y me dirás "¿por qué?"

Tan sólo pégate

Sólo dame un beso, beso

Y esta noche quiero un beso, beso

Sólo dame un beso, beso

Es nuestro secreto, amor

Si tú me dices "sí", tan sólo dígale

Que se aguante las ganas, o que cuente diez

Pero tú estás conmigo, y si no está bien

Castígame contigo, amor castígame.

No siguió cantando y junto sus labios con los míos, no fue como nuestro primer beso, fue más apasionado y ¿Deseado?

Bajo sus manos hasta mi cintura y las dejo ahí por un rato, luego bajos hasta tomarme y dejarme recostada en la cama, sin separar nuestros labios. Se posó encima mío y siguió intensificando el beso.

Nathaniel, ¡Piensa en el!

Me separe de Ryan y salte de la cama a la puerta, la iba abrir, pero Ryan me detuvo.

- Ryan, déjame... yo estoy con Nathaniel y esto está mal, nosotros estamos mal, esto no puede ser.

- Emma, perdón, tú no tienes por qué irte, yo me iré, tal vez después hable con Federico, ustedes terminen su trabajo – me miro y me dio un corto beso en los labios antes de salir.

Me senté en la cama y me quede pensando hasta que llego Fede con el trabajo y una bandeja con dos vasos de jugos de naranja natural y un jarrón con el mismo contenido que los vasos. Sonreí y le señalé el escritorio para empezar a trabajar.

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Espero que les haya gustado mi sorpresa. :)

En multimedia la canción que canta Ryan.