Capitulo 26


"Ya te he dicho que no me llames así"-Dijo el oji azul con molestia y Vergüenza combinadas.

"Pero si eres hermoso"-Expresó el rubio con devastadora sinceridad.

El de cabello negro se sonrojo hasta las orejas, no sabía si era por lo directo del rubio o por la resaca que le dejaron los tragos la noche anterior, quería irse, quería desaparecer de la vista de Sebastián para siempre si era posible.

Ambos se sumergieron en un silencio incomodo, un silencio que Alec no sabia como romper...

¿Qué debería decir?

¿Una despedida formal?-Divagó sólo unos instantes.

"Debo irme"-Mencionó con incomodidad.

El rubio hizo una mueca extraña con su boca sin poder disimular su descontento con las palabras  dichas por el de cabello negro.

"¿Dije algo inapropiado para que quieras huir de repente?"-El rubio apretó los labios fuertemente después de soltar sus palabras.

Alexander se mordió el labio inferior en una clara muestra de nerviosismo, no quería nada que los involucrase a ambos, recorrió con la mirada toda la habitación en busca de alguna ayuda o excusa que le ayudara a escapar de una buena vez del rubio pero no halló nada, exhalo, botó el aire despacio y habló-"Sebastián...que fue le que pasó exactamente anoche?"-El oji azul se sorprendió por no haber titubeado ni un solo segundo.

El rubio le miró fijamente, sus verdes ojos penetrándolo con la mirada, pareció pensarlo varias veces antes de responder....

"¿Qué se supone debió pasar?"-Dijo fastidiado ante la pregunta.

Alexander se irritó rápidamente, odiaba que le respondieran con otra pregunta.

"No respondas con otra pregunta, no recuerdo mucho, no debí beber tanto, no soy tan tolerante al alcohol y mis recuerdos están algo borrosos"-Dijo frustrado el oji azul.

Sebastián pareció notarlo así que se regocijo, jugaría un poco con el oji azul de ahora en adelante.

"No lo sé, no soy tan intolerante como  tú pero anoche casualmente me pasé de tragos y no recuerdo mucho"-Mencionó divertido...mentiras, viles mentiras recordaba todo a la perfección.

 Alexander tenía el rostro contraído en una mueca de enojo, si no había pasado nada entre ellos dos o al menos no algo comprometedor era hora de partir, le importaba un comino ser grosero con el otro así que habló toscamente-"Debo irme ya, lo que pasó anoche no se repetirá, estaba borracho y con algunos...problemas así que por eso acepte tu invitación, no significa que ahora vamos a ser amigos.."

A pesar de las palabras del oji azul el rubio no pareció estar disgustado o eso aparentó, quería estar cerca de Alec a como diera lugar y esas palabras de rechazo lo hirieron, nunca nadie se había negado de esa manera tan renuente a estar cerca suyo, Sebastián era un joven apuesto y su posición económica le ayudaba mucho a atraer miradas y ser el centro de atención.....se juró a si mismo que Alec no sería la excepción, pero iría con calma, se lo ganaría poco a poco.

"Como quieras hermoso"-Sonrió falsamente.

"Si me permites me voy a cambiar en tu baño"-Mencionó avergonzado el oji azul.

"No te preocupes, todo tuyo"-El rubio mostró su brillante pero falsa sonrisa."

Sin más que decir Alexander se levantó, buscó con la mirada su móvil, encontrándolo encima del cajón del  rubio, se levantó de la cama con las mantas alrededor de su cuerpo y fue por él.

El rubio le siguió con la mirada, como si todos los movimiento de el oji azul le parecieran demasiado peculiares, no podía dejar de mirarlo, Alec por otro lado trataba de evitar esa mirada a toda costa....



Magnus se desperezó en su gran cama estirando sus extremidades en el proceso, no había dormido mucho la noche anterior a causa de lo que pasó con Alec, el oji azul no había respondido a sus llamadas y es que apenas habían empezado y ya todo parecía un desastre.

Dentro de toda su estupidez Magnus decidió que ir a ver a Arthur al día siguiente era una gran idea, no podría avanzar con Alec de la manera que quería si su ex-pareja se entrometía, el moreno tenía muy claros sus sentimientos, amó a Arthur bastante pero ahora formaba parte de su pasado, un pasado que no traería de vuelta.

A pesar de tener los ánimos bajos y no querer pararse de la cama, lo hizo, afortunadamente era domingo y no debía trabajar, lo que significaba más tiempo para pensar en el giro drástico que Alexander le dio a su vida.

Se levantó lentamente de la cama, buscó con la mirada sus sandalias de estar en casa y las puso lentamente en sus pies.

Abrió las cortinas permitiendo que el sol entrara por el gran ventanal, de alguna manera haber decidido que quería hacer tan rápidamente en cuánto al tema de Arthur le tenía de buen humor ya que su yo de antes pensaba que si el chico por la razón que fuera le pedía volver el moreno le diría que si a ciegas pero no fue así....dudó por Alec y eso le hizo feliz.

Preparó un desayuno rápido ya que unas ganas inmensas de pintar le embargaron el cuerpo.

Así es, pintar era una de las cosas que más amaba en la vida pues le hacían recordar a su padre, quién siempre le apoyo e impulso a hacer lo que le gustase, ya le había hecho varios retratos y bosquejos de como creía que se veía, esos lienzos y cuadros descansaban en su santuario, aveces cuando creía que olvidaría el rostro de su padre se ponía a pintarle, cuando alguien allegado a ti muere el miedo más grande que tienes es olvidarle, su padre le mencionaba una frase constantemente, una frase que Magnus jamás olvidaría.

"La memoria es un espejo opaco y vuelto añicos, o mejor dicho, esta hecha de intemporales conchas de recuerdos desperdigadas sobre una playa de olvidos"-Dijo en voz alta, esa frase era su mantra, lo que más le dolía de la muerte de su padre era su inexistente despedida, todo fue tan de repente, cada vez que recordaba aquel hecho se deprimía de una manera irremediable, de alguna manera seguía pintando a escondidas de su madre por su padre a esta primera no le gustaba que el moreno pintase y más si de su padre se trataba, nunca olvidaría el día que hizo el primer retrato de su papá y con ilusión se lo mostró a su madre y está lo volvió añicos rasgando por completo el papel, Magnus lo atribuyó al dolor de la perdida pues todos asumimos el dolor de manera diferente.

Nunca olvidaría como ese hombre le apoyaba en cada cosa que hacía por muy sencilla que fuese, cada vez que  recuerdos como estos  le golpeaban siempre terminaba en una de sus crisis.

"Hoy no Magnus...."-Se dijo a si mismo y trató de sonreír ahuyentando aquellos malos pensamientos.

Con parsimonia buscó en sus cajones el libro en el cuál solía hacer sus bocetos, sacó algunos cuántos lapices y se puso a trabajar, sus dedos prácticamente se movían solos encima de la hoja de papel, sus manos trazaban líneas profesionalmente, se encontraba extrañamente inspirado.

Hizo un boceto de la orilla del mar, en su mente ya lo había pintado de azul y encima de este el boceto de unos ojos con largas pestañas sobresalían coquetos...

Magnus se había enamorado y aún no era consciente de ello... 





"Estoy viva....trataré de no escribir capítulos tan cortos ya que tengo muchas cosas que contar de esta historia, la verdad es que hace poco tuve un bloqueo horrible y no sabía como continuarla, afortunadamente (Juls me ayudó y aconsejó así que le doy las gracias públicamente jaja, gracias por el poyo y por pedirme capitulo, perdón la tardanza), pues estoy en vacaciones y estoy extrañamente inspirada así que creo actualizaré seguido, ya quiero que esto se ponga bueno....o lo malo(?) :c"

Gracias a todo aquel que me lee y me ha acompañado hasta aquí, muchas gracias enserio.

-Ela



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