Eva suspiró al ver que Michael no venía.

De repente, un elegante carruaje se detuvo, las puertas se abrieron para dejar salir a Laurie.

Caminó tímidamente hacia Eva, que intentaba mantener sus lágrimas a raya.

"No podía dejarte viajar sola, con Amy ya de vuelta a casa y tú enferma", dijo Laurie en voz baja. "Aunque me desprecies".

El labio inferior de Eva tembló mientras giraba la cabeza hacia él, con sus rizos dorados sueltos por primera vez en mucho tiempo. "Oh Theo, no te desprecio", susurró, abrazándolo.

Laurie le devolvió el abrazo con fuerza, acunando su cabeza contra su pecho.

"Beth era la mejor de nosotras", dijo Eva en voz baja, sin esperar que Laurie respondiera.

Eva se apartó, secando sus ojos. "No me voy a casar con Maverick Mason", dijo, tragando saliva.

"Me he enterado de que..." Laurie se interrumpió con cuidado.

Eva negó con la cabeza. "No es por ti, es por mí. Y no tienes ninguna obligación de decir o hacer nada. Fue porque no me escuché bien a mí misma y no le quise como debía", se apresuró a decir Eva.

Laurie la miró detenidamente, estudiando su belleza. Y no es la primera vez que se da cuenta de por qué la quiere tanto.

"No tienes que decir nada, nunca tenemos que hablar de ello. Pero quiero que sepas que todo el tiempo siempre he..."

Laurie cortó a Eva ahuecando su mandíbula y presionando sus labios contra los de ella. Eva no perdió ni un segundo en responder, devolviendo el beso inmediatamente y colgando sus brazos en su cuello.

Laurie se separa, jadeando ligeramente. "Eva, te amo", murmuró, besando su cabeza.

Eva cerró los ojos en señal de felicidad. "Te amo... mi duque", susurró.

Laurie sonrió. "Mi duquesa".