NATHANIEL:
- Puedo coger tu lista, pero no la leeré.
- Nathaniel. Por lo que más quieras, deja esta tontería de la rebeldía. No vas a lograr nada.
- No es así como yo lo veo. Y solo me revelo contra algo que considero injusto.
- No pienso dejar que tú y tu hermano sigáis correteando por ahí con esa... esa chica. Mantenerla en la Selección solo conseguirá que os desviéis de vuestros deberes. Tu hermano será un caso perdido pero no puedo permitir que tu te despistes lo más mínimo.
- Esta decisión no es tuya. Es MI Selección. Yo decido que candidatas continúan. Ya permito que metas suficiente mano en todo el proceso.
- ¿Que permites? - se rió -. Soy tu padre. Soy el REY. Debes obedecerme.
- Ya no tengo 12 años y esto no consiste en obedecerte cuando me dices que cumpla las normas o asista a las reuniones. Estamos hablando de mi vida. No puedes decidirlo todo. Y desde luego no voy a permitir que decidas esto.
- Está bien. Deja que continue. ¿Pero qué harás? Debes casarte con Velvet y lo sabes. ¿Por qué mantenerla? Cuanto antes la dejes ir antes podrás centrarte en tu futura esposa.
- No sé como he permitido que esta discusión se alargue tanto. No venía a preguntar. Solo a informar.
No esperé a que contestara y abandoné su despacho.