Luscious cowboy
Resumen: Shinji Ikari estaba metido en un grave problema y para solucionarlo necesitaba dinero, mucho dinero. Imposibilitado de conseguir un trabajo decente y bien remunerado, se vio obligado a recurrir a una de las opciones más extremas que le sugirieron. Sin esperárselo, Shinji se convirtió en una de las estrellas más cotizadas de un club nocturno exclusivo para caballeros de la alta sociedad.
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La fatídica tarde en la que recibió la llamada de sus padres, donde estos le anunciaban que irían a visitarlo a fin de año, Shinji Ikari cayó en la cuenta de que estaba metido en un gravísimo problema. Había abandonado la universidad ya dos semestres atrás y no informó sobre eso a sus progenitores, quienes mensualmente le enviaban un monto de dinero nada despreciable para que pudiera costear sus estudios, creyendo que todo marchaba con normalidad y que al joven de 21 años le iba de maravillas.
Shinji Ikari se había mudado a Tokyo para iniciar su carrera universitaria, se instaló en un departamento con otros dos chicos con quienes compartía gastos y y se hizo amigo de ellos. Touji Suzuhara y Kensuke Aida vieron que el muchacho castaño, oriundo de la ciudad de Sapporo, era bastante ingenuo y manipulable, se notaba que el mismo estaba deseoso de encajar en un grupo de chicos de su edad donde lo aceptaran y apreciaran.
Así fue que Ikari cometió grandes errores al dejarse influenciar por sus aprovechados amigos y acabó viéndose en terribles aprietos. Por seguirles la corriente, empezó a frecuentar fiestas tras fiestas con ellos. Con el correr de las semanas, descuidó por completo sus estudios y gastó todo el dinero que sus padres le mandaron. Touji y Kensuke hacían que Shinji pagara todas las salidas, prometiendo que luego le devolverían los favores pero eso jamás sucedió.
Cuando Gendo y Yui Ikari informaron a su hijo que viajarían a verlo, Shinji no pudo sino fingir que estaba contento por ello. Sin embargo, entró en una terrible desesperación porque no iba a tener manera de justificar lo que había hecho y aunque intentara fingir que todo estaba en orden, sabía que no podría sostener una mentira como esa. Si su padre pedía le informes sobre su situación académica, estaría perdido.
Faltaba muy poco para que ese semestre acabara y el joven Ikari ya no tenía modo de reincorporarse a sus clases. Debía esperar a que iniciara el siguiente, así que lo mejor que podía hacer en ese tiempo, era conseguir un empleo para juntar dinero. Como no estaba becado, tenía que solventarse todo.
Ikari consiguió empleo como mesero en una cafetería y luego como vendedor en una librería pero en ambos apenas duró una semana, el pago diario que le daban era una miseria. Difícilmente iba a poder aspirar a algo mejor pues no tenía experiencia laboral ni un oficio. El castaño estaba en verdad desesperado y por esas casualidades de la vida, mientras caminaba por un parque pensando en su calamitosa situación, se cruzó con una chica que conocía de su universidad, no podría decirse que ella era su amiga pero solían intercambiar el saludo.
La atractiva y engreída pelirroja de nombre Asuka Langley Sohryu, vio a Shinji y se acercó a él. Enseguida notó la expresión en el rostro del chico y no le fue nada difícil deducir que todo estaba mal con él. Al verla, Shinji quiso tomar otro camino para evitarla pero la otra se le adelantó y lo encaró.
—¿Pensando en escapar para no saludarme?
—¿Eh? No, ¿cómo crees? -mintió- Hola, Asuka.
—Mejor no te pregunto cómo estás porque a leguas se nota que toda tu vida está de patas para arriba.
—¿Tanto se nota?
—Estás metido en problemas, ¿verdad?
—¿Por qué lo dices?
—Bueno, he notado que ya no vas a la universidad -respondió ella viéndolo con recelo- Además, juntándote con ese par de idiotas, no se puede esperar nada bueno.
Shinji lanzó un largo suspiro y bajó la mirada. Le daba mucha vergüenza contar cómo había llegado a semejante situación, por lo que prefirió no entrar en detalles. Pero también sabía que la otra era muy curiosa y que no lo dejaría ir sin saber los pormenores.
—En realidad estoy con problemas económicos bastante graves y no he podido conseguir un trabajo decente -explicó él- Las últimas dos semanas estuve en dos lugares y era un chiste el salario que me pagaron. No sé qué haré.
—¡Pues ni creas que voy a prestarte dinero! -exclamó la chica poniéndose a la defensiva y viéndolo con fastidio-
—Ni siquiera te lo estoy pidiendo -refutó él- Pero si sabes de algún trabajo donde paguen un poco mejor, te agradecería si me lo puedes recomendar.
Asuka lo miró de arriba abajo, examinándolo exhaustivamente e hizo una mueca burlona. Era como si no tuviera nada de fe en que el joven fuera a solucionar sus problemas pero de todos modos, pensó que podía sugerirle algo.
—Mmm...bueno, te entiendo -afirmó ella- También he estado varias veces en bancarrota pero afortunadamente hay un par de trabajos que son alternativas muy válidas para paliar con rapidez ese tipo de inconvenientes.
—¿Cuáles son? -preguntó Shinji por demás interesado-
—Salir con viejos millonarios. Por esta zona abundan ese tipo de idiotas que buscan compañía de una noche y pagan bastante bien. Eres gay, ¿cierto? Hay sujetos que buscan salir con jovencitos con carita inocente como tú.
—P-pero eso es...prostitución.
—Yo no lo llamaría así. Es básicamente brindarles compañía, escuchar sus estupideces por unas horas, compartir unos tragos. Si quieren alguna otra cosa, pues deben pagar más. A veces hay suerte y son sujetos atractivos -la pelirroja sonrió de lado- Yo misma he salido unas cuantas veces con hombres así y he solucionado mis problemas económicos en un abrir y cerrar de ojos.
—Querrás decir en un abrir y cerrar de piernas -a Shinji sencillamente le parecía horrible la idea de tener que vender su cuerpo para conseguir dinero-
—Lo que sea. Eso ya dependerá de cómo lleves la situación.
—Dijiste que habían dos opciones y esa no me agrada. ¿Cuál es la otra?
—¿Sabes bailar?
—¿Por qué lo preguntas? ¿No me digas que la otra opción es ponerme a dar espectáculos callejeros por monedas?
—¿Eres idiota o qué? Te estoy hablando de algo que te puede dejar buenas ganancias y tú me interrumpes para decir tonterías. Mejor olvídalo, eres un tonto sin visión de negocios. No seguiré perdiendo el tiempo contigo. Adiós, Shinji estúpido.
Bastante molesta, la pelirroja se hizo a un lado como para seguir su camino pero el otro necesitaba que suelte toda la información, así que la detuvo del brazo.
—¡No te vayas! -pidió- Por favor, Asuka. Dime de qué se trata, no volveré a interrumpirte.
—De acuerdo -ella se soltó del agarre ajeno con cierta brusquedad y quedó viéndolo seriamente- Responde lo que te pregunté, ¿sabes bailar o no?
—Sí, algo.
—Bien. Conozco un lugar donde contratan a jóvenes y bonitos bailarines. Claro que tú no eres precisamente la hermosura personificada pero puede que tengas suerte -la chica se puso a buscar algo en su bolso hasta que encontró la tarjeta que buscaba- Ten, ve a este lugar y pregunta por Ryoji Kaji, dile que vas de parte de Asuka. Trabajé para él por unos meses en su local y estoy segura me recuerda muy bien.
Shinji quedó viendo esa tarjeta negra con letras plateadas, tenía el nombre del sujeto que Asuka mencionó pero lo que más resaltaba era la denominación del dichoso lugar, que le generó muchísimas dudas "Luscious Club". En verdad sonaba como algo turbio, así que se atrevió a preguntar.
—¿Qué tipo de lugar es este exactamente?
—¿Estás ciego o qué? ¡Es obvio que se trata de un club nocturno! -replicó ella ya ofuscada-
—¿¡Qué!? ¿Cómo crees que yo podría bailar en un lugar así?
—Pues si tu situación económica lo requiere, lo tendrás que hacer. Mira, solo ahí van personas de muchísimo dinero. Puedes ganar hasta 15,000 yenes en una noche, dan propinas muy buenas.
—¿¡15,000 yenes en una sola noche!?
—Así es. Bueno, se me hace tarde y ahora sí, no puedo perder más mi valioso tiempo tiempo contigo. Ya te dí las opciones, así que ahora solo dependerá de ti. Adiós, Shinji.
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Se vio sentado frente al escritorio de una muy lujosa oficina cuya decoración más bien le daba la impresión de estar en el cuarto de un motel. Del otro lado, sentado en una silla reclinable estaba un hombre que le hacía sentir excesivamente nervioso por el modo en que lo veía mientras fumaba un cigarrillo. Era un sujeto en verdad apuesto, de cabellos largos y fieros ojos, en una de sus muñecas ostentaba un reloj de oro de reconocida marca.
—¿Así qué Asuka te envió aquí? -preguntó el hombre sin quitarle los ojos de encima un solo instante, su actitud y su sonrisa eran bastante descaradas- Por favor, dime que eres mayor de edad.
—Lo soy, señor. Tengo 21 años.
—Shinji, ¿cierto?
—Sí.
—Bueno, sin rodeos. Contrato temporalmente a chicos lindos como tú, a los clientes les gusta ver caras nuevas todo el tiempo. Este es un club exclusivo para caballeros de la alta sociedad y todos ellos pagan muy bien por los shows -explicó- Aquí solo ofrecemos espectáculos de buena calidad, así que quiero que subas a esa tarima y que bailes para mí. Quiero evaluar si servirás para el puesto vacante. Pero antes, necesito saber, ¿cuál es tu límite, Shinji?
—¿Límite?
—Claro. También respeto la voluntad de mis empleados, quiero saber si estás dispuesto a sacarte toda la ropa y a dejar que los clientes te toquen durante el show. Tienes que tener en cuenta que ambas cosas son un plus e influyen considerablemente en el salario.
—No tengo experiencia en esto pero realmente necesito bastante dinero. Estoy dispuesto a hacer todo lo que me permita obtener las mayores ganancias -admitió el muchacho-
—¿Aceptarías acostarte conmigo? -preguntó el hombre con una sonrisa cínica, haciendo que el otro se sonrojara por completo-
—¿¡Eh!? -reaccionó totalmente espantado, aquello fue como un certero golpe bajo e inesperado para él-
El hombre se echó a reír al ver cómo Ikari se puso completamente pálido y tragó saliva de golpe.
—Si trabajas aquí, recibirás ese tipo de propuestas todo el tiempo y debes saber ser muy diplomático para rechazarlas. No puedo darme el lujo de perder a un solo cliente. Al fin de cuentas, son ellos los que mantienen en pie este club. El trabajo del personal es mantenerlos entretenidos y con ganas de regresar.
—Entiendo.
—Si sirve para tranquilizarte. No tienes que acostarte conmigo pero sí tienes que bailar para mí ahora -señaló el lugar donde estaba dispuesto un tubo plateado para pole dance-
Ikari se sentía inseguro. Pensó que lo suyo sería un completo fiasco y que ese hombre lo echaría a patadas luego de verlo perdiendo su dignidad intentando darle un show de baile erótico, eso fue hasta que el otro consiguió incentivarlo.
—Demuéstrame que eres lo que estoy buscando. Ahí afuera está aguardando otro chico que también quiere el puesto pero solo uno de ustedes se quedará con él. El salario inicial será de 80,000 yenes al mes. Si te desnudas y dejas que los clientes se diviertan un poco contigo, ese monto puede aumentar considerablemente. ¿Te vendría bien ese dinero, Shinji?
Los ojos del chico casi se desorbitaron al escuchar semejante cifra. Nunca esperó que le ofrecieran tanto dinero por bailar en ese lugar para un montón de viejos babosos. Pensó que con unos meses trabajando allí, sus problemas financieros se solucionarían incluso mucho antes de fin de año y de que sus padres llegaran a Tokyo.
—Bien dicen que en el riesgo está la ganancia -Shinji se puso de pie- De acuerdo, haré lo que me pide.
Kaji tomó un control remoto y apagó las luces principales de su oficina, solo la tarima quedó iluminada. Se reclinó en su asiento y esperó que Shinji subiera al sitio a tomar su puesto. El chico tragó saliva, no pudo evitar sentirse como si fuera una rata de laboratorio pero ya estaba ahí, no había vuelta atrás.
—Estoy listo -afirmó y una sensual canción típica de esos lugares comenzó a sonar para él-
Ryoji Kaji no le tuvo mucho fe al desesperado muchacho que se presentó en su oficina solicitándose trabajo como bailarín en su club nocturno, más aún porque el mismo no contaba con una experiencia previa en el ambiente. Sin embargo, el hombre decidió darle una oportunidad porque era el tipo de chico que sus más asiduos clientes deseaban ver en el escenario, quitándose la ropa sensualmente para ellos.
Kaji terminó más que sorprendido ante lo que sus ojos pudieron apreciar. Shinji se quedó con el puesto luego de su improvisado número frente al hombre que se convirtió desde ese momento en su empleador, ahora todo dependía de ese talento que él mismo desconocía y debía usarlo para agradar al público.
Ikari tomó confianza y si bien no era un experto en pole dance, se sabía algunos pasos y trucos básicos; también recordaba haber visto algunos vídeos de striptease y reuniendo toda esa suerte de conocimiento, supo aplicarlos con total destreza. Eso sí, optó por no quedarse completamente desnudo delante de ese hombre.
—Empiezas esta misma noche -afirmó Kaji- Deberás presentarte aquí a las 8 en punto para producirte adecuadamente.
—¿Debo traer alguna ropa en especial?
—No, aquí se te proveerá de todo el vestuario que necesitarás para la ocasión.
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Sin proponérselo, al cabo de una semana Shinji Ikari se convirtió en una de las estrellas más solicitadas de "Luscious Club". Tenía hasta tres presentaciones por noche. Si bien el local nocturno ofrecía espectáculos eróticos de chicos y chicas para los hombres que asistían, el público homosexual era mayoritario, por lo tanto el más exigente y a su vez, el que más ganancias dejaba.
Hasta ese momento, Shinji no se había atrevido aún a quedar completamente desnudo sobre el escenario aunque sí había permitido que los clientes se le acercaran a colocar billetes de alta denominación en el sexy jockstrap de latex negro que se dejaba como última prenda hasta finalizar su performance.
Kaji había mandado llamar al castaño a su oficina después de una agotadora jornada de trabajo. Más que nunca se había lucido esa noche, el club tuvo lleno total al punto de no dar abasto. Shinji no podía creer lo bien que le estaba yendo.
—Felicidades, Shinji -la sonrisa en el rostro de su jefe era de pura satisfacción- Hoy más que nunca estuviste genial.
—Gracias. La verdad es que me estoy esforzando mucho y sorteando obstáculos.
—¿A qué te refieres? -preguntó el hombre-
—He recibido un montón de propuestas por parte los clientes -confirmó Ikari con cierto rubor en sus mejillas- Especialmente dinero por pasar la noche con ellos.
—Lo cual es muy normal en este ambiente. Ya te lo había dicho -sonrió el otro- ¿Y has decidido aceptar alguna de esas propuestas?
—¡Nooo! -negó enérgicamente- No estoy interesado en ese tipo de cosas. Soy un bailarín, un no protistuto. Además la mayoría de los que vienen a verme son viejos horribles, no encontré a ninguno que me resultara atractivo.
—Mmm...bueno, en ocasiones también vienen clientes jóvenes, guapos y sobre todo, muy generosos.
—Da igual. Yo solo estoy aquí para bailar y no me interesan otro tipo de cosas.
—Ya veo. Te mandé llamar por dos cosas, la primera es darte este adelanto -Kaji abrió el cajón de su escritorio, de allí sacó un cheque y se lo pasó a su empleado estrella-
Cuando el chico vio el papel, casi se atragantó con su propia saliva.
—Disculpe pero esto es incorrecto -señaló- Aquí dice 120,000 yenes. Usted me había dicho que mi salario mensual sería de 80,000 yenes y esto lo sobrepasa, más aún si se trata de un adelanto.
—Para nada. Ese es tu adelanto y la cifra está correcta. Desde que llegaste al club, hemos tenido grandes ganancias. Incluso mucho más que el mes anterior antes de que vinieras aquí.
—¡Muchas gracias! -Shinji no cabía en sí de la alegría que sentía, ese dinero le venía realmente como anillo al dedo-
—Sigue así, Shinji. La segunda cosa que necesitaba informarte es que un muy importante cliente supo de tu concurrido y maravilloso espectáculo. No ha venido en estos tiempos pero al parecer le han hablado muy bien de ti y pidió un show privado.
—¿P-privado?
—Sí, pero no te preocupes, será aquí mismo. Tenemos un salón VIP para cuando surgen ese tipo de solicitudes especiales. Eso sí, tendrás que estar dispuesto a darle un show un poco más completo e inusual.
—¿A qué se refiere? -Shinji lo observó con dudas-
—Ya sabes. Desnudarte, dejarte tocar un poco, incluso puede que te pida masturbarte
—¿¡Qué!?
—Despreocúpate, Shinji. Ese sería el límite, ya le aclaré sobre ese asunto y no creas que se trata un viejo de mierda. Puedes quedarte tranquilo, este es un hombre maduro, muy atractivo y sobre todo, con muchísimo dinero. No hará falta que tengas sexo con él, estoy seguro te dará una jugosa propina. Por favor, acepta. ¡Nos conviene a todos!
—¿Cuándo sería eso?
—El viernes. El último show que des, será para ese cliente.
Ikari suspiró. No estaba del todo convencido pero por alguna razón no se pudo negar al pedido de su jefe. Le dejaba tranquilo el hecho de que el cliente en cuestión, estaba al tanto de lo que podía y no podía hacer.
A partir de ese momento, ese tema pasó a ser una constante en los pensamientos del joven castaño. Quería confiar en las palabras de su jefe y que ese misterioso cliente era como le dijo. Se preguntaba cómo sería el hombre que contrató su performance en exclusiva, si traería con él a más personas esa noche, qué tipo de cosas le pediría además de bailar.
Por alguna razón, ese hombre que aún no conocía se adueñó por completo de su mente. Le ponía nervioso pero a su vez, le resultaba un poco emocionante, pues era algo así como una cita a ciegas.
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La tan ansiada noche de viernes llegó. Shinji Ikari presentó sus dos primeros shows con lleno total. El club estaba copado de gente que esperaba verlo otra vez pero se tuvo que anunciar que esa noche no saldría por una tercera vez ante el público masivo. Tras acabar su segunda presentación, fue a tomar una ducha antes de someterse de nuevo al proceso de maquillaje y producción. Necesitaba estar como nuevo para su número privado. Había aprovechado para beber unos tragos de champagne y que los mismos le infundieran un poco más de confianza y lo desinhibieran antes de ir al salón VIP, donde estaría la persona que pagó por verlo en exclusiva.
Una vez que acabó de alistarse, Ryoji Kaji fue a buscarlo personalmente. Le avisó que el cliente ya se encontraba aguardando por él en el salón ubicado en el último piso del edificio. Su mismo jefe lo condujo hasta el lugar y durante el trayecto aprovechó para elogiarlo, diciéndole lo sexy que se veía con esa ropa que le hacía parecer una especie de cowboy practicante de sadomasoquismo, su atuendo era mayormente de cuero de negro. Había sido una inusual pero explosiva combinación, Kaji sabía que Shinji había planeado algo especial para esa ocasión especial.
—Entra -dijo Kaji quedando con el chico frente a una puerta- Por aquí saldrás al escenario que es más pequeño que el de abajo. Podrás ver al cliente muy de cerca y él tendrá fácil acceso a ti.
—De acuerdo -contestó Shinji y tomó aire-
—Aquí te dejo, Shinji. Ahora ve allá y baila mejor que nunca. Quiero que sea el mejor número que has dado hasta ahora aquí.
Shinji ingresó a la locación. Toda la parte de iluminación y musicalización estaba perfectamente programada, el chico estrella solo debía presionar un botón antes de salir al escenario y todo daría inicio.
—Aquí voy -suspiró- Solo serán cuatro minutos y unos segundos. Luego de eso todo habrá terminado y podré irme.
Eso era lo que pensaba hasta ese instante. Cuando presionó el botón play se colocó en su sitio y la música empezó. Había elegido la canción "Cowboy" de Kid Rock y su show lo armó en torno a esa temática. Cuando se dio cuenta estaba ya en el escenario y dirigió sus pasos hasta el borde del mismo con el objetivo de exhibirse frente al hombre que esperaba impaciente.
Se quitó el sombrero de vaquero que era parte de su atuendo y lo lanzó hacia el cliente para después levantar la mirada hacia él y ver cómo lo atrapaba en el aire. Casi perdió el equilibrio al encontrarse con el sujeto más bello y atractivo que vio en toda su jodida vida. Era un hombre joven, de mirada profunda e intensa y cabellos claros, los cuales no pudo distinguir el color exacto debido al juego de luces que lo confundían pero ya se dio cuenta que era alguien distinto a todos los que vio antes. ¡Mierda! ¿Era normal que se sintiera autómaticamente entusiasmado y excitado al saberse visto y deseado por un hombre así?
El bailarín retrocedió unos pasos, empezó a quitarse el chaleco de forma ágil, con soltura y naturalidad, arrojándolo a un lado antes de que sus manos se ciñeron a la barra de metal e iniciara una serie de giros en ella.
Volvía la mirada cada tanto hacia el hombre, quien lo veía embelesado y se relamía los labios. Parecía contento, definitivamente estaba recibiendo el espectáculo que esperaba mientras Shinji continuaba despojándose de sus prendas contoneándose y paseando sus propias manos sobre su delgado torso, llegando a pasarlas provocativamente sobre su intimidad en un descarado intento de encender aún más a su solitario espectador.
Cuando el castaño se deshizo del pantalón, quedó solo luciendo unas botas texanas negras que hacían juego con el suspensorio que dejaba su trasero al descubierto mientras trepaba al tubo y subía hasta la parte más alta del mismo para realizar unos trucos bastante impresionantes. Su cuerpo iba de un lado al otro, separando sus piernas tanto como podía, dejando por momentos al descubierto aquella parte que ningún otro cliente del club vio hasta entonces.
Prosiguió con su espectáculo, cayendo lentamente hasta la base de la barra, donde se compuso para gatear hacia el frente del escenario de nuevo. El atractivo hombre le hizo un gesto para que fuera hasta él y Shinji no dudó en obedecer. Fue hasta él mientras realizaba unos sensuales movimientos y sus caderas dejaban hipnotizado al otro, quien terminó por aflojarse la corbata.
Shinji le sonrió y decidió mostrarse más atrevido. Fue así sue subió hasta el sofá donde el hombre se hallaba sentado y continuó su baile para él, se movía entre las piernas ajenas al tiempo que el otro tenía su rostro prácticamente pegado al sexo del chico que le ofrecía un show que lo estaba poniendo demasiado caliente.
Las manos del guapísimo sujeto no pudieron seguir quietas y acariciaron los muslos del bailarín hasta que éste sintió que necesitaba más que solo eso. Bajó lento hasta quedar sentado a horcajadas en el regazo del otro, moviéndose en círculos y rozando la bragueta que producía una exquisita fricción con su miembro excitado y oculto detrás del jockstrap.
Shinji empezó a desabotonar la camisa ajena con notable prisa hasta abrirla, sus labios se rozaban deseosos de atraparse, sus miradas también se conectaban, lascivas y sensuales. Cuando ya no lo resistieron más, un ardiente beso dio inicio, desatando la euforia total en ambos.
El hombre comenzó a darle unas nalgadas para que Shinji acelerase sus movimientos. El castaño no cesaba, estaba descontrolado y no le pesaba, se daba cuenta de lo que estaba haciendo con ese cliente que nunca vio y no se sentía mal por ello. Después de todo el tipo le encantaba y más aún, aquello duro y erecto que sentía contra su intimidad.
Cuando el otro se dio cuenta de los deseos del chico, lo separó un poco para poder desabrocharse el cinturón y bajar un poco su ropa interior, dejando libre su enorme y lubricado pene. A Shinji no pareció importarle demasiado el hecho de no estar preparado para recibirlo así. En la exacta posición que estaba, tomó ese falo y moviéndose en torno al mismo, se hizo penetrar mientras gritaba y gemía como desaforado.
—¡¡¡Aaaahhhh!!! -los gemidos de Shinji resonaron más altos, con sus manos se sostuvo de los hombros ajenos en tanto, el cliente lo sujetaba por la cintura y empujaba hacia arriba para hundirse por completo en el menudo cuerpo-
Shinji parecía hacer honor a la canción que seguía sonando a todo volumen. Daba la impresión de ser un habilidoso cowboy montándose en un indomable caballo y eso no hacía más que seguir excitando al hombre que ahora se lo follaba sin compasión alguna. Era un placer para todos sus sentidos tener a ese chico brincando en su pene mientras lo besaba apasionadamente.
Pero desde luego, aquel era un cliente por demás generoso. Decidió quitar el miembro del libidinoso bailarín y masturbarlo al ritmo de sus embestidas. Todo era tan ardiente e intenso que ambos sentían irían a enloquecer. Prosiguieron del mismo modo por unos cuantos minutos sin siquiera percatarse de que la música había finalizado.
Ahora todo lo que allí se escuchaba eran sus gemidos incontrolables y cargados de lujuria. Shinji no lo resistió más y se vino en la mano del hombre, lanzando un alarido que denotaba su éxtasis. El otro se corrió apenas unos segundos después, descargando en el interior ajeno y llenándolo de él copiosamente que ambos pudieron sentir cómo el semen se escurría fuera del cuerpo de Shinji.
Había sido un orgasmo sencillamente perfecto. Ambos habían quedado agitados y traspirados luego de eso, dejaron de besarse y sus frente quedaron pegadas una con la otra mientras intentaban recuperar el aliento.
—¡Dios! -exclamó el cliente- Este fue el mejor show que vi en toda mi vida.
—Este fue el mejor show que dí hasta ahora -replicó Ikari, sonriente sin dar crédito a lo que había hecho, todavía tenía el pene del otro enterrado a tope en su cuerpo-
—Creo que pediré este espectáculo más a menudo. Kaji no me mintió cuando dijo que eras muy bueno en verdad pero creo que se quedó corto. Eres increíble, Shinji.
—Así que sabes mi nombre.
—Todos saben tu nombre.
—¿Entonces puedo saber el tuyo? -preguntó el castaño-
—Kaworu -respondió el otro con una orgullosa sonrisa-
—Oye, Kaworu, si vas a querer otro show de estos, te lo podría dar esta misma noche -ofreció Ikari gentilmente- Si tú gustas, puedo irme contigo.
—Pensé que tu performance no incluía acompañar al cliente fuera del club o tener sexo con él. Bueno, eso fue lo que me dijo Kaji.
—Es verdad. No incluía pero contigo haré una excepción muy especial.
—¡Vaya! Creo que soy un hombre muy afortunado.
—Algo me dice que yo lo soy más.
Kaworu lo besó de nuevo y el castaño lo correspondió. En realidad, ambos fueron muy afortunados aquella noche excepcional al haberse encontrado aunque fuera en esas circunstancias. A partir de allí, todos los problemas de Shinji Ikari comenzaron a solucionarse y así se convirtió en una de las grandes leyendas que pasó por los escenarios "Luscious Club", ya que poco después dejó de trabajar en ese lugar pero su recuerdo siguió vivo en la mente de todos aquellos que tuvieron la dicha de verlo bailando allí.
Lo que nadie sabía era que Shinji seguía bailando y dando esos shows eróticos pero lo hacía ya de manera exclusiva para un hermoso albino de ojos carmín llamado Kaworu Nagisa, quien semanas después acabó convirtiéndose en su flamante novio.
FIN
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¡Hola! Saludos cordiales de la autora Tabris-XX, miembro del grupo de escritores de KawoShin Love Paradise ♥ Es un gusto para mí publicar esta obra denominada "White Nigths", la misma es una colaboración a dueto con CharlotMAD ♥
Esto vinimos planeando hace tiempo y decidimos hacerla pública finalmente tomando en cuenta que es el 14/03, día que en Japón y otros países asiáticos se conmemora el famoso "White Day", una festividad parecida a San Valentín que se celebra exactamente un mes después.
Es sabido que Kaworu y Shinji fueron imágenes de varios "White Day" en numerosas ocasiones y este año quisimos dar un aporte a la amada OTP con un par de historias de corte erótico, de temática similar pero en contextos diferentes. Espero que haya sido de su agrado y ahora les invito a leer la siguiente obra que es de la autoría de mi colega. ¡Muchas gracias por pasar por aquí!
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