T W E N T Y E I G H T
Acaricio la nueva lesión que ahora se encontraba cerca de su pecho, apenas estaba roja, pero no le gustaba para nada, su mirada era cansada al mirar aquella nueva lesión, la primera que había aparecido en su piel, ya casi no era tan visible, sabía que aquellas lesiones se iban recuperando, pero el problema era que aparecían más, coloco sus manos enfrente de él.
Las analizaba con mucho cuidado, pálidas, su color de piel era así, tan blanco como el azúcar misma, pero esta vez no se sentía igual, era tan distinto ahora, era como ver una piel sin vida, no le agrada verse de aquella manera.
Suspiro cansado de observarse, seco su cabello con una de las toallas y salio del baño, tenía que prepararse para ir a clases, muy pronto serian las vacaciones y no es que tuviera algo en especial que hacer, pero tenía miedo de que se acercarán.
Vacaciones significaba final de semestre, trago grueso al recordar aquello, y en su cabeza llego la imagen de Park Jimin, ¿estaba haciendo lo correcto al no decirle nada? Estaba mal que lo hiciera, y cabía la gran posibilidad de que fuera un golpe demasiado duro en la vida de Jimin.
Con sus manos algo temblorosas agarro una de las tantas playeras de color negro que tenía y se la coloco, tenía que evitar a toda costa que aquellas lesiones fueran visibles para las personas, además de que no quería alarmar a nadie.
Respiro profundamente para después soltar el aire y al fin salir de su habitación, no tenía hambre, pero debía desayunar, busco algo rápido, cereales, leche y algo de fruta, no podía darse el lujo de comer tranquilamente, se había levantado temprano, pero había tardado en darse una ducha, sus pensamientos hacían que se retrasará más cuando iba a ir a clases.
Aquel día no hacía frió, o es lo que el sentía, aseguraba que las personas por lo menos llevarían un suéter con ellos.
El sonido del timbre de su casa hizo que lo sacara de sus pensamientos, seguía masticando los cereales y cuando pudo tragar, fue cuando decidió levantarse e ir hacía la puerta.
Cuando la abrió, su sonrisa fue visible, Jimin estaba frente a él, sus cabellos estaban algo desordenados por el viento, pero aún así se veía realmente bien a sus ojos.
- Yoongi, vamos a la escuela.
- Por supuesto.
El pelinegro ingreso de nuevo a su casa para poder ir por sus cosas y salir de la casa.
Jimin se quedo en la puerta, esperándolo, no sabía si encontraría a Yoongi en su casa, pero afortunadamente allí estaba, y ambos podían irse, una pequeña sonrisa asomo por sus labios, por alguna razón aquel día quería que Yoongi volviera a darle un beso, quería estar todo el tiempo a su lado, sentía que debía hacerlo.
Yoongi apareció de nuevo en la entrada con su mochila en hombros y regalandole una sonrisa.
- ¡Vamos! -Jimin siempre lograba que sus ánimos estuvieran a una escala mayor.
Jimin tenía planeada toda una tarde para estar con Yoongi, pero no estaba seguro de que el pelinegro tuviera el tiempo para pasar el día con él, solo esperaba que fuera así, no soportaría un rechazo de su parte, no cuando quiere estar prácticamente como su sombra, acompañándolo en donde quiera que vaya.
- Hoy... se estrena una serie en la tarde, y quería saber si ¿quieres verla conmigo? -Yoongi vio los ojos brillantes de Jimin, se veía que tenían la esperanza de que dijera una respuesta afirmativa.
- Me encantaría verla contigo, Jiminie -aquel apodo hizo que las mejillas de Jimin tomaran un color rosa pálido-. Podemos verla en mi casa si gustas.
- ¡Me agradaría eso!
Sus mochilas aún descansaban en el piso de la estancia, ambos se encontraban sentados en el sofá principal que se encontraba frente al televisor, la mesa de centro estaba llena de algunas bolsas con algunas frituras que habían comprado antes de llegar ala casa de Yoongi, además de que había dos vasos con refresco servido, para Jimin era el tercer vaso que tomaba, Yoongi apenas y podía terminar uno.
Jimin masticaba algunas papas que apenas había introducido a su boca, la serie era interesante, pero algunas cosas les parecían con demasiado misterio y querían que se resolvieran de inmediato.
- Aún creo que eso lo puso el gobierno -menciono Yoongi para después darle un sorbo a su bebida.
- No creo que el gobierno haya decidido colocar un domo gigantesco sobre una ciudad -Jimin miro a Yoongi con su ceño levemente fruncido.
- Pues los Simpson no dicen lo mismo.
Estaban viendo la serie "Under The Dome" Yoongi ya había escuchado hablar de ella, pero la verdad era que no sabía si estaría tan interesante como para ver algo como eso, pero al parecer a Jimin si le había interesado y ahora que estaban mirándola, era una serie interesante.
- Esto debe ser de un libro, definitivamente -dijo Yoongi acomodándose en el sofá.
- Lo es -Jimin le miro-, ¿conoces a Stephen King?
Yoongi era fanático de casi todos sus libros, aunque claro no tenía muchos, pero había algunos que había leído en la biblioteca ademas de que le habían prestado también unos, aunque claro evitaba mucho ver algunas películas que eran una adaptación de los libros, porque simplemente no le terminaban gustando por el final.
- Claro que lo conozco, no por algo soy lector contante.
- A mí me dan miedo sus cuentos, aún no puedo dormir bien debido a que leí Medio Turno.
Yoongi soltó una risa al escuchar eso.
- ¡No te rías!
- ¿Por qué no? No puedo imaginarte cada que ves un ratón, seguramente hasta has de gritar como si se fuera ha acabar el mundo.
- ¡Ya! -se quejo Jimin, aventándole una de las almohadas pequeñas que estaba en el sofá.
Eso había provocado que Yoongi volviera a reirse.
- ¡No es gracioso!
Jimin frunció su ceño y se cruzo de brazos, estaba molesto o bueno eso quería aparentar frente a Yoongi, el pelinegro sonrió al ver las acciones de Jimin.
- Es muy gracioso, solo imagínate; estás en la cocina -agarro la almohada que antes le había lanzado Jimin-, y de repente escuchas pequeños chillidos -Jimin no quería mirar a Yoongi, pero quería reírse al escuchar como Yoongi había imitado según él los chillidos de un ratón-, pero piensas; no esto es obra de mi mente. Pero claro la realidad es muy diferente, y después sientes como algo te hace cosquillas cerca de tu cuello.
Yoongi acerco la almohada por la nuca de Jimin y le dio suaves toques haciendo que Jimin sintiera cosquillas y se encogiera de hombros.
- ¡Ya Yoongi! Me haces cosquillas.
El mencionado sonrió al ver que ahora Jimin estaba recuperando su sonrisa, aunque de nuevo dejo de mirarlo y volvió a cruzar sus brazos.
- ¿Así qué sientes cosquillas, allí? -Jimin sintió como los dedos de Yoongi daban ligeros toques que provocaban que sintiera una sensación que le provocaba reírse.
- ¡Yoongi!
Sin esperar más, Yoongi siguió haciéndole cosquillas a Jimin, paso de su cuello, y ataco los costados de Jimin haciendo que este se retorciera bajo su toque, ambos estaban sonriendo, Jimin cerraba los ojos con fuerza mientras varias risas escapaban de sus labios, no sabían cuando ambos habían terminado recostados en el sofá, Jimin estaba debajo de Yoongi.
El pelinegro dejo de hacerle cosquillas para después mirar como Jimin trataba de recuperarse y dejar de reír, y es que aún sentía que Yoongi seguía dándole leves toques para que riera.
Yoongi solo podía admirar las facciones del ahora pelirrubio, tan delicadas, su piel era tan suave, sus cabellos ahora desordenados y que cubrían parte de su frente, vio como Jimin abría sus ojos y le daba una sonrisa, le gustaban mucho esos hermosos ojos marrones que brillaban cuando lo miraba. No sabía de donde había obtenido valor, pero se atrevió a hablar.
- Jiminie, ¿quieres ser mi novio? -Yoongi se sorprendió un poco, al escuchar que esas palabras habían sido dichas por él.
Jimin se quedo estático al escuchar eso, pensaba que solo era imaginación suya, pero sabía que había escuchado bien, y que aquel chico que tanto le gustaba, le había dicho aquello.
Yoongi no esperaba que le respondiera, posiblemente no lo haría, tal vez había sido mala idea haber preguntado algo como aquello, y ni siquiera sabía el por qué de que había preguntado eso.
- Sí -Yoongi dejo de lado todos sus pensamientos al escuchar la respuesta de Jimin, lo miro a los ojos, tenía sus mejillas casi de un color rojo, y había apartado la mirada cuando observo que Yoongi lo miro directamente a los ojos-. Sí quiero... -aparto por completo la mirada sintiéndose avergonzado al haber dicho su respuesta de nuevo.
- Jiminie.
Cuando regreso la mirada, sintió como sus labios eran suavemente presionados por los labios de Yoongi, en un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top