El viento pasaba por sus cabellos mientras continuaba con su camino de regreso a casa, estaba enojado, y no solo con el doctor, sino que también con él mismo, y la peor cosa era que no sabía el por qué estaba enojado consigo mismo, se suponía que no debía estarlo.
Había asistido de nuevo a una consulta para poder saber si es que no tenía alguna enfermedad, aparentemente no tenía nada que pudiera afectar aún más su estado de salud, pero el doctor también había mencionado lo mismo que Jimin, que estaba demasiado delgado, y Yoongi no lo comprendía, estaba comiendo como siempre, ¿por qué le pasaba esto?
"Sé que tal vez te moleste lo que digo, y tal vez dirás que estás alimentándote de la manera correcta, pero debes comprender que es normal, usualmente esto pasa porque vas ir agotandote, la enfermedad prácticamente te está comiendo."
Apretó la mandíbula después de haber recordado aquellas palabras, estaba molesto con su cuerpo, molesto con su enfermedad, es más podía decir que estaba molesto con todo el mundo.
El sonido de su celular lo saco de sus pensamientos, la notificación era de un mensaje, saco el aparato de su bolsillo del pantalón y lo prendió, efectivamente se trataba de un mensaje, y era de Jimin. Desbloqueo la pantalla para poder leerlo por completo y poder contestarle.
Jiminie: ¿Estás ocupado? Seokjin menciono que ha tratado de buscarte y no te ha encontrado, nos ha invitado para ir a comer junto a su novio, creo que se podría considerar una cita doble, ¿aceptas?
Yoongi sonrió, siempre Seokjin y esas ideas, siempre había dicho que le gustaba la idea de alguna vez poder juntarse en una cita doble, y claro que ahora lo estaba haciendo una realidad, ¿por qué debería negarse? No quería matarle esa ilusión a su viejo amigo.
Comenzo a teclear una respuesta y después enviar el mensaje a Jimin.
Yoongi: Por supuesto, vamos, ¿debo ir elegante?
Jiminie: Jaja no lo creo, será en una pequeña cafetería que está por la escuela, creo era Lillians Coffee.
Yoongi: Está bien, pasaré por ti, ponte más lindo de lo que ya eres.
Jiminie: ¡Perfecto! Te estaré esperando, Yoonie, hasta luego.
El pelinegro miro la pantalla solo por unos segundos, para volver a bloquear su celular y guardarlo, soltó un suspiro, bueno, sería una cita doble muy interesante.
- ¿No crees qué están demorando mucho? -pregunto Jimin mientras miraba la hora en su celular.
Para Yoongi no era así, siempre Seokjin le gustaba llegar tarde, a veces incluso lo dejaba esperando más de diez minutos, no entendía que era lo que hacía como para tardar tanto tiempo, pero ya estaba acostumbrado.
- No, aún es temprano para él.
El pelirrubio soltó un suspiro y de inmediato agarro el brazo de Yoongi y lo paso por encima de sus hombros para así indicarle a Yoongi que le diera una abrazo, el cual de inmediato había sido correspondido por Yoongi, Jimin recargo su cabeza en el hombro derecho de Yoongi.
- Tengo hambre.
- ¿Estás seguro que si desayunaste, Jiminie?
- ¡Sí lo hice!
- Bueno, para la otra procura comer más cada que salgamos a dar un paseo o una cita doble.
Jimin dio como respuesta un asentimiento con la cabeza, siempre Yoongi era muy cómodo, eso debía admitirlo, pues cada que se recargaba en su hombro o recostaba su cabeza en las piernas del pálido, podía compararlo con una almohada, y le gustaba, por eso siempre le gustaba recargar su cabeza en el hombro de Yoongi.
- ¡Perdonen la demora! -aquella voz detrás de ellos hizo que ambos miraran atrás y se separaran solo un poco, Jimin ahora se dedicaba a abrazar el brazo derecho de Yoongi.
- No es ninguna novedad, Seokjin.
- ¡No seas así Yoongi! Es culpa de él -señalo a Namjoon que apenas venía corriendo para alcanzar a su novio.
- No es mi culpa -trato de decir, claro que apenas y habían logrado entender las palabras de aquel chico de tez morena que había llegado corriendo, Namjoon trataba de regular su respiración, debía admitir que Seokjin podía ser muy rápido cuando se lo proponía.
- Por supuesto que lo es, me dijiste que era un atajo, y terminamos perdiéndonos, para la próxima seré yo quien de instrucciones.
A Yoongi le parecía muy cómica la escena que estaban montando aquellos dos, debía admitir que se veían muy lindos con su pequeña discusión.
- Bien, bien -Namjoon miro tanto a Yoongi como a Jimin-. ¡Mucho gusto! Me han hablado mucho de ustedes dos.
- Y a nosotros de ti, Seokjin nunca puede para de hablar de todo lo que hacen juntos.
- ¡Min Yoongi! -Seokjin se había sonrojado por aquel comentario, estaba muy avergonzado.
La cita doble había sido un éxito, claro que tuvieron solo pequeñas complicaciones, si es que se les podía nombrar de aquella forma, Jimin y Yoongi solo podían ver como de vez en cuando esos dos tenían sus pequeñas peleas por alguna tontería, pero Yoongi sabía que era más como un juego, se notaba a kilómetros lo mucho que esos dos se querían, y Yoongi sabía que a veces Seokjin podía ser demasiado dramático.
Jimin disfrutaba de su pastel de limón mientras miraba a esos dos, que a veces les hacían preguntas y después se la pasaban hablando de viejos recuerdos de cuando habían empezado a salir, Jimin sentía que eso parecía mejor que una película de comedia romántica, Seokjin había regañado a Namjoon por accidentalmente embarrarlo de la crema batida que estaba en uno de los panquesitos de mora azul que habían traído para él, y después casi se levanta alarmado por que Namjoon había derramado café sobre la mesa.
El pelirrubio podía ver como Yoongi de vez en cuando trataba de tapar su boca en un intento de no reírse por tales situaciones como esas, y es que parecía imposible, incluso él quería reírse de todo lo que estaba viendo, y era muy divertido ver todo aquello, Yoongi podía ver que esos dos podían ser considerados tanto la pareja más amorosa como la del desastre, simplemente una combinación tan rara como hermosa.
- ¿Viste la cara que puso Seokjin cuando miro la cuenta? -pregunto Jimin aún riéndose.
- Lo sé, parecía que le iba a dar el infarto -Yoongi soltó una risa al recordar como su amigo había abierto en demasía sus ojos al observar la cantidad de dinero.
- Sí, pero después de una discusión con le mesero se dio cuenta que se había equivocado de cuenta.
- Al menos, no me imagino lo que hubiera hecho Seokjin si esa era la cuenta real.
- Tal vez estaba pensando que era por haber armado todo un escándalo en la cafetería.
Ambos rieron mientras seguían caminando, Jimin abrazaba delicadamente el brazo derecho de Yoongi mientras se dirigían a casa del pelirrubio, Yoongi había insistido en llevarlo, y aunque Jimin se hubiera negado, de todas formas lo habría hecho.
Cuando ambos por fin habían llegado, Jimin se aparto solo un poco de Yoongi.
- ¡La pase excelente!
- Lo mismo digo, Jiminie.
No eran necesarias más palabras, y es que Jimin por una extraña razón sentía que quería quedarse allí todo el tiempo solo mirando cada rasgo de Yoongi, le encantaba vero, y no se diga de Yoongi, ambos se perdían en el otro, pero Yoongi sabía que el clima estaba enfriando un poco, y no quería que su querido novio enfermase, solo por estar reteniendolo allí con él.
- ¿No piensas entrar? -el pelinegro pregunto, lo había hecho con un tono algo juguetón.
- ¡Ah sí! -Jimin sintió sus mejillas arder, ¿por qué se avergonzaba en ese momento? Quizás era por quedarse algunos momentos mirando a Yoongi y no decir nada-. Nos vemos, Yoonie.
Jimin estaba a punto de darle la espalda y caminar, cuando de nueva cuenta la voz de Yoongi lo detuvo.
- ¿Así nada más? ¿Ni un beso de despedida?
El pelirrubio soltó una risa al escuchar eso, lo que había hecho sonreír a Yoongi, Jimin de nueva cuenta lo miro y se acerco hacía él, estaban lo suficientemente cerca como para darse un corto beso.
Jimin acorto más la distancia, al igual que Yoongi lo hizo, hasta que por fin unieron sus labios, Yoongi comenzó con suaves movimientos que fueron correspondidos por Jimin, no había nada de desesperación, ambos estaban disfrutando de la corriente eléctrica que cruzaba sus cuerpos con aquel contacto entre sus labios.
Despacio se fueron separando, ambos habían cerrado los ojos, y Jimin no quería abrirlos, se sentía en una hermosa ensoñación, Yoongi deposito un beso en la frente del pelirrubio, haciendo que Jimin por fin abriera los ojos y lo mirara.
- Te amo -eso había hecho que dentro de Jimin, todo se volviera una locura, y se sentía tan bien.
- Y yo a ti.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top