⳼♛- Protector -♕⳹

La historia será contada salteando días y acontecimientos importantes que después contaré, todo para continuar con la rutina junto a Addae. *Pido que disculpen eso.

Día 1

Así que, el lobo que ahora parecía hacerme una guerra de miradas era sumamente aterrador, aunque más parecido a una estatua. Había accedido a ir junto a Chun-Hee para que, mientras el hombre alimentaba al can yo lo retara.

—¿Está seguro de que no puedo moverme? —murmuré tras sentir mis piernas algo entumecidas.

—Bueno, chico, quieres conectar con Addae, la cosa es... el animal es difícil. Primero domalo. Todo movimiento puede captarlo como debilidad, si ve eso, olvídate de acercarte a él de nuevo. —Suspiré sin evitarlo, escuchando la risa del hombre.

Así que esto era convivir con mi propio reflejo.

El lobo gruñó bufando, acostándose sobre sus patas sin dejar de mirarme, yo quise burlarme. Él tenía ventaja, podía moverse más de lo que mis extremidades me lo permitieran a mí.

—¿Estás cómodo? —murmuré, notando el movimiento leve de la cola del can.

Sí. Definitivamente Addae se estaba burlando de mí.

Día 2

Dan había tenido la idea de crear un blog junto a los B!XXEN y Danique, yo no me quejé. De todas formas, me permitía estar cerca de Addae sin tener que despedirme del chico por tanto tiempo. Y volver a enfrentarlo delante de la puerta de cristal, me tenía tan tranquilo como atento a no mostrarme dócil.

Chun-Hee lo había dicho—: Cuando agaché las orejas ante ti, significará que lo tienes. Hizo lo mismo conmigo hace cuatro años.

Así que esperaba a toda orejita caída sin apartar mis ojos de los contrarios, tan serios y aterradores que no evite recordar la vez que Doori me había enfrentado. ¿A caso era esto lo que ella había sentido? Una rendición por alguien tan similar a ti. Joder.

Día 3

Abracé mis piernas en cuanto el can me miró de nuevo, cruzando una de sus patas encima de la carnaza que le había sido entregada. Ambos nos mirábamos, ambos atentos a las voces, y chillidos, de Dan y Danique. No podía negar que no éramos iguales entre más convivía cerca de él.

Sus orejas moviéndose en señal de atender lo que sea que Danique expresara me hacía sentir exasperado al no poder conseguir lo que la hembra.

Ella había ocupado sólo un día para obtener la rendición de Addae.

Pero después recordaba a quién veía en el zorro y lo aclaraba: por supuesto, para ambos nos tocaron ellos. La conexión fue inmediata.

Día 4

—¿Seguro que no quieres venir? —la voz de Dan a mi lado me hizo fruncir el ceño, notando lo atento que Addae se encontraba con mi pareja, moviendo la cola de lo más tranquilo.

—No puedo. Estoy en una especie de enfrentamiento-tipo-mortal con este ser.

Dan rio ante lo que decía, y pronto sentí sus labios en mi mejilla sintiéndole alejarse.

—Tú —chiste al lobo, que me miró tan rápido como hablé—. Tienes al tuyo. —El lobo bufó y yo lo imité sin poder contenerme.

Eso fue lo primero que me demostró una atención directa de parte de Addae en mí.

Día 5

—Juro que lo hizo, movió un poco la oreja y... —Chun-Hee había comenzado a ser mi mayor aliado en todo aquello conforme pasaban los días desde mi reto impuesto.

—Tienes bastante esperanza, hijo. Pero créeme que el mismo lobo aquí es bastante difícil. Yo lo obtuve después de un año.

¿Un año?

Eso me hizo bajar toda expectativa, y Addae pareció notarlo, bostezando y levantándose de su puesto para ir a tomar agua. Yo tomé eso como mi oportunidad de relajarme, y después del pensamiento, mi propia boca abriéndose en el atisbo de un bostezo.

Día 6

Quizá fue mi olor, pero Addae se recostó un poco más cerca de la puerta ese día. Olisqueando y mirándome casi tan dulcemente como lo haría un cachorro.

—Chun-Hee, una duda. —El hombre murmuró, mientras servía la comida a Addae—, ¿ellos pueden oler cualquier cosa?

—Sé específico.

Sentí mis mejillas calentarse y fruncí las cejas—. Me refiero a... ¿Pueden oler si tuviste relaciones? —Sí, eso era una mejor tapadera.

Chun-Hee rio ante mi propia vergüenza y yo no evite carraspear por ello en lo que Addae miraba al hombre, probablemente preguntándose a qué iba aquel gesto.

—Ahora comprendo, aquel chico, por eso Addae es tan cuidadoso cuando se acerca —Chun-Hee negó como si riera de un chiste que sólo él conocía y quizá Addae como yo, esperábamos a que lo dijera—. Los lobos, como otros canes, no es que huelan y digan "oh, comiste, hiciste, tal cosa", pero sí que pueden detectar a partir de nuestro aroma relaciones sentimentales, emociones, acciones o deseos. Así como si estamos despiertos o dormidos, por eso confunden tanto los olores en cuanto morimos... Eso, con gatos y perros. No sé si haz escuchado que llegan a comer a sus-... —El hombre dejó aquello luego de ver mi mueca de desagrado, que no iba tan directa a él, sino a lo que contaba, pero que parecía hacia el lobo que volvía a encararme ahora—. Addae supo que estabas emparejado tan pronto olió las reacciones de tu cuerpo con las de aquel chico, así como los aromas sobre el otro, por supuesto. Ese chico reacciona igual cada que mi esposa hace visitas acá porque olvide mi almuerzo.

Reí ante la anécdota del hombre y mire al lobo con bastante calma. Él lo hizo igual, echándose sobre sus patas y quedando cerca de la puerta.

Día 7

Nuevamente, Addae me miraba cerca de la puerta, y eso que hoy únicamente había optado por caminar un poco antes de echarme al suelo ahí adentro a su lado.

—¿Hueles a Danique, no? —cuestioné tras recordar que la había tocado.

Addae sacó su lengua para comenzar a jadear y quizá era por el calor que comenzaba a llegar al lugar. El clima había comenzado a estar como loco estos días. De hecho, Chun-Hee había optado por ir a arreglar el clima hoy.

—Ella te importa tanto como él a mí...

No supe porque, pero pronto mi mano se acercó al agujero en la puerta, y la alejé tan pronto Addae cambió su mirada tierna por ojos afilados y dientes mostrados. El pelo herizado me hizo entender que no había sido buena idea.

—Perdón... no lo volveré a hacer —dije, intentando ignorar lo acelerado de mi corazón ante el miedo. Sus colmillos solo habían rozado mi dedo.

Día 8

—¿Seguro que estarás bien? —susurró Dan en cuanto extendí la bolsa de plástico.

Chun-Hee se había herido en ese chequeo al aire acondicionado. Una caída todo gracias al bajo interés de una de las trabajadoras en el lugar. Yo estaba molesto por ello.

—¿Sinceramente? Ni un poco, pero si no soy yo, quizá no coma...

—Sí, y decidiste ser tú la comida. Excelente plan. —No evite mirar mal a Dan, el chico pareció notar su propio comentario y cubrió su boca, sonrojándose—. Lo siento, amor. Estoy seguro de que podrás, ¡fighting!

Suspiré tras escuchar su apoyo, y miré a Addae fijamente—. Sólo te serviré la comida y me iré... C-cuando vayas a "cazar", limpiaré. Sólo no me mates, créeme que no veo bien la idea de que este muera por no tenerme.

—¡Oye!

Quise reír por la protesta de Dan, pero estuve bastante ocupado por rezar que Addae no se me lanzara encima.

El lobo únicamente se arrinconó a la pared, viéndose tenso en lo que yo avanzaba con la comida en manos, sin quitarme la mirada de encima. Aún así, bastante atento a la presencia de Dan al mismo tiempo.

Día 9

—Seguro te sentirás mejor, porque iremos a Estados Unidos... Danique nos acompañará —Ya no debía sorprenderme que Addae se viese tan atento a la mención de su "pareja", pero lo hizo. Sus orejas alzadas captaron mi atención, imitando lo erguido que se colocó tras ello—. Será unos días, planeamos que vuelvas a tenerla cerca. Aunque te pido que no asesines a mi Kora, él no está interesado en Danique, mi instinto de padre lo jura.

Addae no dio ningún signo de calma, pero para mí sirvió sus dos parpadeos seguidos aún cuando fuesen por la mosca que pasó en ese momento.

Día 10

—Así que, ¿lo alimentarán desde lejos? —pregunté de nuevo tras hablar con Kwang-sun.

—Así es, en la caza. Aprovecharemos a que esté fuera para limpiarle... Así evitaríamos todo tipo de pérdidas.

Podía notar por la voz del hombre que él no era tan sereno con respecto a Addae como si lo era Chun-Hee. El hombre parecía estar a la defensiva con el animal.

Yo asentí. Sintiéndome ansioso por volver a estar cerca del lobo después.

Día 11

Sentarme de nuevo en aquella celda, con el lobo olisqueando mi movimiento, era algo que supe, había extrañado en cuanto me encaró.

Que el lugar donde habíamos alquilado la cabaña cerca de las fronteras de ambos países, había facilitado un poco las cosas, dejando de lado, claro, los vuelos de una hora que tendría que ir haciendo.

—Lo que se hace por amor, ¿no? —Addae bufó, quizá cuestionándome dónde estarían Danique o Dan, yo sonreí—. Créeme, lobo tonto, hay más individuos a parte de Danique y Chun-Hee que te quieren, por eso yo no me rendiré.

No importa lo mucho que te hartes de mí después.

Día 15

Chun-Hee me había animado a estar dentro con él, limpiándole a Addae, y yo estaba como gelatina mientras limpiaba y el hombre reía por mí evidente nervio.

—Desde aquí veo tu alma escapando, niño. Relájate —se burló—. Addae se está poniendo ansioso y ni siquiera sabe que es por él.

—¿Ansioso? ¡Pero si se está lamiendo la pata bien tranquilo!

Chun-Hee volvió a carcajear, teniendo un ligero ataque de tos que llamó tanto mi atención como la del can. El hombre acomodó el yeso en su brazo y sirvió la comida para Addae.

—No veas por encima de lo que todos hacen. Ellos sienten, y este lobo tan corajudo lo hace igual. Sólo escucha.

Sus palabras fueron un claro: "deja de lloriquear y guarda silencio", así que lo hice, sin quitar mi expresión ofendida de encima del hombre, que rio al verme.

Su disfrute del silencio me hizo querer reclamar, hasta que, justo en cuanto los canarios dejaron de sonar en el área cercana, los chillidos prominentes de Addae captaron mi atención. Lo miré, y él hizo lo mismo ante mí.

Algo me hizo sentir emocionado por primera vez junto a él.

Día 23

Entonces, la creación de una placa con el nombre de Addae paseaba en mi mano luego de haber volado desde México para verlo.

—Mira, ¿qué te dije? Te quieren.

Dejé cerca de él el collar de cuero rojizo con placa dorada. Addae la olió entre la abertura de la puerta de vidrio sin separarnos y temblé ligeramente al sentir su nariz húmeda rozar mis dedos.

—¿Te gusta? —susurré, aún con mi corazón latiendo en indicio de miedo porque me atacase.

Addae sólo me miró fijo en ese momento.

Día 25

Pronto, alimentar al can era mi trabajo. Addae ya me miraba cada que Chun-Hee entraba, como si me ordenase a alimentarlo. Yo lo hacía, claro.

Bon appétit, loup.

Tan pronto fue dicho, Addae se lanzó a comer y Chun-Hee exclamó sorprendido.

—¿Con qué a eso iba que se tardara en comer? —Yo lo miré sin entender, y él me miró sonriendo—. Ya no se alimentaba si no le saludaba antes.

Mire a Addae, y el lobo solo rezongo mientras comía, como si nos hubiese escuchado y refutara ante lo dicho, tal y como cuando se avergonzaba a alguien. Yo no evite sonreír.

Día 27

—¿Haz escuchado de "El Principito"? —Addae inclinó la cabeza al escucharme, entrando a su habitación para arrinconarse sobre su cama.

Hace poco se me había dado permiso a que caminara por la zona, y para que mentir, mayormente se entretenía olisqueando o jugando en el espacio de Danique.

—La extrañas, ¿no? —Addae sólo me miró para ignorarme y yo reí, sacando el libro del cual le había hablado hace poco—. Dan me entregó esto para pasar el rato antes de venir acá. ¿Te lo leo?

Puedo decir que después de eso, noté lo mucho que quedaba aquella frase del zorro dicha al principito entre nosotros.

𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
( 𝟢.𝟥 )
"馴化: Domesticado"

Seong-su y Addae, Hiccup and Toothless moments:

Okay, ya, 'HTTYD' es mi saga de películas favorita desde que tengo memoria jsjs

Habrá otro capítulo del acercamiento de estos dos pronto, no prometo que sea hoy, pero ya les aviso que no creo que sea igual a este. Quizá ahora sí cuente las cosas que ocurren y cuele las visitas a Addae. Quién sabe.

Sin más, espero os haya gustado, ciao, B! team. 💜🦊

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