⳼♕- Love Me Harder -♛⳹
❗️Advertencias de contenido. *se es pedida discreción [Homofobia; identidad]
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Recargué mi cabeza en el cabezal de la cama, respirando con fuerza, asustado, buscando retener todo temblor en mis manos.
Había sido sólo un toque.
Pero quizá debido al estrés acumulado, lo tenso que sentía el estómago, esto me estaba sobrepasando. Mucho había pasado desde el debut de B!XXEN y mi mente estaba confundida. Sí, eso era.
De todos modos, la fuerza de aquel pensamiento no ayudó a borrar por un segundo lo que había sentido. Dan únicamente había tomado mi cintura en una de esas que volvimos a vernos, acariciando aquel costado y de algún modo mi cabeza lo había visto atractivo, pero no del modo en que ya acostumbraba.
Me había sentido en el jodido lugar de una mujer, imaginando sus manos, e inclusive su rostro al sudar. Algo deseando tenerlo encima, quizá en ocasiones, darle el poder de tenerme temblando.
Gemí asustado, el aire siendo imposible de regresar a mi pecho, atascado. La garganta dolía entre más me sumía ante la sensación que me recorría.
Esto estaba mal, incorrecto.
El recuerdo de un niño más pequeño, de siete años, acercándose a su madre mientras la veía colocarse un vestido llegó pronto a mi memoria. La caricia sutil al vestido de seda, sus cabellos largos, ella era hermosa.
Yo quería serlo: hermosa...
Gimoteé ante el simple pensamiento, alzándome, tomando fuerza para estar cerca a la puerta y cerrarla antes de que Kora entrase al oler que algo andaba mal conmigo.
Porque eso era.
Dan era atractivo, el tipo de chico que deseaba mantener debajo. Y lo hacía, la sola idea me ponía, pero...
No había 'pero'.
No lo había.
—Mamá, ¿puedo? —había apuntado al labial rojo de mi madre, ella se preparaba para la salida con mi padre de esa noche. No estaba en la habitación, yo era libre—. Sólo un poco.
Ella me había mirado, sin cuestionarme, quizá los Idols ayudaron a que no fuese algo que se golpease. Pintó mis labios. El reflejo en el espejo me encantó, rogué porque me llamara linda cuando le pregunté por cómo me veía.
Yejoon no me señaló cuando le pedí lo mismo luego de que mis padres se fueran.
El pensamiento cambió cuando mi padre, un día, juzgó a un chico con una falda puesta. "Aberrante", eso había dicho.
El recuerdo se distorsionaba en mi cabeza, deseando hacerlo ver en la actualidad, en carne propia. Mis manos temblaban, había captado hace un rato la bolsa de Dan, esa que había dejado por, en ocasiones, seguir viniendo a casa, repleta de maquillaje.
Tragué con fuerza, nervioso.
¿Dan sería capaz de juzgarme?
La respuesta era sencilla, él nunca lo haría. Suspiré con fuerza y me deshice de los zapatos, sintiendo el hormigueo en mis manos, me tumbé sobre la cama.
Tres segundos fueron suficientes para volver a levantarme, esculcar entre las cosas de mi chico y tomar el objeto buscado. La respiración dejó de registrarse en mi sistema al verlo entre mis manos, rojo intenso cuando lo abrí.
Papá no estaba.
Cerré los ojos sintiendo el agua salada recorrer mis mejillas al momento del contacto del objeto en mis labios, mi respiración era erradica, y estaba confundido, asustado, pero papá no estaba. Ya no. No tenía poder, no...
Solloce con fuerza buscando mi reflejo en el espejo, un tanto mal puesto debido a mis temblores, pero ahí estaba, línea rojiza adornando mis labios, cubrí mis ojos mientras me permitía llorar y las patitas de Kora rasgando a la puerta me hicieron levantarme, buscando recomponerme.
Quizá era un buen momento para decir que había olvidado la copia de las llaves que había entregado a Dan. El chico me miró del otro lado cuando abrí, el agua salada se liberó con más facilidad.
Y por fin me sentía capaz de admitir las cosas con él de frente.
—Tengo miedo, amor... —sus ojos siguieron fijos sobre mí, y sonreí con levedad. La misma pregunta hecha a mi madre haciendo estragos en mi mente hasta que la solté—: ¿Me veo linda?
Cerré los ojos, quizá por innercia, quizá por los temblores que me inundaban justo ahora, porque no tenía miedo. Con él no había alguno.
—Muy linda, bebé —caricia a mi cabello, llevándome a mirarlo, sus labios sobre los míos.
Tomé con fuerza su cintura. Y no me llena de vergüenza, ninguna, decir que había logrado correrme entre las sábanas de mi cuarto con sus dedos dentro. Apretando las sábanas y siendo yo quien mantenía súplicas de que no parase.
Si mi padre me viese...
A la mierda, que ardiera entre su propio enojo.
—Eres hermosa, cariño —su susurró quizá logró superar toda fantasía, chille debajo suyo y nada me detuvo a adorar el cielo mismo al que el chico a mi lado logró introducirme.
Sus caricias viendo lo primero que reconocí al tener lucidez, una sonrisa y sus labios manchados del mismo labial que hace poco decoraba mi boca. Tomé su nuca y lo jale hacia mí para besarlo.
Su actitud sumisa al hacerlo logró hacerme sentir bien con lo que había pasado, seguro, con él.
—Gracias —susurré, aún asimilando lo ocurrido, recordando, sintiéndome cómodo, cómoda. Ambas formas me gustaban—. ¿Estás bien?
—Folle a mi chico con los dedos, ¿qué tan bien debería de estar? —su tono ronco me hizo avergonzar, apartando la mirada. Algo en que no me llamara únicamente por ella se sentía bien—. Hey —su mano tomando mi mentón y llevándome a encararlo me hizo mirarlo de forma distinta, encantado con el hecho de hallar dos caras en él, y ninguna siendo desagradable—, ¿quieres hablar sobre eso?
Sonreí, hundiéndome de hombros, ignorando la sensación entre mis piernas y recordando las mismas cicatrices que se hallaban entre ellas.
El recuerdo de sus dedos acariciando las mismas me hizo estremecer y no ser capaz de ignorar la alegría que me llenaba.
Las había visto, lo había visto, me había visto, y todo estaba bien.
—Me gustó —fue lo único que dije, y su sonrisa tranquila me hizo entender que era lo único que quería.
Abordamos el tema sobre eso más tarde esa noche... y porque no, me permití volver a sentirme del mismo modo correcto antes de irnos a dormir, con la conciencia de saber que ambos estábamos bien con ello.
➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
(𝟢.⒉)
"新: Nuevo"
Chase Atlantic fue buena inspiración cof* cof* Me puede lo versátil.
¿Qué decir? Viví, y vivo el proceso constante de no estar al 💯 seguro con lo que ser yo mismo significa, pero creo que en sí, algo que deberíamos de recordar siempre es que es nuestra vida, nuestra identidad. Si no hay sentido, pues bueno, no lo hay para los demás, pero lo importante es sentirnos bien con nosotros.
No lo sé.
Agradezco a la personita que me dio idea del manejo de ese tipo de pensamiento, y agradezco a mi yo más joven de siempre cuestionarse lo qué realmente me hacía sentir bien en la vida.
:3 único consejo: "vive, y sé feliz" 💜
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