Sentir sus brazos apresándome me descolocó completamente. Buscando entender sus grititos de "haberlo hecho", haciéndome preguntar el qué, pero sonriendo como tonto al verlo tan feliz.

Había sido algo nuevo aquel contacto, pero no era algo que me molestara, sino, más bien, me dejó con la piel ardiendo en expectativa, deseando volver a sentirme envuelto por sus brazos sin entenderlo del todo.

Y fueron los aplausos de Bang junto a la mayoría de su gente lo que nos sobresaltó a ambos, llevándome a maldecir internamente al hallarme descolocado, al no haber analizado y previsto la cercanía con anterioridad y permitir que me afectase.

—Me alegra escuchar eso, Dan. Porque justo he tomado una decisión que te hará sentir más seguro de todo esto, y a usted también. —Parpadee levemente aturdido notando la alegría del hombre en sus mejillas redondas—. Señor Seong-su, ¿le molestaría cuidar de nuestra nueva promesa de ahora en más? —El llamado de mi nombre ya no sonaba extraño si venía con un sentido y una orden más pedida que nada—. No sólo quiero que sea su camarógrafo y guardaespaldas, sino, un apoyo y recuerdo de lo que es capaz. Lleve una pizca de nosotros a donde él vaya.

Analicé sus palabras, así como a mi propio cuerpo, el aceleramiento en cada partícula del sistema que explotaba en sentimientos excitantes, como si aquello fuese lo que esperaba.

Comprendí entonces lo que Bang intentaba decirme desde un comienzo: buscaba que entendiera que era capaz de sentir, y yo había estado tan absorto en creer que no.

Agradecí en silencio ante sus ojos sonrientes, y sentí los míos picar.

—Acepto —respondí con seguridad, Bang asintiendo y llevándome a mirar a Dan que lucía completamente perdido. Sonreí altanero para intentar tranquilizar su mente: conociéndolo, había ido a trazar más de una idea en posibilidades inimaginables y cosas que no eran, o tal vez sí. El arte de sobrepensar, me había dicho una vez. Y aún con todo eso, quería estar para él, el calor logró encenderse en mis ojos, el calor que mostraba todo lo que estaba empezando a entender que sentía—, no será ningún problema cuidar de él.

Noté las mejillas sonrosadas del chico por el que accedía entregarme y sonreí con burla buscando disfrazar toda emoción primeriza que no era más que alegría.

—En cuanto a ti... creo que estás lo suficientemente listo para mostrarte a todos. —No aparté mis ojos de encima suyo, comprendiendo lo confundido que tantas cosas que apenas le abordaban lo tenían. Lo entendía, yo estaba igual, pero eso no me obligaba a actuar como tal—. Hemos estado ideando unir a varias empresas desde hace un tiempo, y tenemos el comienzo de una juventud llena de promesas... hasta ahora son solo tres chicos, pero espero... Y con toda seguridad, que seas la cuarta pieza que les falta.

Sonreí ante la sorpresa del chico a centímetros de mí e infle el pecho con ligereza, comprendiendo un poco más lo que me inundaba a su lado. Miré a Bang tras presentir de más su mirada encima mío y sonreí cuando lo vi hacer lo mismo.

Trabajaba bajo planes con maña, y muy a diferencia de lo que pareciera, lo respetaba. Era inteligente, ambicioso y astuto, bueno leyendo a la gente, incluso sabiendo cosas que ellos mismos no notaban.

Y era de esperarse, la historia parecía repetirse para él.

Era algo gracioso si te detenías a pensarlo un momento.

Y también, si recordaba mis palabras de meses atrás... ¿podría ser posible? Había encontrado a quien figuraba mi dueño, no lo sabía. Pero mi corazón se sentía en completa protección, y toda ira, dormida.

—Lo digo en serio, Face fue increíble, y esa parte en la canción junto a Jungkook en Letter; además de que fuese la canción sorpresa en el álbum... no lo esperaba, ¡me encantó! —sonreí al verlo mostrar sus dientes en toda expresión sin cubrirlos ni un poco—, oh, y tú no te quedas atrás. Standing Next To You, ¡por Dios! Obra de arte, más cuando hubo representación de Michael Jackson. Son maravillosos, ambos.

Las risas de ambos maknaes de BTS se hicieron presentes.

Habíamos aceptado, de nuevo, de esas tantas comidas casuales con la pareja de la empresa, y eran de los momentos que más relajado me tenían. El cuidado de ambos mayores con Dan, y el respeto y alegría que este mostraba con ellos, seguía haciéndome ver una familia en los tres.

Los demás miembros se habían ido ya, y sólo quedaban para ingresar al servicio militar cuatro de ellos.

Dan se hundía en ligera tristeza cada que lo recordaba, así que intentaba pasar más de su tiempo cerca de ellos para "no extrañarlos tanto". Sentía imposible tal trabajo.

Incluso ahora que se hallaba preparándose para su ingreso en la nueva empresa, el chico seguía lloriqueando y quedándose mirando puntos fijos mientras recordaba a cada integrante. Era algo lindo de ver, más si lo veía agarrarlos de motivación para continuar adelante.

Ya no era un secreto, al menos para mí, sobre su depresión diagnosticada y el verlo encontrar motivaciones para sí mismo aunque fuese a partir de un grupo y animales, me hacía sentir orgulloso de sus avances.

—En serio espero que te vaya bien allá, lamento que no podamos estar para cuando debutes... —Jimin mencionó y un puchero se formó en sus labios—, yo en verdad quería.

No evité tomar la mano de Dan cuando la emoción bañó su rostro al ver a Jungkook acercarse para plantar un beso en los labios de su mayor. Causaba algo de gracia verlo tan contento, como si estuviese presenciando a sus padres mostrarse cariño de lo más inocente.

—Lo veremos. No nos alejarán por completo de redes —lo escuché consolarlo, e inmediatamente el chillido cortado de Dan.

Así estuvimos un par de minutos, con Dan colapsando y los dos maknaes manteniendo la conversación a un buen ritmo. No supe cuando me metieron a mí en la conversación, pero había sido agradable hasta la hora en que se fueron.

Dan comía de los fideos que había pedido –otra vez– y yo sólo lo admiraba mientras acariciaba su mano derecha con cariño. Había descubierto también que el chico era ambidiestro pues no parecía tener problemas con alimentarse con su mano izquierda y la naturalidad con que lo hacía.

—Deja de mirarme —murmuró agachado sobre el plato y mirándome con recelo llevándome a soltar una carcajada—. Estoy ansioso, déjame. Mañana iré a la empresa nueva por el evento ese y estoy de lo más ansioso.

Su plática rápida se convirtió en un segundo en balbuceos inentendibles y sólo pude recostar mi rostro en mi mano libre sintiéndome por completo perdido en la rapidez de sus tartamudeos.

—Yo no he dicho nada —dije, cuando lo noté sollozar falsamente por el agotamiento que le provocaba su propia mente—, al contrario, me pone muy feliz verte comer. Estos últimos días has comido muy poco... que estés devorando dos platos es un gran logro —lo vi sonrojarse y sonreí con levedad—. Lo harás bien, tranquilo. Aplaca esa cabecita.

Lo noté continuar con su comida sin dirigirme la palabra y mire a mis alrededores en el café "Baekdu" cerca de la empresa en búsqueda de algún mesero desocupado para pedir más agua de melón en mi vaso.

—¿Cómo sería tu tipo ideal?

La pregunta de Dan me descolocó un momento, entendiendo tras un rato que era su manía de no soportar del todo el silencio al menos que él lo buscase.

—¿Tipo ideal? —me detuve en la pregunta, analizándola y alzando mi mano para llamar la atención del mesero que encontré desocupado señalando mi vaso para indicar que me fuese servido más. Hizo caso de inmediato y yo me voltee a ver al chico que esperaba mi respuesta—. Mmm... No he pensado mucho en eso —mencioné mirándolo, encontrando que en ningún momento me había cuestionado con algo como eso al no creerme alguien que lo necesitaría—. Dame un ejemplo.

Y que contradictoria era la vida si me encontraba bastante encantado con el chico enfrente mío.

—Bueno —se irguió, como si el tema que estuviésemos hablando fuese un debate y reí con levedad al notar eso—, mi tipo ideal sería alguien como Jungkook, Taehyung, o como Hoseok.

Alcé una de mis cejas ante la respuesta, deseando que fuese un poco más específico e ignorando lo extraño que aquello se había sentido en mi pecho.

—¿No dices que Yue se parece a Kim?, cásate con ella entonces —mi tono había salido algo forzado, y por su risa y el brillo malicioso en sus ojos supe que lo había notado.

Era un analítico de cualquier reacción, y a veces me hacía sentir que no podría mentirle en lo más mínimo.

—Ella es mi V, por supuesto, pero es como mi pequeña hermana, no un estándar de pareja. Bueno... si a ello quitamos que me trata lo suficientemente bien como para no aceptar cualquier cosa de cualquiera. —Asentí entendiendo, y regañándome un poco por la desconfianza que había sentido segundos atrás por la mención de su mejor amiga—. Pero si hablamos más de algo que tuvieran... mmm... Que fuese alto, fuerte, responsable emocionalmente –cosa que se puede trabajar con el tiempo–, inteligente socialmente, que no tuviera vicios, y de tenerlos, que no ocurran siempre. Que sea atento, que me escuche y me permita yo escucharlo. Que me deje apoyarlo, y que no me juzgue —lo vi detenerse en aquel punto, como si un recuerdo demasiado agrio hubiera cruzado por su mente y lo vi negar después de un rato—. Que le gusten los animales, que me de tranquilidad y comodidad, confianza... —me miró de arriba a abajo tras un corto silencio y después añadió con una sonrisa—: Alguien como tú.

Mi corazón paró de latir por un segundo.

➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
🄀⒍
"去感受: Sentir"