⳼♛- Eso llamado Amor -♕⳹
Algo fue distinto, tocó fondo en el pecho cuando llegué a la sala de entrenamiento, esa en la que siempre se encontraba ensayando, donde siempre parecí llegar cuando descansaba, pero que hoy, por cada azar en el destino, lo encontré perdido en la música.
Tan perdido como yo me encontraba observándolo.
La respiración se cortó, mis ojos sólo se sintieron en sintonía con sus movimientos, en la mezcla de elegancia y fuerza que hacía entre cada extensión, vuelta y paso dado. Mi corazón latió con frenesí y sentí mi garganta seca.
Su energía parecía combinarse con la de la misma melodía, con la voz del cantante, y entonces me sentí con el deseo profundo de observarlo de esa misma forma cada día en mi vida.
Su cabeza soltándose hacia atrás, sus músculos relajándose y tensando cuando era necesario fue algo que sin duda me enloqueció. Los movimientos leve de su mano en compás con cada ritmo expresado me hizo admirarlo más, tan conectado con la música que me sentia ajeno a lo que ocurría al rededor.
No supe cuando entré, pero ya me hallaba recargado contra la puerta del estudio mientras Dan empezaba a dar vueltas en completa libertad, tal y como lo haría un patinador experto aprovechando la suavidad del suelo y mi cuerpo estalló en electricidad golpeante cuando sus ojos encontraron los míos, sintiéndome perdido en la oscuridad de los irises tiernos que me observaban.
Lo noté sonreír con cierta maldad, de esa que me parecía demasiado atrayente, y lo noté bailar al tono de una nueva canción: eyes don't lie, supe identificar, y esta vez su baile fue diferente, tan de acuerdo a la canción como a los sentimientos que nos rodeaban a ambos.
De esos de los que ninguno había hablado, pero que sentíamos con fuerza cada que nos mirábamos.
Noté seducción en sus movimientos y una pequeña sonrisa se formó en mi boca.
Yeah, you're beautiful, don't have to try
Darling, you look divine
No evite relamer mis labios al verlo caer al suelo con lentitud y gracia, como todo espectáculo de danza y notarlo moverse con tanta perfección que una ligera incomodidad me recorrió el cuerpo al no haber despegado mis ojos de los suyos, de su sonrisa traviesa, del sudor cayendo por su frente y la respiración acelerada que le siguió a su pecho cuando decidió dar fin al show poniéndose de pie y bailando con la misma lentitud que no me ayudó a tranquilizar las emociones que atacaban a mi mente, a mi cuerpo.
Fue cuando noté su mano alzada hacia mí y una sonrisita orgullosa tras haber dado dos pasos en punta hacia mí que reaccioné del sueño, viéndolo respirar cansado y acercándome a su celular tan pronto la consciencia se alió con mi cabeza, puse pausa a su playlist y no me animé a voltear a verlo cuando la respiración entre jadeos por su parte se hizo presente en mis oídos.
Maldije por lo bajo.
Me di un tiempo a recomponerme, y al voltear lo encontré sentado con los brazos extendidos y las piernas cruzadas, casi parecía estar haciendo estiramientos que conocía para ser más flexible. Aunque él parecía sólo hacerlo por gustar de ello.
Me acerqué a su lado en cuanto la botella de agua fue tomada por mis manos y me arrodillé con lentitud deiletándome ante el sube y baja de su respiración mostrándose por su cuerpo. Acaricié su cabello, y con un pequeño ronroneo, el chico se levantó y aceptó en silencio lo que le ofrecía.
Tan sólo lo observé tomar agua y sonreí con lentitud al notar que la botella quedó a más de la mitad cuando terminó de saciarse. Se echó de espaldas con un gruñido y reí con sólo escucharlo.
—Lamento lo de hace rato —se disculpó con los ojos cerrados y no entendí el porqué, pues de ser por mí, amaría verlo bailar siempre—. Tu presencia pareció... —me miró por un momento, una emoción incierta cruzando por sus ojos, como la misma que había notado en la cafetería y tragué saliva, nervioso bajo su escrutinio—... motivarme.
Dijo, con el aliento yéndose, y me removí ante el calor que amenazaba mostrarse con fuerza en mis mejillas.
—Pues, fue un buen baile de apareamiento. Aunque no sabía que yo era la hembra en ese caso —murmuré intentando deshacer las ideas impuras en mi mente y su carcajada me llevó a reír a su lado.
Me acosté de igual forma, mirándolo y acariciando su cabello muy por encima de encontrarse sudado y lo noté hacer una pequeña mueca debido a eso.
—Espero que mi cortejo haya funcionado, entonces —susurró, y el calor que atacó en mi pecho fue diferente a un simple deseo sexual, fue más allá.
Me sentía conectado a él.
—Eres precioso... —solté lo que mi corazón gritaba, sin miedo a detenerlo, a su lado me sentía seguro. Seguro de ser yo, de ser débil, de ser todo lo que alguna vez se me obligó a dejar atrás—. Te quiero, tanto.
Sus ojos demostraron lo mucho que mis palabras golpearon en él, y el color bañando sus mejillas me hizo sonreír. Notaba que no lo creía, notaba que temía, así como noté esa alegría en sus ojos por ser de esas pocas veces en que correspondía a sus palabras de afecto y fue cuando una lágrima cayó por su mejilla que me acerqué a besar su frente, más seguro de mis sentimientos por él.
—Ha-hay que levantarnos... L-la "entrevista" será en unas horas.
Asentí tras escucharlo y me levanté primero, extendiéndole mi mano y apretando la suya con fuerza cuando la aceptó.
Hoy era el día, por fin, en que Dan conocería a los otros tres chicos del nuevo grupo que vendría a ser el despertar de nuevas oportunidades.
Y no sólo veía oportunidades para ellos, para las empresas, para el dinero.
También las veía para mí, a su lado.
Mantuve los ojos cerrados, sin desear abrirlos ni un segundo mientras escuchaba el parloteo de Bang y el castañeo de los dientes de Dan junto a los ligeros pellizcos dados a mis manos.
Habría deseado quejarme, de no ser por saber que, si lo hacía, el chico muy probablemente se lanzaría a herir sus propias manos. Así que lo mejor, era hacer caso a todo el entrenamiento que me fue dado por años y no protestar ni un momento al comparar sus pellizcos con ligeras mordidas de hormigas... sí, no era difícil pensarlo recordando la serie de "entrenamientos" a los que mi padre me sometía.
—Bien, estaré con ustedes luego. Seong-su, ¿tienes claro lo que te he dicho?
—Sí, señor. —Asentí, con la ligera agrura al mirar la camioneta del hombre que nos esperaría.
Mi celular vibró en el bolsillo, y el piqueteo a mi brazo me hizo ir a sacarlo, encontrando varias notificaciones, pero pasando en una solamente.
¿Nos vamos?
Sonreí con un bufido, mirando de reojo al chico a mi lado y contestando a su mensaje aún cuando estaba a mi lado.
Claro, avanza.
Lo escuché gimotear y aguante la carcajada que quería soltar para abrirle la puerta y permitirle pasar.
Me dirigí por el lado de la calle a la otra puerta, no queriendo que Dan se moviera e incomodara ante su "chofer", y gruñí al escuchar el rechinar de las llantas avanzando un poco. Noté la mirada burlona del hombre por el espejo retrovisor y no hice más que enseñarle el dedo medio antes de entrar y mantenerme cerca de Dan.
Mi celular vibrando me hizo entender que Dan comenzaría a charlar por medio de ahí. Y no me quejé... no querría hablar en voz alta frente al chofer.
☼🐰☼
Me tensé un poco, el chico era, jodidamente, bueno pensando.
No estaba celoso, para nada.
Tamborileé con cierto nerviosismo, no sabiendo lo que diría y aún así reprendiéndome por la actitud tosca que me encontraba mostrando sólo por "estar celoso con un chiquillo de su edad más joven".
Mierda.
☼🐰☼
No supe qué decir después de eso. Y es que, no era algo que tuviera que pensar mucho, Dan mantenía cierto miedo y distancia con los hombres, lo había hecho en su momento conmigo aún cuando él buscaba que no se notara.
Lo había mostrado con los chicos de los grupos en la empresa aún cuando los amaba, y lo mostraba bastante fácil cerca de gente desconocida.
Eso me hacía pensar y conectar puntos en ideas no muy agradables, haciendo picar las cicatrices entre mis piernas y por un momento, sintiéndome falto de aire, sobresaltandome cuando la mano delicada del chico a mi lado tomó la mía, colándose entre los dedos y estrechándolos con cariño, comenzando a hacer sonidos bajos y dando chillidos cuando In-su pareció lo suficientemente aburrido de esperar algo y prendió la radio.
Alcé el rostro, y encontré a los lindos ojos de cachorro mirándome.
—¿Cómo está Kora?
Sonreí ante la mención de mi cachorro y carraspee escuchando su susurro para imitarlo.
—Creciendo y destruyendo todo a su paso. —Era verdad, había tenido que cambiar el sillón de la sala y mudar como tres veces de lugar las fichas del trabajo gracias a ese pequeño loco a mi cuidado.
—Ow, toda una lindura.
—¿No has pensado en tener una mascota? —Yo no lo había pensado, y ahora mírenme, con una criatura bajo mi techo—. Un gato, tal vez...
—No —lo vi mirar a la ventana a su lado, admirando el paisaje y volviendo a hablar—, soy bueno llamando su atención y siempre he querido cuidar a cada animalito, pero no creo poder. No hay espacio en mi casa, no-
—¿Y si te mudarás? —pregunté, un pequeño susurro que fue bastante bajo, pero lo noté sonreír con amargura.
—Lo dudo mucho, mis padres no gustan de la idea de que esté yo solo. Por favor, morirían antes de que eso pasara.
Fruncí el ceño ante su ligera carcajada falsa y aguante las palabras en mi garganta: "podrías mudarte conmigo", al notar a In-su mirando el espejo retrovisor con una ceja alzada. Me incorporé y no dije más, permitiendo a Dan chillar y querer soltar un comentario que seguramente se malentendería cuando llegamos a la empresa y él debía bajar.
—Te llevas bien con el chico, ¿no? —La voz del hombre me tensó, apretando la mandíbula y los puños con fuerza—. Es todo un ángel.
Entonces, recordé su expediente.
Entonces regrese a esa habitación, con seis años, me apresaron a la cama y grité tanto como el cansancio me lo permitía debido al dolor.
—No intentes nada —amenacé, sin mirarlo, simplemente haciendo caso al temblor en mi garganta y al sentimiento de desgracia que me invadía—. Cuidaré de él, y muy por encima de mi padre, seré capaz de darte una paliza.
Lo escuché reír—. No siempre se hace un buen trabajo, Jeon...
Ignoré las palabras bañadas en veneno y me bajé del auto estando frente a la empresa, un par de papelería, entrenamientos y recorridos me esperaban ahí dentro.
No siempre se hace un buen trabajo.
Lo veríamos.
➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
🄀⒎
"本能: Instinto"
Parece que vi cosas donde no eran, colores y llamas donde sólo abundaba el humo junto a las cenizas, un tapiz embarrado de despedidas.
Lo siento, al final, "fui yo", más que tú.
Y no me lastima, siempre ha sido de ese modo desde que me inundé de monocromía.
Canciones bailadas por Dan:
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