⳼♛- Durmiente -♕⳹
No fue cuidadoso al cerrar la puerta de la habitación que daba a los interrogatorios. Todos los policías le miraron, e inclusive, algunos secretarios cuando el metal azoto contra el ladrillo. No le importó menos—. Habla rápido, tengo un vuelo que abordar junto a mi novio, Christian, y no estoy de humor cuando me levantan de ese modo —no ignoró tampoco cuando el hombre más grande pareció temblar ante su enojo. Lo habían dejado ahí sin comida, teniendo un buen sueño e interrumpiendo su tiempo acurrucado abrazando a su pareja. Odiaba todo. Por algo no sería policía. Podría trabajar felizmente en otro lado que no le pidiese estar lejos de su pareja diariamente expuesto a tanto peligro todas las horas a cada momento.
—¿Comida? —fue lo que preguntó Man-Shik al caminar detrás de Christian. Alzó una ceja escaneándolo. Desde lo de HYBE, Man-Shik pasaba más tiempo ahí, como si fuese parte del equipo, y ya no le sorprendía que Miu y la mayoría de los chicos de B!XXEN viesen al hombre siendo parte del lugar. El cariño en los ojos de los que ya había llamado familia le hizo rendirse más fácil de lo que le habría gustado en su drama molesto.
—¿Donas? —preguntó Christian un momento después al verlo relajarse. Lamentablemente, tuvo que negar a su cliché de pasar siendo un buen policía gordo y feliz, o corrupto e incomprendido—. Nada de azúcar, no comí nada antes de venir acá; Doori por poco me jala de regreso al hotel —suspiró al encontrarse dando razones de más, tal y como su pareja hacía—, mi cuerpo no lo toleraría.
Notó pronto la aceptación en los ojos del par, y no quiso preguntar, aún así, le dieron la respuesta cuando Man-Shik fue por comida congelada de esas nutritivas ensaladícas, y Christian avanzó por una bebida energética para él—. Esa líder que tienen, me gusta. Los mantiene vigilados y cuidados.
Seong-su no evito bufar—. Lo dices como si no pudiera hacerlo por mi cuenta. —Claro, ignorando que él era de los principales que se saltaban los cuidados. Christian no lo hizo, hablando con una sola mirada.
—Bien, ¿qué ocurre? —preguntó ya mordiendo aquel sándwich helado con espinaca y pan de ajonjolí, y aún cuando no fuese su favorito, logró calmar su enojo de antes.
—N Jung-Seok, 16 años, chino-tailandés, sexo masculino —fue lo que leyó Man-Shik del reporte, y no hizo pregunta alguna ante el apellido incógnito—. No hay registro alguno de sus padres, más que su muerte, y el hecho de su desaparición, que no fue reportada en ningún momento, pero se le pudo hacer seguimiento por los lugares en los que estuvo y donde vivió la familia.
—¿Qué ocurre con el apellido? —habló sin evitarlo, teniendo dudas.
Christian se hundió de hombros—. Encontramos posibilidades de que no sea su apellido real. Habría que saber cuál de sus padres era el de la ascendencia principal, pero no quiere hablar, más que contigo. Por eso te llame... de otro modo, no tendríamos nada.
Asintió, suspirando tras tomar de la bebida y tronó su cuello algo tenso. Se decidió a dejar un mensaje de texto a Dan explicando el porqué de no despertar juntos esa vez—. ¿Por qué conmigo?
—Eso tampoco lo sabemos, amigo —bufó Man-Shik y Seong-su no tuvo más que acceder a entrar. Antes de eso, su compañero se retiró por una llamada. Había sabido que Dae se había sentido mal esos últimos días con el embarazo, y algo en el rostro preocupado de Man-Shik le dijo que esperaba malas noticias, temiéndolas.
El espacio blanquecino y esterilizado lo llevó a temblar ligeramente, recordando lo mucho que de algún odiaba y le reconfortaban los ambientes hospitales. El niño en la mesa de interrogación lo miró con cierto alivio en los ojos verdosos, y no evito mirar a la pared camuflada donde sabía, era observado por el capitán de policía.
—Si viniste... —le escuchó susurrar casi tan aliviado como él se había sentido tras comer, y aquello le extrañó.
—¿Por qué no lo iría a hacer?
—¿Por qué lo irías a hacer? —contraatacó con una ligera sonrisa en cuanto tomó asiento en la silla frente suyo.
—Me ayudaste, veo esto como una forma de pagar con la misma moneda. —El engaño bien disfrazado de incredulidad no logró evitar que Seong-su notará aquella ligera esperanza cruzar por sus ojos—. Sabes que si no hablas irás tras las rejas, Jung-Seok, ¿eso quieres?
—Es lo que merezco —susurró, asintiendo con amargura cruzando cada palabra y a Seong-su le molestó la seguridad con la que hablaba—. Fue culpa mía, yo me metí en esto, yo...
Le cansaba comenzar a verse reflejado en el más joven—. Deja de decir eso, no es lo que mereces. No es lo que jamás creería decir a mi hermano que mereces. —La sorpresa golpeó justo en el rostro ajeno y se alegró de encontrar que, al menos eso no era una mentira en el chico—. Escucha, no estoy en una de las mejores posiciones para decirte esto, pero fui una cruel persona con mi pareja, quien antes no lo había sido después de lo que ocasione, y lo herí. No sé por lo que hayas pasado, pero créeme que el auto-castigo no es una buena salida a los dolores, o a las culpas, al final el mundo te termina enfrentando a lo que evades. Lo viví en carne propia y no soy muy creyente a ello... —se hundió de hombros con ligereza, quería al menos ser un objeto de relajación para el chico, algo muy por fuera de su común naturaleza.
—Dan... —El nombre de su pareja le hizo mirarle, deshaciéndose de toda relajación que quisiera entregarle. Algo demasiado tenso para poder demostrarlo—, Jeon Dan Black. Noto por tu expresión que sabes de quién hablo.
Y el que demostrase sólo mencionar su nombre completo por puro experimento le hizo dejar de lado su comodidad, estirándose tal y como Dan le había burlado diciendo que parecía un lobo desperezándose para atacar.
—¿Qué buscas con él, Jung-Seok? —casi gruñía, sin poder evitarlo y prediciendo muy probablemente las miradas incrédulas de sus familiares. Quizá no pensaban en eso al dejarlo entrar con su mayor testigo.
—Es lindo ver que te preocupas por tu novio tan genuinamente —sonrió casi tan burlón como conocía en Dan, y la misma similitud le hizo respirar con lentitud—. Él y tu hermano son parecidos, en energías, claro. ¿Cómo se llamaba a eso en la lógica freudiana, "complejo de Edipo"? —No evitó alzar una ceja, estupefacto ante el psicoanálisis del niño—. Así como tu padre, y se ve que tú y él comparten mucho, sus presencias proyectan demasiado miedo y atracción candente —No gusto del coqueterío, trayendo recuerdos a su mente nada tranquilos—. Hm, sí. Tu madre es parecida a ellos, incluso a tu hermano sustituto.
Eso colmó su paciencia, bufando antes de levantarse y dejar todo al notar que no obtendría más que juegos baratos para no decir nada al final, hasta escuchar la risa del chico en cuanto estuvo a un paso de tomar el pomo de la puerta y marcharse—. Claro que, creo, que presencias como las de ellos, son inevitables para gente como nosotros. Y créeme, Jeon, el único resultado de eso, como tu padre con tu madre, como yo con Yejoon, es matar su amor por todo.
No gusto de ser señalado. Eso nublo por completo sus ideas, y pronto, fue sacado a la fuerza por Man-Shik y otro oficial. Christian lo mantuvo acorralado contra las paredes de su oficina hasta que estuvo seguro de que no atacaría—. Déjate de eso y guarda los dientes ahora. No gusto de animales aquí, y mira que tuve que traerte arrastrando acá —el hombre peinó su cabello hacia atrás notándose exhausto y el simple gesto sirvió para hacerlo entender que había forcejeado un rato con quien llamaba padre. Se sintió avergonzado pronto de ello—. Sólo te está vacilando, quiere sacarte de tus casillas, alejarnos del único método que tenemos para sacar información de su boca.
—Pues vaya que le resultó. —Rio con amargura, y pronto Christian le miró mal. Molestia que no creyó ver nunca en el hombre, al menos, no hacia él.
Y de algún modo, era menos peligroso el enojo de Christian, que el que siempre había visto en su padre.
—Por favor, sólo, relájate. Lo que sea que vayas a tener con esos chicos, libera tu mente y tómate el tiempo suficiente antes de julio.
—No deseo meterme más en esto, Chris... —murmuró, sintiendo pesar ante su propia cobardía, porque, ¿qué le molestaba? La verdad.
La cruda verdad que había escuchado salir de los labios de aquel mocoso.
El recuerdo de ello fue suficiente para volver a calentar su sangre, y salió bufando y gruñendo de la estación, subiendo al carro y sintiendo el hormigueo calar en sus manos por golpear algo, cualquier cosa.
Fue llegando al hotel de los chicos que entendió que, tal vez, debía dejar de descontrolarse, pero la constante idea en su mente de que Dan estaría en peligro lo tenía más tenso de costumbre. El pensar que, como Jung-Seok había dicho, él era el principal de quienes lo pondrían en riesgo, y en algo tan sencillo como lo era su esencia, le tenía mal. Y aún con todo el enojo que escurría por sus poros no fue suficiente para mantener a Doori lejos suyos, la líder del grupo le encaró tan pronto Miu fue dejada en silencio en la sala del lugar, acallada por la simple fuerza de sus ojos sobre ella, y no lo deseaba, pero la molestia que sentía consigo no le permitía pensar en lo que descarrilarían sus acciones aún cuando quisiese la confianza de vuelta de la japonesa.
Sus ojos cargados de enojo no parecieron alejar a la mayor del grupo, que alzó su mentón aún con los centímetros que la rebajaban a su altura, y le miró desafiante, imperturbablemente tranquila, apagando un poco su molestia. Había recordado la vez que Dan le había enfrentado cuando se forzó a sentirse así de molesto, y creyó que, entre más el chico conviviera con la pareja, terminaría agarrando sus mañas. Así que la idea futura de no poder apartar a Dan aún con su humor de perros logró amansarlo un poco antes de hablar—. A un lado. —Y sí, un poco. Aún con el recuerdo del chico, no evito hablar ronco y bajo, siseando veneno.
La chica ni se inmutó—. Ve y come algo, y después veremos si me hago a un lado, niño.
Fue la primera vez que lo marcado de aquella palabra, de lo que era, logró afectarlo tras tanto tiempo, enfrentando en una poco convencional guerra de miradas a su mayor hasta relajar sus hombros y ser el primero en rendirse, caminando de forma pesada a la cocina, por primera vez sintiéndose arrepentido por su comportamiento evasivo. Como si la sola presencia de Doori fuese lo suficientemente fuerte para declararle el orden en todo ahí dentro. Como una madre. Y quiso reír por lo extraño que se sentía concordar en la idea ilógica de los demás chicos diciéndose "adoptados" por las chicas.
Cerró los ojos estando frente a la meseta de la cocina y tomar asiento, cerrar sus ojos y obligarse a destensarse, su cabeza sin poder concentrarse, como si repentinamente la presencia de Doori en la habitación fuese lo suficientemente ruidosa aunque la chica por poco e hiciese ruido—. Respira. —La voz de Miu le hizo temblar con ligereza, sin esperar el contraste que Doori y Miu tenían. Dos presencias con las que no quería conectar y aún así le era imposible tras la plática con Jung-Seok—. Sigue el sonido de mi voz y toma un ritmo. —Obedeció a los conteos de Miu para tomar aire y liberarlo. Y no se preguntó dónde siquiera la chica habría tenido más control sobre aquello.
Se sintió más tranquilo cuando Doori dejó el plato de comida enfrente suyo y sus tripas gruñeron tan pronto abrió los ojos y encaró la vajilla. Detestaba aquel ritmo biológico y natural del hambre que emociones tan fuertes podrían liberar tras ocupar la mayoría de nutrientes, desechando todo para trabajar en algo que ayudase a bajar la tensión en cada órgano y entonces concientizó lo hambriento que su organismo se hallaba tras tener un molesto insecto molestándole.
—Escucha, Seong-su —miró prontamente a la líder del lugar en cuanto dio el primer bocado—. Comprendo y no al mismo tiempo lo que estás sintiendo, yo misma ocupo momentos a solas y respirar únicamente cerca de Miu de vez en cuando, pero no por ello busco que mis acciones dañen a los demás. —Se sintió arrepentido tan pronto entendió a que había sido la principal defensa de Doori ante su humor. Había asustado a Miu, y eso era algo que, sabía, independientemente de quien hubiese sido, Doori no habría permitido.
—Lo lamento —murmuró, más para Miu que para la chica que le sermoneaba, y Doori negó como si aquello no fuese lo que esperaba, confundiendo a Seong-su.
—Sonará difícil viniendo de mí, pero, así como haces con Dan, deja de vernos a nosotros como un muro, o amenaza. No lo somos. Somos tus amigos, familia, si así gustas vernos. Y es por ello que no busco que te sientas oprimido de mostrarte como eres, pero tampoco dejaré que hieras a los que me importan. Y Dan está entre ellos, Miu principalmente. —Asintió, comprendiendo, y le molestó lo mucho que veía en Doori un cambio por más que la mayoría le viese normal.
La chica incluso lo sermoneaba a él más naturalmente. O quizá era él acostumbrado a que alguien que parecía haber sido cortada con la misma tijera que él le encarara. Y por ello fue que noto algo después de que Miu y Doori se alejarán al verlo demasiado sumido en sus pensamientos. Doori era similar a él. Quizá, en las ideas extrañas de Jung-Seok era similar a gente como él. Y ella estaba con alguien parecido a Dan. Era entonces que se preguntó si Jung-Seok tenía tanta razón en su pretensión, y la marea en su cuerpo y mente logró relajarse al encontrar que la respuesta era, sencillamente, no.
El futuro desalentador de amantes desafortunados entre Yejoon y Jung-Seok no tenía porque afectarle a él. No eran iguales. Dan y él no eran ellos.
¿Cierto?
☼🐰☼
Humbe: Seong-su 🟰 Juliana: Dan
[Korean cover]
➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
⒉⒏
"愛情故事: Love Story"
Me gusta que Seong-su sea el personaje que es, realmente. -🦊
Canción cantada:
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
//No sé cuántas veces la he puesto, pero tiene una razón de ser, eh 🤓//
A todo esto, comienza el arco que me gusta aquí jsjs Lamento tardar tanto, me emocioné con el Danone 😞
¿Quién dice que las maldiciones son eternas? Detectiveen 🕵️
Los quiero, B! team. <3
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