⳼♛- Corazón e Ilusión -♕⳹

—¿Hablas en serio? —Deje de mirar a los labios de Dan en cuanto susurró después de escucharme—. ¿Meter a tu padre a la cárcel?... ¿Y luego qué?

Sonreí con levedad encontrando la duda en sus ojos, tan sólo ocurrió lo del arresto de Byeon-Ho pedí irnos lo antes posible a continuar "relajándonos", Doori y los demás estuvieron de acuerdo, encontrándonos ahora en México. En las playas volcánicas. Dan había dicho a sus padres que se mudaran, y ellos habían estado de acuerdo. No darían su ubicación a nadie más que a nosotros dos por seguridad.

—Luego, me alejaré de todo esto. —No mentía, deseaba meter a mi padre a la cárcel y la única semilla de ansiedad por la que me estaba prometiendo actuar sería si algo, o alguien, herían a Dan—. Seré un guardaespaldas básico, y-

El chico negó acallando mis planes—. ¿De verdad te gustaría seguir en ello después de eso?

Me lo planteé un momento, haciendo una mueca y teniendo una idea que pronto descarte sonriendo, pero viendo la curiosidad en los ojitos de Dan, supe que no había contenido el plan espontáneo lo suficiente.

—La verdad es que... No me gustaría seguir en esto, pero, pienso que la idea de volver a meterme a estudiar en el mismo rango de mi edad, tener amigos sin que se unan a las fuerzas y hacer una carrera en actuación ya es una idea demasiado tardía.

El chico lució sorprendido ante mis propias palabras, yo lo hice, no habiendo detenido a mi cabeza en planes tan infantiles de tener la oportunidad. ¿Realmente yo querría dejarlo todo? ¿No me encontraba actuando como hace tiempo?

No lo parecía. La ilusión en Dan me demostró que el chico tampoco notaba mentiras en mis palabras, y ante su abrazo, me cuestioné si era una opción que veía posible. Como si la venganza no fuese un motivo suficiente y lo hiciese la esperanza.

—Nunca es demasiado tarde para eso, babe —chilló emocionado frotando su mejilla buena sobre mi pecho, haciéndome reír al no encontrar desaprobación por mis deseos; esos que nunca vi existentes—. Suena increíble, quizá no del todo porque repetirías exámenes, pero eso es lo de menos. Tendrías amigos, gente de tu edad, disfrutarías de esa etapa y... ¡te apoyo completamente! De verdad espero a que puedas completarlo y que ese sueño sea real muy pronto. Siempre he creído que tu lugar es ser una estrella.

Sonreí a medias notando la alegría de mi pareja, sin evitar contagiarme y lo apreté contra mi pecho escuchándolo gemir contento. Besé su cabello y pronto la idea pasó por mi mente—. ¿Y tú? —El chico se removió entre mis brazos para mirarme y no evite besar su frente al hallarlo demasiado tierno aún con las marcas en su rostro—. ¿De no haber tomado este camino, qué habrías elegido?

Oh —la ilusión volvió a pintar su rostro, sonriendo—, habría sido tatuador. Desde antes de todo esto lo había decidido en secundaria.

—¿Tatuar? —Algo en mi mente no encontraba lo bajo del sueño teniendo en cuenta lo mucho que mi cabeza veía para el chico.

—Exacto. Aunque si lo hablamos más ilusamente, desearía ser Barbie. Millones de trabajos, millones de posibilidades. —Reí por su entusiasmo y palmeé su cabeza—. Pero no, dejando sueños de niños, mi amor principal fue el arte, y no sólo por la pintura o sus distintas expresiones, yo- En verdad amo la idea de los trazos sobre el papel, y la idea de las "marcas eternas" me es muy llamativa, por... las mías.

Noté su sonrojo, y comprendí pronto a lo que se refería. Dan tenía múltiples cicatrices, y la idea del tatuaje no lo veía solo como una expresión más del arte, sino como una conexión a su propia vida. Acaricie su mejilla con el hematoma por poco curado y ambos nos vimos a los ojos, sonriéndonos.

—No podría imaginar un significado mejor a través de tus ojos ante algo que se ve tan normal, cariño —uní nuestras frentes y disfruté de su sonrisa—. Eres único, Dannie. Y no sólo es un decir, o un típico cliché. Lo eres ante mis ojos, siendo lo único que no busque, y siempre necesite.

No sólo lo decía porque desde el primer día había entendido a mi alma conectada a la suya, sino porque realmente nuestras diferencias parecían ser sólo pequeñas piezas que ambos nos compartíamos haciéndolas encajar. Yo era obstinado, terco y explosivo, mientras Dan era completamente meditativo, y prefería pensar antes de todo acto. Aunque, claro, sobraba decir que era igual, o incluso más terco de lo que yo lo era.

No diría que Dan era alguien perfecto, porque tenía más que claro que no era así. Pero, vamos, mi cabeza veía perfecta incluso la idea de que se molestara. Y jamás lo creí de mí, el caer tan profundo por alguien que no se decidiría por guerras sino por charlas. Curioso creer que siempre pensé que terminaría compartiendo mi vida con alguien exactamente igual a mí, o solo.

Hasta él. No éramos del todo distintos, pero esas diferencias parecían ser la mayoría, aún así, en lugar de alejarnos, parecían ser un llamado para conocer el mundo del otro y permitirnos amar lo contrario. Yo adoraba los vistazos llenos de magia que Dan podía otorgar con sólo una mirada, así como sabía que él amaba de mí las ideologías distintas a lo que siempre se le indicó malo... ¿Era esto un modo divertido de pensar en corromper a un ángel? No lo sabía, pero sonaba atractivo.

De pronto, una idea llegó a mi cabeza—. Amor —lo escuché murmurar en respuesta—, ¿por qué no lo intentas, tatuar? —El chico se alzó como resorte de mi pecho tras escucharme, yo me hundí de hombros ante su pregunta no dicha—. Suena completamente normal para mí, hay una escuela enfocada en las artes, tanto digitales, escénicas y plásticas. Según sé, también hay cursos, y sigues teniendo 17 años, técnicamente los 18 este año, así que estás a punta de seleccionar una carrera. Es sólo una idea...

—¿Hablas de...? Pero- pero yo ya terminé mis estudios —murmuró haciéndome volver a hundirme.

—Eso qué tiene, haré lo mismo, y yo también, técnicamente, me graduaré en dos semanas —hablé despreocupado aún cuando la idea de graduarme seguía siendo extraña—. ¿No te gustaría cumplir tus sueños aún con esto de frente? No es como que no puedas hacerlo, incluso tus chicos favoritos estudiaron mientras eran idols y ya están graduados en carreras.

Dan se mantuvo en silencio unos segundos antes de mirarme y comenzar a jugar con el cuello de mi camisa. Yo me perdí en su gesto pensativo y sus ojos brillantes ante la expectativa.

—Me gusta la idea. —Su respuesta me hizo sonreír, hasta que parpadeó de nuevo y me miró—. ¿No te gustaría hablar con los chicos sobre esto? Digo, Sunwoo ya lo sabe, pero, umh...

—Todavía no, bebé —expliqué, sacándolo de pensamientos. Eso me llevaba a la plática que quería tomar hace unas horas—. Antes de eso, quiero dejar una última huella. Sabes que no gusto de no hacer las cosas por mí cuenta, pero me gustaría algo de ayuda. —El chico alzó una ceja completamente confundido, y sonreí tras murmurar—. Lindo —Su sonrojo fue el indicio suficiente para hablar. Nunca había pensado en la posibilidad de deshacerme de los hilos de mi padre, pero ahora que tenía aquella opción en la mira, la idea de dejar de pelear siempre no sonaba tan mal—. Quiero entrenar a los chicos, poder estar tranquilo con la idea de que puedan defenderse aún bajo la custodia de guardaespaldas y esas cosas.

Dan me miró completamente serio, pero por su boquita echa un dulce piquito haciendo sobresalir su labio superior algo puntiagudo, supe que la idea llamó bastante su atención.

—Me serviría. Me gusta la idea, así dejaría de congelarme tanto y evitaría cosas como la de hace unos días —susurró un momento para sí mismo hasta que me miró confundido, y yo traté de ignorar la amargura que sus palabras traían a mi mente—, pero, ¿por qué yo?

Sonreí ante la idea de notar lo que él no—. Creo que tu energía tranquila ayudará a que no me vuelva tan estricto con ellos. Eres mi complemento ideal para lograr que el ambiente no sea tan rudo.

Tal vez, una presencia como la de Dan me habría servido mucho durante los entrenamientos frente a Dak-ho. Un chico capaz de dar palabras y muestras de aliento para lograrte hacer sentir capaz de todo. Y para mí, hacerme sentir lo suficientemente tranquilo para no actuar como Dak-ho alguna vez por un momento en el que el estrés me consumiera. Yo no era muy paciente.

—Bien —murmuró—. Pero eso no me deja de lado con que me enseñes, ¿cierto?

—Amor, yo te enseñaré de todo. Incluso puedo darte clases privadas —sonreí socarrón ante la idea que mi propia mente había tenido.

Dan no pareció notarlo, sonriendo tan encantadoramente como siempre y se alejó de mí—. Suena bien, le diré a los chicos —aplaudió con levedad y se quedó al borde de la cama antes de levantarse. Yo iba a preguntarle hasta que volvió a mirarme, un destello distinto a la inocencia en sus ojos—. Estaré ansioso por sus clases privadas, mi señor.

Tragué saliva sintiendo mi rostro calentarse bajo el escrutinio de Dan. Se alejó de mí sonriendo completamente inocente y me lanzó un beso antes de salir.

—Creo que estoy viendo la posibilidad de tener un fetiche —hablé conmigo mismo disfrutando de la extraña corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, sintiéndome espantado. Me eché sobre la cama cubriendo mi rostro—. "Señor"... mierda.

☼🐰☼

𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
⒊⒌
"另一種方式: Otro Camino"

He agarrado confianza. Wii

¿Será que Seong-su por fin nos hará caso y dejará todo el camino suicida de lado, o solo será un engaño y continuará en su vicio?
Los descubriremos en "la muerte de Freezer".

Okay, ya, dejando de lado esto. Es el capítulo 35 en este "acto", y realmente ya muchas otras cosas irán saliendo a la luz. Seong-su se graduará el 21 de julio y he estado planificando más cosas para este personaje que llegaré a hablar con mis amigos.

Así que, para seguir preparando todas esas cosas con tiempo, traeré capítulos dedicados a la historia de vida de otros personajes importantes aquí mismo. Por lo que, aún cuando no parezcan seguir con la línea original traen un gran peso en la trama y espero puedan darle su atención a cada uno.

Sin más, espero les haya gustado. ¡Les quiero, B! team! 💜🐺

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