⳼♕- Control y Fuerza -♛⳹
—¿Si fuese alguien más que buscase..., q-que me buscase, quién sería?
Mire a los ojos a Dan mientras el chico se recargaba siendo cuidadoso con su mejilla sobre el borde de la tina en el baño, yo eché un poco de agua sobre su espalda para enjuagarla, y el chico cerró sus ojos de lo más tranquilo. La pregunta me dejó pensativo, y es que, no había alguien con quien pudiese conectar las cosas si no era con Bae.
Pero teniéndolo fuera del panorama, el mismo apuntaba a alguien más, y yo no lograba mantener ubicada a esa nueva persona.
—¿Cees que Jung-Seok pueda tener respuestas? —pregunté en cambio y ambos nos mantuvimos en silencio por un rato hasta que Dan se sintió lo suficientemente limpio para salir.
—Quizá aún tenga miedo —afirmó el chico mientras me permitía envolverlo en la toalla que había traído. Dan mantenía la idea de que el chico sólo tenía miedo y por eso hablaba de esos modos, aún así, a mí me era molesto.
—No lo justifica —susurré, alzando al chico para dejarlo sobre el tapete y que se secase en lo que yo me ocupaba de vaciar la tina—. Hablo mierdas de mi familia, y aunque la detesto, no tiene porque hacerlo. No tiene que juzgarme por esas cosas.
Dan me abrazo tan pronto hice ademán de incorporarme. El torso desnudo del chico fue lo que mi cuerpo registró primero, abrazándolo por la cintura para sentir el short de tela cubriendo su cintura. Sonreí sintiéndome tranquilo y divertido con el hecho de que se cambiara tan rápido y a medias, sólo para abrazarme.
—No lo justifica, en absoluto —se alejó, acariciando mi rostro que bajé para observar las cicatrices en su pecho—. Pero estoy seguro de que oculta algo, y que sin su ayuda no podrán moverse lo suficiente para dejar a- A Bae donde merece.
—¿Y si no dice nada? ¿Y si al final es solo una maraña para jodernos a todos? —acaricie su cintura, apretando los dientes y refugiándome en su cuello tan pronto sentí las venas hervirme.
—Podría serlo... pero no lo sabrás si no lo intentas. Sé que es complicado, pero si es la única forma en que puedas ayudar a todos esos chicos, y niños, sería lo mejor. Un intento antes de un arrepentimiento. —Mordisquee la clavícula del chico mientras lo escuchaba, sintiendo sus manos rasguñar mi espalda y el aire siendo tomado toscamente—. Si no funciona, no será tu culpa, entonces.
Reí por su voz apretada, nublando toda idea para cargarlo y dejar el baño tan pronto el diablillo en mi mente opto por simplemente dejar de lado los discursos pacíficos de mi chico. Siendo que, después de la piel erizada y los temblores, acariciaba su espalda pensando en que, tal vez, tenía razón, y es que siempre la tenía. Al menos, en ayudarme a poder dar oportunidades o alejarme.
Y quizá eso me ayudaría a poder revelar más cosas, de igual forma, él lo había dicho, si no servía. Mi culpa no sería, el sólo pensamiento se volvía extraño.
Fue al cuarto día que Haruki se echó al suelo cansado, sin completar su última vuelta antes de que el cronómetro sonara. Yo dejé de trotar para permitir a Kora tomar agua cuando los segundos terminaron dejando que los 30 minutos acabaran.
Durante los 30 minutos, se había dividido un tiempo de 10 minutos para no cansarlos del todo. Pero parecía que la misma rutina los había agotado.
Mire hacia Dan tomando agua mientras tomaba asiento en la arena oscura, parecía ya haber mejorado un poco el descompensamiento que había notado anteriormente, impulsado por su anemia y bajas defensas, haciéndome sentir preocupado a muerte las primeras veces al notar el agotamiento extremo que 10 minutos producían en el chico. Pero que el no verlo rendirse, me hacía dar paso atrás a cuidarle en sobremanera.
—Bien, puedo decir ahora que las vueltas a la playa han terminado, al menos, por su cuenta. Agregaremos más con cada día que vayan mejorando —anuncié, escuchando el grito histérico de Aestoria que me llevó a carcajear—. Ahora lo que sumaremos será una actividad sencilla, no quiero hacerlos polvo... aún.
Escuché la risa sarcástica de Chungae y tomé de mi botella de agua antes de voltear a ver a los ocho chicos formados en una línea horizontal frente a mí. Danique al lado de mi pareja y Kora al de Doori, que era la persona al extremo derecho.
Mire a la cabaña, pensando en el tiempo que había que darle a Sunwoo para poder organizar las cosas que diría y como las diría. Al menos, eso me había dicho, agregando que quería estar presente en cada día de los chicos entrenando, y ejercitándose por su parte. Tome el silbato en mi cuello, de un pitido suave para no aturdir a mis compañeros y lo soplé para que, tan pronto como el llamado acabase, Sunwoo apareciera manejando un total de trece vasijas de cerámica en cada mano.
Dan y Miu se acercaron pronto a socorrerlo al notarlo ligeramente nervioso. Pronto, notando que tal emoción no era más que por el contenido de agua en los envases.
—Gracias, chicos —mencioné tan pronto fueron dejados los recipientes en la mesa a mis espaldas. Sunwoo siguió a Miu para formarse, diciendo que ahora solo ocupaba de aprobaciones de los demás ante lo que testificaría, y después la mía.
Habíamos acordado una especie de interrogatorio falso conmigo de oficial, así, para poder manejar los nervios y trabas que lograse sentir ante su testificación real. Habría una grabadora, y tendría que ser particularmente serio ante mi hermanito, y es que, la ley lo hacía.
Mire a Dan, que escrutaba los recipientes mirándose pensativo y no hubo necesidad de preguntarle cuando el chico me miró con un brillito en sus ojos.
—Creo que sé lo que haremos —susurró en mi dirección, y asentí para otorgarle la palabra—. Es el cazo... el entrenamiento de fortalecer la palma, ¿no?
Sonreí, asintiendo. No sólo quería ejercitarlos de modo distinto a cómo mi padre lo había hecho, adaptándome a ellos y a los entrenamientos en la base, también deseaba que la mente de Dan se sintiera tranquila, y aquello sólo lo conseguiría haciéndolo emocionarse con cosas que gustara. Como, la lógica de una serie.
El chico saltó feliz hacia sus compañeros hasta formarse, Danique chillando contenta y Aeris preguntando con la mirada a mi pareja en cuanto se alineó con ellos. Yo no le di tiempo a responder.
—Fortalecimiento en palmas, parte del cardio. Hasta ahora han mantenido su respiración regulada, así como a su cuerpo más activo en cosas sencillas como el correr. Ahora, permitirán a sus manos, ser quienes se fortalezcan.
Fue con mesas entregadas y facilitadas por mi hermano que todos los chicos estaban sentados tal cual un salón de clases, observando atentos a sus recipientes. Podía notar la duda en los ojos curiosos, exceptuando a la emoción latente en mi novio, que no hacía más que hacerme sentir relajado y más capaz de soltar sonrisas leves.
—Después de esto, iremos a las pesas, pero me pareció bien permitirles, tan divertirse, como otorgar fuerza que, les aseguro, pedirán para mañana —rodee la mesa que aguardaba a mi propia vasija, golpeando a la misma al punto en que el agua salpicó un poco—. Como ven, hay que tocar el agua, esto harán las primeras veces que palmeen. Así, hasta que su palma se acostumbre al toque con algo suave. Después, golpearan al fondo, así, lo repetirán tres veces cada vez y el ejercicio acabará hasta que vacíen todo. No en un solo golpe, en varios. Intercalen las manos.
Chungae alzó su mano, notándose confundido—. ¿Esto será para...?
—Acostumbrarse al tacto de la suavidad y la fuerza. Controlar su propia presión y al final... —observe la mesa, mirando fijamente al agua que temblaba por el aire siendo soltado—, conseguir golpear sin afectar el agua. Sólo a la vasija.
—Pero eso sería imposible... —susurró Xiuying, y escuché claro a Danique tomando agua de uno de los recipientes restantes.
Negué con levedad y extendí mi palma, dirigiéndola al recipiente y permitiendo al agua desbordarse únicamente cuando la vasija se quebró.
—No imposible. Pero tomará tiempo. Bastante —los miré, ignorando la sorpresa en sus rostros aún cuando yo mismo me encontraba igual, puesto que era la primera vez que lo probaba. De todas formas, tenía sentido si pensaba en que mi vida había sido a base de entrenamientos y control al mismo tiempo—. De todas formas es lo que tenemos. Y tras esto y mucho rato, un árbol será lo siguiente.
Yo no bromeaba. Eran cosas que eran capaces. Poder romper la corteza de un árbol con sólo las manos, perforarlo. Era cuestión de práctica, pero no solo quería que tuviesen fuerza, sino también control en la misma.
Evitaría las cosas que yo mismo había pasado. Siempre ocurrió un descuido cuando era la fuerza lo único que supe manejar hasta los doce, en la base.
Analice las imágenes que Man-Shik había enviado. En una, era mostrado el broche encontrado en la mayoría de los trabajadores de la empresa de "Seok", en la otra, el dije que Dan había asegurado ver en uno de los tipos.
No había registros del mismo, pero sí del broce, el mismo tirado sobre el jardín en casa de Dan tras el accidente, el que llevaba aquella chica en su bolso, y la mayoría de gente que conocía la empresa. Un producto vendido al público.
Pero yo no negaba la existencia de algún dije, puesto que, indagando en recuerdos, este no era sólo llevado por el hombre que decía mi pareja. Sino que lo había llegado a ver en la gente, y los chicos, que trabajaban y visitaban 'la Quimera'. Lo que me invadía aún era la idea de pensar que ya había visto el objeto alguna vez y no sólo en la gente capturada. Lo que no sabía, era dónde...
Dan me abrazo por los hombros cuando bajé de nuevo a la planta principal, encontrando a Miu tirada sobre uno de los sillones y sobresaltandome al toparme con que las gemelas estaban igual, pero en el suelo. Una asomando su cabeza por la pared cuando apenas si dejaba a la misma atrás.
De no saber que ellos frecuentaban la casa, habría golpeado a la chica cuando apareció saludándome. Un susto silencioso.
Xiuying ayudaba a acomodar la mesa, y en la cocina, Haruki ayudaba a Doori con la comida, mientras Sunwoo hacía el agua. Ahí fui apresado por Dan mientras el chico se alejaba de otra de las mesas en el lugar con un cortador de galletas y al lado varias bandejas, una, estando llena de galletitas ya hechas.
—Mira —cantó, colocando la galleta frente a mi rostro encontrando una estrellita comestible—. Son con temática de animalitos marinos, para nosotros después de la cena. Y hay otras en forma de patitas para Kora y Danique, especiales para ellos.
Sonreí por su emoción, aceptando la galleta que, aunque caliente, era buena, y me encontré pronto deseando más en el paladar, a lo que mi pareja negó diciendo que serían el postre. Fui echado de la cocina cuando me atreví a molestar su paciencia y murmuré luego de que Xiuying me invitara a ayudarle con la mesa. Accedí pronto a eso.
Me gustaba que Dan hubiera aprendido más allá de los pays, pero de igual forma me quejé entre susurros con Xiuying haciéndole reír.
Pronto, todos estuvimos sentados para cenar una noche más. Contando los días que quedaban para nuestro regreso a Corea. Yo, contando los días que quedaban para enfrentarnos a su padre, y pronto, un conteo más, cuando mi teléfono vibró entre mis manos.
O lo esperaba.
➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
⒊⒐
"殘忍的: Feroz"
Ya sabemos a quiénes pertenecen los dijes de la "empresa" y hay una pista latente. Hay que esperar a que el recuerdo llegue, ¿o no?
A todo esto, nuestro lobo se queda sin tiempo, pero no ha llegado a aceptar a Seong-su. Aún así, la esperanza no termina.
Espero les haya gustado, me ando emocionando con los capítulos jaja
Les quiero, B! team. Los traumas aún no acaban, digo- la trama. 🐺✨
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