Eran poco los días –muy pocos– en los que Dan y yo podíamos disfrutar ahora del tiempo juntos.

—Salgamos. —Por eso no me tomó por sorpresa la apresurada cabecita de Dan saltando mientras tomaba mi brazo cuando tome un sorbo de mi café en el espacio libre de la empresa—. 4:30, sin objeciones, hoy estoy libre.

No evite carcajear ante la visión tierna del chico saltando sosteniéndose de mi brazo para impulsarse: la diferencia de altura era algo que ya hace tiempo había empezado a amar—. ¿Y quién te dijo a ti que yo estaría libre, lindo?

Su puchero infantil me hizo volver a dar un sorbo a mi café al pensarlo mejor y no querer ser golpeado por el chico de mis sueños y sus pequeños berrinches.

—Lo digo yo —se cruzó de brazos y lo interrogué en silencio—. Y puede que haya chismeado con tus compañeros para convencerlos de que ellos lo digan igual —sus mejillas se tiñeron de rojo y recordé cierta conversación cuando nos conocimos.

Negué con lentitud—. He creado un monstruo... —Él sólo bufó y me tomó de la camisa negra del trabajo, comenzando a jalarme—. ¿A dónde vamos?

—¿No es obvio? A nuestra ci-... Tiempo de calidad juntos.

—Pero todavía no... —miré el reloj en mi muñeca: 3:52—. Okay, soy todo tuyo, nene. —Y no sólo refiriéndome a esta inesperada idea de "tiempo de calidad".

Lo llevé a su casa, y sus dos hermanitas me interceptaron tan pronto puse un pie en la casa. Dan me abandonó tras dar un beso en la cabeza de cada una y decirme su "10 minutos" de siempre.

—Así que, ¿mi hermano no quiere una princesa? —la pregunta de la niñita más despeinada: Junnie, me hizo voltear a verla tras haber estado asesinando las escaleras desde abajo con la mirada—. Eres más bien... un príncipe, mucho —su señalamiento a mi cuerpo me hizo preguntar si intentaba ofenderme o halagarme.

—¿De qué estás hablando? Son no es ningún príncipe, es un rey —MinJi hizo las señas de estar tomando una corona y su hermanita inmediatamente exclamó sorprendida como si fuese algo obvio de ver. Yo no entendía nada—. Y mi hermano es tu caballero, ¿verdad?

No sabía si responder a tal interrogatorio. Ambas niñas eran completamente diferentes a los pocos infantes que conocía; y no eran tantos, cientos de niños en mi infancia que me molestaban, y mis dos hermanos, aunque uno con más tiempo de ser tratado que otro.

—Yo- No sé... ahm... —mordí mi labio, inesperadamente sintiendo algo de miedo por no querer entrometerme en nada para no molestar a Dan—. Quizá no deba-

—Son, mi hermano nos ha dicho todo —los ojitos grandes de Junnie me capturaron un momento al verlos igual que los de su mayor—. No hay nada malo si son novios un niño y otro niño.

La pequeña asintió de lo más convencida por ese hecho mientras la otra seguía la acción y suspiré más tranquilo junto con una risa.

Debí de haberlo esperado. Trataba de las hermanitas de Dan después de todo.

—Entonces, están en lo correcto. —Me levanté del suelo al momento de decirlo y ambas chillaron emocionadas. Yo sonreí hasta que las mejillas me dolieron cuando lo vi bajar y sonreírme de igual modo. Sí, con él no podía temer a hacer las cosas—. Me alegra saber que contigo el tiempo es seguro.

—¿Con quién crees que hablas? —me mostró la lengua, y dando saltitos se dirigió a la puerta, inmediatamente llevándome a seguirlo al notarlo alejarse—. ¡Las quiero, mis niñas, en tres minutos llegará papá!

Ambas gritaron cuando cerramos la puerta: me había sido explicado que, cuando su padre llegaba más temprano, significaba lasaña.

—Son agradables...

—¡Por supuesto!, si no les agarran sus ataques de hiperactividad, ahí toda dulzura para —hizo una mueca y tan sólo negué entendiendo aquello.

Había compartido habitación con quince militares post-adoloscentes, antes de Byeong-Ho, y podía imaginar lo que sería tener a dos niñas de lo más extrovertidas o insoportables, pensando en mis compañeros las últimas semanas antes de salir.

Joder, estaban locos.

—¿Y a dónde iremos? —pregunté encendiendo el motor del carro y Dan no pareció querer decir nada por unos segundos hasta que me miró.

Sus ojos abiertos en grande me hicieron mirarlo más de la cuenta, preguntándome si era capaz de poder leer lo que pensara, porque de ser así, me delataría la idea de verlo ser tan él.

—Seong-su... ¿Qué opinas de la comunidad LGBT?

—¿Qué? —Tuve mil ideas.

☼🐰☼

➠ 𝒥ℯℴ𝓃 𝒮ℯℴ𝓃ℊ-𝓈𝓊
(𝟢.𝟣)
"有相愛的人: Enamorado"

Un poco de relleno...
*algunas fechas no son correctas 😞