WHITE CHRISTMAS

Antes de leer y para que entendáis esta pequeña historia, les recomiendo leer mis historias tituladas HUMAN y PHANTOM, en ese orden. Pues WHITE CHRISTMAS forma parte de aquellas.

"Por las noches sueño anhelando tu amor, mirándome en tus ojos claros, bebiendo del néctar de tus labios. Pero al llegar el día mi sueño se vuelve un fino cristal, se quiebra en fragmentos de ansiedad y desesperación, la culpa me embarga y me consume el recuerdo doloroso de tu amor..."

—Profesor —Jungkook detuvo la lectura—, ¿de verdad esta historia termina bien? Estoy en el segundo tomo del libro y ya es muy triste que el alma de Jhon deambule como un fantasma y Theo no lo pueda ver.

—Continúa con la lectura —le indicó el profesor acomodándose las gafas de leer para continuar con la suya—, el final te podrá sorprender.

—No quiero, será triste como el del primer libro. ¿Y si usted me lo cuenta, profesor Kim?

—No tendría el menor sentido que yo te contara el resto. Además, fuiste tú el interesado en leer Human y Phantom.

—Ya sé, pero no creí que sería tan triste.

—No todas las historias son como tú quieras que sean Jungkook. Así como cada rosa tiene sus espinas cada libro tiene su propia historia y cada historia su encanto único.

—¡Profe! —Jungkook se levantó de la silla donde se encontraba sentado, apoyó las manos en la mesa redonda que mediaba entre él y su profesor—. Le prometo terminar el libro si usted acepta darme algo a cambio.

—¿Otra vez con lo mismo? —El profesor Kim se quitó las gafas y dejó de leer su libro—. No voy a aceptarte como novio Jungkook, eres un niño para mí.

—¿Un niño? —Jungkook alzó una ceja—. Tengo 24 profesor Taehyung y usted tiene 30. ¿Seis años de diferencia me hace un niño?

—Tú eres un estudiante universitario y yo un profesor titular, sabes bien que...

—Bla, bla, bla... —Jungkook interrumpió a Taehyung—. Esa excusa ya tiene canas profesor.

—¡Jungkook! —La molestia era obvia en el rostro de Taehyung; su alumno siempre se le declaraba cuando tenía la oportunidad, ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había rechazado.

—Es que no lo entiendo profesor. Usted es gay, todo el mundo lo sabe; pero su reputación en esta universidad es tan grande que todo el mundo lo respeta y nadie se atreve a burlarse o a hacerle daño y...

—Así que es por eso —Taehyung se levantó de la silla, cerró el libro que tenía entre sus manos y lo colocó en su lugar en el estante ubicado detrás de él—. Terminó nuestra sección por hoy Jungkook, ya puedes irte.

Jungkook apretó los labios, sabía que no debió decir aquello, aunque fuese la verdad. Solo quería hacerle saber a su profesor que sus sentimientos hacia él eran sinceros, sin importar lo que los demás dijeran u opinaran.

—¿Puedo llevarme el libro? Prometo devolverlo.

—Sí, puedes irte.

—Gracias, nos vemos en Navidad profesor y —tomó el libro y se dirigió a la puerta de salida—, le quiero dar un obsequio, espero de todo corazón que lo acepte —salió de la habitación con una sonrisa triste, sabía que Navidad era su última oportunidad para declararse, antes de marcharse.

—Navidad es en dos días Jungkook, ¿qué planes tienes para que te acepte?

Taehyung suspiró y miró a través del cristal de la ventana a su derecha, con un brillo de nostalgia reflejado en sus ojos. Antes de llegar a Seúl tenía una pareja, pero justo el día que pretendía pedirle matrimonio lo encontró con otra persona, desde entonces, decidió cerrar su corazón a cualquier romance.

Su alumno Jungkook, es el mejor de su clase, por eso decidió instruirlo en privado, pero fue donde descubrió que su alumno estaba fascinado por él y desde entonces lo ha rechazado de todas las formas que se le ha ocurrido, no obstante, de alguna manera, le tiene un cariño especial a Jungkook que lleva un año entero insistiéndole que sea su novio.

No lo amaba, por supuesto que no, pero tal vez con el tiempo, si aceptaba los sentimientos de Jungkook, su cariño hacia él podría agrandarze y dar paso a otro sentimiento.

—No, no debo —negó con la cabeza y salió de su pequeña biblioteca, se encontraba en su casa—. Darle clases privadas a Jungkook fue un error, los vecinos ya están creando toda clase de rumores y en la escuela los profesores me han lanzado indirectas sobre el tema. —Fue hasta la cocina y se preparó un vaso con agua—. Lo siento Jungkook, por el bien de ambos esta Navidad no aceptaré tu regalo.

Dos días después.

Taehyung llegó al salón algo nervioso, el día antes se había decidido celebrar la Navidad en el salón de la Facultad de Artes, donde era profesor. Además, también se acordó que cada profesor debería ir vestido de un color en específico, a Taehyung le tocó ir de blanco. Fue entonces cuando empezó a sentir un mal presentimiento, y su corazón comenzó a latir más preocupado cuando vio a Jungkook vestido de traje del mismo color.

Los ojos curiosos miraban a ambos hombres y las bocas emitían sus criterios. Jungkook notó de inmediato el nerviosismo de su profesor, así que fue a hacerle compañía y devolverle el libro que pidió prestado.

—Hola profe —se acercó risueño—. Feliz Navidad, y gracias, le devuelvo su libro.

—Fe-feliz Navidad para ti también Jungkook —tomó el libro y lo abrazó con fuerza.

—¿Se siente bien?

—¿Por qué estás vestido así?

—Es que para mí hoy es una blanca Navidad, tan blanca como la nieve, por eso quise vestirme así, no sabía que usted también lo haría —dijo ladeando la cabeza.

—Bueno, fue coincidienda entonces.

Jungkook sonrió, pero Taehyung no miró la picardía que había en aquella sonrisa porque tenía la mirada clavada en el suelo.

—Profesor —Taehyung alzó la mirada—, sus libros me encantaron, sobretodo este segundo. Me dio mucha alegría saber que Jhon y Theo reencarnaron y se encontraron en la otra vida, aunque hayan olvidado lo que una vez fueron, pudieron vivir su amor sin contratiempos.

—Me alegra que te hayan gustado.

—¿Sabe? Me identifico mucho con Jhon. Era un chico persistente, uno que a pesar de ser lastimado por la persona que más amaba juró encontrarse con él en la otra vida y hacerlo feliz.

—¿Qué quieres decir?

—¡Déjeme ser ese Jhon para usted!

—¿Qué haces? Baja la voz, no están viendo.

—Que lo hagan, que lo sepan, que se enteren de cuánto le quiero.

—Jungkook por favor...

—Usted es igual que el Theo de sus libros ¿sabía?, muy orgulloso de sus principios. ¿Qué le importa a usted el qué dirán? No sea tan prejuicioso como esas personas. El amor, mi querido profesor, es amor; no tiene sexo, ni edad, ni preferencias.

—¿Me amas Jungkook?

—No, claro que no...

—Es un alivio. —Taehyung cerró los ojos y relajó los hombros, más tranquilo, por supuesto que Jungkook no podría amarlo.

—Pero prometo hacerlo, con todo mi corazón prometo amarlo y hacerlo feliz incluso después de que la muerte nos separe.

Taehyung abrió los ojos sorprendido por aquellas palabras, pero su sorpresa fue mayor cuando observó a Jungkook arrodillado ante él con un ramo de flores en una de sus manos. El corazón del profesor se aceleró que creyó se desmayaría.

—Kim Taehyung, ¿quieres ser mi novio?

Ah, lo había dicho. En voz alta se dijo a sí mismo que lo rechazaría. Una relación entre un profesor y un alumno, ¿quién aceptaría tal cosa? Pero Jungkook tenía razón, fuere como fuere, el amor era amor.

—Sí, acepto.

—¿Qué? —Jungkook quedó estupefacto.

—¿Cómo que qué?

—Bueno, yo esperaba ser rechazado.

—Oh, ¿dónde quedó esa confianza que tenías?

—Es que tenía un plan de respaldo por si este fallaba —se puso de pie y le entregó el ramo—. Pero me alegra que me haya aceptado, me alegra muchísimo.

—¿Un plan de respaldo? ¿Cuál era ese?

—Pues... —Jungkook acercó sus labios al oído izquierdo de Taehyung— desnudarme y seducirlo... —susurró— profesor.

Taehyung tragó saliva.

—No debí preguntar.

Jungkook tomó a Taehyung de la mano, le sonrió y salieron corriendo del salón. Ambos sabían lo que les esperaba al día siguiente, serían expulsados, su relación dentro de la universidad estaba prohibida.

Y justo de esa manera sucedió, pero Taehyung no sabía que Jungkook tenía más cartas para jugar, con tal de que aceptara ser su novio.

—¿Estás feliz ahora? —preguntó Taehyung.

Ambos se encontraban en la casa del profesor.

—Más que nunca —contestó Jungkook.

—Los dos fuimos expulsados. ¿Y tú estás feliz?

—Claro, voy a vivir una vida con mi lindo profesor. Toma —le entregó una carta—, te la envía el Director de la universidad.

Taehyung tomó el papel y leyó con detenimiento su contenido. El Director de la universidad era padre adoptivo de Jungkook, muy pocos dentro del claustro de profesores conocían sobre esto.

Por supuesto, el hombre nunca ayudó a su hijo en sus deberes escalares ni le dio preferencia por sobre los demás estudiantes. Jungkook era un alumno ejemplar por sus propios esfuerzos y el hombre sabía la orientación sexual de su hijo. De hecho, el propio Jungkook también la supo cuando conoció a Taehyung y siempre ha tenido ojos solo para él.

De igual manera, si Taehyung rechazaba o no a Jungkook, ya estaba acordado que iría a terminar sus estudios en el extranjero. Por otro lado, Taehyung tenía otro trabajo en Busan, donde vivía antes. Allí era profesor de escritura en braille de una escuelita, pero gracias al padre de Jungkook tendría el mismo trabajo pero en otra escuela donde ganaría más y una casa donde vivir.

—Parece que me gané la lotería, ¿no?

—¿No vas a regañarme o algo?

—Creí que decías que no eras un niño, por qué te regañaría. Estoy molesto, claro que sí, pero ahora me preocupa más el hecho de que te vas al extranjero. Eres cruel Jungkook, te vas después de que te dije que sí.

—Será solo un año. Volveremos a vernos para la próxima Navidad. Lo prometo.

—Jeon, estoy haciendo mi esfuerzo, pero esta situación me supera en creces.

—Acéptelo profesor, ya lo conquisté.

—Me sigues llamando profesor. Aprecio que me respetes pero ya somos una pareja, ¿no es así?

—Y como una, quiero llevarme un lindo recuerdo de nuestra... blanca Navidad.

—¿Un recuerdo?

—Sí Tae, de nuestra primera noche juntos —le extendió una mano.

Taehyung se relamió los labios algo nervioso, pero tomó aquella mano extendida, decidido a confiar de que con Jungkook todo sería diferente.

Ambos salieron de la pequeña biblioteca, dejando sobre la mesa circular aquellos dos libros que contenían una historia de amor, que siguió viva a través del tiempo. La ventana abierta dejó entrar una suave brisa y con ella, una pluma blanca accedió al interior del local y lentamente descendió, entre suaves balanceos, hasta reposar sobre los libros.

—Nunca vi un amor tan puro —mencionó el ángel, testigo de aquella historia de amor que se convirtió en leyenda, escrita con sus propias plumas—. Ellos no lo saben, pero eran el Jhon y Theo de Human y Phantom. Espero que esta vez su felicidad sea tan eterna como su amor.

FIN

Espero les haya gustado que Taehyung y Jungkook finalmente pudieran reencontrarse y vivir su amor.

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