Capítulo 14 "Duelo de zona restringida"


La misma fecha... podría traducirse en infinidad de emociones y sentimientos... distintos, en años diferentes.

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WHITE BUTTERFLY

Capítulo 14 "Duelo de zona restringida"

¿Un accidente?... un acontecimiento que se encuentra fuera de las manos... ¿Podría considerar todo lo que pasó aquella vez como un accidente?... Había pasado tanto tiempo desde entonces, que no me había puesto a pensarlo... Me encontraba completamente fuera de mi mismo... pero aún así... consciente de todas las acciones que llevé acabo... y ahora busco nuevamente eso... ¿Está bien pensar que esta vez podré controlarlo?, ¿Qué tendremos alguna oportunidad al liberar esa cosa en este mundo?... ¿Y si es así... por qué me siento tan atormentado?...

La madrugada estaba por disiparse y él seguía despierto, día tras día desde que recuperó aquel lado de la relación con su amada le costaba cada vez más trabajo conciliar el sueño, deteniéndose a pensar, pensar y seguir pensando en el porvenir, sin permitirse la inflexión, llegó un punto en que no pudo continuar acostado y se sentó sobre la cama, llevándose con él la manta que los cubría a ambos. Cuerpos expuestos al clima cuya temperatura bajaba considerablemente por las noches, por lo que sintió una leve corriente helada perfilándose sobre su espalda, lo que lo llevó a pensar de inmediato en su esposa, a quien volteó a ver, encontrándola desnuda hasta la cintura por su anterior movimiento, completamente dormida, exhausta del trabajo diario y por sus recientes encuentros apasionados.

Se recostó nuevamente junto a ella, de lado para poder seguir mirándola, las dudas trataban de atraparlo, pero cerrando los ojos los abría nuevamente. -¿Por qué... sin soy tan feliz... me siento como un maldito?... –quitó algunos de los mechones de cabello de la chica de su frente y le rozó con los mismos la mejilla.

-¿Asuna... está bien lo que estoy haciendo?... ¿Es correcto?... –preguntó sin detenerse a pensar.

-¿Mm...? –Asagi se movió levemente

-...Nada –le colocó la mano sobre el cabello y le acarició un par de veces, por lo que ella estiró el brazo y lo rodeo sobre el pecho, para terminar apoyando su cabeza sobre el hombro del joven.

Aún cuando se sintiera pleno al tenerla junto a él, aquellas imágenes del pasado no lo abandonaban...

Era como si... hubiera estado en un trance durante ese momento... sabía lo que quería y tenía que tomarlo... con el poder que ahora tenía no había nada ni nadie capaz de detenerlo en lo que fuera, en lo que quisiera, cuando quisiera y como quisiera... Sin embargo ahora que estaba ahí... jadeando... desnudo, con el cuerpo de su amada expuesto hacia él, parecía que su mente se había despejado un poco, por lo que levantó el rostro hacia ella, sus pupilas de dilataron y su mirada tembló horrorizada ante lo que veía... Estaba llorando... callada sumisamente mientras tragaba los jadeos de sus quejidos, por lo que las lágrimas rápidamente se le corrieron a él. ¿Qué había pasado?...

-...Asuna...

Ella lo miró consternada, no pudo decirle nada, simplemente se sentó y se llevó las manos al rostro, mientras empezaba a llorar amargamente.

Kirito se levantó aún sin comprender, pero sintiéndose sumamente miserable, por lo que la respiración se le aceleró, y las extremidades le temblaban, y como si sólo lo hubiera pensado, el traje de The Angel, volvió a cubrir el cuerpo de Asuna y a él su gabardina blanca, dio un par de pasos hacia atrás y sacudiendo la cabeza sacó las alas y voló lo más rápido que pudo.

No podía, no podía más con eso, por lo que se levantó de golpe de la cama y caminó a paso rápido hacia la puerta, pero se quedó parado frente a ella, apoyando la cabeza contra la madera, misma que golpeó un par de veces con el puño.

-¿Kazuto?... –escuchó entonces la dulce voz de la peliroja que se había despertado con sus movimientos bruscos. Verlo ahí, parado de esa manera, le resultada tan extraño que no dudó en llegar hasta él y colocarle la mano en la espalda tratando de que se explicara. -¿Pasó algo?...

-Asagi... vuelve a la cama... discúlpame por haberte despertado –respondió aún apoyado contra la puerta.

-¿Qué me vaya a acostar?... ¿Acaso crees que puedo irme a dormir dejándote así? ¿Qué es lo que tienes?

-...Asagi... -volvió a repetirle sin ánimos y hasta con pesar, volteó a verla, esperando que al compartirle la mirada lo comprendiera, pero el efecto fue completamente distinto, la mirada cansada y desesperada, fue recibida por ella con un abrazo confortador, que lo obligó a agacharse hasta la altura del cuello de la chica, para descansar su rostro en él, cerrando los ojos y dejándose engullir por aquel aroma que le encantaba, la abrazo fuerte tras tomarla por la cintura y un costado, sintiendo la suave piel bajo sus dedos una vez más, mientras sus pechos se estrujaban contra el suyo. –Por favor perdóname... -suplica cual pidiera perdón por aquel acto del pasado, aún y cuando había tratado de expresarle ese mismo pesar a su amada al encontrarla antes de la activación del Black Butterfly, la herida dentro de su pecho, jamás había cerrado.

-Haces cosquillas... -respondió simplemente y se separó de él, colocándole la mano en el rostro, le acarició con el pulgar la mejilla y los labios, por lo que él cerró los ojos nuevamente dejándose llevar por sus dulces acercamientos. –Nunca te la había sentido.

-¿Ah? –abrió los ojos sorprendido, preguntándose de qué hablaba.

-Una pequeña barba que pica –le respondió con una sonrisa, sonrojándolo.

-Sí... es que verás... en este mundo no hay algo como un rastrillo... y los que habían ya no... -no puede terminar de explicar, ya que la atracción que la chica frente a él le provocaba era muchísimo más grande que la explicación que debía dar, se acercó despacio a sus labios y estacionó los suyos sobre ellos en un toque casi imperceptible, un roce que se convirtió en el éxtasis que los enloquecía a ambos, que se miraron intensos antes de seguir para instante siguiente sujetarse de cuello y cintura y besarse con toda la pasión que los recorría sin dudar, dejándose caer poco a poco sobre la cama. Cuando un estruendo sonido se escuchó a las afueras de la cabaña, una explosión que aventó varios kilos de tierra y piedras contra la ventana, rompiéndola al instante.

-¡¿Qué fue eso?! –se alarmó Asagi, que empezó a buscar su ropa, seguida de Kazuto que en un movimiento por inercia al encontrarse en una situación de peligro movió la mano frente a él, activando el menú de comandos de jugador, al verlo Asagi hizo lo mismo.

Starlight y Bloody salieron de la habitación a máxima velocidad, buscando a las niñas que para esos momentos seguían dormidas. Kirito tomó a Hime entre sus brazos, mientras la bandida lo hizo con Yuuki.

-¡Nii-san! –se encuentran con Kazuki y Silica que venían a su encuentro en la sala y al verlos les imitaron en cuanto a la activación de la apariencia de su avatar en el mundo real. Acto seguido salieron de la cabaña, para encontrarse con las personas que habían causado tales estragos.

-Así que era verdad que vivías en una de esas pocilgas... -habla desde la altura que le concedían sus alas un joven de cabellera plateada y ojos violetas, vestía un traje de armadura negro con destellos púrpura que conjugaba con su mirada.

-No puede ser... -Tiemblan los ojos de la bandida carmesí al verlo. –Alastor... -luego baja la mirada hacia los otros dos que se encontraban parados frente a ellos. –Nycteus... Orphnaus... -tras reconocerlos sus piernas empiezan a temblar, mientras su respiración se acelera.

-Así que aquí es donde estabas Bloody... -baja hacia la tierra Alastor. –Supe que Mortred ha estado buscándote como loco y mira donde te venimos a encontrar...

-Estás interfiriendo... -habló severo Nycteus, -al escucharlo, la mirada de la bandida se clavó en él, reconociendo sus cabellos celestes pálido y ojos azules.

-¡Los que están interfiriendo son ustedes! –adelanta un paso Kirito al ver la forma tan intimidante en que le hablan a su amada, aún y cuando no comprende el hecho de que les conozca, existen muchos hechos de la vida de Asagi como Bloody que aún no llega a conocer y apenas está empezando a comprenderlo.

-Black Lotus... -profirió el último de los recién llegados. Sus ojos rojizos casi escondidos bajo los cabellos oscuros y aquella voz profunda, le hicieron apretar los dientes al espadachín negro.

-¿Qué?...

-¡Ya escuchaste! –le gritó sacando su espada, dando un paso al frente, para instante seguido tenerlo frente a frente, chocando su espada contra la del cielo nocturno. La fuerza era indescriptible, ¿Qué rayos era ese sujeto? Podía sentir como su peso, parecía enterrar sus botas en la tierra bajo sus pies.

-Hime... Hime... -trataba de hablarle despacio y en calma a su pequeña, a pesar de encontrarse en aquella nefasta situación, debía despertar para poder ponerla a salvo.

-¡Kirito-kun! –trata de ayudar Bloody pero es intervenida por Alastor.

-No tan rápido preciosa... así que era verdad que ahora trabajabas con este imbécil... y juntos habían robado a White cosmos...

-¡Nii-san! ¡Asagi! –trata de ayudar Kazuki, pero el último de los tres de negro apareció frente a él, dándole una patada directo a la cara que lo mandó a estrellarse contra el piso más atrás.

-¡Kazuki-san! –corre tras él Silica.

-Así que así es como acabó el Dragon Lord de Aincrad... -Al escucharlo las cejas del gemelo Kirigaya se movieron asustadas, y levantó la mirada hacia él. –Todos pensamos que habías muerto a causa del Sistema Dendrita... o por lo menos eso fue lo que nos dijo Mortred...

-Mortred... -baja la mirada angustiado, al razonar que el nombre que habían mencionado antes, era precisamente el de su amigo... o por lo menos, quien lo fue en algún momento.

El rostro de un pequeño niño de alrededor de ocho años le viene a la mente, cabellos negros y ojos claros azules, la piel muy blanca pero manchada de suciedad y algunos golpes marcados en las mejillas y labios, pero aún así sonriente.

28 de enero de 2016 –CUARTO DE RECLUSIÓN-LABORATORIO NERV-CO

-¡Quédate ahí hasta que vuelva a ser tu turno! –se escuchó la voz de uno de los científicos que tras abrir la puerta de la oscura habitación, aventó al niño contra el suelo.

Enseguida los sollozos empezaron, pero no tan audibles para no ser castigado, trató de empezar a reincorporarse, pero el dolor de sus extremidades y espalda era tan insoportable que prefirió permanecer acostado en el suelo, de la manera en que había aterrizado, las lágrimas eran el único sabor diferente que podía probar en aquel lugar, sometidos a comidas insípidas y por compromiso, agua de dudosa procedencia, un verdadero milagro que sobrevivieran.

-¿Por qué lloras?... –se escuchó otra pequeña voz, era otro niño como él, por lo que una vez más trató de reincorporarse.

-Me duele mucho...

-No digas eso... ven... -con su ayuda pudo levantarse y sentarse reclinado contra la pared. Finalmente abrió los ojos, la mirada gris apenas y podía mantenerse abierta, por lo que apretó los dientes.

-Ten –le puso una masa esponjosa en su pequeña mano, al sentirla inmediatamente se la llevó a la boca, sus labios temblaban tras tragarla, parecía un pedacito de pastel ó algo por el estilo.

-¿Cómo...?

-Shh... -le índicó. –Me llamo Ciel... bueno... así me llamaba... mi nombre ahora es Mortred, -Se presenta el primer recluso.

-Yo... era Kazuki... ahora soy Antares... -respira profundo el pequeño y cierra nuevamente los ojos.

24 de Octubre de 2029 ACTUALIDAD

-Mortred... ¡Mortred está muerto! –le gritó furioso, -Yo... lo vi morir... -se arrodilló ayudado por Silica.

-Kazuki-san... -no sabe ni que decir la joven domadora.

-Pues... míralo con tus propios ojos... -le sonrió sardónico y volteó hacia atrás, dándole paso a la figura del pelinegro en cuestión. Los ojos grises perlados se abrieron al máximo al verlo y se puso de pie con la fuerza que tenía.

-...Mortred...

-Entonces era verdad que los gemelos Star eran caballeros de la integridad, elegidos por el sistema también... -hace alusión a que luego de aquel recuerdo, las ropas de Kazuki se cambiaron a las del Star Knight. –Pero jamás imaginé... que uno de esos hermanos serías tú... menos... haciendo equipo con él... -voltea a ver hacia Kirito, quien combatía contra Orphnaus. -¡Él! ¡Él es un maldito! ¡Mil veces maldito! ¡¿Qué acaso no lo recuerdas?! ¡¿No era tu misión eliminarlo?!

-Mortred... es mi hermano... -lo miró serio.

-Antares... -bajó la mirada decepcionado. –Cardinal lo sabía... lo sabía todo... que tú estabas con vida... que Bloody estaba cerca... y Yuuki... pero... ¡No dijo una sola palabra! ¡Todos ustedes se han aliado con ese imbécil! Ese... ¡Ese imbécil que mató a Stella!

-¡¿Qué?! –no sale de su sorpresa Kazuki

-¿Stella? –pregunta Silica.

-Su hermana... -responde aún incrédulo el Kirigaya. -¡Eso no es posible!

-¿Por qué no vamos y se lo preguntamos?... –lo miró desafiante y altivo, para acto seguido llegar con Kirito y tomándolo del cuello de la gabardina, golpearle la mejilla con el puño, mientras eludía el ataque de su primer contrincante, estrellándolo contra el suelo, cayendo apoyado en sus extremidades para no caer encima de su niña, que para ese momento ya estaba demasiado alterada.

-¡Papii!

-¡Himee!, ¡Escúchame! ¡Direct Link! –le gritó para que acatara las órdenes.

-¡Direct link! –gritó al instante y enseguida todo el lugar se recubrió de una colocación azulada, habiendo detenido a todos los presentes, o por lo menos es lo que se apreciaba. Kirito y Hime eran los únicos que podían moverse.

-Me alegra tanto... -la abraza su padre, la niña lo aprieta con fuerza.

-¿Papi? –escuchó entonces la otra pequeña voz que amaba. Pero para esos momentos, lo llenó de angustia.

-¿Yuuki?... –volteó y ahí estaba ella, extendió sus brazos en su dirección y llegó corriendo hasta él, para abrazarlo de la misma forma que su hermana. –Entonces lo comprendió... aunque desde hace tiempo lo sospechaba no había querido confrontarlo... el hecho de que su otra pequeña también fuera portadora del BIC la ponía en peligro.

Buscó en la lista de las personas conectadas al Direct Link que había activado Hime y encontró a White Cosmos... nadie más había junto a ellos que su hija Yuuki, por lo que apretó los puños y los párpados.

-¿Dónde estamos papi? –lo miró curiosa la pequeña peliroja.

-¿Por qué no cambiamos la pregunta a... cómo es que papá también está aquí?... –una cuarta voz se hizo presente, abriendo grandes los ojos acerados y poniendo a sus hijas tras de él, se volteó. Sin poder creer lo que había escuchado, encontrándola parada en su vestido blanco frente a ellos.

-¡Yui! –corrió rápido a su encuentro.

-¡Papá! –lo siguió de la misma manera hasta que lo abrazó y cerró los ojos sumamente feliz.

-¡Pero!, ¡¿Cómo?! –la miraba sin poder creerlo.

-Tal parece que los códigos que se fusionaron en un principio no permitían el acceso a varias entidades... he tratado de contactar con su mundo pero es... como si hubiera desaparecido...

-Lo sé... me estaba volviendo loco buscándote en todas las terminales que se me ocurrían... por un momento pensé qué... -cierra los ojos frustrado

-¡Eso no pasará papá! Siempre habrá una manera de reencontrarnos... ¿cierto?

-¡Yui nee-san! –se le abalanza Hime.

-¡Hime-chan! –la abraza también. Para luego soltarla y mirar a Yuuki.

-Yuuki... -trata de introducirla Kirito.

-Papi... ella es Yui nee-san... -se le inundan los ojos al poder por fin conocerla. Se queda parada sin saber como abordarla, por lo que Yui se acerca a ella y la abraza con fuerza.

-Sí Yuuki-chan... yo soy tu hermana mayor, -cierra los ojos y le sonríe. –Ahora Papá... debemos buscar una solución a esto... porque no podemos permanecer en Direct Link para siempre... debemos rescatar a mamá de esos sujetos...

-Yui... -parpadea Kirito al darse cuenta de que ella está al tanto de todo.

-Aunque no podía comunicarse con ustedes... si podía verlos... -se le llenaron los ojos de lágrimas. –Por un momento... me sentí como en aquellos días... -sacude su cabello al negar con la cabeza. -¡Pero finalmente estaremos todos juntos nuevamente!

-Pero qué emotividad... lástima que sus planes no durarán... ¿Sabes por qué White Cosmos fue excluida del proyecto?... –se escucha entonces la voz más detestable... el responsable de todo aquello... incitándolo a un duelo verbal en aquella zona para el mundo restringida. El gesto del Starlight cambió de inmediato a la desesperación y odio, buscándolo por todas partes pero sin visualizarlo.

-¡SUGOOUUUU!

Tras su grito, se escuchó el retumbo de algo cayendo al suelo, por lo que volteó a ver de qué se trataba, topándose con el horror de ver a la pequeña mencionada inconsciente en el piso. -¿Yuuki?... –se acercó rápido a la niña y tomándola en brazos trató de hacerla reaccionar pero no conseguía nada. -¡Yuuki! –Empezaba a palidecer.

-Kirigaya... mi hija tiene un raro caso de enfermedad aplástica... sacándola de mi laboratorio en donde recibía los cuidados que necesitaba... no has hecho más que exponer su vida... obligándola además a usar un poder que no puede dominar por su débil condición... ¡Eres un imbécil! –sus palabras lo hicieron temblar, no era cierto... -Espero encuentres un lindo féretro pequeño... no... espera, en este mundo eso ya no existe, creo que quedará con un hoyo en la tierra y listo.

-¡SUgoou!... –apenas y pudo terminar de gritar –llevó a la niña contra su pecho y las lágrimas se le derramaron.

-¿Papi?... –no entiende la situación Hime.

-¡Papáaa! –trata de hacerlo entrar en razón Yui.

El suelo bajo los pies de Kirito empezó a resquebrajarse, tiñéndose de un azul encendido y brillante, Hime al tocarlo se da cuenta de que estaba completamente frío. Acto seguido el Direct Link explotó, dando paso a la normalidad del mundo virtualizado en que se encontraban desde un principio. Los resquebrajos del suelo seguían en todas direcciones inundando el lugar de un ambiente sumamente frío. Había llegado el punto en que la situación se volvió insoportable.

-¿Kirito...kun?... –lo miró de lejos Bloody, lo mismo que los extrañados Kazuki y Silica.

-¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGG!!!!!!!! –gritó con todo lo que le dio la garganta, levantando del suelo despedazado miles de estalactitas filosas de hielo azul brillante que elevándose al cielo se impactaron en los adversarios, pero de igual manera en los amigos.

Los ojos dorados habían aparecido nuevamente en su faz clara.

CASTILLO DE GOBIERNO

Cardinal se levantó de golpe del asiento. –Despertó...

Continuará...

SAO, WHITE BUTTERFLY, Capítulo 15 "Starlight"

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