Bueno, esa definitivamente no soy yo.

Hace poco tiempo un vecino me dijo y preguntó: "Tu mamá siempre tira más hacia tu hermano, ¿ por qué, eh?"

Sólo pude poner una sonrisa que no llegó a mis ojos pero la educación se impuso. -Es el primero, el primogénito y el primero en darle colores de cabeza. Eso sin olvidarnos que también le dio el primer nieto.

No supe que más decir a eso. Quisiera haber podido decir más pero no pude.

Sólo decir que fue más para convencerme más a mi que al vecino. Porque siempre lo he sabido, la preferencia ha estado siempre. MI hermano mayor puede cometer errores, casi bien graves, sacarle canas verdes a sus padres, protestar y distanciarse para luego volver con la cola entre las piernas, siempre tendrá pares de brazos que lo ayudarán y acogerán con una sonrisa.

En cambio, yo tengo que demostrar que no soy igual a él, esforzarme por ser femenina, preocupada, limpia e independiente, porque soy mujer, la menor y es lo que se espera de mí.

¿En algún momento me dirá que lo hice bien? ¿dejará de regañarme y censurarme por cada cosa simple que haga?

No sé si esperar por ese momento, de pronto me prendí a esperar por la aprobación de alguien más.