𝟹𝟷
Tuvo que alejarse un poco de donde estaban para poder hablar con Jong Sun sin ser escuchado. Al menos eso creyó.
-Me parece que usted y yo quedamos en algo, ¿No?
-Dong Min, solo quiero-...
-No. Yo se lo dije, después que murió mi hija le advertí que no la quería ver más, ni saber de usted, ni escucharla siquiera.
-Dong Min, llamé a Sunmi y ella me dijo que estabas aquí, en Corea. ¿Dónde estás? -solo pensaba en la posibilidad de que su hermana le haya contado todo a aquella mujer.
-En una clínica de rehabilitación.
-¿Y... Bin no te ha buscado?
-¿Qué quiere, señora Moon? -ya se empezaba a hartar de ella.
-Min, solo te hablo para pedirte que si Bin llega a buscarte o algo, lo ignores. Él ya no es el mismo hombre de antes, es una bestia impulsiva.
-¿Ah, sí? -dijo mientras miraba a su alfa jugar con sus sobrinos.
-Dong Min, imagínate que vendió mi casa, me mandó a trabajar y ahora me corrió de su casa. Ya hablé con mi yerno y él va a hablar con él ya que es el único que puede convencerlo, pero no te imaginas todo lo que me ha hecho pasar ese infeliz.
-¿En serio?
-Sí, Minnie. De hecho, la única persona con la que no es tan agresivo es con su esposo. -mencionó aquello ya que no le convenía que Dong Min y Bin volviera, no podía permitir que su fortuna se perdiera.
-¿Así que Bin es feliz con su esposo?
-Se aman como no tienes idea, ambos se han encargado de cuidar bien a sus hijos, de hecho el niño grande ya hasta quiere ser independiente e irá a vivir solo al extranjero.
-Y si la crianza de sus hijos es buena y su matrimonio perfecto, ¿Cual es lo malo? Si ellos se aman, ¿realmente cree que él me buscará?
-Detrás de una fachada siempre hay algo y Bin no es la excepción, aveces les grita a los niños y a Seungkwan, pero se desquita más conmigo... Con su pobre madre que ha dado todo por él. Dong Min, no dejes que se acerque o te busque, no quiero que te haga nada, recuerda que para él eres un capricho. Eso no es amor.
-Pues creo que habla de otro Bin, porque el hombre que tengo en frente no es nada de lo que menciona. -Jong Sun quedó anonadada.
-¿Q-q-qué?
-La verdad es que no me interesa si él es feliz o no con Seungkwan, si sus hijos están bien, después de todo, conozco la realidad y la verdad es que Bin sigue siendo el mismo hombre de hace 15 años. -Y era verdad, él no había cambiado, lo único es que ahora era más sensible y sincero, pero lo demás seguía intacto.
-¿Estás con él, Dong Min?
-Así es. Por cierto, quiero pedirle una cosita, no vuelva a llamarme y espero realmente que se quede callada porque sabe que le conviene.
Colgó la llamada y apagó su celular de inmediato, quiso dar un paso a su mejor amigo cuando sintió un abrazo en su abdomen y volteó a ver.
-Sanhie-...
-¿Qué pasó? -preguntó con un lindo puchero.
-Creo que deberías de dejar de escuchar la conversación de los adultos, lindo.
-Lo he hecho toda mi vida para conocer la verdad. -explicó tal cual fue su realidad.
-Tu abuela quería ponerme en contra de tu padre, decirme que el matrimonio de él es de lo más perfecto y que no le hiciera caso.
-¿Y usted le cree?
-Fue capaz de hacerme caso y nunca le dijo a Bin sobre la niña... Si podía vender a su hijo y mentirle en la cara, ¿Cuanto más no está dispuesta a hacer?
-¡Minnie! ¡Sanhie! -el llamado de Bin les hizo volver, aunque el niño siguió pensando en lo que le dijo.
¿Será que algún día Dong Min le iba a decir a su padre sobre su hermana o no?
Y si lo hacía, ¿Cómo reaccionaria su padre?
Más tarde, cuando se hizo de noche, San Ha fue a la cama, no sin antes pasarse por donde su padre y el omega estaban. Sua se había quedado dormida y ahora solo estaban dando tiempo a que descansara para poder ir a casa.
San Ha disimuló, fingió ir por algo de agua a la cocina para poder ver como su padre abrazaba a Dong Min y lo llenaba de su olor, ver al omega mirando a su padre con una mirada enamorada y de vez en cuando, el alfa le daba un beso.
Era como ver a dos adolescentes enamorados, aunque cuando le preguntó al omega si amaba a su padre, no le respondió tal cual su pregunta. Pero el amor no se podía ocultar, de eso estaba seguro.
Tomó asiento junto a ellos en la sala y miró a Dong Min nervioso, su padre estaba tan pegado a él y hablando tonterías que entendía porque el omega estaba así. Al final, Dong Min no estaba tan acostumbrado a dar esos espectáculos, menos frente al hijo de su alfa después de lo que pasó.
-Si te doy un beso, ¿Me dejarás en paz y te irás a casa?
-Podría considerarlo. -el omega puso los ojos en blanco en desagrado, pero al momento de besar al alfa toda expresión cambió y San Ha feliz sonrió al verlos.
-Ya, ahora vete con tu hija y déjanos en paz. Tengo sueño.
-No quiero volver, quiero quedarme contigo esta noche.
-No. Vete. -el alfa cansado de rogar, de mala gana se levantó y fue a despertar a Sua.
San Ha esperó a que su padre se fuera para poder hablar con Dong Min.
-¿Por qué no deja que papá sea cariñoso con usted?
-Porque por más que las cosas en su vida estén mal, sigue siendo un hombre casado y marcado.
-Pero usted puede hacer que esa marca desaparezca. Además... A usted le arrebataron su lugar, ¿No es lo justo?
Tuvo que quedarse callado porque Bin regresaba con la niña de la mano.
-¿Dormiste bien, Sua?~ -la niña asintió todavía dormitando.
-Sí, Min.
-Bueno, espero que llegues a casa bien y que puedas seguir durmiendo. -la niña le dio un abrazo y luego se abrazó a la pierna de su padre.
-Me voy, cariño. -nuevamente, el alfa y sus cosas. Lo jaló de la cintura y le dio un beso de despedida. -Mañana regreso.
-Como sea. -apartó su rostro para que no notara su sonrojo y finalmente el alfa después de despedirse de su hijo, se fue a casa.
Dos semanas después y las cosas comenzaron a cambiar tanto para bien, como para mal. San Ha parecía ir mejorar en cuanto a soportar sus impulsos, llevaba una abstinencia perfecta que casi y no sentía la necesidad de alguna sustancia. El amor lo cura todo y él era el ejemplo.
En cuanto a la pareja... Bueno, a pesar de los intentos de Dong Min de mantenerse a la raya y no querer más enredos con el alfa, su omega parece no escucharlo y en ese tiempo que ha pasado, ha pasado la mayor parte de sus noches junto a él.
A Bin se le comienza a hacer costumbre visitarlo mientras San Ha está en sus clases de guitarra y terminan teniendo sus encuentros casuales donde solo su habitación es testigo de como se unen y se sienten el uno al otro.
La manera en la que sus cuerpos se extrañan y terminan gimiendo en una cama sus nombres, dejando que el tiempo pase sin medirlo.
Suele ser extraño para el omega, pero no puede negar que ansia sentir el cuerpo desnudo de su alfa rozarse con el suyo. Sentir sus labios, sus manos darle caricias... Justo como en ese momento, donde ambos solos en su habitación fueron esclavos de sus deseos.
Recién se había duchado cuando escuchó los pasos del alfa acercándose al cuarto, no se sorprendió porque sabía que era él el único que podía entrar además de San Ha por supuesto, pero cuando sintió sus manos girarle y su boca impactar con la suya en un posesivo beso, supuso que no había salida.
Y aunque la hora era medida, fue más rápido que aquellas caricias que por su cuerpo se pasaban. La manera en la que descendió y su rostro se ubicó entre sus piernas para poderle dar cariño a su entrada con su lengua, la forma en la que el cuerpo del omega se estremecia en cada lamida y como exigente, acariciaba su cabello pidiéndole más.
Un hermoso espectáculo.
Y mientras le daba placer, su celular sonó avisándole qué tenía un mensaje nuevo. Revisó sin perder el tiempo y sonrió dichoso.
-San Ha va a verse con su amiga... Así que hoy no te salvas, mi amor...
-¡Ah! -un suave gemido salió de sus belfos al sentir sus piernas ser abiertas con más amplitud. Las caricias en su pene fueron un detonante de sus feromonas sexuales, la lengua de su alfa explorando cada rincón le hacía sentir demasiado bien y aunque reprimió en un inicio los sonidos que amenzaban con salir, al final terminó soltando sin filtro.
Le hizo correr con solo sus caricias y mientras le daba amor a sus pezones erguidos, iba desvistiendose, pero Dong Min lo detuvo.
-N-no...
-¿Qué pasa, bebé?
-No te quite nada... Hazlo así... Con el pantalón puesto.
-¿Por qué? -se rozó contra él solo liberando su erección y aunque tenía una idea de lo que su omega quería, deseaba más escucharlo de su boca.
-Me gusta así... Cuando la tela roza mi piel...
-Tus deseos, son órdenes, bebé... -lo besó embelesado, ubicando sus piernas alrededor de su cintura y rozandose contra él para sentir cada estremecimiento en su intimidad.
Podía oler cuan excitado estaba y como derramaba su lubricación en la cama, cayendo en cuenta como siempre, de que su beta era un omega por completo y en todos los sentidos.
No se hizo de esperar y luego de ponerse un preservativo, se hundió en él, arrancandole un gutural grito.
-¡Bin-ah..! -Se aferró a las sábanas, apretando con sus dedos la tela, soportando su interior siendo salvajemente destrozado, pero sintiendo hasta en la punta de los dedos de sus pies el placer que solo ese hombre podía darle.
Las manos del alfa descendieron a su trasero y su carne fue estrujada, sosteniendolo de la cintura, sus embestidas fueron mucho más profundas y queriendo más, se abrió, colocando la planta de sus pies sobre el colchón e impulsandose.
-Te gusta así, precioso?
-Sí, sí... Dame más... -no hubo necesidad de que dijera algo más, salió de él, le dio la vuelta dejándolo boca abajo y el omega sumiso rápidamente elevó sus caderas y abrió su entrada con sus manos dándole el espacio que necesitaba.
Lo penetró certero, justo en su punto dulce, deshaciendolo en gemido, gritos e incoherencias qué se hacían una melodía armoniosa en aquel cuarto.
Y mientras sus cuerpos se exprimian en deseo... En aquella mansión, Jong Sun estaba completamente harta.
Seungkwan llevaba todo el día maldiciendo. Su amado esposo no respondía sus llamadas, no estaba en la oficina y parecía que la tierra se lo había tragado.
Como cada maldito día.
Bin llevaba bastante tiempo comportandose extraño, rara vez llegaba a dormir y si lo hacía era pasado la medianoche. Salía muy de mañana, ya no lo besaba, no lo abrazaba, incluso su celo se estaba retrasando debido a sus desprecios ya que era muy importante la influencia del alfa dominante en su omega. Después de todo, entre ellos nunca hubo comunicación de sus seres internos.
Ese día en especial estaba gritando como nunca, demasiado sensible ya que lleva unos días donde el vómito de sangre ha vuelto, siente su marca doler y está muy debilitado, no entiende que pasa pero sospecha que Bin está enredandose con alguna prostituta. Y digo prostituta ya que después de lo que Wooyoung le dijo, siguió pensando en que su esposo tenía algún encuentro con esa clase de omegas.
Jong Sun trató de calmarlo, pero era imposible, incluso Sua tuvo que irse a jugar afuera con su niñera para no escuchar y soportar sus gritos y mal humor.
-Kwan, tú sabes que Bin suele salir así sin avisar, tal vez está en alguna reunión.
-No, Bin no está en alguna reunión, ese debe de estar en la cama de alguna zorra, yo lo sé. -Jong Sun nerviosa trató de investigar a que se refería.
-¿De qué hablas, cariño?
-Tu hijo lleva bastante tiempo viniendo con un olor a omega asqueroso. Me mintió diciendo que había ido a una casa materna y por eso olía así, pero yo sé que no es así.
-Kwan, debes de ser paciente. Si te alteras y discutes con él solo provocarás que se enoje. Sé un omega sabio.
-¡No me interesa! ¡Estoy harto de esperarlo, de aguantar todas sus cosas!
Y justo en ese momento, el alma de llaves avisó que Vernon estaba esperándolo.
-¿Vas a salir? -preguntó Jong Sun.
-Necesito desestresarme, no puedo quedarme en estas cuatro paredes esperando a mi "esposo" cuando él viene de revolcarse con una puta.
-¡Seungkwan! -intentó detenerlo, pero al final su yerno se fue.
Vio las horas pasar en su ventana, Bin mordió su cuello suavemente y soltó un gemido. Estaba mordisqueando justamente en el lugar de su antigua marca.
-Aquí... Vas a tenerla otra vez... -depositó besos en su nuca mientras se corrían en compañía. Ya habían perdido la cuenta de cuantas veces lo habían hecho, pero al menos sus cuerpos ya tenían suficiente del otro.
-No vas a marcarme otra vez...
-¿Por qué no? Tú eres mi omega... Mi bello novio y el dueño de mi corazón... -se besaron suavemente, entrelazando sus piernas, sin romper la cercanía por nada del mundo.
Amaban estar así.
-Te recuerdo que estás casado y-...
-Y dentro de poco ya no lo estaré. -sujetó al omega por la cintura y le sonrió. -Voy a ser completamente tuyo.
-No juegues así.
-Mi amor, es verdad... Ya no hay nada con lo que Boo pueda amenazarme, voy a pelear la custodia de mis hijos, voy a quitarle todo cuanto me robaron... Y seré feliz contigo.
-Lo haces ver tan fácil.
-Es que es verdad, nene.
-Bin, conoces a tu esposo, sabes que él haría cualquier cosa con tal de verme mal y no quiero problemas.
-No los tendrás, voy a defenderte, a cuidarte como un día no pude. Al menos por ahora seguiré fingiendo que lo amo y todo es color de rosas, pero después voy a deshacer todo.
-No juegues con fuego, ese hombre es peligroso.
-¿Qué puede hacerme ese pobre diablo? Min, entiéndelo, yo tengo su vida en mis manos ahora... Si yo te marco, él hasta puede morir.
-Por eso no quiero que lo hagas. -se levantó enojado directo al baño.
-Min-...
-Además, ¿quien te ha dicho que yo voy a perdonarte? Lo siento, pero no puedo, no quiero salir lastimado otra vez.
-Min, nadie va a salir lastimado, solo vamos a ordenar las cosas a como debían de ser.
-Ya te dije que no, no insistas, no pienses en joder la vida de alguien a causa mía.
Soltó un suspiro y decidió seguirlo al baño también, al verlo en la ducha, se metió con él y lo abrazó por detrás.
-¿Por qué no me quieres aceptar otra vez? ¿Por qué eres tan terco?
-Solo acepto que entre tú y yo no puede haber nada.
-¿Por qué? ¿Acaso no me amas? ¿No me deseas a como yo lo hago? -el omega puso sus manos sobre sus pectorales y lo empujó.
-No es eso.
-Te casaste con Min Hyuk incluso, le tuviste una hija y a mí, que soy tu alfa y el primer hombre en tu vida.
-No hables tonterías. -trató de ignorarlo, pero el alfa no le permitió voltear su rostro.
-¿Lo amaste tanto? ¿En serio?
-Hyuk fue un esposo decente y muy amoroso, ya te lo dije.
-¿Entonces si te enamoraste de él? Bueno, supongo que sí, ya que le tuviste a su hija.
-Yo no le tuve hijos a Hyuk déjame limpiarme. -Y Bin pudo seguir interrogandolo de no ser porque San Ha acababa de llegar.
-¡Min! -el chico golpeó su puerta al escuchar el agua caer en la regadera y el alfa tuvo que salir a recibirlo.
Al quedar solo, Dong Min se permitió soltar el aire que mantuvo acumulado, estuvo a nada de decirle sobre Suyeon, pero no podía permitirlo. Fue salvado por la campana.
El chico en la sala se sorprendió ver a su padre salir del cuarto y lo saludó.
-Hola, papá.
-Hijo mío, ¿Todo bien? ¿Kim te recogió? -preguntó ya que había contratado un chófer para que anduviera a San Ha de arriba para abajo y a donde el chico quisiera. Así lo mantenía vigilado y lo cuidaba cuando no podía andar con él.
-Sí, me tardé más porque el papá de Yoojung hizo un pastel y galletas de chocolate.
-Me alegra mucho que hayas pasado tiempo con tu amiga.
-Papá, ¿Y Min? -quería ver al omega.
-No creo que veas a Dong Min hoy, está cansado.
-No quiero más hermanos, papá.
-Tranquilo, aunque quisiera Minnie y yo no podemos tener un bebé. -miró el rostro afligido del alfa y se entristeció, ¿su padre realmente quería un hijo de Dong Min?
-¿Te gustaría tener un hijo?
-Cuando naciste me di cuenta de lo mucho que tenia que aprender sobre la paternidad, al principio decía que no estaba hecho para eso y que nunca tendría y hijo, cuando te tuvo en mis brazos... Imaginé la absurda posibilidad de que Dong Min fuera tu madre.
-¿Por qué absurda si podía ser posible?
-Porque en nosotros solo vivía una esperanza de adoptar, recuerda que Min era beta y no lo supe hasta años después.
-Min puede ser estéril, pero tú eres su alfa, tú tienes el poder de cambiar eso.
-No es fácil, Sanhie, después de todo yo también soy responsable de eso.
-¡Pero puede que haya otra manera de que tú y Min tenga otro bebé! -el alfa negó, sacudió su cabello y se retiró. -Papá...
-Es mejor que no me ilusione, Sanhie. Dejemos eso así.
Se dio por vencido, nadie haría cambiar de opinión a su padre.
Cuando el alfa llegó a su casa, fue a ver a su hija y darle su beso de buenas noches, supo que Seungkwan no estaba en casa y como no tenía sueño fue a avanzar algo de trabajo acumulado.
Estuvo un buen rato en su estudio cuando de repente, escuchó unos pasos en la sala, se fue a asomar y se encontró a Seungkwan entrando a casa, con la mirada nerviosa y subiendo las escaleras tratando de no ser visto por nadie.
Aunque le llamó la atención, lo terminó ignorando.
Pero al día siguiente, el omega no podía ni siquiera darle la cara a la hora del desayuno, Bin se fue al trabajo, Jong Sun también y cual fue su sorpresa cuando su mejor amigo fue anunciado.
El alfa le llevó un ramo de rosas y sin importarle quien los viera, le dio un beso en la boca.
-Ha-hansol...
-¿Vas a estar arisco después de lo de anoche?
Efectivamente, Seungkwan volvió a serle infiel a Bin, lo que significaba que estaba a nada de que su castillo de colores se derrumbara.
O que el drama en sus vidas estaba apenas comenzando.
❖•ೋ°•°ೋ•❖
Cap dedicado a ro_mfp. Gracias por leer, lindx✨
YO SÉ QUE HOY TENDRÍA QUE SUBIR DOS CAPS POR EL DE AYER, PERO ES QUE ANDO BIEN BAJONEADA Y DESVELADA.
No pude dormir, estaba re ansiosa por mi examen, así que les pido perdón😔
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top