𝟸𝟼

Decir que sus cuerpos no se necesitaban era una real mentira, el omega en el momento que tocó las sábanas de aquella cama, sintió la nostalgia pegarle con fuerte, pero a medida que los besos de Bin en su cuello iban bajando por su piel, sintió que su consciencia se nubló por completo.

El alfa guiado meramente por su instinto, terminó metiéndose entre sus piernas, creando entre besos un delicioso roce que anhelaba cumplir finalmente su fantasía.

-¡Ah! -el suave gemido de Dong Min hizo que su piel se erizara, sin embargo, por muy caliente que estaba, su alfa le hizo detenerse para pedirle permiso de seguir tocandolo.

Separaron un momento sus labios desgastados y se miraron mientras sus pechos bajaban y subía erraticamente, tratando de conseguir aire.

-¿Vas a dejar que te haga el amor esta noche? -su lado racional todavía no había sido nublado del todo, aunque parecía que Dong Min realmente estaba en problemas... Aquellos ojos fieros desprendian un brillo hermoso, sensual, sus ojos lilas por el celo liberaban una corriente vibrante por todo su cuerpo, llamándole.

Parecía que de alguna manera, lo invitaba a tomarlo y cuando sus dedos se filtraron por su suéter, Dong Min regresó en sí.

-¡No! -dijo asustado, la lucha interna con su omega comenzó, estaba odiando tanto perderse en algún lugar y cuando volvía, el alfa estaba sobre él.

-Min, no me hagas esto... Omega, te necesito...

Y el llamado de su alfa fue más que suficiente para que terminara jalando su rostro y uniendo sus labios nuevamente. Aquellos habilidosos dedos temblaron para quitar su camisa y sentir el roce de la lana del suéter de su amado.

Finalmente, sus dedos lograron filtrarse por entre la prenda y sintió su piel, levantó el suéter hasta sus hombros y llevó sus labios ahora a sus pezones. Un suave gemido fue soltado de sus labios nuevamente, la caricia en su pecho se sentía tan bien... La boca de su alfa simplemente era maravillosa...

Y mientras le daba amor a sus lindos botones, su mano libre desliza el chandal por sus piernas, con toda y su ropa interior, hasta que sus dedos sintieron aquellos glúteos firmes.

El omega se removió ansioso cuando sintió su cuerpo totalmente desnudo y se sintió tímido como si fuese esa la primera vez con el pelinegro. El suéter fue quitado totalmente mientras que en un camino de besos, el alfa bajó hasta su intimidad, depositando besos en su cadera y en su ingle, mientras se ponía de rodillas y atrapaba con sus manos su erección.

-¡No-Ah! -intentó detenerlo, pero en cuanto sintió la fricción constante su boca calló.

Llevó su mano a su boca para no dejar escapar los gemidos qué lo delataban, el alfa no se conformó con solo tocarlo, llevó sus labios a su glande hinchado para probarlo y chuparle como jamás lo había hecho antes. Las piernas del omega quedaron flexionadas mientras le daba espacio a que su rostro ocupara todo el lugar en su entrepierna.

Y no solo bastó chuparle, sino también llevó sus dedos a aquella entrada húmeda y maldijo en su mente.

Aun consciente recordó las últimas veces donde sintió aquella viscosidad y se hizo el ciego, las veces en las que se había acostado con él siendo un omega y sin saberlo.

Y pensó en que tal vez Dong Min quedó embarazado de él, ¿O no?

-¡Alfa! - el llamado de su omega lo sacó de sus pensamientos y más al sentir sus dedos siendo apretados por aquel caliente canal.

Dejando de lado sus dudas, su animal fue quien está vez se centró en lo que estaba haciendo, escuchando sus gemidos y sintiendo sus piernas temblar alrededor de su rostro, las contracciones en sus dedos y lo húmedos que estaban de un segundo a otro.

Se separó solo para observarlo y su boca se hizo agua, estaba más que listo para recibirlo y despojandose de su pantalón y ropa interior, subió a la cama nuevamente, siendo sorprendido al momento que Dong Min enredó sus piernas en su cintura, ahogandolo con aquella fricción.

-¿Vas a ser mío, omega? -el castaño asintió desesperado, dándole entender que no le importaba. -Responde, cariño.

-Yo siempre he sido tuyo, alfa...

No hubieron más palabras, solo besos mientras sus cuerpos se recibían nuevamente. Una estocada suave donde al momento de sentirse mutuamente, las lágrimas se mezclaron entre el beso que se dieron. Dong Min lo abrazó con ganas de no soltarlo mientras el pelinegro salía con la misma lentitud y volvía entrar tomándose su tiempo.

-Te amo, omega.

Si bien no hubo una respuesta por parte del omega, su voz se quebró al momento de sentir como las penetraciones aumentaban su velocidad, como sentía que se deslizaba en su interior fácilmente y tocaba cada lugar delirante en su interior hasta el punto de hacerle mojar su abdomen al pasar de los segundos, se corrió rápidamente y al no sentirse complacido, su cuerpo sin necesidad de hablar, pidió más.

Fue entonces que ambos cayeron en su lado animal, perdiendo la cordura, momentos en donde el alfa sentía que necesitaba liberarse rápidamente, donde la excitación colmó su paciencia y, el deseo y posesión le exigían que marcara a Dong Min con su esencia, que borrara su pasado con Min Hyuk, que nuevamente fuera un desastre debajo de su cuerpo... Así como la primera vez.

Salió un momento y lo giró dejando en sus cuatros, pero rápidamente le hizo sentarse y dejar su espalda pegada a su pecho para nuevamente penetrarlo, pero esta vez, tuvo la oportunidad de acariciar sus piernas abiertas, de sentir los labios del omega sobre su barbilla y escuchar mucho mejor sus gemidos en su oído.

Y mientras él en un arranque de celos marcaba su cuello de chupetones y mordidas, haciéndole sentir en el cielo mismo al omega, su teléfono sonaba una y mil veces siendo ajenos a que Seungkwan lo llamaba sin parar.

En casa de Bin, el omega estaba desesperado, eran las 9 de la noche y el pelinegro no se aparecía. Llamó a la oficina y nadie le respondió, llamó a San y tampoco este sabía de él -lo cual es cierto-, sus nervios estaban tan alterados qué se podía sentir la frustración por toda la casa gracias a sus feromonas.

Llamó nuevamente, contando ahora 23 llamadas salientes al número de su esposo y nada, ni había señal de él para nada.

-Mami, ¿Papá ya viene?

-¡No sé! -le gritó a Sua desesperado. -¡No sé donde carajos está tu padre!

San Ha escuchó el grito de Seungkwan y rápidamente fue a ver que pasaba, miró a Sua con un puchero y lagrimeando, lo que significaba que ese grito fue para ella.

-¿Por qué gritas? -dijo de mal humor.

-¡Tú no te metas! ¡Tu maldito padre no responde y no sé donde diablos está!

-¡¿Qué importa donde diablos esté Moon? Deja de gritarle a la niña! -Sua abrazó a su hermano de la pierna, sintiendo protección. Por supuesto que estaba asustada.

-Váyanse a dormir, no me jodan.

-Nunca en tu maldita vida, vuelvas a gritarle.

-¿Y tú quien te crees para hablarme así? -importandole poco, le dio con la mano en la boca y aunque San Ha se moría de enojado, no le respondió para que Sua no escuchara más.

Se llevó a la pequeña a su habitación para que durmiera, la niña se subió a su cama, pero se quedó sentada esperando aun por su papá.

-¿Vas a esperar a Moon? -ella asintió, pero San Ha prefirió solo buscar como abrigarla. -Sua, tienes que dormir.

-Papá va a venir.

-No, Moon no va a venir y es por eso que Seungkwan está así.

-Mamá dijo feo a mí. -dijo aun dolida.

-Lo sé, está frustrado. Aún así, no odies a tu madre. Me aseguraré que no vuelva a ocurrir.

-San Ha, mamá es mamá tuyo y mío.

-No, Sua. Seungkwan es tu madre, así como Moon es tu papá, pero los míos.

Porque jamás llamaría padres a dos seres que lo único que han hecho es destruirlo por su inmadurez, hacer diferencias entre él y Sua, darle la calle como hogar y correrlo de la casa cada que pueden -al menos Seungkwan hace eso-.

La niña finalmente se fue a dormir, San Ha le contó un cuento y ya cuando la miró durmiendo salió de su habitación. Fue a la cocina por un vaso con agua y escuchó los susurros de Seungkwan en la sala.

-Ya aguanto más, no sé donde está, Vernon.

Hablaba con aquel hombre, su "tío" qué Seungkwan trataba de meterle hasta por los ojos, pero al que nunca le dio confianza. Había algo raro en Hansol, desde niño lo supo y es por eso que jamás ha podido entablar una conversación con él.

Hansol decía ser el mejor amigo del omega, pero siempre hubo algo que no cuadraba ya que, desde niño, él notaba la diferencia clara entre San y él, y no había similitud incluso cuando Choi jamás llevó a casa a su familia. Incluso recuerda de niño haber ido muchas veces a casa de Choi, conocer a su tío Wooyoung que le preparaba un pastel delicioso y después de un tiempo cuando Seungkwan se peleó con San ya nunca más volvió a ir.

Pero seguía teniendo comunicación con al menos en alfa y su esposo, pero en el caso de Vernon, nunca conoció mucho de su vida, nunca supo que el alfa tuviera alguna familia, la mayoría del tiempo se la pasaba en su casa -en aquel tiempo - y pasaba pegado al omega como si fuese más que su amigo.

Simplemente, Vernon no le iba a caer bien nunca.

De regreso a su cuarto, miró a Jong Sun ir donde el omega y este cortó la llamada ya que se desvaneció en el sofá, un fuerte mareo hizo que se desmayara y entre su abuela y una empleada auxiliaron a Seungkwan.

Pasó de largo, no le importaba después de todo, aunque... Se le hizo curioso como justamente mientras subía las escaleras, Seungkwan vomitó sangre en la sala y cansado se quedó en el sofá sin fuerzas.

A la ignorancia de San Ha, Seungkwan estaba haciendo todo un espectáculo solo porque Moon no había llegado, ¿La realidad? Bueno, muy simple, su esposo estaba uniéndose a su verdadero destinado aún sin necesidad de marcarlo.

Seungkwan dejaría de ser el omega de Moon dentro de muy poco... Esos días estaban contados...

Su cuerpo fue acostado totalmente en la cama, boca abajo, su cabello peinado hacia un lado para dejar libre su cuello y frente de esos mechones rebeldes, sintió a Bin morder su hombro mientras embestia con certeza en su punto dulce y guiado por su animal insatisfecho, elevó su cadera para darle espacio y que lo tomara mejor, sintiéndose aun más excitado en el momento que sus pezones adoloridos por la hinchazón se rozaban contra el colchón cada que se movía.

Fue cuestión de segundos para escuchar un gemido en su oído y la esencia del pelinegro llenarlo, "creando un nudo" invisible ya que no podía lograrlo por más que lo intentaba. Su esperma se depositaba pero antes de que fuera atrapado y retenido por el omega, automáticamente lo soltaba dejando un desastre escurriendo de sus piernas, justo cuando era un beta y no sentía la inflamación al acabar.

Era raro si se suponía que Dong Min era omega, al menos que hubiera algo malo con él. Y nosotros sabemos que es.

Toda la madrugada, pasaron haciéndolo como dos animales, besándose hasta más no poder, cambiando de posición cada que podían, dejándose llevar meramente por un instinto natural y que más da que temprano por la mañana, Bin se despertó teniendo una erección mañanera, sintiendo un cuerpo desnudo a su lado y con su teléfono a punto de explotar de tanto que sonaba.

Sin darle tiempo de reaccionar a aquel panorama que se encontró su mirada, respondió.

-¡Señor Moon ¿Dónde está?! -su secretaria estaba alterada. -¡Su esposo está llamando y llamando, y no sé qué decir!

-Está bien, no te preocupes. Dile que... Que me tuve que ir a otra ciudad de improvisto y que no tengo el celular cargado, que se me apagó.

-Señor, ¿No va a venir?

-Estoy muy mal, no puedo salir, estoy en celo. Encárgate por favor. -la beta le hizo saber que no se preocupara y cortando la llamada, apagó su celular de inmediato.

El cuerpo a su lado se removió y abrazó su cintura, sonrió como un idiota al sentirlo y sin pensarla dos veces, dio un beso en su frente, en su mejilla, sobre su nariz respingada, acariciando sus labios hermosos y gruesos.

Ya estaba bien, parecía que su alfa tuvo suficiente con aquella nochecita, aunque su cuerpo humano y racional le pedía a gritos a Dong Min...

Se levantó de la cama sin hacer bulla para no despertarlo, fue a ducharse, se puso solo unos pantalones de elástico para estar más cómodo mientras metía todo a lavar, limpió lo más que pudo al omega y luego fue a preparar algo para desayunar. No obstante, cuando intentó encender la cocina, escuchó un quejido suelto del omega y fue a ver que pasaba. En la habitación, Dong Min se despertó, pero no era él todavía, su omega seguía haciendo de las suyas y buscaba como rozarse contra las sábanas al menos para buscar algún alivio.

-Bebé... -a su llamado, el rostro del chico cambió, su dulce rostro formó una sonrisa y sentándose puso sus brazos alrededor del cuello del alfa. -¿Qué pasa, bonito?

-Tengo calor, quiero bañarme.

-Iremos a que te des un buen baño. -lo cargó sin dudarlo y lo llevó al baño, preparó rápidamente la bañera para luego ayudarle a entrar y que se bañara bien, asi como también que logrará relajarse aunque sea un poco.

Limpió el desastre en su cama, recogió la ropa del omega para finalmente, ayudar a Dong Min a secarse, ponerse solo una camisa grande que cubría a mitad de sus muslos y meterlo nuevamente a la cama con sábanas limpias y perfumadas.

-¿Cómo te sientes? -el omega estaba dormitando, así que esperó que se durmiera nuevamente para ir a prepararle algo...





















En el momento que abrió sus ojos, se dio cuenta que estaba en un hospital, se miró las manos y se percató también de la manguera qué estaba en su nariz, todos los aparatos que tenían en sus dedos y antebrazo y sobretodo, el hombre que estaba sentado a un lado de aquella habitación, mismo que al verle moverse se levantó de prisa.

-¡Minnie! -Se asustó, Bin se miraba diferente, más joven, más delgado y ojeroso, el cansancio reflejado en su rostro. Intentó hablar, pero el alfa salió más rápidamente del cuarto para llamar al doctor.

No entendía que pasaba, porque estaba...



















Volvió a despertar, pero esta vez, el Bin que recordaba muy bien estaba ahí, sentado a su lado en la cama, con los ojos cerrados y entrelazando sus dedos con los suyos.

Si había algo que podía notar con facilidad, es el hecho que al menos su intimidad no se sentía húmeda, ni mucho menos había alguna señal de que su celo continuó, aunque era más que obvio que aun estaba sufriendolo.

No entendió ese extraño sueño, pero lo terminó olvidando al momento que se removió y despertó al alfa, fingiendo estar dominado por su omega, se abrazó a Bin, aunque era más que obvio que el alfa sabía que era él.

-¿Dormiste bien? -su dulce voz le hizo sentir como un adolescente enamorado y solo asintió. -Estaba asustado, pensé que no despertarías.

-¿No te aparece mi omega un imbécil de primera? Es tan estúpido.

-Me agrada tu omega.

-Te dije que no podíamos hacer esto, estás casado y no quiero ser algo tuyo nunca más, y termina traicionandome, demostrando que él te necesita...

El alfa al escucharlo, optó por jalar su cuerpo hasta dejarlo sentado sobre él. Desvió su mirada avergonzado y el alfa prosiguió a hablar.

-Tu omega y mi alfa solo se reconocieron, necesitaban verse el uno al otro, estar juntos.

-Pero es tan ilógico.

-¿Por qué? ¿Por qué no entiendes que eres mi alma gemela? ¿Por qué se te hace difícil aceptarlo?

-Porque estás casado-...

-No por gusto propio... Minnie, yo te cambié, yo ayudé y soy responsable de todo, yo te hice mi omega.

-¿Solo me usas por eso, Porque ahora soy un omega?

-No.

-Es que no entiendo. -Y la lucha nuevamente entraba en juego, su omega le decía que se callara, qué solo estupideces hablaba, perro en su razonamiento y consciencia sabía que todo estaba mal y alborotao.

-No trates de entender... Omega, acepta a tu alfa. - la voz del alfa de Bin hizo que el humano pensativo desapareciera en Dong Min, el brillo lila de sus ojos tornó a un color escarlata y finalmente, el omega lo miró a los ojos.

-¿Eres mío, alfa? - su voz cargada de excitación salió.

-Todo tuyo. Tómate, hazme tuyo otra vez.

Porque de eso se trataba, Dong Min no era suyo, él era de Dong Min, su alfa, su hombre, su otra mitad. Todo en la vida del omega.

Sus manos levantaron aquella camisa y la quitaron totalmente, sin vergüenza metió su mano y sacó el pene erecto del hombre para montarlo, empujandolo para que quedara totalmente acostado. En cuanto lubricó lo suficiente, se movió bajando y subiendo sus caderas a un ritmo encantador, y siendo posesivo, sus dientes filosos se introdujeron en el brazo del alfa.

No logró romper el lazo qué Bin tenía con Seungkwan al no haber vitalidad, pero de algo estaba Bin seguro, y eso era de que su omega se uniría a él de alguna u otra manera.

Y mientras la noche volvía a hacerse larga y maravillosa, su hijo estaba afuera del edificio mirando su auto estacionado afuera y descubriendo realmente donde estaba.

...

Cuando se alistó para ir a la escuela y bajó la a comer algo, se encontró a Seungkwan hablando por teléfono con la secretaria de Moon.

-¿Que te dijo? - preguntó Jong Sun quien estaba sentada desayunando.

-Bin tuvo que ir de imprevisto a otra ciudad, no me responde porque tiene el celular descargado y ella tampoco me respondió porque él le dio la salida temprano y hoy solo está agendando citas.

-Bueno, ¿Te das cuenta? Bin no se ha ido a ninguna parte, no creo que sea capaz de hacer algo.

-Siento miedo de que Moon se vaya, yo ya no soy el mismo de antes, desde que estuve enfermo quedé mal.

-Bin no te va a abandonar, ya lo verás.

San Ha se río para sí mismo, por supuesto que Moon lo iba a dejar en algún momento y sus sospechas eran ciertas, estaba seguro que el bastardo de su padre estaba con su amante de luna de miel.

Se fue a la escuela, Hongjoong pasó recogiendolo en su moto y le pidió el favor de passr rápidamente por aquel edificio que visitaron. Por supuesto, estaba en lo correcto, porque el auto de Moon estaba ahí afuera, pero no le importó y se fueron a clases.

Por la noche, anduvieron cerca de aquel lugar y nuevamente, el auto seguía ahí. Tuvo un impulso de llegar y desenmascararlo.

-¿No vas a ir? Descubrelo con su zorrita. -apesar de qué su "amigo" intentó convencerlo.

-No. Solo me quiero preparar para lo que sigue.

Porque sabía que su casa dentro de poco sería un desastre y se daba cuenta que Moon nunca cambió, seguía siendo el mismo mentiroso de mierda de toda la vida.

Y... ¿Qué podía pasar si la forma en la que miraba a su padre cambiaba de repente?




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Cap dedicado a latikkimanotas_. Te amoo🌹💗

Ya les di un poco de paz, no tanto drama, pero si gogogogo💋

Ojito piojo, que no hago responsable de psicólogos, porque lo van a necesitar☝🏻


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