𝟷𝟾

Seungkwan se cansó de aquella situación con su esposo y decidió hacer un viaje de improvisto. Le pidió a Jong Sun qué se quedara con San Ha y salió de casa, siendo recogido por Vernon quien lo llevó al aeropuerto.

-¿Ahora que locura vas a hacer?

-No te importa.

-Al menos debería decirme lo que planeas hacer y ver si puedo ayudarte. -el alfa aun seguía interesado en el omega y no se iba a cansar hasta no tener al chico en sus brazos.

-Después de este viaje, ya nunca más el nombre de ese hombre será mencionado en mi casa.

-¿Vas a ver a Lee Dong Min?

-Tiene que entender que ahora que no tiene esposo, ni hija, ni suegros, no puede pensar en volver. No puede venir y arruinar todo, no se va a acercar a mi familia.

Estaba tan decidido a destruirlo, que no se daba cuenta que él mismo se destruia en el proceso.

...

Dong Min escuchó el timbre sonar, lo ignoró porque no quería saber de nada y de nadie, pero la insistencia hizo que se levantara enojado y fue a ver quien era. Pensó en que su hermana se había olvidado de algo y al ya no vivir ahí, no tenía las llaves.

-¡Sunmi, te dije que-...! -se paralizó al momento de abrir la puerta y ver a Seungkwan frente a él.

-¿Lee Dong Min, verdad? -el omega por supuesto que se acordaba de el rostro del esposo de Bin, lo que no entendía, era el porqué estaba ahí.

-Disculpe, ¿Usted quien es? -trató de hacer como si no lo conociera, pero Seungkwan con aquello se enojó.

-Te metes con mi marido y no sabes quien soy, ¿Qué ilógico, no?

-No sé de que está hablando...

-No te hagas, sé perfectamente que mi esposo tuvo una relación contigo y que aun siguen en comunicación.

-¡¿Qué?! ¡No!

-¡No mientas! De todas formas, no vengo a darle explicaciones a una perra como tú, solo te vengo a advertir qué no trates de acercarte a mi familia.

-¡No es nadie para venir a mi casa e insultarme! ¡Yo no tengo nada que ver con eso que menciona!

-Estoy esperando un segundo hijo de Bin, el primero tiene 10 años y decidimos tener uno más porque nos sentimos muy enamorados... -Dong Min sonrió.

-Felicidades por su embarazo, ahora si no tiene nada más que decir, puede irse.

Cerró la puerta en la cara del omega sin siquiera darse el tiempo de escuchar sus tonterías.

Se tiró al suelo, abrazando sus rodillas y quedándose con la mente en blanco. No quería siquiera pensar en lo que acababa de pasar, no quería saber nada.

Mientras que en Corea... La casa de Bin volvía a ser un desastre total.

Como se sabe, Jong Sun ha estado ahora en aquella casa cuidando de su nieto, siendo ignorada por su hijo quien para no hacer escándalos ha tratado de callarse y no decir nada.

Pero justo ese día, cuando Bin volvió a casa por la noche, preguntó por Seungkwan ya que había una cena benéfica a la que debían ir al día siguiente y quería que el omega le confirmara su asistencia.

-¿Dónde está?

-Salió desde ayer, señor, no dijo a donde iba. -le dio su ama de llaves y el asintió.

Caminó por la casa llamando a su madre hasta que la omega bajó del segundo piso.

-¿Qué pasa?

-¿Dónde está Seungkwan?

-No lo sé.

-¡No lo cubras! ¿Dónde está?

-No lo sé, Bin, en serio. Tienes que creerme.

-¿Así como creí todas las mentiras que me dijiste? ¡Ja! -llamó nuevamente a su ama de llaves para que le proporcionara el número de Vernon.

Bin rápidamente lo llamó ya que parecía, el alfa era el único que podría saber de su paradero. Y no se equivocaba.

-Buenas noches-...

-No tengo tiempo para formalidades, ¿Dónde está Seungkwan? -Vernon movió su cabeza en negación, realmente el esposo de su mejor amigo nunca cambiaría esa forma hostil al dirigirse a él.

-Señor Moon, ¿Por qué me pregunta de su esposo?

-Porque eres el único que sabe donde realmente está. Habla.

-No me dijo a que iba, solo sé que está en Japón. -volteó a ver a su madre y maldijo internamente.

-Está bien. Gracias. -el alfa cortó. Vernon realmente ni ganaba nada con decirle a Bin, ni perdía, simplemente le daba igual.

Al final, Seungkwan seguiría prefiriendo esa vida de infierno antes que a él y no podía cambiar eso.

Bin miró a su madre enfadado por supuesto porque ya podría imaginar que andaba haciendo su esposo en aquel país.

-¿Tú sabías de esto, verdad? -la omega frunció el ceño.

-¿De qué hablas? -el alfa por poco y le grita.

-Tú sabías que Seungkwan está en Japón, ¿Acaso fuiste tú quien le dijo sobre Dong Min? ¿Ahora estás tratando de venderlo?

-¡Te juro que yo no he abierto mi boca! Yo más que nadie quiero que ustedes se reconcilien, que San Ha crezca en un ambiente mejor y que las cosas cambien en su matrimonio.

-Sí, lo sé, madre. A ti lo único que te importa es que Boo esté de tu lado, no te importa siquiera que él haya abusado de mí y que haya forzado una marca que no quería.

-Ustedes debían de hacerlo, se habían casado...

-No vengas con esa estupidez, no abras más la herida porque sabes perfectamente que hasta el casamiento se pudo haber evitado.

-Solo trata de enfocarte en lo que está aquí, en Corea-... ¡Bin! -el alfa se alejó ignorandola, solo sacaría un traje nuevo y algunas cosas en las que necesitaba trabajar.

-Por cierto, Jong Sun, casi se me olvida.- le entregó un panfleto con información valiosa para Bin. -Mañana mismo vas a ir a trabajar a una ONG que se encarga de cuidar a niños huérfanos. Como no tienes nada que hacer más que ser un parásito que absorbe mi dinero y una abuela y madre ejemplar antes la sociedad de mierda, creo que esto para ti será pan comido.

-¿Quieres que vaya a trabajar? ¿Bin, en serio?

-Eres joven aún, así que no veo porque no tengas que ganarme el plato de comida que se te da en esta casa.

-No puedes hacerme esto.

-Si mañana no vas, no comes en todo el día. Así de sencillo.

-¡No me puedes negar el bocado de comida! ¡Eres un inconsciente!

El alfa por supuesto que se fue de casa sin tener el mínimo remordimiento por la mujer, ella sola se buscó todo al mentirle y ocultarle cosas que eran enteramente de su importancia.

Llegó a su apartamento, quitó su saco y cinturón para estar más cómodo y fue directo a la cama. Llevó sus manos a su cabeza donde con ella cerró un momento sus ojos, tratando de conseguir un respiro.

Tenía algunos problemas internos, pero lo más inquietante es que su alfa estaba ansioso por alguna razón. Se sentó un rato mirando a la nada, pero sintiendo como si frente a él estuviese una pared dividiendolo con su destino y sintió de repente, una tristeza llenar su alma.

«Mi omega está triste».

Escuchó la clara voz de su alfa susurrarle al oído, pero era tan doloroso en su pecho y el nombre del castaño vino en su mente.

-¿Qué tienes, mi amor? -dijo a la nada, pero esperó por una respuesta.

Y en ese mismo instante, en aquel país vecino, el omega sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, la punta de sus dedos heladas y un abrazo tan cálido en su alma que no sabía de donde provenía.

Sintió algo removerse en su interior y lloró de amargura al darse cuenta que era su omega recibiendo un mensaje de algún lugar.

El olor fuerte de Bin llegó a su nariz como si lo tuviera frente a frente y abrazó sus rodillas, dejando su rostro sobre ellas sintiéndose totalmente débil.

-¿Por qué me haces esto? -dijo en reclamo, odiando tener esa conexión con él después de tantos años.

Y lo dijo sin darse cuenta que el susurro de su voz llegó al oído del alfa.

-No quiero dejarte solo... No puedo renunciar a ti... -respondió el pelinegro sintiendo su alma agitada, no podía creer que estaba escuchando a su omega después de tanto.

Era como un milagro que a pesar de haber marcado a otro omega, el hilo tan invisible aún los uniera de esa manera, a tal punto de poder escuchar al otro como si estuviese frente al otro.

Dong Min sintió un doler insoportable en su marca, unas palpitaciones acompañadas de un calor que recorría su cuello y lloró, no se aguantó y dejó que todo saliera sin ser evitado, aunque pareciera una magdalena, no le importaba.

-No lo hagas...

Bin recibió el mensaje entendiendo que Dong Min también quería seguir con aquello, pero en realidad, Dong Min le pedía que no lo hiciera más, que ya no lo siguiera lastimando...

Bin perdió la comunicación y lloró con dolor por supuesto, porque lo tenía tan cerca y a la vez tan lejos, y aunque tuviera que hacer hasta lo imposible, no se iba a rendir esta vez y ya lo había decidido.

Él se durmió esa noche pensando en Dong Min y el omega siguió en su dolor toda la noche, comenzando a maldecirse en cada recuerdo que venía a su mente.

Fue a la habitación de su hija y se arrodilló con cansancio a un lado de la cama, miró el vacío y pegó un grito desgarrador.

-¡Hyuk! ¡Susu! ¡¿DÓNDE ESTÁN?!

Se dio cachetadas a sí mismo tan fuertes como su dolor, tratando de despertarse de ese mal sueño que estaba viviendo, pero por razones extrañas no podía salir de aquel laberinto del sufrimiento al que estaba condenado a estar eternamente.

-Hija... Perdóname... Me equivoqué demasiado, Suyeon, no merecía tu amor, no fui una buena madre...

Lo dijo casi en gritos de no ser porque su voz ya empezaba a flaquear.

-Hyuk... Vuelve y sacame de este hoyo... Te necesito, no quiero aceptar nada...

Y se quedó derrumbado toda la noche, hasta que las lágrimas cesaron y el dolor en aumentó lo terminó ahogando...

Al día siguiente, Sunmi fue a ver a su hermano junto a su hijo. Le llevaban algo de comida y trataría ese día de animarlo para que no cayera en depresión nuevamente. Había hablado con su esposo y el alfa le dio la idea de sacarlo a dar un paseo para que el encierro no lo sofocara.

Al llegar, llamó a su puerta y nunca respondió, para su sorpresa la puerta no tenía seguro y entraron, encontrándose con un desastre en todo aquel sitio. Vidrios rotos, ropa tirada por todos lados y los muebles de la sala tirados en el suelo.

-¡Mamá! -Yesung encontró a Dong Min en la cocina, desmayado, con un frasco de pastillas tirado a su lado y con la cabeza ensangrentada.

-¡Santo Dios! -llamaron a un ambulancia rápidamente, pero para mientras intentaron detener el sangrado. -Min, no puedes dejarme...

No podía perder a su hermano tan pronto.

...

Sunmi en el hospital no hallaba qué hacer, esperaba por tener noticias de él, pero nada que le avisaban. Mientras esperaba recibió una llamada de Wooyoung y ella le contó lo que había pasado.

-¿Te han dicho algo? ¿Está bien?

-No, nada, aun estoy en espera.

-Sunmi, hay que hacer algo, a este paso Dong Min será el siguiente en irse.

-No, nada de eso. Minnie no puede morir, tiene que ser mi apoyo en todo.

-Sunmi, yo tampoco quiero perder a mi mejor amigo, pero hay que ponernos en sus zapatos. -Wooyoung llegaba días pensándolo, de hecho, desde que Bin los visitó comenzó a reflexionar sobre todo lo que habían hecho mal.

-Minnie necesita paz mental y el amor de su familia.

-Sunmi, entiende ese punto. ¿Cuál familia? Tú y yo tenemos a nuestros hijos y a nuestros alfas, tenemos una marca y una vida normal como cualquier otro omega, pero Dong Min jamás ha tenido nada.

-Me tiene a mí-...

-Sunmi, tú misma lo dijiste, el dolor de una madre es algo inimaginable, Dong Min perdió todo y tiene la desdicha de no estar con la persona que ama.

-No menciones a Moon.

-Aunque no queramos aceptar, Moon es su alfa y hasta que ellos dos no se reencuentren, las cosas malas no van a parar.

-Simplemente, Moon queda fuera de discusión. -por supuesto que ella no lo iba a permitir. -¿Acaso no recuerdas el daño que le hizo? ¿Todo lo que le hizo sufrir? Mi sobrina murió por su culpa también.

-Sunmi, deja de juzgar la situación, hay que dejar de entrometernos y que ellos decidan lo que harán.

-Ayer Seungkwan se apareció por su casa, quise bajarme del auto para saber que pasaba, pero como no tardó hablando con Dong Min me fui.

-Ten por seguro que ese moscon no me quita el sueño, Seungkwan puede intentar de todo, pero en algún momento tiene que aceptar que su esposo no le pertenece.

-Dong Min está delicado, estar en contacto con Bin podría afectarlo y ya, no vas a hacerme cambiar de parecer. Moon no puede volver a su vida.

Wooyoung no pudo ni protestar, era inútil decir algo cuando la omega estaba tan cerrada.

-Avísame que te dicen.

El omega salió al jardín de su casa y caminó un rato, definitivamente, sentía que debían hacer algo pronto y aunque Sunmi no quisiera, haría lo que fuera para que su amigo estuviera bien a partir de ahora.

Sunmi logró saber del estado de su hermano, perdió mucha sangre y la herida no fue tan profunda, y ahora estaba fuera de peligro. Le hicieron saber también que estaba despierto y fue a la habitación para verlo.

La mirada ida del omega le hizo sentir su corazón quebrarse en miles de pedazos, pero no mencionó nada.

-Hola, Min. -el omega solo volteó a verla y le dio una media sonrisa.

Al momento de que tomó asiento, un silencio se apoderó de aquel lugar, ninguno dijo nada, menos Dong Min quien solo estaba intentando dormir. Pero la pregunta estaba ahí y fue Sunmi quien la sacó flote.

-¿Qué intentabas hacer? -el omega no le dirigió la palabra, mucho menos la miró, pero la preocupación se presentó al momento que las lágrimas rodaron por el rostro del omega y escuchó su risa, como si esta fuese el escudo qué necesitaba para evadir su tristeza.

La mujer tomó su rostro en sus manos y lo limpió, su alma nuevamente se partía a pedazos más pequeños porque el sufrimiento de su hermano era incluso visible en sus ojos.

-Minnie-...

-¿Por qué sigo vivo? ¿Por qué no solo me lleva con mi familia?

-No digas eso, Min, tienes que vivir bien.

-¿Cómo puedo llamarle vida a este desastre? ¿Cómo puedo respirar tranquilo si nunca he tenido la paz qué necesito? -apretó entre sus dientes su labio tratando de contenerse. -Tú no sabes el dolor que he vivido todo este tiempo...

-Pues es necesario que lo saques y que enfrentes lo que sientes.

-¡No puedo! ¡Es inútil! ¡Tengo cargo de consciencia, me siento solo, perdido y lo que faltaba, terminó matándome!

-¿De qué hablas, Min? ¿Qué pasa? -el omega soltó sus lágrimas más amargas, su omega pidiéndole que soltara a los cuatro vientos todo lo que han sentido lo estaba hostigando.

-Pude sentir a Bin... Lo escuché... ¡A ese maldito lo escuché! -nuevamente lloró, pero porque intentaba odiarlo y no podía, no lograba estar en sintonia con lo que su corazón quería.

-¿A Bin? -la omega al darse cuenta de la gravedad del asunto, prefirió quedarse callada y escucharlo.

-¿Sabes el dolor que sentí cuando él marcó a su esposo? ¿Cómo sentí que mi alma y mi corazón se desprendian en pedacitos y sangraban horriblemente? Me sentí en un vacío donde nadie estaba para salvarme...

Aquel día de espanto cuando sintió su vida depender de un hilo y como su ser interior lloró y buscó a su alfa, quien lo había abandonado. Cuando supo de su marca hizo como si no le importara, pero le dolió tanto el hecho de que el simple juego de Bin con él haya terminado en una marca que amenazó con robarle el suspiro de vida.

Y lo maldijo desde el fondo de su alma por haberle hecho sentir miserable hasta en el último momento, entendiendo que no importaba cuanto aún lo amará, Moon Bin no era suyo y no podía luchar por un hombre ajeno.

El amor de su vida, su todo, su alfa, solo era un hombre prestado por momento que le hizo probar el amor en su más alto esplendor y cayó al infierno directamente también.

-Lo que mi cuello ha estado sintiendo todo esto tiempo... El dolor que hay en esa zona... Como en cada celo mi omega lo buscaba y lloriqueaba porque no estaba... Y lo peor... Es que mi omega esperaba ilusionado qué llegase a verme al momento de estar dando a luz.

Recuerda vivamente todo el proceso de su embarazo, Min Hyuk era de ayuda, su bebé reaccionaba a sus feromonas, pero cuando perdía la consciencia y su omega salía, a Min Hyuk nunca llamó 'alfa' y buscaba como mandar un mensaje a través del lazo a donde su verdadero alfa estaba. Sabiendo perfectamente que todo vínculo estaba roto.

"Alfa, nuestra cría nos necesita. Aparece por favor".

Porque el sabia perfectamente el riesgo que podía traer el tener a su bebé sin la unión, lo delicada que estaba su hija dentro de su vientre después de que el lazo se rompió, como los efectos secundarios de aquella desvinculación afectó no solo a su hija desde el vientre, sino también a su omega quien nuevamente se lastimó a sí mismo.

-Sunmi... Si Bin hubiera llegado en esos días, sin tan solo hubiera escapado de su suegro y de su esposo, y me hubiese seguido, yo pude ser capaz de perdonarle todo... Pero jamás llegó, nunca intentó llamarme, ni porque compartí mi cuerpo una última vez con él y le confesé que lo amaba con locura... Bin no hizo nada, nunca luchó por nuestra relación.

Porque hubiese deseado que al menos aquellas palabras fueran verdad, aquellos 'te amo', la confesión de su amor, el como le explicó a medias lo que verdaderamente sentía, quiso creer todo, pero Bin no colaboró y lo dejó ir, y a él no le quedaba más que resignarse a vivir lejos de quien amaba e intentar salir del hueco de la depresión.

-No tienes ni idea como siempre que miraba a mi hija, me sentía atrapado en el pasado... Era como estarlo viendo a él y no pude... Limpié mi corazón, solté todo porque sabía que no era sano jugar conmigo mismo de esa manera tan cruel e intenté llevar todo ese amor a la basura y justo cuando estoy amando la compañía de otro hombre, la vida se encargó de quitármelo y él ahora... -soltó un grito frustrado, dando golpes en la almohada.

-Min, ten calma, puedes quebrar la aguja del suero.

-¡No me importa! ¡Ya estoy harto! ¡No pedí ser un omega, pero escucharon al parecer mis deseos por encajar en los gustos suyos y aquí estoy! ¡Sufriendo porque no sé cómo diablos funciono, porque nunca me interesó saber nada de esto, porque renegué de mi propio omega y es por eso que él no me ha hablado por años!

Porque por más que lo intentara, era un rotundo no, su omega y él no se llevaban bien y por eso lo intentó callar por tanto tiempo.

Pero claro estaba, que su omega ahora que ya había sentido a su alfa nuevamente, no podía quedarse callado por más que su humano se lo impidiera.

Y la noche anterior, todo el resentimiento acumulado de su ser interno, lo hizo probar la locura misma.

-Ya no quiero vivir... No tengo motivos para hacerlo...

-No, Min, no me digas eso...

-Ya no quiero que me salven, no me importa nada. Quiero irme, estoy cansado...

Y su hermana dolida solo lo abrazó con todas sus fuerzas y ambos lloraron.

Dong Min sufría y ella no sabía como ayudarlo, al menos, no quería aceptar lo único que en su mente cruzaba..



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Cap dedicado a LoslabiosdelJinbam. Love u, my wife✨

Si actualicé, ¿vieron? Tarde, pero se hizo.

Solo aviso que mañana probablemente pase lo mismo, la luz se está yendo por horas y en los momentos más random así que no prometo nada.

Los amo muchote💋


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