𝟷𝟻
Los días fueron pasando, el dolor iba en aumento y la demencia se iba apoderando de un cuerpo deshecho qué ya no encontraba vida nunca más.
Dong Min se encerró en la habitación de su hija sin lograr que nadie lo sacara de allí, Myung Jun muchas veces intentó hacerlo, pero solo terminaba con un Dong Min colapsando en sus brazos y este lo consolaba.
Se podría decir que Dong Min a sus 32 años, solo era un hombre que deseaba darse de baja de la vida, sin ánimo pronto y lleno de pensamientos intrusivos qué atentaban contra su salud mental y principalmente contra su cuerpo.
Al principio, lo ignoró sin encontrar realmente la solución a sus problemas, pero cuanto más pasaban los meses y la agonía lo alcanzó, se sentía dentro de un cuarto vacío donde no existía más vida que la suya.
Sunmi llegaba a su casa para comer con él, pero era como si Dong Min estuviera ido en alguna parte porque aveces hasta ni parpadeaba. Min Hyuk intentó acercarse nuevamente, estar ahí como su apoyo después de dejar todo su enojo atrás, pero no bastaba un abrazo o un beso y palabras dulces, Dong Min no deseaba ser consolado, Dong Min necesitaba a su hija a su lado.
Lo más probable es que se piense que se ve ridículo, pero la forma de llevar su duelo resulta doloroso por más que intente salir de ese estado y termina haciendo cosas sin querer que le hacen parecer un descerebrado. A pesar de que cuando el tiempo pasó y él intentó salir a ver un poco de luz del día, todo salió mal.
Y pensaron que estar con él y hacerle compañía podría ser la solución, pero cambiaron de parecer cuando en una ocasión Dong Min se perforó el brazo con el cuchillo de la cocina.
Lo llevaron a emergencias por supuesto y aunque perdió algo de sangre, estaba bien, pero a partir de ese momento, Dong Min pudo reaccionar un poco.
Tal vez se dio cuenta de muchas cosas, pero aun así recayó y se abrazó en el alcohol. Jamás fue tan amante del licor, pero ahora, al sentir su garganta quemar con cada trago rasposo, sentía que podía liberar más sus sentimientos.
La mayor parte del tiempo, se la pasaba mareado gracias a la cantidad de alcohol que había en su sangre, aveces le escondían todo para que no siguiera y sin importarle, salía a la calle, a la primera tienda de conveniencia que encontrara para ingerir más.
Y la segunda vez que pasó en el hospital, fue porque quedó inconsciente en las afueras de una de esas tiendas y el doctor que lo atendió le hizo saber que estuvo a nada de entrar en un coma etílico qué lo podía llevar a la muerte y cuando reaccionó, puso los pies sobre la tierra y se dio cuenta nuevamente de tantas dificultades que pasaban a su alrededor.
Min Hyuk estaba preocupado por él, su hermana estaba más al pendiente de él que de su casa, su suegro también estaba afectado y no se puso a pensar en que no era el único que llevaba un duelo en su alma y un día, mientras su esposo le ayudaba a cambiar la venda qué andaba en su brazo, decidió hablar con él.
-Hyuk... -el alfa al escuchar su voz nuevamente se sorprendió y rápidamente se sentó a su lado.
-Dime, cariño.
-Hyuk, quiero ir a ver a un especialista.
-¿A qué te refieres?
-Llévame con un psicólogo o algo, ya no deseo estar así.
-Claro, cariño, haré lo que sea para que estés bien.
Y el alfa le cumplió, buscaron ayuda profesional y Dong Min terminó yendo día de por medio a terapia, pero nuevamente recayó y volvió a su refugio, es decir, el alcohol.
No fue hasta que pidió entre lágrimas y con amargura qué lo metieran en un centro de rehabilitación y ya la familia sin saber que más hacer, accedió.
Min Hyuk se encargó de hacer lo necesario para que estuviera bien y finalmente, Dong Min terminó preso en aquel lugar donde les prometió trataría de mejorar.
Las palabras y recuerdos de su hija eran todo lo que le quedaban y trataría, aún cuando todo se le viniera encima, de mejorar por la memoria de ella.
Cada día su hermana y su esposo llegan a verlo, le hacían compañía y hablaban con él para distraerlo, fueron algunas semanas en las que Dong Min se mantenía muy distraído, pero lograron que poco a poco al menos soltara una que otra sonrisa.
Dentro del centro, sus compañeros muchas veces le ofrecieron un cigarrillo y preso de su ansiedad, lo terminaba encendiendo y sacando de su cuerpo todo el estrés, pero lentamente también fue esclavo de ese vicio y ahora no solo se enfrentaba a ello, sino que también a él mismo.
Su omega le estaba hablando y quería callarlo, su omega le susurraba al oído, pero jamás quiso siquiera sentir dentro de él a otro ser quien dominara su cuerpo y su vida. Odia a su omega, pero se odiaba más a sí mismo por muchas razones, pero mientras tanto, trataría de vivir al menos para que sus seres queridos no se preocuparan.
En Corea, Jong Sun siguió su vida tratando de distraerse con su nieto, lo llevaba a pasear y cada que regresaban eran bolsas enormes con cosas las que sus sirvientes bajaban, San Ha optaba por comprar libros y alguna uña diferente para tocar su guitarra.
Para Seungkwan era hermoso ver a su hijo salir con su suegra, pero Bin de alguna manera se molestaba, pero se reprimia como siempre.
Ha vivido toda su vida con rencores y aunque ama a su madre, no puede negar todo lo que la mujer le ha hecho y lo más imperdonable, es saber que ella estuvo por muchos años en comunicación con su ex pareja y jamás se lo dijo, y si no hubiese ido a Japón, tal vez nunca lo hubiera sabido.
En ese momento, Bin se sentía traicionado de muchas formas, pero el golpe más duro fue el de ella, quien consideraba, era la persona que lo entendía.
-¿Podrías dejar de comprar cosas innecesarias, Jong Sun? -los omega lo voltearon a ver y trataron de ser discretos.
-Mi amor, no le hables así a tu madre.
-Cállate. -Seungkwan bajó su rostro asustado.
-No le hables así a tu esposo. -regañó Jong Sun pero a Bin eso no le importó.
-Deja de gastar tanto, no eres rica.
-Pero tú sí, cariño, además, solo salí con el niño y quise levantarme el ánimo.
-Busca algo de provecho que hacer, mi dinero no es un juguete.
-Deja de ser tan amargado, soy tu madre, Moon Bin.
-Me importa una mierda. -caminó a la entrada, tomó las llaves de su auto y siguió su camino.
-¿A donde vas, mi amor? -Seungkwan fue detrás suyo, pero él lo ignoró.
-Déjalo, Kwan, ya se le pasará. -se levantó la omega para ir a traer de regreso a su yerno.
-No puedo, madre, estoy volviéndome loco. -comenzó a soltar todas sus penas. -Bin ni siquiera me toca.
-Busca una forma de enamorarlo, tal vez y consigas cambiar su forma de verte. Ya son diez años que tienen casados.
-Pero en todos esos diez años para él solo ha existido un solo hombre. -el omega se refugió en los brazos de su suegra. -Dime, madre, ¿Cómo hago para sacar de su mente a Lee Dong Min?
La omega por supuesto que era una hipócrita completamente, porque ella deseaba que Dong Min fuera su yerno, pero no quería que su hijo jodiera su vida y es por esa misma razón por la que nunca accedió a ayudarlo por más dolido que se le pusiera.
Para ella, Bin debía dejar de ser un cobarde y sobretodo, olvidar el pasado y enfocarse en lo que realmente le convenía.
Bin se regresó a escuchar todo lo que hablaban su madre y su esposo, y se sentía tan enojado porque Jong Sun siempre estaba de el lado de todos, menos del suyo.
Parecía más su enemiga qué su madre y pensar que todo lo que ha hecho, es para sacarla de pobre y que viviera bien dándose todos los lujos que quisiera. Incluso le compró una mansión para ella sola, para que se sintiera como una reina, se aferró a sus peticiones e incluso aceptó casarse con alguien que no amaba, porque ella se lo sugirió.
También era su culpa, claro, por no darse cuenta a tiempo y vivir con una venda en los ojos todos esos años, pero eso no quitaba qué Jong Sun realmente jamás quiso un bien para él o al menos, nunca en su mente cruzó cuidarlo.
En ese momento, se dirigía hacia la casa de su mejor amigo. Casi no lo visitaba porque tanto su amigo como el esposo de este vivían ocupados trabajando y también porque sabía el odio que aun le guardaba Wooyoung aún después de mucho tiempo.
Llegó, tocó el timbre y lo recibió la empleada de la casa, se escuchaba una bulla en el jardín de aquella casa y fue hacía allí, encontrándose a su amigo jugando con sus hijos fútbol.
-¡Tío Bin! -los tres pequeños corrieron al alfa, Bin amaba a sus sobrinos por supuesto y ellos a él aún cuando casi nunca van a casa de Bin porque Seungkwan odia el alboroto y no solo eso, sino también porque San Ha la mayor parte de tiempo prefiere estar solo.
-San, necesito hablar contigo. -pide y el alfa asiente, soltando la pelota que tenía en sus manos.
-Jueguen un rato, niños. No golpeen a su hermana.
-¡Bueno, páaa!
Ambos alfas entran a la sala y toman asiento.
-¿Qué pasa?
-San, quiero que seas muy honesto conmigo y que me digas si puedes ayudarme a encontrar a Dong Min. -el alfa intenta responder, pero en ese instante, Wooyoung aparece.
-¿Qué quieres con él? ¿No han sido suficientes años como para que aun insistas? -por supuesto que a Wooyoung le enoja la obsesión que tiene el alfa con su amigo y conociendo perfectamente la situación que está viviendo el omega en Japón, no iba a permitir que aquello se diera.
-Hola, Wooyoung. Bien, ¿Y tú?
-¡No trates de ignorar lo que dije! ¡Deja a Dong Min en paz! Mi amigo lo último que necesita es que aparezcas en su vida nuevamente.
-Si te pusieras a pensar en tu amigo, sería más fácil para todos. Min me ama aun, yo lo sé, ustedes no pueden seguir impidiendo qué lo vea.
-Bin, yo entiendo tu desesperación -dijo San -Pero debes de entender que no hay mucho que hacer, Seungkwan podría-...
-¡Me importa un carajo si me entrega a la policia! ¡Lo único que quiero es estar con mi beta, con mi vida!
Wooyoung sabía todo lo que aquel alfa había hecho, sabía que la situación en la que estaba era muy complicada también, pero eso quitaba qué Dong Min realmente no quería saber de él porque aun estaba dolido.
Para él, era fácil suponer que esa desesperación del alfa se debía nada más y nada menos a lo que su alfa sentía, al hecho de que ambos eran destinados, pero todo lo tenían en contra y aunque quisiera ayudar, no estaba en sus manos hacerlo.
-Olvídate de él. -fue lo único que dijo.
-Nunca te agradó mi relación con Dong Min, siempre estuviste en mi contra y nos separaste.
-Mira, imbecil, mejor no hables. Yo al principio si confié en ti y quise creer que estabas dispuesto a cambiar aunque sea por Dong Min, incluso las veces en las que tu novio iba arreglado fue gracias a mí, porque yo ayudaba a Min a ponerse más bonito para ti. -la información recibida le hizo sentir confuso, cayendo aún más en cuenta de su error.
-Wooyoung, en serio que-...
-Hasta le oculté a Min lo de tu matrimonio por la misma razón, me sentí tan impotente y al mismo tiempo el peor ser humano del universo por estar engañando a la persona más buenas que había conocido. No digas que no te ayudé, porque mi odio hacia ti nace por todas las lágrimas que derramó mi amigo sin siquiera merecerlo y lo que sigues haciendo.
El omega fue al jardín a ver a sus amigos dejando en la sala un silencio total en donde Bin solo intentó reflexionar.
¿Qué tan malo fue para que todos estuvieran en su contra y no quisieran que se reencuentre con la persona que ama?
¿Que había hecho?
-¿Puedes ayudarme, San?
-Trataré de investigar ciertas cosas, pero debes de entenderme a mí también. Es el mejor amigo de mi esposo y no quiero problemas.
-Yo soy tu mejor amigo, hazlo por mí.
Sin más se levantó dejando con la palabra en la boca a su amigo y se fue de aquella casa.
San la tenía muy difícil, desea ayudarlo porque ha visto su arrepentimiento, pero Wooyoung seguía ensimismado en que no era buena idea interferir.
-San. -su esposo lo que abrazó por detrás -¿Te imaginas lo que puede suceder si Bin se entera que Dong Min es un omega? ¿Lo que haría si supiera que tuvo una hija?
-Todo es tan confuso, quiero ayudarlo, pero ir en contra de lo que Min quiere... -el omega lo estrujó fuertemente.
-Minnie es un terco y siempre lo ha sido... Debes decirle a Bin que Dong Min se casó con Min Hyuk o algo, pero no mucho porque no debemos de meternos tanto.
-Veré que le digo, pero mi miedo es que Seungkwan lo amenace con decir algo.
-Ya veremos que se nos ocurre.
Ambos siempre han estado preocupados por sus amigos y la relación que tenían, muchas veces hasta Wooyoung reprendió a Dong Min por lo que hizo con Suyeon, el esconderla de su verdadero padre fue un error y aunque le dijo que se olvidara de él, su hija no entraba siquiera en discusión porque eran dos cosas diferentes.
No le dijo más nada porque Dong Min siempre cambiaba la plática, pero después de tantos años incluso él mismo pudo reflexionar y comprendió que, los destinados estaban hechos el uno para el otro y por más que intentaran separarse, la vida los volvería a encontrar.
Después de unas semanas en las que parecía que todo iba mejorando, Dong Min tuvo una recaída, se le permitió salir por un par de días del centro y aprovechó para buscar el refugio que lo mantenía neutro.
Min Hyuk comenzó a ser más constante con sus visitas, ambos comenzaban a sanar todas sus heridas y tanto como su omega y su alfa, también se empezaban a comunicar.
Había ocasiones en las que el alfa pasaba horas con el omega en sus piernas, llena else de sus olores y siendo una pareja unida. El alfa pudo sentir nuevamente a la persona que lo amaba ser cercano con él, sin embargo, Dong Min tenía otros planes.
Se sentó frente a frente, tomando distancia y oxígeno suficiente para no perder el hilo del asunto.
-Hyuk, quiero el divorcio.
-¿Qué? ¿Estás loco? -Min Hyuk no podía creer lo que escuchaba.
-Lo he pensando mucho y quiero que seas feliz sin tener que estar cuidando de mí toda tu vida. -el alfa negó rotundamente. -Hyuk, ni siquiera pude darte un hijo, soy un omega desastroso y ahora estoy aquí, hundido en este calvario que llaman vida.
-Minnie, no me hagas eso, por favor... -el alfa se puso de rodillas y sujetó sus manos.
-Hyuk, yo te amo con mi vida, pero amar también significa soltar y acepto que todos estos años has sido infeliz.
-¡Eso es mentira! -tomó aire y continuó -Minnie, olvida eso del bebé, a mí no me interesa. Un día yo te escogí, me enamoré de ti sabiendo que eras un beta y acepté que si un día llegabas a ser mi compañero, no podría tener hijos propios. Y aun así, me diste a una bebita que alegró cada día de mi vida y a quien amé como mía.
Las ganas de llorar estaban ahí y se tuvo que contener.
-Min Hyuk, tienes que reaccionar...
-¿Quieres deshacerte de mí?
-¡No! ¡Por supuesto que no! -respondió sin pensarlo tanto. -Pero tienes que ser feliz.
-Soy feliz a tu lado, no necesito a más nadie. Sé que te he fallado, que muchas veces actué irracional y te juzgué y siempre he llevado un peso sobre mí que me vive matando.
-¿Por qué, Hyuk? No digas eso-...
-Minnie, me siento culpable e impotente porque no puedo regresar el tiempo y evitar que esto pasara.
-¿A qué te refieres?
-Yo supe de tu embarazo antes de venir a Japón. -el omega estaba sorprendido, pero no dijo nada. -El día que revelaron que eran un omega, la doctora me dijo que estabas embarazado. Min, yo-...
-No quiero explicaciones, solo dime, ¿Por qué? ¿Por qué no me dijiste? Y ya.
-Porque estabas sufriendo por ese maldito, porque quería que tu bebé creciera en un hogar y pensé que si le decías en ese momento-..
-Ella hubiera creado el lazo con él y no se hubiera enfermado tanto... -el alfa guardó silencio y Dong Min solo levantó su mirada al cielo soltando un suspiro. -Hyuk, tal vez Bin pudo haber sabido de ella, tal vez y en Corea hubiéramos vivido, pero de alguna manera mi hija siempre corrió peligro.
El alfa intentó abrazarlo y al ver que puso objeción, lo enrolló en sus brazos.
-Boo iba a matarme, no quería que su hijo fuera la burla de la sociedad por mí; si él hubiese sabido que yo esperaba un hijo de Bin, me hubiera matado y a mi bebé también, Suyeon de todas formas iba a recaer porque ni él ni yo sabíamos que existía una marca.
No lo justificaba, por supuesto que estaba enojado con Min Hyuk por habérselo ocultado y después hacerse el que no sabía, pero meditaba en todo y el que Bin hubiera sabido no cambiaba nada, ni siquiera hubiese ayudado a que su bebé se salvara.
-Perdóname, Minnie. Perdóname por no ser un buen alfa, perdóname por cometer tantas estupideces sin darme cuenta, perdóname por ser ambicioso y quererte solo para mí aun cuando tú tienes a tu destinado.
-¿De que sirve tener destinado si él creó si propio destino? -tomó el rostro de su esposo entre sus manos y le sonrió -Hyukie, perdono todo lo que has hecho porque también he fallado como tu esposo y lo acepto, desde un principio me equivoqué, pero quiero que sepas que te amo ahora y puedo decir que gracias a ti superé muchos miedos y ahora, tú eres lo único que quiero.
-¿De verdad me amas? -el omega estaba a punto de llorar, se contuvo, pero sus lágrimas lo traicionaron.
-Te amo, Hyuk...
-No, Minnie, dime la verdad... ¿Realmente me amas? -el omega respiró profundo y asintió.
-Te amo, sé que lo hago, pero aveces todo es muy confuso y no quisiera lastimarte.
Min Hyuk no necesitó más respuesta, solo lo abrazó y lloró junto a él.
-¿Vas a quedarte a mi lado? -preguntó el omega con la voz entrecortada. -No tengo nada que ofrecerte, Hyuk, no tengo a nadie.
-Minnie, tú eres mi familia, mi esposo y nunca te dejaré, porque te amo y amar también es sufrir...
Dong Min encontró refugio en su esposo, en la persona que quería a su lado y tal vez ahora, podría continuar más seguro.
Pero el destino tiene más cosas preparadas para él.
El sufrimiento vivo apenas empezaba y Dong Min estaba tan frágil como para notar la tragedia que se le avecinaba...
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Cao dedicado a silvermoon_98. Love u so much, bestie lindota😘
Solo diré que preparen sus pañuelos porque el drama comienza a partir del próximo capítulo.
Como siempre, pedirles que no me maten💋
(saquen sus teorías de que podría pasar a partir de ahora, leo todo lo que ponen en comentarios y amo realmente eso así que💅🏻💅🏻)
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