𝟷𝟶

-¿Es papá? -Jong Sun asintió con una media sonrisa -¿Puedo oírlo? -preguntó con temor.

-Dame un momento -la niña asintió y ella salió de la habitación, dándole sonido a la llamada nuevamente.

-¿No me escuchas o qué? -se escuchaba que Bin estaba enfadado.

-Primero que todo, me bajas ese tonito; segundo, ¿Quieres saber dónde estoy? Pues estoy en un hospital en Japón cuidando a una niña.

-¿A quien diablos cuidas? Deberías estar aquí, con tu nieto, apoyándome a mí.

-No, San Ha tiene a sus padres y sé que puedes cuidarlo.

-¡No estuviste ayer con tu nieto por estar con alguien más! ¡Mi hijo es tu prioridad! ¡Es tu nieto, él único que tiene es y vas a cuidar a niños ajenos, ¿En serio?!

-Si San Ha se enferma, vas a un hospital y esperas a que el doctor te diga que tiene, no me buscas a mí porque yo no soy médico, ni nada en lo absoluto.

-Parece que no te importa la salud del niño, a ninguno le interesa.

-Cómo a ti te interesa y creo que lo estás llegando a querer, entonces cuídalo tú, eres su padre, ¿Quién mejor que tú para cuidarlo? -Bin intentó decir algo más, pero se dio cuenta que su madre había evadido la pregunta de Dong Min.

-¿Dónde está Dong Min? -la omega soltó un suspiro. -Solo dime si era él o no. Necesito saber.

-¿Quieres saber si era Dong Min? Sí, si era él, pero ni se te ocurra aparecer en su vida, él está muy bien. -sentenció porque sabía que su hijo era capaz de volar en su avión privado y llegar a Japón cueste lo que cueste.

-¿Qué hace allí?

-Min... Min es enfermero, por casualidad lo encontré. Es él quien estaba en ese horario cuidando a la pequeña. -Ella bien podía decirle que Dong Min era la madre de la pequeña, podía abrir su boca y contarle que era padre de una hermosa niña, pero respetaría la decisión tanto de Dong Min como la de su nieta.

-Hablas demasiado de esa niña... ¿Quién es? ¿A quién cuidas? -su enojo fue rebajando.

-A la hija de una amiga. La niña lleva días en el hospital por cuadros respiratorios, pero hasta ahora pude venir, sabes que mi nieto no se despega de mí. Aunque su padre dice que no lo quiero.

-Olvida eso. Hoy mismo salgo para verte, me importa poco lo que digas.

-¡No! No puedes venir. -dijo rápidamente.

-Mamá, el amor de mi vida está ahí, tengo que intentarlo.

-Nada de eso, ya te lo dije, él está muy bien.

-Al menos quiero oír su voz una vez, quiero que él me diga que está bien para estar tranquilo.

Se quedó un poco pensativa, era como si estuviera suplicando por su omega.

-Bin, dejando el tema de Minnie, quiero que me hagas un favor. -Desvió el tema de conversación a lo que realmente le importaba.

-¿Qué quieres? -dijo de mal modo, después de todo para el pelinegro su madre lo estaba ignorando.

-Esta pequeña de la que te hablé está muy enferma, no tiene papá más que a su mamá que es un omega.

-¿Eso que tiene que ver conmigo? No me interesa.

-No seas grosero, solo quiero que les ánimos, la pondría feliz recibir palabras alentadoras y dulces de parte de alguien, ¿No crees?

-Para eso estás ahí, mamá. ¡Por Dios, ¿En serio me pides a mí que diga algo dulce?

-Imagina que se lo dices a tu hijo, además, eres bueno fingiendo sentimientos solo hazlo, por favor. -el alfa se quejó, sin embargo, terminó aceptando.

-Está bien. -dijo de malas ganas.

La omega volvió a entrar, viendo a Suyeon esperarlo ansiosa, así que le avisó.

-Susu, alguien quiere hablarte. -la niña tímida asintió.

-¿Quien es? -Dijo ella siguiendo el juego de su abuela.

-Mi hijo, quiere saludarte. -antes de pasarle el celular, lo puso en altavoz y le susurró al oído a la pequeña: "No le digas nada sobre tu madre a papá".

-¿Holaa? -dijo con miedo, esperando a que el hombre le dijera algo.

-Hola, pequeña, ¿Cómo estás? -su corazón se aceleró al oírlo.

-Bieen.

-Me alegra, ¿Puedes decirme tu nombre? -pidió con una dulzura sin igual.

-Me llamo... Suyeon.

-¡Qué bonito nombre tienes! Bueno, yo soy Moon Bin, hijo de esa señora loca qué te cuida. -la pequeña se rió nerviosa, apretando el celular con fuerza. Bin causaba algo en ella que no podía describir.

-Señor Moon... -repitió la forma en la que lo solía llamar.

-Me dijo mi mamá que estabas enferma.

-Sí, pero mami dice que pronto nos iremos a casa. -en ese momento, Dong Min entró y se sorprendió al ver que su hija estaba hablando por teléfono. Y no supo quien era hasta que lo escuchó.

-Con solo oírte sé que eres una pequeña muy fuerte, Suyeon, y tu mami también lo debe de ser. -sus ojos picaron al escucharlo después de tanto tiempo, como si sus palabras removieran todo ese dolor guardado -Quiero felicitar a tu mami por haber tenido a una niña tan fuerte como tú.

-Mami es el mejor.

-Por supuesto que lo es, tu mamá ha de ser un gran omega. Bueno, espero que te mejores y que la señora Moon pueda cuidarte mientras tu mamá descansa.

-Ab-... -se quedó callada. -Sun me cuida bien.

-Espero que si lo esté haciendo, porque sino iré yo mismo a cuidarte, ¿De acuerdo?

-Bueno.

-Tengo que cortar, cuidate, Suyeon.

-Gracias por hablarme, señor Moon. -le entregó rápidamente el teléfono a su abuela y la omega cortó.

Suyeon se quedó observando a Dong Min con una sonrisa indescifrable y el omega soportando todo, se acercó a ella.

-¿Escuchaste a papá? -ella asintió.

-Papá... Papá no da miedo. -movió sus piecitos rápidamente.

-Dijiste que te daba miedo.

-Pero ahora ya no, es muy bonito. Su voz me gusta.

-¿Te gusta la voz de tu papá? -preguntó Jong Sun, ella asintió. -¿Entonces dejaras que venga a verte?

-No. No quiero verlo, solo oírlo. Papá Moon es agradable, pero mamá está triste y no quiero ver a mi mamá llorar.

Y nadie se había percatado que por el rostro del omega una lágrima se deslizó hasta que Suyeon lo miró.

¿Qué tanto le había impactado escuchar su voz después de tanto tiempo?

¿Seguía enamorado o era producto a su unión la razón de su reacción?

No pudo encontrar respuesta prontas dado a que Min Hyuk llegó, tocó la puerta e hizo que el ambiente cambiara.

Salió de aquella habitación de hospital junto con Jong Sun, con la diferencia que se fue corriendo a los baños solo, a vomitar lo poco que había comido.

El alfa se quedó meditando en toda la situación, si se aparecía repentinamente en Japón a buscar a Dong Min, realmente no podía siquiera ver a su beta a los ojos porque su corazón se destrozaria.

Era tan confuso todo lo que sentía porque su cuerpo le pedía y le exigía ir por aquella parte faltante en su vida, buscarlo, pedirle incluso de rodillas y con lágrimas qué volviera a él, pero entiende que de alguna manera sería difícil considerando que está casado y tiene un hijo.

Se imagina la reacción de su beta al enterarse que tuvo un hijo producto de aquel forzado matrimonio y odiaría por supuesto, que esta sea la razón por la que se aleje nuevamente. Ahora, estaba la posibilidad de que Dong Min ya haya encontrado pareja, que esté viviendo sus días con alguna mujer o que su odio haya aumentado con los años.

Hay tantas probabilidades y comprende que de alguna manera, no puede exigirle a Dong Min amarlo de nuevo cuando su vida los envuelve en un desastre fatal.

En realidad, todo en su vida desde el momento que Dong Min apareció se volvió un desastre. Su infancia fue tan dura que su corazón se endureció y se volvió ambicioso, por culpa de su madre y su amor al dinero fue capaz de comprometerse para asegurar la herencia que ahora está bajo su dominio. Se convirtió en un hijo de puta promiscuo que dormía con cualquier prostituta con tal de sentir superior y poder humillar a otros ganando más poder - según él -.

Cegado por ese mismo vicio, fue capaz de dañar a la única persona por la cual pudo sentir sentimientos reales, fue cobarde al no luchar por Dong Min por miedo a perderlo y sin embargo, el haberse quedado de brazos cruzados lo hizo perderlo a final de cuentas y para siempre.

Su beta era lo único que amaba en su maldito universo, su beta era el hombre que lo hacía feliz, el único en su vida y la razón por la cual su vínculo con Seungkwan se mantenía en constante desequilibrio.

Desde que el omega le obligó a marcarlo, porque por supuesto que sabe que fue obligado y drogado, había algo en él que no le dejaba sentir al omega. Su alfa seguía sin sentir deseo por él, no podía comunicarse, no sentía los sentimientos de él, no podía siquiera sentir bien sus feromonas. Había un constante aroma a canela rodeando su nariz qué le recordaba a Dong Min, pero que al mismo tiempo no comprendía porque su aroma estaba tan presente en su vida después de tantos años.

Puede ser muy inteligente, pero era idiota para no suponer que eran feromonas lo que todo ese tiempo sintió y quiso creer que era alguna fragancia de su gel de ducha o algo, pero jamás que Dong Min fuera un omega.

Se levantó con cansancio de la silla, fue a darse un baño y partió a su casa para ver la condición de su hijo. Después de todo, no podía darse el lujo de descudiarlo por más que quiera.

Es su pequeño, su sangre y aunque sea un error, no tiene más escapatoria.

Llega a casa y lo primero que encuentra, es el auto del mejor amigo de su esposo. No le molesta que Vernon esté en casa, le da igual realmente, pero muchas veces es incómodo porque parece más casa del alfa qué de él mismo.

En la sala el alfa está sentado con su hijo y siente una molestia terrible, San Ha al sentirlo se levanta corriendo para darle un abrazo.

-¡Papá! -carga con cuidado al niño y le da un beso en la frente, actúa posesivo con el pequeño llenandolo de su aroma y marcandolo como su sangre.

-¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?

-Mamá se fue al supermercado y el tío Vernon me está cuidando.

-Y ya me voy. Un gusto verte, Moon. Nos vemos, Sanhie. -el alfa desaparece rápidamente de la casa y aunque a Bin le parece extraño, le da igual.

-No te pregunté por tu mamá, San Ha. -dice de mal modo, caminando al sofá.

-Estoy mejor, pero mamá no quiso limpiarme, le da asco. -el alfa niega y llama a su sirvienta para que le consiga las cosas que mandó el médico.

-Es un maldito bastardo.

-Papá. -levanta su mirada a él. -¿Por qué no quieres a mamá? -la pregunta que más se hace al fin salió.

San Ha lastimosamente no vive en un mundo de fantasías e inocencia como todo niño, San Ha todo el tiempo está escuchando peleas y palabras despectivas y groseras que sus padres se reparten, por lo que siempre se ha preguntado porque su padre no se lleva con su madre.

-San Ha, no es que no quiera a tu mamá, simplemente me siento asfixiado por todo. Trato de quererlo porque estás tú y no quiero que sufras, pero aveces es difícil tratar con personas como él. -no entendía ni una palabra de lo que le dijo, tal vez porque estaba fuera de contexto.

-¿Pero lo amas?

-Lo quiero, es todo. -con esa respuesta, se quedó en silencio sin decir más nada.

La familia llegó a casa, Suyeon disfrutó de un baño relajante después de su triste estadía en el hospital, Dong Min la vistió con su conjunto de pijama favorita de color lila y con calcetines puestos y su oso de peluche en manos , corrió a su cama, esperando que el omega la arropara.

-¿Tienes sueño, mi lunita? -la niña asintió acomodándose.

-Odio estar en esa cama fea del hospital.

-Todos la odiamos. -dijo Min Hyuk dándole la razón. -Pero, ahora la princesita va a dormir en su castillo y no en un hospital.

-¡Siiii! Y ya no quiero volver a ese lugar. -Dong Min sonrió con los labios cerrados y se acercó a la cama de la niña para tomar asiento.

-Bebé, quiero que descanses y ya mañana pues veremos.

-No alistaste mi uniforme, mami.

-Susu, no vas a ir a la escuela por algún tiempo. -avisó con tristeza.

-¿Por qué?

-Susu, tienes que cuidarte si no quieres volver al hospital.

-Pero yo quiero salir, quiero ir. -pido a punto de romper en llanto.

-No se puede, al menos, no por un tiempo. -le dio un beso en su frente y acarició su cabello negro. -Descansa, mi vida. Verás que dentro de poco saldrás de casa a divertirte.

-Está bien. Buenas noches, papá. -el alfa le dio un beso en la mejilla.

-Adiós, princesa. Que descanses.

-Buenas noches, mami.

-Buenas noches, mi amor.

Salieron de la habitación rumbo a la suya, pero antes de poder acostarse, Min Hyuk jaló al omega.

-¿Qué?

-¿Sigues molesto conmigo?

-¿Qué crees? -apartó su brazo y subió a la cama.

-Min, entiende mi miedo.

-No, entiende tú mi vida. Hyuk, por mucho que la hayas criado a mi hija y que seas mi esposo, no te da derecho de mandar sobre mis decisiones. -al alfa no le quedó más alternativa que escuchar. -Suyeon está muy enferma y va empeorado con los días, yo solo busqué soluciones.

-Ese hombre no es la solución.

-Si el doctorado hubiera dicho que hacer el vínculo con su verdadero padre ayudaría, ¿No lo hubieras permitido? ¿Por tus celos estúpidos dejarías que mi hija muriera?

-No son celos estúpidos... Min, yo sé que ese hombre aún remueve cosas en ti. Es tu alfa lamentablemente, tu destinado, y me es tan difícil comprenderte porque siento que me estás utilizando.

-¿Qué? ¿Es enserio? ¿Crees que te utilizo? -se sentía indignado.

-¿Vas a negar que tu omega no siente algo por él y es por esa misma razón que no me deja hacer la marca contigo?

-Hyuk, lo que mi omega quiera no me interesa. Si yo quisiera a Bin a como dices, ten por seguro que no me hubiera importado ser el otro en esa relación y seguiría a su lado como su amante. Tengo principios y estoy consciente de todo lo que he hecho y ten por seguro que el vivir contigo y acostarme contigo son cosas que yo quiero.

-Pero te siento tan lejos de mí, vivo en miedo constante pensando en que te iras de mí.

-Llevo años aquí y no me he ido. Ahora, sobre ese asunto del hospital, no estoy a favor de que él conozca a mi hija, menos de que sepa que soy un omega, solo era una alternativa que busqué en mi desesperación pero el médico dijo que no haría nada.

-¿Moon no la va a conocer?

-No, jamás se va a enterar de ella, tampoco de mi vida.

Aveces se sentía culpable de ocultarle cosas importantes a su esposo, pero Min Hyuk actuaba muy irracional con cosas en su vida diaria y terminaba relacionandolas con Bin. Puede que el alfa se sienta inseguro de todo, pero si hay una cosa clara, es que a pesar de que su omega llore, Dong Min tiene su vida entregada a la familia que creó a través del sufrimiento.

Y no le importaba más, porque por más que quisiera a Bin, este era un hombre casado, con un hijo y él unido a su esposo.

Entendía que ambos habían tomado caminos separados y era mejor dejar las cosas así.





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Cap dedicado a EstefanyGerman1. Loviu, lindita💗

Ahora sí, aquí les dejo el cap. Solo les digo que esta historia la tenía planeada a terminar para noviembre (en mi cumple), pero viendo que ayer me enfrié y perdí el hilo de la historia, seguiré con las actualizaciones diarias, por lo que termine antes.

¿Si creen que la Mooncita quiere al Binicio o neh?
¿Dong Min lo superó o es mame? ¿Qué creen que guarde?🧐 Saquen sus teorías jajaja

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