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El tiempo siguió pasando, así como también las cosas en su vida. Al final, Jong Sun prometió no decir nada a Bin, pero ella si siguió en comunicación con su nieta. Los regalos eran constantes, las visitas a su casa siempre incluían una salida al supermercado donde la mujer compraba los mejores alimentos para su nieta.
Dong Min siempre le decía que ni era necesario, puesto a Min Hyuk tenía un buen salario y él también, y no había necesidad, más cuando Sunmi tenía a un alfa escondido desde hace mucho tiempo que le provee. Jong Sun insistía en que al ser Suyeon una niña con problemas de salud, necesita crecer fuerte y recibir nutrientes esenciales para un buen crecimiento porque sí, Suyeon solo iba enfermando más con los días.
Si bien ahora que es una niña grande de cuatro años y Dong Min intenta que viva una infancia feliz, las recaídas de salud hace esto casi imposible. Presentó una debilidad inmunologica y la ya conocida displasia broncopulmonar.
Y no fue hasta que su pequeña se desmayó que entendió la gravedad del asunto.
Tuvieron a Suyeon en el hospital unos cuantos días, Jong Sun estuvo ahí para ver por su nieta y exigir un trato especial con la pequeña, pero mientras ella intentaba que los médicos dieran respuestas, Dong Min era un manojo de nervios. Jamás su pequeña se ya desmayado, ha tenido cuadros respiratorios, ha necesitado una que otra vez nebulizadores o tratamiento, pero nada tan grave como para que se desmayara.
-Señor Lee, por favor espéreme en el consultorio. -le pidió el pediatra pasando por el pasillo de prisa.
Jong Sun tomó sus manos y le dio fuerzas ya que se miraba cabizbajo.
-Todo va a salir bien, Min.
Fueron al consultorio donde minutos después el doctor entró, con una expresión seria pero compasiva. Se sentó frente a ellos y tomó un profundo respiro antes de comenzar a hablar.
-Entiendo que esto es difícil de escuchar- comenzó el doctor -Pero es importante que comprenda la situación de tu hija.
-¿Qué pasa con mi bebé, doctor?
-Desde el parto usted tuvo muchas complicaciones, según tengo entendido su pareja no es el papá biológico de Suyeon por lo que esto ha perjudicado mucha su salud.
-Disculpe, doctor, no entiendo. -dijo la omega.
-La falta de su padre y la ruptura de la marca han tenido un impacto significativo en su salud.
El omega asintió, sus ojos llenos de preocupación.
-¿Qué significa eso exactamente, doctor?
-Puede que no lo sepa porque antes era un beta, pero la marca entre un alfa y un omega no es solo un símbolo de unión -explicó el doctor. -Proporciona una conexión física y emocional que es crucial para el bienestar de ambos, y especialmente para el desarrollo de cualquier hijo que puedan tener. La ruptura de esta marca ha dejado a su hija sin esa protección y apoyo.
El doctor hizo una pausa, permitiendo que el omega asimilara la información.
-Como resultado, su sistema inmunológico es muy débil. Esto la hace susceptible a infecciones constantes y enfermedades que otros niños podrían superar fácilmente. Además, la falta de la marca ha afectado el desarrollo de sus pulmones, lo que ha llevado a la displasia broncopulmonar que ya detectamos.
El omega miró Jong Sun, sintiendo una mezcla de tristeza y determinación.
-¿Qué podemos hacer para ayudarla?
-Vamos a necesitar un enfoque más cuidadoso y constante- respondió el doctor. -Terapias respiratorias regulares, una dieta nutritiva, y un ambiente extremadamente limpio y seguro. También es crucial que reciba atención médica constante para monitorear y tratar cualquier infección de inmediato.
El omega asintió, decidido a hacer todo lo posible por su hija.
-Haré todo lo que sea necesario.
El doctor sonrió, reconociendo la fuerza y el amor del omega.
-Sé que lo hará. La pequeña Suyeon ya tiene cuatro años, ha luchado por ella. Y recuerde, no está solo en esto. Estamos aquí para ayudarle en cualquier cosa.
Si duda, fue una mezcla de tristes emociones, pero confiaba ciegamente en que su hija se mejoraría.
Llegó el cumpleaños de Suyeon, la habitación de la pequeña se adornó lo más bello posible, eran cinco años en los que ha estado junto a su hija viviendo en completa tranquilidad y sin problemas, al menos hasta donde conocemos.
Jong Sun llegó a casa del omega con un pastel colorido y regalos para su nieta. En algún punto, Suyeon preguntaba por ella y quien era en su vida, así que sin salida y un tanto conforme con su decisión le confesó a su hija de quien se trataba...
-Mamá, ¿quién es? -preguntó la niña mientras la cambiaba de ropa.
-¿Quién, nena?
-Esa seño...ra -terminó de vestirla y luego se sentó frente a ella.
-Susu, la señora Moon es tu abuelita.
-¿Cómo abu Jun? -asintió.
-Así es, y tú eres una niña grande ya y tienes que saberlo.
-¿Es tu mamá?
-No. -la niña no entendía muy bien que le quería decir Dong Min. -Susu, hay otra persona que comparte algo más contigo, pero quiero que esto sea un secreto entre tú y yo.
-¿Seceto? -asintió. -Siii, es seceto.
-No le digas a tu papá Hyuk.
-Shhh, no decir a papi.
Y Jong Sun dejó de ser una extraña para ella, ahora era su abuela que llegaba siempre una vez al mes a verla y quien también muchas veces acompañó a Dong Min a las citas y a todos los lados donde su nieta estuviera.
Incluso, la omega estaba cubriendo los gastos de la escuela pre-escolar donde Suyeon pudo conocer más niños y desarrollar sus habilidades comunicativas.
-¡Suyeon, llegó la abuela! -avisó y la niña llegó corriendo a abrazarla.
-¡Abuela!
-¡Mi princesa! -Dong Min aprovechó para guardar el pastel en el refrigerador y en eso, Min Hyuk salió de la habitación y se encontró a la omega, cosa que le hizo enojar.
Su gesto en desagrado se debía a muchas cosas que se resumian en un nombre.
Moon Bin.
Min Hyuk nunca estuvo de acuerdo de que Jong Sun tuviera comunicación con la pequeña, pero Dong Min abogó diciendo que era lo mejor y que al menos la mujer merecía tener comunicación con ella.
-Otra vez esa señora aquí. -mencionó a Dong Min y el omega solo soltó un suspiro.
-Hyuk, es su abuela.
-Pero no me gusta que esté aquí. ¿Y si Moon se aparece, qué? ¿Va a venir a quitarme a mi hija?
-Nadie va a quitarte nada, legalmente Suyeon es tu hija y aunque no compartas sangre con ella, mi bebé te ve como su único padre. -el alfa sin duda no estaba convencido, siempre vivía con esa incertidumbre terrible.
Dong Min lo abrazó y le dio muchos besos en la mejilla.
-Alfa, no estés nervioso por cosas que no van a pasar y aun si pasara, Bin es un completo desconocido para Susu, jamás lograría ganar su cariño.
-No es solo Susu quien me preocupa. -Dong Min desvió su mirada y rodeó con sus brazos su cuello. -Y si un día él vuelve y te quiere de vuelta, ¿Qué haré?
-No iré a ningún lado, tú eres mi alfa ahora y la persona a quien quiero.
Jong Sun miraba la escena con un dolor en su pecho qué no le permitía respirar, comparaba ambas familias y era obvio que en casa de su hijo jamás miraría algo como aquello que presenciaban sus ojos, mucho menos, a otro niño feliz viviendo en un hogar lleno de amor.
Más tarde, Sunmi llegó a casa con su actual pareja quien no era nada más y nada menos que su antiguo jefe en Corea. El alfa siempre tuvo interés en ella y no le importaba que tuviera un hijo, le prometió hacer de todo para conseguir su corazón y ahora, su hermana es feliz viviendo en otra casa con su alfa y con su marca amarillenta a punto de desaparecer.
Y para Dong Min, ese tipo de cosas eran confusas, porque su hermana se enamoró y el amor de su pareja curó la marca amarillenta, pero ¿Y él? Él aun guardaba en su cuello la marca rojiza viva qué parecía un moretón a la distancia, pero ya habían pasado tantos años y ni aunque Min Hyuk le gusta, su marca está intacta.
Al rato, los señores Park llegaron con más regalos para su nieta. Tanto como Jin Woo y Myung Jun aceptaban la relación de su hijo con Dong Min, aunque Myung Jun no estaba convencido de aquello a un cien por ciento.
El omega por supuesto que se alegró cuando supo que había quedado juntos, qué estaban viviendo juntos como una pareja y criando a una niña que llevaba su apellido, pero recordando las pláticas que tuvo muchas veces con Dong Min y valorando su comportamiento, no había forma de negar que el castaño aún seguía atado al verdadero dueño de su corazón.
Su mirada lo delataba, no veía brillo en ellos cuando estaba con su hijo, al menos no de la forma en la que los notó cuando Moon estaba en su vida. Aun recuerda aquel tierno rostro sonrojado con tan solo mencionarlo y como con Min Hyuk, es casi como un esposo sumiso que agradece por todas las muestras de afecto que le da.
Aun cuando todo se vino abajo, la chispa de amor que desprendia, estaba ahí, intacta, pero acompañada de ojeras y lágrimas qué le hizo derramar.
Al menos para Myung Jun, aquella relación nunca se tuvo que haber dado. Ni en sueño por más que su hijo lo deseara.
-Señora Moon. -saludó Jin Woo y la omega saludó con la cabeza.
-¿Qué tal?
-¡Abu Jun, ¿Qué me compraste?!
-Muchas cosas, reinita~
-¿Y para el abuelo no hay beso? -dijo Jin Woo y la niña también lo abrazó dandole un besito en la mejilla.
-¡Yaa!
Sin duda era la alegría de la casa, el único motivo por el cual Dong Min no se daba por vencido.
Su motor de cada día.
Su alegría.
Su sonrisa.
Su vida entera.
Al menos era lo único de ser un omega ahora, era madre de una estrellita qué guiaba su camino.
No podía imaginar su vida sin ella ni un segundo y al momento de apagar las velas junto a su bebé y Min Hyuk, deseó de todo corazón jamás perderla.
¿Será que el universo haya escuchado su petición?
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Cap dedicado a ausbi_astro. Ily, hater de mis personajes💗💗💋
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