𝟸𝟾

Dong Min decidió que lo mejor era llevarlo a la clínica donde estuvo él ya que eran expertos en tratar a pacientes con esas mismas adicciones. Habló con Jeonghan su amigo y trabajador de aquel lugar, y el omega le hizo saber que estaría dispuesto a ayudarle en lo que fuera, aún más cuando Dong Min le planteó qué no podían llevarlo a un hospital grande porque sería todo un alboroto en las noticias.

Lastimosamente, el rostro del niño fue muchas veces expuesto, más pequeño las cenas y reuniones donde toda clase de político se reunían fueron su hábitat principal y quería protegerlo de los comentarios maliciosos, de la culpabilización que podía causarle problemas de autoestima mayor. Y eso no quería.

En el lugar, se le tomó los signos vitales, le hicieron un examen rápidamente para ver que sustancias habían, su pulso era lento, pero al administrarle un antídoto intravenoso contra aquellas sustancias y que no llegara a contaminar por completo su cuerpo pudieron al menos respirar un poco, San Ha reaccionó muy bien al tratamiento.

Un médico especialista en la clínica lo estaba revisando por supuesto y lo tuvo un momento en observación solo esperando los resultados del examen.

Miraron la sangre en su nariz y Dong Min en su instinto materno solo pudo limpiarlo mientras lloraba. Wooyoung estaba sorprendido, no esperó que esa fuera la impresión de su amigo, sin embargo, lo comprendía demasiado. Como madre a él no le gustaría ver a sus hijos en ese estado y en el caso de Dong Min, podía entender que de alguna manera el que sea un pedacito de su alfa le impactaba.

Después de una hora, los resultados arrojaban mayores cantidades de LSD y alcohol por lo que podían respirar un poco. El médico les explicó que si hubiese sido más gramos de cocaina en lugar de eso, hubiera tenido de inmediato un paro respiratorio ya que su cuerpo estaba muy contaminado de aquel calmante. Al menos ahora sus niveles se fueron normalizando, Dong Min llamó a Bin y le hizo saber que lo había encontrado y que necesitaría un cambio de ropa para el niño.

-Sé discreto, yo sé que su madre está desesperado por él, pero no quiero problemas.

-¿Desesperado? No, ese salió con un amigo y no ha vuelto. Estoy con Sua, como la dejó sola tuve que cuidarla para que no empezara a llorar, ahorita ya va a la cama, duermo a la niña y salgo para allá.

-Está bien, Moon, hazte cargo de tus hijos, por favor.

Cortó la llamada creyendo que las cosas se iba a normalizar rápido ya que San Ha mostraba mejorías y en eso, escucharon la voz débil del chico que murmuraba algo. Al acercarse, escuchó claro el llamado que hacía.

-Papá... Papá... Papá, tengo miedo... -decía entre balbuceos.

Se terminó acercando más de lo que debería a él, puso su mano sobre su frente para ver si tenia fiebre, cuando repentinamente, sintió un abrazo del muchacho.

-Mamá... -el llamado lo dejó mudo, pero no lo rechazó.

-Vas a estar bien, San Ha.

Y se hubiera quedado junto a él más tiempo, pero Jeonghan se acercó y rápidamente tapó su nariz.

-Min, alejate de él.

-¿Por qué?

-Min, ¿Acaso no sientes que está en celo? -el calor que sentía resultó no ser una fiebre cualquiera y se preocupó aun más.

Por más que intentó alejarse, parecía que San Ha no quería dejarlo. Vomitó varias veces y seguido, hasta quedar mareado y casi dormido.

-Dong Min, lo mejor es que te lleves a este niño a casa.

-¿Usted cree, doctor?

-Min, tú sabes mejor que nadie como es esto, lo viste muchísimas veces cuando estabas aquí. El celo es bueno, los efectos de las drogas pueden ser menores y si su padre sirve de limpiador es muchísimo mejor.

-¿Limpiador?

-Las feromonas de su padre podrían ayudarle a controlar su celo porque es producido, no se dio normal, ni en la edad adecuada, así como también podría mantenerlo calmo.

Si esa era la recomendación, solo le tocaba acatarlas y confiar en su corazón. Jeonghan le dio supresores, algunos sueros orales para mantenerlo hidratado, pero fue más que suficiente sus palabras.

-Cuidalo a como solo una madre lo haría.

Y así lo haría, porque aunque no era su responsabilidad, desde que decidió volver a relacionarse con Moon era más que un hecho que los hijos del hombre también iban incluidos.

En el camino usó sus feromonas maternas y las mismas que creyó haber desaparecido por completo para tapar el olor de su celo, aquel que estaba afectando a Wooyoung de cierta forma. Después de todo, se trataba de omegas y alfas bajo un instinto irreparable.

Solo él bajó del auto con el chico en brazos y Wooyoung tuvo que asegurarse de que realmente su amigo estaba bien.

-Minnie, ¿Realmente estás bien con esto?

-Sí, no te preocupes.

-Llama a Bin para que se haga cargo, es mejor que él sepa que va a hacer. Es su hijo.

-Lo sé también, no te preocupes. Haré lo que pueda.

Estaba preocupado, pero si Dong Min le decía que estaría bien, entonces no le quedaba más que creerle.

En cuanto puso un pie en el apartamento, lo llevó directamente a la cama. Trató de dejarlo un momento para conseguirle sábanas limpias qué no tuvieran tanto su olor, pero cual fue su sorpresa, al ver que San Ha se abrazó a su almohada y se cobijó con sus sábanas.

-Papá... -susurró al sentir las feromonas de su padre en aquella cama y la principal raíz por la que Dong Min ha podido dormir bien esos últimos días. Ese olor protector le recordó a su niñez y en su interior, su cachorro abandonado buscaba con desespero esa fragancia, aunque también podía sentir un aroma dulce y relajante.

Dong Min fue por unos paños de agua para ponérselos en la frente, cambió su ropa por una de las camisas que Bin guardaba en el apartamento del tiempo cuando se quedaba a dormir ahí. Eso ayudó más porque el aroma de su padre estaba más presente que alguna droga en su sistema.

Aunque aún no era capaz de mover bien su cuerpo o dejar de estar adormecido y delirante.

A medida que pasaba el tiempo y le cambiaba los paños de agua, ya había logrado suministrarle un inhibidor para ayudarle a controlar su celo adelantado y se traicionó a si mismo. Llegó un momento en el que se quedó observando al pequeño y notó aquellos rasgos faciales parecidos a su alfa, sonrió porque le parecía un niño muy lindo y sobretodo, porque a pesar de que no era la copia exacta de Bin, el solo verle le recordaba a él en todo los aspectos.

Mientras más minutos pasaban, sus feromonas maternas llenaron la habitación y cuando intentó dejarlo descansar, la débil mano del niño lo atrapó.

-Mamá... No me dejes... -no fue una petición, sino una súplica salida desde el fondo de su corazón y fue débil ante su llamado inocente, y terminó acostandose a su lado y abrazándolo mientras liberaba más de su lado materno.

-No te dejaré, vamos a esperar a que tu papá venga.

Por supuesto que era consciente que no era su madre, tampoco buscaba llenar ese espacio, pero si San Ha lograba calmarse de esa forma, entonces fingiria serlo. Al menos hasta que el menor fuera consciente.

Unos golpes en la puerta hicieron que San Ha despertara, sintió algo removerse a su lado y cuando se dio cuenta, el amante de su padre estaba soltandolo de su abrazo y levantándose mientras miraba su teléfono.

-¿Eres tú quien hace tanto ruido? -preguntó el omega hablando con el alfa en llamada ya que le sorprendió que no haya entrado como normalmente lo hacía. -Ok, ya salgo.

Su padre estaba ahí, estaba en problemas, no quería discusiones, menos estando frente a ese hombre, no quería y antes de poder decir algo, Dong Min notó al niño llorando.

-San Ha, ¿Qué pasa? -miró de frente al omega y quiso golpearlo, quiso gritarle qué se alejara de él, pero... Cuando Dong Min nuevamente lo llenó de su olor, toda tensión se desvaneció y de sus labios solo pudo salir un:

-No quiero verlo. - dijo refiriéndose a Moon y con la cabeza baja.

-Está bien, le diré a Bin que se vaya. Tranquilo.

Lo vio salir de la habitación y aunque estaba débil, decidió levantarse para escucharlos. Porque estaba seguro que le estaba mintiendo y su padre terminaría haciendo un escándalo.

En la sala el alfa fue abrazado por el castaño, estaba casi llorando de la alegría por saber que su hijo estaba bien y no le pasó nada.

-Gracias por encontrar a mi niño.

-Tuvo una sobredosis y peor, lo indujeron al celo. -el alfa soltó un suspiro, solo eso faltaba.

-Malditos. ¿Cómo está? ¿Puedo verlo? -San Ha esperó por esa respuesta, pero le sorprendió más escuchar al omega.

-No y te voy a pedir un favor, nunca en tu maldita vida vuelvas a descuidarlo. -Dong Min estaba furioso por supuesto, el haberle encontrado tan desastroso, hirió su corazón. -Ese niño necesita atención, a un padre que realmente lo quiera y lo entienda, no solamente que lo señale y si solo vas a regañarlo, es mejor que no le hables.

-Minnie, pero-...

-¡Pero nada y me vas a escuchar! -el niño se sorprendió, pensó en escuchar gritos por parte del alfa, pero solo hubo silencio por su parte. -¿Qué hubieras hecho si le hubiera pasado algo peor? ¿Qué hubieras hecho si tu hijo moría en ese callejón de donde lo sacamos?

-Me habría muerto con él para alcanzarlo y pedirle que me perdonara por ser un horrible padre, para decirle que lo quiero mucho y me preocupa.

-Si lo quieres, vas a respetar su espacio y lo vas a apoyar. Un padre no solo es para ayudar económicamente y ya, por supuesto que no. Un padre es un trabajo de tiempo completo, darles todo lo necesario, escucharlos, apoyarlos, aconsejarlos y vigilar que estén haciendo las cosas bien.

No hubo necesidad de que siguiera escuchando detrás de esa puerta, volvió a como pudo a la cama y dejó su mente en blanco, ¿Había escuchado bien? ¿Realmente aquel omega...?

-Tienes que enseñarme lo que aun no sé sobre criar a un hijo. Realmente quiero hacerlo bien ahora.

-Y confío en que harás bien tu parte de ahora en adelante. -le dio un nuevo abrazo y se quedaron así, tratando de sanar heridas y crear nuevos momentos juntos donde solo su alfa y su omega se entendían.

El alfa finalmente volvió a casa -Tienes mi vida en tus manos, sé que está seguro contigo.

-Te entregaré bien a tu cachorro, pero también pon de tu parte y espero sobre todo, que no lo dejes.

En cuanto cerró la puerta la débil sonrisa en su rostro desapareció, sabía que le esperaba la peor parte y eso era enfrentarse al hijo del alfa, sobretodo, explicarle quien era y porque estaba en ese lugar.

Cuando volvió al cuarto para verlo, el niño no dormía, pero al menos de su parte no estaba listo para hablar de esas cosas con el omega. Su cabeza aun daba vueltas y la fiebre no había bajando tanto.

-Tu papá ya se fue, te trajo ropa. -solo un silencio, no hubo respuesta. Aquello le hizo entender a Dong Min y terminó yéndose para dormir en la sala esa noche.

Y mientas sacaba su ropa y alguna almohada extra del armario, San Ha le habló.

-¿Quien eres? -la pregunta más dolorosa para el omega, sin embargo, respondió tal cual.

-Soy Lee Dong Min, el amante de tu padre.

Una noche en vela pasó, vio el cielo cambiar de color a medida qué pasaban las horas, no lograba conciliar el sueño y peor, cuando escuchaba los quejidos y disparates qué soltaba el muchacho.

Después de haberle dicho aquello, la incomodidad se vio atrapada entre ellos y solo fue un:

«Quiero que estés bien, que tu estadía en este lugar sea solo para que mejores lejos de un ambiente denso.»

«¿Está bien con que sea hijo de Moon y de Boo Seungkwan?»

«No veo quienes son tus padres, miro al niño que necesita paz mental. Está bien si me odias o si quieres ir a tu casa. Estás en todo tu derecho, San Ha. »

De alguna manera, el chico creyó que diciéndole aquello a Dong Min haría que se echara para atrás con su decisión o lograr discutir con él, pero el omega era tan sabio frente a sus ojos y supo llevar la situación.

En la madrugada, San Ha gritó, lloró, maldijo y Dong Min fue a su rescate, abrazándolo y tratando de que estuviera bien.

-No me lleves... Vete... -movía sus manos en desespero, tratando de protegerse.

-¿Qué miras? -preguntó el omega, quien yacía de rodillas en el suelo para estar más cerca de él pero sin incomodarlo.

-Un hombre grandote... Rayitas rojas... Son gusanos... -va a tomarle la fiebre y se dio cuenta que estaba alta, así que comenzó de nuevo con medicina y los paños de agua fría en su frente.

Lo acompañó hasta horas cercanas al amanecer brillante, ni fue a trabajar por estarlo cuidando y que logró que San Ha se normalizara un poco.

Se quedó dormido a su lado, sosteniendo su mano y a medida que el chico volvía en sí, pudo darse cuenta de la presencia del omega. Lo miró por largos minutos, notó las ojeras y bolsas en sus ojos, lo bonito que era, aunque lo que le llamó más la atención fue la diminuta marca amarilla en su cuello. Un amarillo tenue que parecía no estar en su piel, pero al momento que el sol alumbró y reflejó en el cuarto, lo pudo notar.

Tenía tantas preguntas en la cabeza, sobre todo, quería gritarle al omega todo lo que se estaba guardando, sentar también a Moon y pedirle que le dejara irse de la casa definitivamente, reclamarle sobre... Por la razón que lo había dejado con su amante y no estar a su lado.

Y pareció ser que lo llamó con su mente, porque escuchó la puerta ser abierta y el leve movimiento del castaño a su lado. Se hizo el dormido mientras el omega se levantaba y antes de que pudiera salir, Bin ya estaba entrando a verlos.

-Buenos días, nene. -vio con los ojos entrecerrados como el alfa le dio un beso en la mejilla como saludo al omega y luego, fue directo a verlo. Gracias al mareo y debilidad que aún tenía ya que afectó su sistema psico-motor, pudo fingir mejor. -Mi bebé...

-Ha tenido alucinaciones toda la noche, no he podido dormir porque él gritaba y me preocupaba que le pasara algo. -el alfa intentó tocarlo y San Ha se preparó para todo, sorprendiendose cuando sintió los dedos de su padre acariciar su cabello solamente.

-Parece que lo golpearon muy fuerte, tiene muchas heridas.

-Tienes que usar tus influencias para meter a la cárcel a eso inútiles.

-¡Claro! ¿Creías que me iba a quedar de brazos cruzados? Ya los investigué y tengo el contacto de ese maldito desgraciado, hoy mismo voy iré a hablar de eso con el comisionado. Tengo que llevar a Sua con Wooyoung un rato, tengo que ir a trabajar después y voy a venir más tarde a verlos otra vez.

-Ten calma, apenas son las 6 de la mañana. -definitivamente, Bin se sentía más calmo, su omega estaba cuidando bien de su pequeño y se miraba en su rostro. -Ayer hablé con él. -soltó el omega de repente.

-Qué te dijo?

-Creyó que me enojaría con saber que era hijo de Boo y tuyo.

-¿Y te molesta? -San Ha quería oírlo en su cara para así dejar de juzgar tan bien a ese omega. Pero se equivocó.

-No me importa si es tu hijo o de Seungkwan, o de quien sea. Lo miro como un niño sin padres que necesita cuidados y mucho amor. Es todo.

-Eres tan dulce, mi vida.

-No me digas así. -salió del cuarto siendo seguido por el alfa y dejando a San Ha pensativo en su confusión.

Moon estaba pendiente de él por lo que se dio cuenta, Moon quería cambiar, Moon estaba escuchando todo lo que tenía que ver con él y no solo eso, aquel hombre le estaba haciendo entender la situación, el omega intentaba ayudarle, lo cuidó durante toda la noche, no trató de cruzar la línea simplemente hizo lo que él mismo le pidió.

Seguía pensando en el principal detalle, el hecho de que su padre se convertía en una persona totalmente diferente cuando hablaba con el castaño, incluso más pequeño notó eso y ahora, lo volvía a confirmar.

Se escuchaba al omega enojado, hablándole muy tosco y su padre parecía ser el hombre más feliz del mundo, no se enojaba, no le llevaba la contraria, lo escuchaba y le hablaba dulcemente.

¿Quien era realmente ese omega en la vida de su padre? Porque desde su parecer, aun sea un amante cualquiera, jamás podría lograr lo que Dong Min hace con solo su presencia.

A los segundos escuchó la puerta nuevamente abrirse y el alfa entró a despedirse de su hijo, ya debía irse.

-Duerme tanto como quieras, mi niño. -un beso en su mejilla fue depositado, un beso qué llenó a San Ha de tantas sensaciones nuevas porque el alfa le transmitió el verdadero amor de padre que sentía por él.

Y aunque Bin no lo diga abiertamente y parezca que lo odia o algo similar, la verdad es que Bin aceptó el hecho de tener un hijo, un cachorro a quien ama y por quien muchas veces luchó sin decir ni una palabra.

Solo que la vida se encargó de tapar sus ojos y actuó impulsivamente.

Las feromonas del alfa fueron depositadas sobre él, creando una marca temporal, un semi vínculo entre padre e hijo para protegerlo así como Dong Min le dijo.

San Ha tenía ganas de llorar.

-¿Por qué sonríes tanto, lindo? -preguntó el alfa a Dong Min.

-Porque nunca te había visto en esa faceta de padre, me agrada. Más porque cuando te acercas a él puedo notar más el parecido que tiene contigo.

-¿Tú crees? Él dice que no nos parecemos.

-Estoy muy seguro de que mis ojos no me fallan todavía, puede que tenga los ojos de su madre, pero lo demás es tuyo, incluso el cabello negro.

Ellos también se despidieron, aunque... Antes de irse, el chico escuchó algo que lo dejó aún más ansioso.

-Cuando esto pase, debemos hablar. -dijo Dong Min.

-¿No se supone que tú y yo estamos bien?

-No. Aunque haya pasado algo entre nosotros otra vez, no significa que ya perdoné todo tu engaño de hace años.

-¿Pero vas a darme la oportunidad de remediarlo, no?

-Concéntrate en lo que realmente importa ahora, luego hablamos.

Su padre finalmente se marchó y aunque intentó dormir, sus lágrimas lo traicionaron.

El alfa en su interior no era más que un cachorro pequeño de cinco años, su alfa lloraba, quería rogarle a su padre que se quedara con ellos en aquel lugar.

Quería más de su papá, pero no era capaz de decirlo.

Por la noche logró salir del cuarto, aunque el mareo comenzaba a pasar gracias a todo lo que Dong Min le ha suministrado, el temblor en su cuerpo es lo peor que puede sentir.

Cuando tuvo algo más de razón, aceptó la ayuda del omega para ir al baño y bañarse, también para comer una sopa qué este le preparó y que estaba deliciosa. Con un toque cálido, un sabor familiar.

El omega lo convenció de salir un rato y hacerle terapia, comenzó a dar pasos cortos aún cuando su cuerpo adolorido por los golpes y el daño en su sistema lo estuviera matando.

Otra cosa que no entendía, era el porque estaba aceptando tan fácilmente la ayuda de el castaño si se supone que lo odia, pero solo ver ese rostro dulce ser tan atento con él, hace que se sienta mal por alguna razón.

Su padre volvió a llegar esa noche, pero le pidió a Dong Min que no lo dejara pasar ya que estaba más consciente y supuso que sus horas de paz se iban a acabar fácilmente.

-Está bien, te iré a acostar y ya luego lo corro.

Nuevamente otra prueba por la que pasaba al omega y esperaba saber que le diría al alfa. Porque para San Ha, Dong Min solo hacia las cosas por Bin y para agradarle a él, y en su mentecita estaba que el omega jamás y por nada despreciaria al alfa y le haría caso a él.

Escuchó silencio y de pronto, la puerta de su habitación nuevamente ser abierta, escuchó las voces de sus tíos y luego un:

-Es mejor que no entres, vete a casa.

-Es mi hijo.

-Pero ya hablamos y tienes que hacer caso tú también.

-Dong Min, déjame pasar.

-No y no jodas, no insistas más que San Ha se va a enojar.

Tal y como le pidió, Dong Min no lo dejó verle, así que tuvo que irse.

Wooyoung fue el primero en acercarse a su cama y al verle despierto, solo le sonrió.

-Sanhie, bebé... Me alegra tanto verte. -San también se acercó para despeinar su cabello con amor. -¡Minnie!

El que su tío llamara al amante de su padre si fue una sorpresa inesperada.

-Dime, Woo.

-Creo que Sanhie, tiene fiebre. -el omega miró que estaba despierto, pero no le hizo ningún comentario, solo sacó el termómetro y tomó su fiebre.

-¿Cómo va el celo? -preguntó San.

-El doctor me dijo que al ser inducido solo iba a durar unas horas, tiene las fiebres y sus feromonas son débiles, así que supongo que un poco más de tratamiento y ayudará a desaparecerlo hasta que le toque naturalmente. -explicó.

-¿Qué te dijo Moon sobre que cuides a su hijo? ¿Todavía confía en ti?

-Parece que confía en mí más de lo que yo mismo lo hago. Además, él sabe que jamás le haría daño.

-No le harías daño ni a una garrapata.

Otra pregunta surgió y era claro porqué, ¿Por qué parecía que Wooyoung en específico y Dong Min eran amigos? ¿Por qué hablaban con tanta confianza cuando el omega nunca fue cercano a su Bin? ¿Por qué todo era así de confuso?

En cuanto sus tíos se fueron, decidió hablar con la verdad y aunque estaba muy mareado prefirió preguntarle de frente al omega.

-¿Quien realmente es usted? Quiero saber todo.

-Ya lo sabes, el amante de tu padre.

-No, usted es más que su amante, así que dígame, señor Lee... ¿Quien es usted?

Y aunque Dong Min no estaba listo aún para decirlo, sabía que había llegado el momento de que ese niño engañado supiera toda la verdad.












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Cap dedicado a lolaroha15. Te amo, te amo, te amo💗

Comienza la cuenta regresiva☝🏻👁️👄👁️

Actualizando hasta ahorita porque anoche pasé muy enferma y hoy todavía ando malita😔

No hay actu hasta el lunes (creo) tengo que estudiar.

Bueno bais.








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