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Al día siguiente, Dong Min se levantó, preparó el desayuno y notó que Sunmi no estaba. La noche anterior, después de ir donde Boo y llegar a casa, le contó a su hermana el dinero que le había pedido a Boo, así como también le comentó que Min Hyuk le estaba buscando un lugar en la naval de Japón para irse por completo de aquel lugar.

En partes, no quería abandonar su país -si es que las cosas resultaban - pero realmente ni encontraba otra salida a sus problemas. Pensaba en que así conseguiría una mejor vida, más formas de encontrarse así mismo, renacer y ser un omega feliz y sin problemas.

Antes de que se le olvidara, mandó un mensaje a Min Hyuk para pedirle que llegara a casa.

Necesito que vengas.

De hecho, tengo algo que contarte :D

Ok, te estaré esperando.

Ya caída la tarde, recibió la visita de Min Hyuk. El alfa llevaba buenas noticias afortunadamente.

-¡Minnie! -le dio un fuerte abrazo en su llegada.

-Pasa, solo me pongo los zapatos para que me acompañes.

-¿A dónde?

-Sé donde encontrar pruebas en contra de Boo Dokyeom y quiero que me acompañes.

-De acuerdo, pero antes, tengo noticias sobre tu aplicación a la naval.

-¿Qué pasa? -el omega tomó asiento a su lado.

-Si entraste, pero en realidad, no trabajarás para la naval en sí, sino en el área de administración y logística. -el alfa había estado pensando en el embarazo de Dong Min y que hiciera su servicio militar sería riesgoso por supuesto.

-¿Qué...? -Dong Min no sabía ni que decir.

-Mis contactos encontraron un puesto para ti en la base del ejército Japón donde estaré yo como apoyo.

-O sea qué-...

-Tendrás un buen trabajo la próxima semana, donde le servirás al gobierno de Japón y al estar ahí, te ayudará a lograr una refugio y así no tendrás que irte del país.

-Min Hyuk, esto es-...¡DIOS! -le dio un gran abrazo -No es lo que imaginé, pero es mucho mejor.

-También, fui a la aerolínea y hablé para conseguir sus pasajes de avión. Ustedes tienen sus pasaportes listos y por Yesung necesitará una carta de parte del padre del niño, pero puede viajar dentro de cuatro días y yo viajaré con usted.

-¡¿Vendrás con nosotros?! -la emoción en el rostro del omega fue como una flecha penetrante en el corazón del alfa.

-Así es, Minnie. No voy a dejarlos solos de ahora en adelante.

-¡Min Hyuk, es la mejor noticia que me has dado hoy-..! Bueno, después del trabajo. -se puso tímido. -Me alegra que vengas con nosotros.

-Sabes que para mí ustedes son como familia y ahora más que nunca no podría dejarte solo.

-Gracias por todo lo que estás haciendo por mí.

-No me agradezcas nada, Minnie. Lo hago con todo mi corazón.

Y todos sabemos que no mentía.

Cuando la tarde cayó, ellos estaban entrando a aquel apartamento donde solía vivir Dong Min. Min Hyuk revisó el lugar, se sentía un ambiente pesado, solitario también, como si nadie estuviera viviendo ahí. Y no estaba equivocado.

-Minnie, ¿Qué es este lugar?

-Aquí solía vivir con Bin. -dijo amargamente, su apartamento, el lugar que tantas emociones le trajo, el lugar que creyó que sería su nidito de amor con su alfa y solo fue un sitio pasajero donde la mayoría de veces pasó encerrado y llorando preso de la decepción.

-¿Qué te trae a este lugar otra vez? -preguntó al ver a Dong Min distraído.

-Bin guarda toda su documentación importante aquí, trajo su oficina entera a estas cuatro paredes y sé que más de alguna cosa de Boo hay en este lugar.

¿Iba a hacer lo mismo que Bin? ¿Robaría información confidencial y la usaría en su contra? Si era necesario para librar de culpa a Park y hacer pagar a esos malditos alfas, entonces sí, si lo haría.

-¿Pero y si viene alguien? -El omega se adentró ña la pequeña oficina que habían arreglado con sus cosas.

-No creo que sea capaz de venir aquí, menos cuando tiene a su prometido detrás de él todo el tiempo. -lo dijo con un sabor amargo en su boca, pero con tanta verdad. -¿Quieres ayudarme?

-Por supuesto.

Y mientras ellos buscaban la manera de encontrar pruebas, Bin... Bin solo quería desaparecer.

Seguía encerrado en casa, preso de cualquier cosa, incluso lo vigilaban si iba al baño y el único momento en donde no sentía la presión, era cuando Seungkwan llegaba, justo con en ese momento.

El omega lo visitó para hablar sobre su luna de miel, le llevó varios panfletos con opciones para su extensa luna de miel la cual consistía de un mes entero en el extranjero, dándose los lujos que quisieran. Todo pagado por Boo.

Se acostó en la cama producto del dolor de cabeza que le provocaba tanto el encierro como la voz del omega, mismo que lo siguió y se acomodó en sus brazos, haciendo que jaqueca continuara.

-¿Qué te parece esto? -le señalaba en el papel, pero él... Él sentía ganas de vomitar, náuseas terrible que lo estaban matando.

-Está bien. -Trató de aparentar verse interesado, pero era una completa falsedad, no le importa ni un poco donde diablos irían. Incluso si su luna de miel fuera en el mismo infierno, le pediría Seungkwan que lo dejara ahí, ya que era el único lugar que se merecía.

Por imbecil, por codicioso y ávaro.

-He estado pensando... -el omega soltó los papeles y se aferró a su pecho -¿En qué país te gustaría tener a nuestro primer hijo? -mencionó dándole caricias en el rostro.

-¿Qué?

-Digo, no sería hermoso tener un recuerdo de algún lugar en especial, decir: "Aquí pasamos nuestra primera noche juntos y concebimos a nuestro bebé", ¿No sería hermoso? -su rostro era verdaderamente todo un caso, sin embargo, asintió con una sonrisa falsa.

-Me encantaria, pero, cariño, ¿No crees que es muy apresurado pensar en hijos? -Para él la idea estaba clara, no quería hijo, no los deseaba. Menos de la persona que no amaba.

-¿Qué más quieres esperar? Se supone que así es como tiene que ser. Te casas, tienes hijos y vivimos feliz, ¿Qué más quieres?

-Nada. No quiero nada. -se dio la vuelta ignorando al omega y haciendo así que se soltara de su agarre.

-¡Eres un hijo de perra! ¿Por qué no puedes pensar un momento en lo que yo quiero? -apretó sus ojos consiguiendo aire y aclarar un poco su mente también.

-¿Te has puesto a pensar en lo que yo quiero? ¿En cómo me siento? ¡Por Dios, Seungkwan! ¡Solamente estás pensando en un hijo en algo que no podría darte!

-¿Ah? ¿Cómo no podrías darme a un hijo? ¿Acaso no funcionas o qué?

-Seungkwan, entiende algo, yo no te veo a ti con deseo, te respeto y quiero que entiendas eso. -Todo era completamente cierto, no lo veía como a un omega más, sino como a su amigo de infancia con el que le están obligando a casarse.

-No entiendo... ¿Por qué un alfa no desearía a su omega? -lo miró vulnerable, un poco cabizbajo y tuvo que actuar.

-Yo te quiero mucho, pero no en ese sentido. Quiero comprendas que el llegar a tener intimidad contigo es algo difícil, sería nuestra primera vez y-... -el omega lo besó y cansado de todo, correspondió.

-Tú piensas en mí como si fuera correcto y está bien, entiendo tu miedo. No te presionaré más. -se terminaron dando un abrazo. -Gracias por respetarme, Bin, no hay otro hombre como tú sin duda y tranquilo, en cualquier momento podemos tener un bebé.

-Gracias a ti por comprender, cariño.

Creyó librarse, pero sin duda fue peor.

Pasaron algunas horas, revisaron cada documento e incluso Dong Min entró a su laptop -a la que Bin le dio acceso por supuesto- y finalmente, encontró lo que tanto estaba buscando. El nombre de Dokyeom salía reflejado en una de las carpetas y al darle click, se encontró con un sin número de cuentas bancarias, todas con diferentes nombres.

-Hyuk, ¿No hay forma de saber cuales fueron las pruebas en contra de tu padre?

-Podría intentar saber, pero será algo complicado.

-Necesito que reunas al abogado para una revisión del caso y dar una apelación.

-¿Pero qué te asegura que encontraremos algo para culpar a Boo?

-Sencillo, sé identificar perfectamente lo que yo con mis manos hice y si encontrarnos algo fallido, sabré al instante de donde salió. Además... -su mirada estaba fija en el monitor -Creo saber que usar para acusar al verdadero culpable.

-Reúne todo los datos que quieres y mañana mismo metemos una solicitud para que el juez la revise.

No cabía duda que las cosas podrían resultar bien y para ellos.

Min Hyuk se comunicó con su abogado y movió sus influencias para pedir ver evidencias y al día siguiente, ya estaba siendo presentada en la corte una solicitud de revisión en el caso y según, podrían apelar a una libertad provisional.

Junto al abogado defensor, revisaron a detalle las pruebas en contra de Park y como Dong Min lo sospechó, nada de lo que se había presentado había salido de su oficina, ni siquiera había alguna firma de él o de Park en ella. Sin embargo, lo que si encontró, fueron documentos similares donde la firma reconocible de Boo Dokyeom estaban en ellos, pero a nombre de alguien fantasma.

-¿Cree que podríamos hacer algo? -preguntó Dong Min esperanzado.

-Podríamos hablar con el fiscal a cargo y ver que más hay sobre el caso. Según, escuché que alguien más está tratando de denunciar a Boo Dokyeom, así que podemos usar esta oportunidad para presentar nuevas pruebas a favor.

-¿Podemos hacerlo ya?

-Por supuesto, el día ni ha llegado a su mitad, podemos ir a verlo ahora mismo.

Dong Min se sentía enormemente feliz, sus días se iban acortando y por supuesto, dejar al señor Park fuera de la cárcel era su prioridad.

...

Metieron la solicitud para con el juez, tuvieron la oportunidad de reunirse con el fiscal y el hombre, revisó a detalle cada nueva evidencia.

-Señor Lee, ¿Me está diciendo que quiere la cabeza del nuevo canciller?

-Ese hombre está en movimientos ilícitos qué realmente son de magnitud. Incluso, tengo grabaciones de él donde puede escuchar como me amenaza, me confiesa que él le ordenó a Moon Bin robar mis documentos, incluso me ofreció dinero para irme del país. Y no solo eso, el día de ayer revisé las grabaciones y encontré algo sospechoso.

Reprodujo las notas de audio donde explícitamente, Boo daba órdenes de eliminar información de una transacción reciente.

-Además, el dinero que recibí el día de ayer viene de una cuenta con un nombre ficticio. Intenté devolver el dinero y el número de cuenta ya había sido eliminada por obra de arte.

-Boo Dokyeom necesita una auditoria de bienes antes de suceder a la cancillería, podría lavar hasta con el dinero de la tesorería nacional. -planteó el abogado, el fiscal respiró profundo y asintió.

-De hecho, su propio abogado lo está vendiendo y su yerno también. -Dong Min estaba sorprendido.

-¿Bin lo delató?

-El señor Moon presentó pruebas en su contra, pero pidió que su identidad se mantenga secreta. Por otro lado, al tener más pruebas, podría procesar el caso, pero el señor Park Jin Woo seguirá en investigaciones y necesitaremos haceruna auditoria.

-No importa, mientras se haga justicia nosotros estamos dispuestos a todo. -respondió Dong Min.

-Ahora, señor Lee, ¿Le importaría acompañarme al interrogatorio? Quiero hacerle unas preguntas. -con temor asintió y salió de la habitación junto al fiscal.

Entraron al cuarto cerrado donde tomó asiento.

-Señor Lee, usted nos está brindando información muy valiosa en contra de Boo Dokyeom, pero también nos dio una grabación donde Moon Bin sale reflejado. El señor Moon también puede ser enjuiciado por lo que hizo.

El fiscal se paseaba por su alrededor para jugar con sus nervios.

-No sé si usted sabía, pero lo que él señor Moon hizo cuenta como acceso no autorizado de información confidencial. Es un delito menor, pero es un delito del que por lo menos se podrían dar dos años de cárcel.

Dong Min asintió, tragó saliva y respiró profundo.

-Ahora, ¿Usted está dispuesto a ser testigo en el caso?

-¿Contra el señor Boo y Bin?

-Así es, contra ambos aliados.

-Yo lo haré, pero con una condición. -comentó y el fiscal asintió abierto a cualquier cosa.

-Primero, que me respuestas prontas sobre nuestra solicitud con el juez; segundo, protección para mí familia. Yo se lo comenté, Boo Dokyeom me quiere lejos de ellos por lo que tendré que irme del país.

-Usted no puede irse.

-Tengo qué. Además, el señor Park Min Hyuk viajará conmigo pasado mañana a Japón, ambos trabajaremos para el gobierno, así que puede confiar en mí y en que diré la verdad tal cual.

-De acuerdo, pero considere que si usted hace algo indebido, será deportado inmediatamente y jamás podrá salir del país.

-Dejaré hasta un poder autorizando a mi abogado para los debidos trámites. Y bueno, como tercera petición, deseo que mi identidad no sea revelada por nada del mundo.

-Cuente con ello, señor Lee. Créame que tomaré en cuenta todo. Y bueno, nada, gracias por colaborarnos, mañana mismo tendrá respuestas.

Salió de la sala y se reunión nuevamente con Min Hyuk y el abogado, a quienes les platicó un poco sobre su interrogatorio y lo que haría.

En el auto, fue Min Hyuk quien decidió tocar el tema nuevamente, así que habló.

-Realmente tú-...

-¿Qué pasa, Hyuk? -preguntó al verlo sorprendido.

-¿Vas a denunciar a Moon?

-Él tiene que pagar también, no puede quedarse así por así. -explicó.

-¿O sea que ya lo vas superando?

-Confío plenamente en que si lo esté haciendo.

-Pronto llegarán cosas mejor, Minnie, y Moon Bin quedará en el olvido. Ya lo verás.

Era lo que más deseaba.

Al día siguiente, se levantó temprano otra vez, pero ahora se reunió con Jong Sun para ir a tomar un desayuno más relajado.

La omega casi y que no la reconocía de tanta ropa en la que se había cubierto, pero según le dijo, Boo los mantenía vigilados y no solo eso, sino que hasta en su propia casa no podían andar tranquilos.

En realidad, Dong Min no quería poner en peligro a la omega, pero esta insistió y al final, también accedió ya que debía entregarle algo que llevaba varios días en su mente.

Y cuando ya habían hablado bastante, decidió que era momento de tocar el tema principal de esa salida.

-Señora Moon, quiero pedirle una cosa.

-Dime, Dong Min.

-Yo tengo que irme, apliqué para un trabajo en el extranjero. Tengo que salir mañana y solo quiero irme tranquilo. -tomó las manos de la mujer y suspiró -Prometame qué no va a decir a Bin donde estoy. Tiene que asegurarse que no me busque, que viva su matrimonio, que haga feliz a su esposo y que no me atormente más.

-Te prometo que nadie te va a arruinar la vida otra vez.

-Y sobre todo, que el hecho de que sea un omega quede entre usted y yo.

-Puedes irte tranquilo, Minnie, por mi parte solo deseo que seas feliz. -el omega sacó de su pantalón lo más importante para él.

-Esto... -extendió el anillo a la mujer -Esto le pertenece a Bin, fue un regalo que él me dio, pero yo no lo quiero más y quiero que usted lo conserve o se lo dé.

-Min-...

-Yo realmente quiero hacer una nueva vida, lejos de todo lo que me recuerde a él. -En su interior quería atesorarlo como ese amor fallido que más lo ha lastimado, pero ¿Por qué debería seguir lamentandose de algo que le ha hecho sufrir?

-Está bien, Minnie. Yo lo guardaré.

Era mejor deshacerse de todo, en especial de esos sentimientos por Bin..

Después de haberse reunido con Jong Sun, fue a los juzgados. Min Hyuk no le dio explicaciones, solo le pidió que fuera y así lo hizo.

Llamó al alfa para que saliera a encontrarlo en la entrada y sin problemas pudo entrar con él a los segundos después. Myung Jun también estaba ahí, por lo que parecía que se había logrado algo o habían buenas noticias.

-¿Qué pasa? -preguntó al no saber que sucedía.

-Espera... -el juez a cargo y su abogado salieron de una oficina, el abogado llevaba unos documentos en manos y al verlo, les hizo de seña para que se acercaran.

Caminaron dentro del tribunal donde el señor Park ya se encontraba a espera de un veredicto. Ellos tomaron asiento.

-Luego de una exhaustiva revisión en la evidencia y pruebas entregadas el día de ayer, el juzgado falla a favor del señor Park, dejándolo en libertad provisional hasta que no se reúnan las suficientes pruebas para comprobar su inocencia. No obstante, se le prohíbe al ciudadano Park Jin Woo salir del país o ejercer su antiguo cargo en el gobierno de esta república.

Dong Min por poco y llora de felicidad, al fin, lograron dar un paso más y estaban a nada de probar completamente la inocencia del alfa.

Esperaron a que toda la documentación faltante fuera revisada y ya luego, pudieron recibir con los brazos abiertos y el aire de libertad al alfa.

-Vayamos a casa para que puedas descansar un poco, osito. -dijo Myung Jun sin separarse ni una segundo de su alfa.

La imagen fue sumamente enternecedora y fue lo necesario para que todos subieran al auto y fueran directo a casa de los Park.

...

En aquella casa, Dong Min solo pudo notar algo. Myung Jun al llegar preparó un baño para Jin Woo, ordenó que prepararan comida, le alistó su ropa y lo esperó pacientemente. Myung Jun nunca fue un omega mimado, ni tampoco muy amable con Park y son esas cosas exactamente las que llamaron su atención.

Myung Jun cambió un poco o mejor dicho, demostró sus verdaderos sentimientos hacia su alfa hasta el momento en que se vio sin él y ahora está tratando de remediarlo.

Y solo puede pensar en lo complicado que es el amor y sus hilos, y la forma en la que el mundo se destrozaba alrededor de quien creen en el.

Más tarde, Myung Jun salió a la sala donde ellos esperaban a que el alfa se cambiara.

-Jin Woo fue directo a la cama, dice que está cansado. No sé si gustas pasar a verlo o algo. -le dijo a Dong Min.

-Me encantaría verle, mañana es el viaje y ya no sé hasta cuando podré verle de nuevo.

-¡Es verdad! Había olvidado que se iban. -dijo con tristeza el omega -Suban, yo voy a la cocina por una limonada.

Se dirigieron a la habitación dónde el alfa se encontraba. En cuanto el omega estuvo frente a él, sintió las ganas de llorar acumularse.

-Min, no llores. -pidió Jin Woo, pero el omega no pudo evitarlo.

-Ys está en casa, señor Park. Me siento muy feliz. -Min Hyuk lo abrazó por detrás, dándole protección.

-Todo es gracias a ustedes y ahora, no descansaré hasta limpiar mi nombre.

-Minnie, no llores. Te hace daño. -Min Hyuk pensando en todo momento en la salud del feto.

-Señor Park, todo es mi culpa, perdóneme.

-Ya dejemos todo en el pasado, no nos lamentemos. Tarde o temprano, Dokyeom lo haría, lo que si odio es que tu hayas salido lastimado también.

-Eso es lo de menos, señor. Estoy bien ahora, mañana dale nuestro vuelo y comenzaré una nueva vida.

-Esa es la actitud que quiero, que no te dejes morir por tonterías y sigas adelante. Realmente mereces ser feliz, Dong Min. -el alfa extendió sus brazos y el omega corrió a abrazarlo. -Vas con buenas manos, porque si Min Hyuk te hace algo, yo mismo lo golpearé.

-Ok, papá, no es necesario. -lograron sacarle una sonrisa a Dong Min. -Bueno, tendremos que irnos, tenemos que alistar nuestras maletas para mañana.

-Vayan a casa y descansen lo más que puedan.

-Te vemos mañana, papá.

Y se despidieron del alfa.

Llegó a casa una hora más tarde, sumamente cansado pero feliz de que al menos más cosas se vayan ordenado.

Pero le queda una más por hacer.

Han estado pensando bastante sobre ello, no sabe como va a reaccionar y también cuenta con la vulnerabilidad de su corazón, pero necesita hacerlo.

-Min, ¿Cómo te fue? -su hermana sale del cuarto con una caja llena de cosas viejas y desgastadas para tirar.

-Muy bien. Ya el señor Park está en casa, bueno con libertad provisional, pero al menos es algo.

-Es mucho, Min. Y mientras más rápido actúen, mucho mejor será porque ya descubrieron que él es inocente.

-Así es. -había algo en Dong Min que no entendía, algo que... De alguna manera, se sentía extraño en él, como si estuviese angustiado.

-¿Todo bien? -preguntó curiosa por supuesto.

-En realidad, no. -confesó con temor de ser regañado realmente.

-¿Qué pasa? -puso la caja en el suelo para poder tomar asiento frente a él.

-No me regañes, pero... Hay algo que me falta por hacer.

-¿Qué?

-No sé si te dije alguna vez, pero yo tengo un apartamento a mi nombre, era donde vivía con Bin... La cosa es que, necesito hablar con él para ver que pasa con el apartamento.

-¿Es necesario que lo veas? ¿No es mejor dejar las cosa así y que él se encargue por sí solo.

-No es lo correcto, creo... -Y antes de que su hermana le dijera algo más, sacó su teléfono del bolsillo para marcarle a Bin.

En lo correcto o no, lo tenía que hacer.

Sunmi no dijo nada, pero era obvio que estaba molesta. El teléfono repicó y esperó pacientemente a que respondiera y luego...

-Hola... -dijo y... se pudo escuchar un sollozo al otro lado de la línea.

-Minnie-...

-Necesito verte, hablar contigo. Te veo hoy en la noche en el apartamento. -No dijo más, solo colgó. Fue lo más rápido y preciso posible. Apagó su celular y miró a su hermana, quien lo observaba en silencio.

-¿Estarás bien con eso? -preguntó Sunmi.

-No lo sé, quiero suponer que sí.

-¿Qué tienes hablar con él?

-Ya te lo dije, sobre el apartamento.

-No, Dong Min, ¿Qué es lo que te lleva de regreso a él?-Conocía a Dong Min y sabía que había algo más. -No es dinero porque ahora tenemos lo suficiente, ¿Entonces qué es?

-Quiero despedirme de mi pasado, ser fuerte y dejar las cosas bien. -explicó algo que incluso para él no tenía sentido.

-¿Qué vas a despedir? No vale la pena que busques a ese hombre, no necesitas verlo-...-Interrumpió.

-Sunmi, no te metas en esto. Deja que haga lo que quiera, de todas formas, no hay más problemas en que meterse.

Dio media vuelta y se fue a su habitación a terminar de guardar sus cosas. Lo que haría, no tenía porque gritarlo a los cuatro vientos.

Después de todo, solo serían su corazón buscando una forma de sanar.

Solo escuchó su voz por cortos segundos y podría jurar que traspasó su corazón de lado a lado. Era su Dong Min, su chico lo había llamado.

Había emoción en su alma, pero también una gran preocupación, debía de encontrar una forma de como salir de aquella casa sin ser visto por nadie.

¿Pero cómo?

Dokyeom tenía todo el perímetro vigilado, no había escapatoria. Gritó en su habitación de frustración, no encontraba qué hacer. Estaba por volverse loco.

Seungkwan le mandó un mensaje, le dijo que esa noche no llegaría a su casa puesto a que su mejor amigo acababa de llegar a la ciudad y quería ir a recibirlo. Por el mejor ya que los hombres de Boo se fueron yendo hasta quedar muy pocos.

Eso le daría oportunidad.

Incluso pasaron las horas, cayó la noche y solo en el momento en que apagaron todas las luces de la casa pudo salir. Caminó en silencio hacia el jardín donde se encontraba su auto, revisó y aparentemente, no había nadie rodeandolo.

Subió a su auto con sigilo y condujo hasta la carretera donde los empleados de su casa fueron quien le abrieron.

Encontró la libertad, el momento para reencontrarse con el amor de su vida e iba decidido a rogarle a Dong Min que volvieran, pero mientras más cerca se encontraba de su destino, más pensaba en su situación.

Sunmi le dijo que era un egoísta por no pensar en Dong Min y en el dolor que le había causado, y si lo piensa y no se quita la culpa de haber destrozado a un ser tan puro como lo es ese chico, pero si era egoísta por querer tener una vida normal, al lado de la persona que ama, entonces, si lo es.

Él quiere ser feliz al lado de Dong Min, quiere amarla hasta el último momento se ah vida.

Llega al apartamento vacío, se sienta en el sofá de la sala y espera pacientemente a que aparezca. El tick-tac del reloj se vuelve incesante, extremadamente asfixiante en una ansiedad.

Se marcan las 9...

Las 10...

Las 11 de la noche y nada que Dong Min aparece, pero no va a irse, confía en que el castaño va a llegar.

Y cuando menos lo espera, la puerta es abierta y su dulce se chico está frente a él nuevamente...

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