𝟷𝟽
Unos cuantos días después, la vida siguió tranquila, claro que un poco frustrante para Dong Min puesto a que no ha tenido ni un pequeño contacto con su novio. Y no es que Bin lo esté ignorando de nuevo, en realidad, el alfa cada noche lo ha llevado a cenar fuera, lo invita a bailar, a dar un paseo nocturno por las frescas calles conglomeradas y ser solo ellos dos frente a todos, pero en realidad, Bin no ha querido tocarlo más que solo unos besos.
No ha pasado mucho desde la última vez, pero por alguna extraña razón, Dong Min se siente ansioso, quiere y desea tanto poder acostarse con él, entregarse en una cama a sus deseos perversos, pero el pelinegro no es de ayuda. No ha pisado el apartamento del alfa por ninguna razón, por lo cree que ese es uno de los factores que han influido en su distancia.
Pero ya no puede más.
Ya no puede soportar el calor que nace cuando la distancia se acorta y sus labios se abrazan, cuando el pelinegro se pega a él y lo hipnotiza con una mirada seductora, como su mente vuela cada que lo revisa de pies a cabeza y se da cuenta que es bombón completamente, un hombre que desearía atar a su cama y hacer con él lo que quisiera.
¡Dios! ¿Por qué sus pensamientos han cambiado tanto? Él no era así, entonces ¿qué pasó? Incluso se avergüenza se su comportamiento, pero tiene que hallar una pronta solución.
Toca la puerta de la oficina de Park, escucha un "pase" y con una sonrisa entra con unas carpetas que tomó prestadas para regresarlas.
—Minnie, mi estómago ruge~ —el carismático omega de su jefe le hace sonreír.
—¿Ya hiciste el pedido? —pregunta el alfa recibiendo las carpetas qué se le son extendidas.
—Sí, en unos 20 minutos está aquí.
—Pero mírate nada más —el omega se levanta y aunque es más bajo que Dong Min, le toma el rostro en sus manos y niega —¿Qué son esas ojeras tan terribles que tienes?
—No es nada nuevo, papá.
—¿Cómo que no es nada nuevo?! Tienes que descansar. Jin Woo—habla con firmeza —¿Cuando demonios le vas a dar vacaciones a Min? ¿Es que acaso no ves lo demacrado que está?
—No hemos tenido tiempo de descansar, mi amor.
—Eso es cierto, papá. El señor Park y yo hemos trabajado en una propuesta de inversión para promover convenios con estudiantes extranjeros que puedan trabajar en los consulados.
—Pues me parece bien, pero eso no quita que deben de descansar, en especial tú, mi niño, que eres tan joven. —apretó sus mejillas e hizo un puchero triste. —Park Jin Woo, al menos que no desees dormir con el perro, espero que para hoy le gires vacaciones pagadas a Minnie, ¿OK?
—No tenemos un perro, bebé.
—¡Me vale! Compro uno y te mando a dormir con él. —el alfa al no tener más opción, asintió.
—No hoy, pero cuando terminemos esta propuesta Dong Min irá de vacaciones, ¿Te parece, cariño?
—Perfecto.
—Señor Park, yo no tengo problemas con quedarme trabajando.
—Tú no y lo sé, pero yo tampoco deseo pelear con mi solecito.
—El perro feo me dijo solecito, awww— Dong Min sonrió, la imagen de ambos incluso discutiendo era como sentir el amor de ellos en carne propia.
—¿Hay algo más que se le ofrezca, Señor Park?
—No, solo avísame cuando la comida llegue.
—Por supuesto. Con permiso.
Los miró muy melosos, así que lo mejor era salir de ahí y dejarlos solos. Regresó a su escritorio y al tomar asiento, se quedó ido pensando en que si así se miraban Bin y él cuando salían, si el amor de ellos también podía ser sentidos por otros, aunque lo duda realmente. La verdad es que no suele ser cariñoso, no quiere comportarse como un idiota al fingir ser un omega dulce que necesita ser protegido.
Sabe que se vería patético si buscara los brazos de su alfa y le pidiera mimos, sabe incluso que se ve patético cuando es abrazado por él y más cuando el cambiar y tratar de ser algo que no es está en el interior de su cabecita tonta.
Una presencia extra interrumpe sus pensamientos, un alfa vestido con su uniforme militar, sonriente y con un ramo de flores en manos, mueve su mano libre tratando de llamar su atención.
—¡Min Hyuk!
—¿Interrumpo algo? —automáticamente negó y el alfa rió.
—Disculpa estaba distraído.
—Y créeme que me di cuenta. ¿Mis papás están adentro?
—Sí, aunque te recomiendo no entrar ahorita, están de melosos, como todos unos adolescentes.
—Venía a ver si querían ir a almorzar.
—Ya pidieron su comida, parece que quieren estar a solas.
—Menos mal me lo dices... Por cierto, esto es para ti, espero no te moleste —le entregó el ramo de flores y el beta sorprendido solo las recibió.
—Pero no es mi cumpleaños.
—No es necesario que sea un día especial para que yo tenga un gesto bonito contigo, ¿O sí? —el castaño sonrió tímidamente y negó.
—Gracias, son hermosas.
—¿Ya comiste?
—No, aun no, planeaba hacerlo cuando me desocupara.
—¿Puedo invitarte a almorzar? Bueno, si se puede. No quiero tener problemas con tu novio. —Dong Min negó.
—Claro que no, no seas loco. Y sí, me encantaría ir contigo, Hyuk. Solo espérame terminé esto y salimos, ¿Está bien?
—Yo esperaría toda mi vida por ti si es necesario. —un sonrisa tímida finalizó aquella conversación.
Minutos más tarde, ambos ya estaban comiendo en un restaurante cercano al congreso, hablaron de tantas cosas que el tiempo se pasó volando, pero llegó ese momento que Min Hyuk estaba esperando y era salir de dudas de todo.
—La verdad pensé que ya ni me hablarías. —comentó Min Hyuk tratando de bromear.
—¿Por qué dices eso?
—Porque ahora tienes novio y no sé si él te controla o algo.
—¿Controlarme? ¿Qué soy? ¿Un niño? Él no me controla.
—Pero me lo imaginé. Comenzando que hizo que cayeras fácilmente no dudó en que sea alguien diferente.
—Es verdad que no es nada comparado al tipo de persona que me gustaba, pero es un buen hombre.
—Me da curiosidad saber quien es, comenzando qué es alfa es aun más intrigante.
—Pues... —¿Estaría bien decirle a su amigo? —La verdad no quiero problemas contigo, tú lo conoces y pues valoro mucho a tu papá como para hacer este escándalo.
—Pero tenme confianza, solo dime quien es, quiero saber que estás en buenas manos. Esto no saldrá de aquí, Min, te lo prometo.
—Conoces... Al señor Moon, ¿No? —el corazón de Min Hyuk se quebró aun más de lo que ya estaba, pero solo asintió tratando de disimular —Te escuché hablando con él el otro día.
—Moon Bin... ¿Así que es tu novio? Nunca me lo hubiese imaginado.
—Bin ha sido bueno conmigo, me trata bien y suele ser muy cariñoso, hasta yo me sorprendo aveces de su comportamiento.
—No confíes tanto, no lo conoces lo suficiente.
—¿Por qué lo dices? ¿Acaso son amigos? —preguntó Dong Min.
—No, pero te parecería gracioso si te contara que estudié con él en la universidad —confesó. En realidad tenía años de conocer al pelinegro, pero nunca se llevaron bien.
—¿En serio?
—Compartíamos la mayoría de clases y especialmente Finanzas. Moon era muy arrogante en esa época así que nunca quise ni siquiera acercarme a él. Nunca fuimos amigos porque siempre trató de sobresalir y pues, ya sabes, yo no soy muy sociable.
—Asocial o no, eres una muy buena persona, ahora hasta le sirves al país.
—Quien diría que me maté estudiando para terminar con camuflaje. —señaló su uniforme y rió. —De nada sirvió estudiar con tu novio, míralo a él, con sus trajes elegantes y todo refinado.
—Bin fácilmente viste con sus trajes, pero no se vería como tú con ese uniforme. Te luce, realmente realza lo guapo que eres. —realmente en su mente solo podía visualizar a Bin a como lo ve a diario, bien vestido, impecable, con esos trajes a la medida que aprietan cada uno de sus músculos y le dan ese toque masculino que lo vuelve loco.
Y mira a Min Hyuk y al contrario de sentir alguna atracción, se siente orgulloso de verle con su uniforme y más cuando usa el traje especial para eventos, donde porta sus medallas.
Claramente hay una enorme diferencia y a pesar de que ambos se ven malditamente guapo, el hombre que lo desviste es incluso más atrayente que cualquiera.
Por otro lado, el reciente alago de parte de Dong Min hizo que Min Hyuk se sintiera bien, tanto que su corazón latió y sonrió con timidez, algo que solo pasaba cuando Dong Min estaba a su lado. Incluso después de años enamorado del beta, las cosas siguen igual que al principio.
—Si Moon te escucha, me mata.
—Obvio no, si Bin me escucha el único muerto sería yo —Y está tan hormonal que solo puede pensar en su recuerdo donde Bin estuvo celoso de Min Hyuk y lo tomó como a un animal.
—Pues es mucho peor porque yo no te quiero muerto... — rió por su comentario y siguieron conversando ajeno a la mirada en llamas de su novio, quien lo veía a través de la ventana.
Estuvo por una hora tratando de comunicarse con él y no le respondió, al ir a buscarlo para llevarlo a almorzar, se dio cuenta que no estaba en su lugar de trabajo y preguntando, dio con que estaba con Park Min Hyuk y sin su permiso.
¿Sin su permiso? Desde cuando Dong Min necesitaba permiso para algo, incluso a él le sonó estúpido lo dicho, pero la posesividad con Dong Min era algo que nacía de su interior para que nadie tocara a su chico,para ser él, el único en su vida.
Lo llamó nuevamente y se percató que Dong Min ni siquiera andaba su celular así que posiblemente ese era el porqué no le respondió. Al final se marchó enojado, no haría escándalo ni nada, pero más tarde se las cobraría.
Min Hyuk acompañó de regreso a Dong Min a la oficina y en el camino, la plática sobre el alfa se retomó.
—Hyuk, ¿por qué dijiste que no confiara en él? ¿Hay algo mal? —el alfa realmente se debatió en sí era bueno decirle a Dong Min lo que sabía de su novio.
—Moon tiene una vida complicada por así decirlo, desde el momento que Boo Dokyeom lo recogió, tu novio tiene su vida preparada hasta que muera, por lo que es difícil explicarte realmente lo que pasa. —No podía decirle con simple palabras que su novio se había comprometido hace años con el hijo de Boo, tampoco que hace poco se confirmó la fecha de la boda y él estuvo en esa celebración como miembro de la naval.
—¿Complicada en que sentido? ¿Acaso Bin es obligado a algo?
—No diría eso, pero... Min, no es mi deber decirte que pasa. Solo trata de preguntarle a él y si las cosas se vuelven feas, aquí estaré para ti —el alfa abrazó a Dong Min con su alma partida, pero sabía que era lo mejor que podía hacer.
—Está bien, Hyuk. Gracias al menos por alertarme. —la curiosidad lo mataba, pero también se ponía en el lugar de Min Hyuk y entendía que su novio era la única persona que debía contarle absolutamente.
Más tarde, cuando llegó su hora de salida, recibió una llamada de la madre de Bin, la última vez se pasaron números y quedaron en mantenerse en contacto por lo que no le sorprendió que lo llamara.
—Señora Moon, dígame.
—Buenas noches, Minnie, ¿Estás ocupado?
—No, para anda. ¿En qué le puedo servir?
—¿Quieres venir a cenar conmigo? Llamé a Binnie para que te trajera pero no responde, así que decidí llamarte a ti de una sola vez.
—¡Por supuesto! ¡Me encantaría!
—Te estaré esperando. —colgó y se apresuró a guardar sus cosas. Esa sería una nueva oportunidad para ser más cercano a la madre de su novio y tal vez saber más sobre él, lo cual era lo primordial en su vida.
Media hora después, ya estaba llegando a la casa de Jong Sun. La omega felizmente lo recibió con brazos abiertos, le dio un abrazo y agarrada de su antebrazo caminaron a la sala.
—¿Has estado bien, Min?
—Sí, señora Moon. Por cierto, ¿Dónde está Bin?
—Ya lo llamé, me dijo que ya venia solo terminaba unas cosas con Dokyeom. —escuchar aquello le llenó de tranquilidad, al menos sabía que Bin no andaba en sus andanzas de casanova y mujeriego. —No le dije que estabas aquí, preferí que fuera una sorpresa.
—Bueno.
—¿Quieres algo? La cena casi está lista, pero si quieres un bocadillo, no sé, unos snacks, un juguito, galletas, lo que sea, dime.
—Está bien así, señora Moon. Gracias. —dijo amablemente aunque aun sentía vergüenza.
—Tonterías, Min. Pronto serás mi yerno así que no estés con esa timidez.
—No estoy muy seguro de eso, señora Moon —una vez más sus inseguridades se vieron reflejadas.
—¿Cómo que no? —se sentó a su lado y puso una de sus manos en la espalda del chico —Min, yo ya te acepté como mi yerno, como parte de mi pequeña familia como para que vengas a tener pena conmigo. —las palabras de la omega le hicieron sentir especial.
—Un juguito está bien —La omega brincó en su lugar muy feliz y asintió.
—Por supuesto, enseguida te lo traigo. —se retiró solo un momento para ir a ver la cena y traerle lo pedido por Dong Min.
...
Ambos en la sala dejaron el tiempo pasar, comenzaron hablar de sus vidas y a Dong Min realmente le sorprendió saber que Bin no tenía padre.
—En realidad, tengo mucho que agradecerte, Minnie.
—¿A mí?
—No sé si Bin alguna vez te haya contado, pero nosotros éramos unos muertos de hambre— comenzó a relatar —Era muy joven cuando ese señor abusó de mí, criar a Binnie a mis 17 años fue un reto realmente porque no tenía nada que ofrecerle a mi bebé, vivíamos dispersos en una hacienda esperando que alguien se compadeciera de nosotros...
—Me imagino lo duro que fue para usted, solo era una niña.
—No solo eso, perdí a mi familia por algo que no fue ni mi culpa. En esos años era difícil ser un omega, nos miraban como seres extraños, como una plaga, diferente a lo de hoy en día. Así que eso dificultó que mi pequeño creciera bien, hasta que llegó el señor Boo y miró a mi pobre niño desnutrido y nos recogió.
Hasta ese momento, Dong Min entendió el porqué era el protegido de aquel hombre.
—Bin comenzó a esforzarse demasiado para sacarnos de la pobreza, yo trabajé años en casa de ese hombre mientras él nos daba techo, alimento y sobre todo la educación que le faltaba a mi hijo. Binnie olvidó lo que era pensar en él e hizo cosas para sacarme a mí de trabajar y darme esta vida. Jamás vivió una vida fuera de lo que ya le habían predestinado y es aquí donde entras tú —Dong Min sentía el alma en un hilo. —Desde que apareciste noté en él un cambio qué poco a poco se hacía más visible. Bin ahora sonríe y está contigo no por obligación, es libre y realmente siento que disfruta estar contigo.
—Trato de ser un buen novio solamente.
—No es solo eso... Bin... Bin tiene tantos problemas que incluso a mí como su madre me duele porque sé que está haciendo mal y no es capaz de verlo, pero confío en que tú, quien eres la nueva luz de sus ojos puedas guiarlo.
Sus manos se tomaron con fuerza haciendo sentir conmocionado al beta. Jong Sun no mentía, realmente esperaba que Dong Min hiciera que su hijo cambiara de una vez por todas, aun cuando eso significaba conseguir más problemas encima.
—Trataré de que todo salga bien y que Bin pueda estar bien consigo mismo..
La plática pudo haber seguido de no ser porque el alfa hizo acto de presencia, mismo que al ver a Dong Min se apresuró para saber que hacía ahí.
—¿Qué haces aquí? —preguntó rápidamente a Dong Min.
—¿Qué son esos modales, jovencito? Se entra, se saluda, se le da un beso al novio y ya después preguntas, no que vienes de apresurado. —regañó su madre, viró sus ojos en disgustos y solo se acercó al beta para darle un beso en los labios.
—¿Mejor? —pregunta a Dong Min.
—Creo que aun falta algo más —el beta se pone de pie y lo besa mientras lo abraza —Mejor así. —la mirada enamorada que tiene Bin en ese momento no tiene precio. —Por cierto, respondiendo a tu pregunta, tu mamá me invitó a cenar.
—Me hubieras dicho y te hubiera pasado recogiendo.
—No contestaste el celular hasta después, y yo necesitaba ver a Min. —se excusó Jong Sun. —Ve a cambiarte o algo, dentro de poco daré la orden para que sirvan la cena.
—¿Quieres venir a mi habitación? —preguntó el alfa y Dong Min se sintió como un adolescente.
—Sí. Con permiso. —dijo a la omega, levantándose del sofá.
—Estás en tu casa, Minnie. —y fue con su novio escalones arriba.
En la habitación del alfa mientras este se cambiaba, optó por acostarse en su cama y descansar un momento, la verdad que muchas veces el pasar o mucho tiempo sentado o mucho tiempo de pie le hacían pasar por dolores horribles en su columna y pelvis por lo que relajarse un rato en aquella suave cama fue un total bendición.
Miró de reojo a su pelinegro quitarse el bóxer frente a él e inconscientemente mordió su labio, obviamente el alfa lo notó y ya nuevamente vestido, se lanzó sobre él besándolo en el proceso. El castaño solo pudo enredar su cintura con sus piernas mientras dejaba que se adueñaran de su boca.
—Me parece o estás ansioso el día de hoy, bebé.
—¿Ansioso-..? —su cavidad vocal fue invadida por la lengua de su novio. Estaba tocando el maldito cielo solo con un tonto beso, pero era lo suficiente para calmar su deseo.
—Me parecía que me estabas viendo con ojos de pecado —su comentario hizo que explotara en risas, ahogando esta en su cuello mientras lo acostaba a su lado y lo abrazaba. —¿Por qué te ríes?
—Me dio risa tus "ojos de pecado". Además, como no quieres que te vea si eres un alfa divino.
—Viniendo de ti esas palabras, me las creo —le dio besito cariñoso en su frente —Por cierto, quiero que me ayudes a escoger un apartamento.
—¿Qué? ¿Apartamento? —el alfa finalmente se decidió y trataría al menos de darle un espacio único y especial en su vida.
—Dijsite que no volverías a ir allá y no quiero que te sientas incómodo, lo mejor es buscar un lugar para que vivamos juntos.
—¿Vivir juntos? —la sorpresa fue mayor y el alfa ya decidido, tomó sus manos y les dio un beso sobre sus nudillos.
—Te amo tanto y amaría aun más que lo primero que vea al despertar sea tu rostro, quiero que llenes mi espacio de ti, que seas dueño hasta del momento más insignificante, pero que seas tú.
—¿En serio me estás proponiendo que viva contigo?
—Si no quieres puedes-... —Dong Min lo interrumpió con un beso, sus lágrimas de felicidad se vieron mezcladas y el pelinegro se puso en alerta. —¿Por qué lloras, mi amor?
—Es que... Nunca imaginé que me pidieras algo así.. —la imagen le pareció tan tierna sin duda, limpió con su mano las lágrimas en su rostro y se dieron un beso esquimal.
—Puedes estar inseguro de muchas cosas, pero nunca dudes que te amo y que si hay con el que quiero compartir mi vida, ese siempre serás tú aun cuando los años pasen, tú siempre serás para mí mi primera opción.
Sus miradas conectadas le hicieron sentir una cosa a Bin y era, que no habría otra persona que le hiciera sentir su corazón de esa forma, que no habría más nadie que lograra ese efecto en él, el ser un hombre bueno, amoroso y cariñoso con su pareja.
Dong Min incluso estaba a nada de hacerle renunciar a su sueño, pero para mientras, todo seguiría de la misma forma, indeciso si elegir esa felicidad eterna o ponerse la soga al cuello...
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