𝟷𝟸

Obviamente un nudo sofocante se presentó en su garganta, el omega frente a él se arrepentía de haberle preguntado aquel dato, no debió hacerle eso a Dong Min, aunque también, debía de aceptar que ese hombre era demasiado bueno para Moon.

-Minnie... -se dirigió a él cariñosamente y lo abrazó, el beta al no tener su mente clara permitió que el omega lo abrazara e incluso, él también lo abrazó, haciéndose pequeño para poder sentir el refugio de alguien a pesar de que su corazón solo quería refugiarse en una persona que no valdría la pena.

Al final, terminó subiendo a su auto con Wooyoung, dejó al omega en su casa y antes de que este bajara, le dijo:

-Puede que estés molesto conmigo y lo entiendo, mi bocotas te ha hecho pasar un mal rato.

-De hecho, no. Tengo mucho que agradecerte, no estoy molesto -respondió con total honestidad.

-Minnie, eres más de lo que Moon se merece, eres un hombre excepcional y de un corazón muy bueno, no permitas que él contamine tu alma y si es posible, piensa en dejarlo, porque está claro que tu perteneces a su lado.

Si bien habían sido palabras duras, sabía que era ciertas y con una sonrisa asintió y solo...

-Gracias, lo tendré en cuenta. Buenas noches, Woo. Descansa. -el omega le dio un último abrazo.

-Descansa también, Minnie.

Y volvió a casa.

Llegó a casa sin hacer bulla, afortunadamente, su hermana estaba plenamente dormida por lo que pudo entrar a su cuarto sin ser visto. No era que le tenía miedo o algo, sino que por la situación en la que estaba muy difícilmente tendría una forma de liberarse de sus preguntas.

¿Y cuál era la situación?

Pues sus ojos marrones están llenos de lágrimas, sus párpados pesan de tanto que ha derramado, no quería aparentar ser débil, pero realmente le ha afectado demasiado. Sabe que su novio le ha sido infiel al ir siempre a aquella zona de prostitución, se siente insuficiente como si no pudiera ayudarlo a saciarse de él, como si su cuerpo no era de su agrado; quiere tratar de entender el hecho de que su alfa busca a un omega por lo que estos son, chicos dulces y sumamente hermosos, seres creados a un diseño perfecto.

¿Pero cómo iba a alcanzar ese estándar cuando es lo contrario? ¿Cómo?

El sobre pensar lo está matando y lo deja sin ideas claras, a este extremo, Dong Min no está interesado en como al alfa le da igual sus sentimientos, no, Dong Min comienza a pensar en cambiar con tal de mantenerlo a su lado. Y es tan retorcido que llega a ser necesario un psicólogo para tratarlo.

Y dispuesto a encontrar la manera de como adaptarse a sus gustos, da el primer paso y decide cambiar.

A los días, luego de salir del trabajo, se dirige al centro comercial, busca en todas las tiendas algo que se pueda adaptar a él, miente al decirles a los encargados qué busca un regalo para su hermano omega solo para que le den opciones entre tantas cosas, y cuando mira, comienza a llegar a casa con una bolsa llena de maquillaje, al siguiente con camisas que jamás se ha puesto ni se imaginó algún día tener, pantalones, faldas, shorts fuera de su estilo original, diferente cosas que al llegar el sábado, las tiende en su cama y el asombro está presente.

No va a mentir, en parte sabe que está tratando de engañarse así mismo, pero siente en lo más profundo de su pecho, que si logra encajar en todo lo que Bin manda, se robaría su corazón de una sola vez y cegado, prefiere intentarlo.

Si embargo, Dong Min no espera lo que en unos minutos pasaría...

Le pide a Sunmi qué no lo moleste, que hará algo importante, cosa que la hace extrañarse, pero no dice nada. Por lo general, en los días libres de Dong Min, este no hace nada más que ver la televisión, ayudar a Yesung con lo que necesite, hacer la cena o el almuerzo y más nada, incluso ella siente que hace más que su hermano ya que le toca ir al supermercado, pero está bien, le daria la privacidad qué busca.

Pone su teléfono a un lado, saca un espejo de mano que compró especialmente para su prueba y se sienta en la cama ya cómodo para comenzar a buscar algún video en YouTube que le sirva o en tiktok, siempre hay ideas en aquella red social.

De ver tantas ideas se da una idea de como va, por lo que el desafío de aprenderse a maquillar comienza, sigue el tutorial tal cual va, quitando el fino delineado que el omega en el video tenía. No lucha con los productos porque la mayoría de los que compró ya son de su conocimiento y es obvio el porqué. Tiene una hermana que se maquilla a diario y por ende le ha comprado muchas cosas para su carita a través de los años, tuvo novias en su pasado a las que les aplicaba lo mismo, entonces, era más fácil.

Su ojos solo tienen un tono cafecito y unos brillitos en el lagrimal, en su punto de vista, está bien. Cree. Prefiere saltarse el paso de la piel y quiere ir de una sola vez a probar los labiales, jamás ha usado uno, ni mucho menos colores como los que le recomendaron, pero lo va a hacer. Comienza con un tono rojo oscuro casi vino, lo aplica con la mano temblorosa y se desvía al momento que tocaron su puerta.

Busca algo con que taparse la cara para abrirle. -Sunmi, te dije que no me-... -Dong Min se queda congelado, tanto que olvida lo que tiene en la cara.

-¿Qué estabas haciendo, mi amor?

-Bin...

¿Cómo es que el alfa ha llegado a su casa?

















Pensó que se iba a deshacer de Seungkwan en una semana y luego volver a a Dong Min como si nada, desgraciadamente su plan salió mal y el omega estuvo una semana más obligandole cada maldito día a organizar aquella nefasta boda que no quería.

No se ve en un altar, no se ve como padre, ni como esposo, ni como señor de la casa, ni como nada que tenga que ver en una unión que le quite su libertad. Odia cada maldito segundo que pasará atado a una persona que no ama a pesar de que el momento ni ha llegado, pero ya lo odia.

El día que despidió a Seungkwan fue lo peor, de hecho, se tardó una semana más porque tuvo su celo repentinamente y para hacer todo más confuso, sintió un olor a naranja que le provocó náuseas al momento de tener el mínimo acercamiento con él, afortunadamente, Dokyeom no permitió que el alfa ayudara a su hijo en el celo, según sus palabras: "hasta el día que se den en matrimonio, podrá entregarse".

Al menos Bin estaba tan agradecido de que el viejo pensara que era virgen al igual que su hijo porque de lo contrario, también se hubiera obligado a sentir feromonas qué claramente no le agradaban. Pero... ¿De quien era ese olor a canela qué sintió el otro día?

Extraño sin duda.

Pero especialmente lo más desagradable fue lo que el omega le obligó a hacer, lo encerró en su cuarto aprovechando que su padre no estaba y lo acostó en la cama pidiéndole que le hiciera sentir bien, pensó en solo masturbarlo para que le calmara ese calor por su reciente celo, pero el omega le obligó prácticamente, a que le diera un beso negro.

Lo hizo porque realmente consideró en que un día tendría que hacer y cumplir todos los caprichos que querría, y si se casaban, por supuesto que tendrían sexo, aún cuando para Bin el sexo solo con su prometido no era una opción.

En si lo repugnante, fue sentir como ese aroma a naranja lo llenó por completo hasta el punto de que sus feromonas alfas no pudieron limpiar ese desastre. En su auto pensó en buscar a Dong Min, pero no podía aparecerse así solo buscando sexo cuando lo ha dejado abandonado por tres semanas, así que recurrió a cualquier omega que encontrara.

Por supuesto que al día siguiente, ya cuerdo y al ver que era Dong Min quien no contestaba esta vez, decidió que sería bueno ir a visitarlo a su casa y preguntando en aquel edificio por los hermanos Lee, dio con el apartamento de su bello beta.














-¿Qué haces aquí? -miró a su hermana acercarse por lo que trató de esconder su rostro por la vergüenza, a Bin aquello se le hizo tan tierno, aunque también le dio risa.

-Min, tu novio quería pasar. Iré con Yesung donde una amiga y luego al supermercado. -miró de pies a cabeza al alfa y negó -Siéntase como en casa, señor Moon. -comentó de mala gana tratando de ser cortes.

-Gracias, cuñada. -la omega molesta solo se fue. No le caía bien aquel hombre.

Por otro lado, Dong Min caminó al interior de su cuarto para buscar unas toallas húmedas y desmaquillarse, pero el alfa se lo impidió.

-¿Por qué lo quitas?

-Porque parezco payaso con esto y no quiero que te burles más de mí -el alfa negó y lo atrajo para que se sentaran en la cama.

-No te queda mal, incluso, nunca hubiera imaginado que tuvieras esos gustos.

-No los tengo, solo quiero... -Bajó su mirada, se sentía tímido al tenerlo nuevamente de frente después de un tiempo.

-¿Qué quieres, bebé? -preguntó levantando su rostro para ver su mirada brillante y sus ojos bonitos.

-Quiero cambiar un poco -el alfa negó, tomó la toallita húmeda y limpió donde el labial se había desviado. Luego dio toquecitos en sus labios para que el color se emparejara a sus belfos y se separó solo para ver aquellos carnosos labios pintados.

-Si es algo que tu deseas, hazlo. Pero ten en cuenta, que no importa lo que te pongas, siempre te verás lindo en mis ojos. -mentira o no su relación, Bin no podía negar que el beta era hermoso en sobremanera, más que un cualquier omega.

-Tal vez en tus ojos, pero la gente me verá mal. -confusión fue lo único que obtuvo por su comentario.

-¿Y qué importa lo que piense la gente? Dijiste lo mismo antes de comenzar a salir.

-Porque es verdad y siempre te lo he dicho, un alfa y un beta está mal visto, y peor será si miran que ese mismo beta trata de maquillarse como si fuera un omega.

-Pero yo te amo tal cual eres, ¿Entonces que importa lo demás? -Dong Min se abrazó a su cuello de golpe, el alfa lo rodeó con sus brazo y le dio un besito en la mejilla -Te apoyaré en tu cambio si es lo que quieres.

-Quiero que me veas, que me digas que luzco bien, que me digas que me adapto a tus gustos, quiero ser todo lo que se complemente a ti. -confesó aguantando las ganas de llorar. Quería gritarle qué lo miró saliendo de aquel cuarto, que sabe todo lo que ha estado haciendo a sus escondidas, pero no puede, es débil ante él.

-Hagas lo que hagas, tú siempre te adaptarás a mis gustos porque fui yo quien te escogió.

-Pero no soy un omega, soy un hombre semejante a ti y no quiero que te sientas incómodo conmigo -una oleada de confusión fue la que entró esta vez en el alfa, ¿Qué estaba pasando con él? ¿Por qué su cabeza dolía?

-Minnie...

-Me cansa el pensar en que soy tan inservible para ti al no tener feromonas y sin embargo, soy egoísta porque quiero tenerte a mi lado aun cuando sé que no somos el uno para en otro y me enferma tanto que... -Inconscientemente, Bin liberó feromonas relajantes, llenando por completo el cuarto del castaño y sintió levemente, aquel aroma canela qué tanto le gustaba.

-Bebé, está bien -Dong Min se enderezó y lo miró con ojos tristones -Perdóname, no quise crearte una inseguridad.

-No hiciste nada, yo solo me metí en esto.

-Nada eso, Minnie, soy yo el culpable de que un ser tan hermoso se rebaje a un omega cualquiera. Minnie, para mí eres el hombre más bello que algún vez ha existido en este planeta. Tienes un rostro divino que haces caer a cualquier cristiano, incluso yo no me pude resistir a tu belleza. Tu raza es lo de menos cuando tengo en ti todo lo que necesito.

-¿Y las feromonas qué?

-¿Qué importa eso? Tengo tu corazón, tu alma, tus lindos sentimientos y tu grandiosa forma de ser, ¿Qué más necesitaria si te tengo a ti? -acarició su mejilla para luego, acercarlo y besarlo, lo besó con una suavidad que lentamente los orilló a acostarse en la cama con Dong Min sobre él disfrutando de aquel suave tacto en su corazón.

Si era cierto o no todo lo que Bin dijo, prefería creer que si lo era.

¿Y si realmente si era...?

El beta abrió sus ojos lentamente mientras se separaba y nuevamente, se abrazó a él sintiendo sus grandes brazos rodearlo.

-Te amo. -soltó Dong Min sin siquiera pensarlo, Bin sonrió al escucharlo y se puso de lado para enrollarlo más de su aroma.

-Te amo más, Bebé...

Se quedaron abrazados por unos cuantos minutos, Bin sintiendo ese leve aroma a canela qué lo relajó por completo y Dong Min sintiéndose protegido, amado, extraño, pero no le importaba, era más el amor que sentía por él qué ni tenía una explicación lógica de cómo nació, pero ahí estaba.

Se levantaron más tarde y el alfa ayudó a su novio a organizar la ropa que estaba tirada en la cama al lado de ellos, el pelinegro se sorprendió al ver las prendas que su beta había escogido y aun más sorprendido quedó al ver la ropa interior qué también habia comprado, no hizo ningún comentario, solo la guardó en las bolsas donde estaban, aunque su mente se imaginó lo bello y sexy que se miraría el chico con aquello puesto.

Organizó y el alfa se acostó en su cama mientras Dong Min terminaba de limpiar su rostro, para luego, volver a sus brazos donde dejó que el alfa lo llenara de mimos, cosquillas, besitos y toda clase de caricias dulces. ¿Cómo no sentirse amado cuando el mayor era tan bipolar?

Hablaron sobre su ausencia, excusandose con algo de su "trabajo" qué el tonto de Dong Min creyó y al final... Solo fueron ellos dos abrazados en la cama sin decir nada, solo disfrutando de esa paz que el uno al otro se transmitía.

Se hicieron las 5 de la tarde y Sunmi junto a su hijo llegaron a casa.

-¡Tío Min, he llegado! -el pequeño niño corrió a la cocina para ver a su amado tío, pero... No era quien esperó.

-Señor Moon -la omega se sorprendió al ver al imponente hombre cocinando.

-Hola, cuñada -el alfa miró al niño asustado y saludó con una sonrisa -No tengas miedo, Yesung, soy el novio de tu tío.

-¿Cómo sabe mi nombre? -preguntó a su madre aunque el alfa fue quien respondió.

-Tu tío Min me habla de su maravilloso sobrino y de lo mucho que te ama. -el niño sonrió en grande y tomó la pierna de su madre por lo feliz que aquello le ponía.

-Tío Min me ama. -dijo emocionado.

-Así es, mi amor. Yesung, ve a lavarte las manos. -el niño se fue dejándolos solos.

-Perdón por el atrevimiento, Dong Min se durmió y quise hacer algo especial por él.

-¿Por qué hace esto? -preguntó la omega con seriedad.

-¿Disculpa?

-Viene a verlo, le hace de cenar, lo saca a pasear después del trabajo, va a comer como si fueran una pareja.

-Es mi pareja, Sunmi.

-No nos hagamos los idiotas, ¿Por qué está jugando con mi hermano? -la omega sabía todo el repertorio de Moon, incluso sobre su compromiso.

-Nadie está jugando con tu hermano, yo amo a Dong-...

-Si lo amara nunca se hubiera metido con él si ya estaba comprometido.

-Creo que lo que yo sienta por tu hermano no es de tu incumbencia.

-¡Claro que lo es! -no le gustó el tono con el que la omega le habló -¡Puede pensar que mi hermano está solo, pero mientras me tenga a mí no voy a permitir que ningún hijo de puta como usted le vea la cara de imbecil!

-Sunmi... -trató de mantener la calma, no estaba en el lugar adecuado para asesinar a esa perra maleducada -Quiero que entiendas que si yo no he cancelado mi compromiso, es porque no he podido. Entiéndeme, si sabes todo, creo que también sabes que tengo 7 años comprometido con el hijo de un hombre que me destruiria con el sonar de los dedos y no solo a mí, a Dong Min también.

-Pero debe de hacerlo, porque no voy a dejar que su noviazgo con mi hermano siga si no lo toma enserio.

-No le digas nada, dame tiempo para hacerlo, es todo.

-No se trata de decirle o no, tarde o temprano Dong Min se dará cuenta y será más doloroso para él saber que todo este tiempo ha sido el otro hombre en su vida.

-Mamá, ya fui -Yesung los interrumpió, pero Bin asintió a sus palabras.

-Lo haré.

-Eso espero.

Sunmi caminó con su hijo a la sala donde le puso la televisión y se fue luego al cuarto de su hermano para despertarlo. Tocó la puerta, pero no hubo respuesta así que entró, pensó en encontrar a su hermano desnudo o algo similar, pero no, su hermano estaba dormido con la misma ropa de temprano y se sentó a su lado para despertarlo.

-Min... Min.. -el beta fue despertando de a poco y se estiró con pereza al ver que era su hermana quien estaba al lado -Levántate, dormilón.

-Dejame en paz, bruja.

-¿A quien le dices bruja? -le hizo cosquillas sabiendo perfectamente lo sensible que era y se detuvo a sentir un olor en él. Disimuló de a poco tratado de encontrar de donde provenía aquel dulce aroma, fue tan extraño. -Min... -casi y comete una estupidez, ¿Cómo se le pasó por la mente preguntarle a su hermano a que olía Moon cuando era un beta?

-¿Ya se fue Bin? -la omega negó, estaba tratando de descifrar a que olía. El castaño se levantó de prisa, aunque le extrañó lo ida qué quedó su hermana -Sunmi, ¿Estás bien?

-S-sí -trató de componerse por lo que bromeó -¿Qué tan cansado te dejó Moon como para dormir tanto?

-¡Cállate! No hicimos nada.

-Ajá.

-En serio, yo respeto la casa, tontita. -fue lo último que escuchó salir de su boca antes de verle alejarse y abrazar al alfa por detrás.

La omega miró desde el sofá de la sala cada gesto que la pareja frente a ella hacia, como Dong Min lo abrazaba y el alfa lo envolvia, como le daba uno que otro besito y eso hacía sonreír a su hermano. No lo iba a negar, si se miraban bien juntos, pero el hecho de conocer la verdadera cara de aquel hombre le hacía pensar en cuán lastimado saldría su castaño.

Moon a partir de ese momento tenía los días contados para confesar su verdad y dejar a su hermano en paz, de eso se asegurará ella.







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