Capítulo 21. Nuestras almas.
Jimin se encerró en su habitación después de comer con Yoongi algo más tarde de aquel largo día de explicaciones. Habían quedado unas horas después para realizar el ritual y el joven estaba tan nervioso que no sabía ni por donde empezar a prepararse.
Se tiró en la cama con el móvil en la mano y cerró los ojos suspirando mientras intentaba canalizar todos aquellos sentimientos. Todo lo que le había contado Yoongi, la manera en la que se habían conocido, la manera en la que se habían enamorado, como se habían despedido, sus muertes, Sitre...
Sentía que esos últimos días habían sido eternos y con demasiadas cosas por asimilar, pero no, solo habían sido eso, unos días y unas horas en las que se había dedicado a asimilar a marchas forzadas todo lo que era y todo lo que había sido.
-Fuimos las personas correctas en la vida equivocada-repitió Jimin sentándose con pesar en la cama. Se había repetido aquella frase desde que Yoongi la había dicho en la habitación. Al recordar, Ahmet en su interior acarició su corazón como si fuese un leve suspiro y un escalofrío recorrió su espalda. Había tomado una decisión y si eso los salvaba a los cuatro, esa era la decisión correcta.
-Creo que me he vuelto definitivamente loco-admitió para si mismo mientras buscaba entre sus contactos el numero de su padre. Se mantuvo entero mientras los tonos sonaban esperando a que el hombre contestase desde tan lejos.
-Dime hijo-murmuró el hombre medio dormido. Jimin miró el reloj y se dio cuenta de la hora que sería en Corea, su padre estaría en el sofá viendo alguna película o algún programa y habría sucumbido al sueño. Y al oír la voz de su padre, su entereza se rompió en mil pedazos.
-Papá...-sollozó el muchacho. Un montón de imágenes pasaron por su mente en ese momento y se sitió demasiado pequeño, como cuando solo era un niño asustado llamando a su padre.
-Jimin, cariño, ¿estás bien?-preguntó el hombre preocupado al oír la voz de su hijo romperse por la emoción.
-Solo te llamaba para recordarte que te quiero muchísimo-murmuró el joven. Vio a su padre incorporarse en el sofá con el reflejo de la televisión en su rostro.
-Y yo a ti, mi pequeño-respondió el hombre con cariño. Jimin agachó la cabeza y su padre lo analizó a través de aquella pantalla. -¿Pasa algo hijo?-volvió a preguntar. En ese momento Jimin quiso contárselo todo, dejarle claro que se estaba despidiendo, que cabía la posibilidad de que no volviesen a verse de aquella manera, pero no fue capaz y únicamente negó con la cabeza.
-Nada, es solo que he estado recordando nuestra vida estos días y quería agradecerte todo lo que has hecho por mi, sobre todo desde que se fue mamá y por hacer todos los esfuerzos que has hecho para que yo llegase a donde estoy-agradeció Jimin sinceramente. Su padre asintió con una agradable sonrisa.
-Vaya vida hemos vivido, ¿verdad? Tantas aventuras y sin salir de Seúl, no puedo esperar a ver que nos depara el futuro . Ya estoy deseando que me presentes a ese hombre que te tiene tan absorbido y saber si me daréis nietos....-comenzó a divagar el hombre. Jimin rió con ganas y ambos se miraron con cariño.
-Ha sido divertido-dijo Jimin con una pequeña sonrisa. Entonces su padre comenzó a recordar cosas como hacía siempre y pasaron un buen rato riendo y contando historias, hasta que al mayor comenzaron a pesarle los parpados bien entrada la noche.
-Nos vemos pronto Jimin, estoy muy orgulloso de ti-dijo el hombre para despedirse. Jimin reprimió un puchero y asintió emocionado.
-Adiós papá, te quiero-se despidió el joven. Su padre se despidió con la mano y luego pulsó el botón rojo para colgar.
La llamada finalizó y la habitación se quedó en absoluto silencio. Estaba muy asustado en ese momento. Tenía miedo de que aquella hubiese sido la ultima vez que hubiese sido consciente de que estaba hablando con su padre.
Cuando se recuperó un poco de aquella llamada, pulsó inmediatamente la conversación que tenía con sus amigos y cuando Jungkook le contestó, inmediatamente inició una videollamada.
-¿Os he despertado?-preguntó cuando su amigo apareció en la pantalla. Este negó con la cabeza.
-Tranquilo, íbamos a salir, Tae se está arreglando-contestó su amigo con una enorme sonrisa mientras se pasaba el dedo por el labio con delicadeza. Jimin se fijó en el lugar y agrandó los ojos.
-¿Te has hecho otro piercing?-preguntó sorprendido. Jungkook sonrió y giró la cabeza para enseñarle el delicado arito de su labio.
-Uff, eso tiene que molestar-volvió a decir Jimin. Vio a Tae entrar en la sala y saludarlo mientras acababa de abotonarse la bonita camisa turquesa que se había puesto.
-A tu amigo no le molesta, ¿verdad cariño?-preguntó coqueto el más joven. Taehyung rió escandalosamente y le acarició el mentón con descaro a su novio.
Jungkook dejó ir su mano hasta el brazo del mayor y lo hizo caer sobre si mismo para besarlo apasionadamente allí delante de la pantalla. Jimin hizo un sonido de asco y sus amigos se separaron sonrientes.
-Sois asquerosos-murmuró con una gran sonrisa mientras negaba con la cabeza.
-Como que tu no haces estas cosas-rechistó su amigo apresando a su novio entre sus brazos para que no se moviese y se quedase allí recostado sobre su cuerpo.
-No delante de ti, Jeon-replicó de nuevo Jimin.
-Ese arqueólogo te está volviendo un puritano, Park, quizás deberías decirle que se haga también un piercing en el labio-dijo el joven sencillamente. Tae rompió a reír a carcajadas por la ocurrencia y Jimin con él.
-Que te calles ya, Jungkook-pidió intentando no llorar de la risa. -No voy a darte los detalles de mi vida, pero solo quiero que sepas, que menos puritano, Yoongi me vuelve de todas las maneras-objetó de nuevo el muchacho haciendo reír a sus amigos.
Pasó casi dos horas riendo con Jungkook y Taehyung en aquella pantalla, recordando todas sus aventuras y sus trastadas y ya muy tarde para la pareja, Jimin se despidió de sus amigos como había hecho con su padre.
-Se que no os lo digo muy a menudo, pero os quiero mucho a los dos y me alegro muchísimo de que seáis mis amigos y de que os hayáis encontrado y seáis tan felices juntos-dijo con la voz un poco rota. Sin darse cuenta las lágrimas habían comenzado a descender por sus mejillas como pequeñas perlas adornando su rostro.
-¡Jimin! ¿Porque lloras?, ¿estás bien?-preguntaron sus amigos al otro lado de la pantalla. El asintió y se limpió las lágrimas.
-Estoy sobrepasado con todo esto que está pasando, no os preocupéis, solo estoy agotado-se excusó el muchacho.
-Todo va a ir bien, sois los mejores, ya lo verás-animó Jungkook sonriendo. Jimin asintió y por un momento pensó en positivo.
Cuando colgó el teléfono simplemente se quedó allí en silencio mirando el techo. Escuchó ruidos en la habitación de al lado donde Yoongi parecía estar igual de inquieto que él y se limpió una lagrima que resbalaba por su mejilla rememorando también a su madre. Si moría, o si el alma de Ahmet sobresalía sobre la suya, jamás volvería a recordarla. Una idea cruzó de pronto por su mente como un relámpago y se levantó de la cama hacia su escritorio. Retiró la silla y sacó del pequeño cajón su cuaderno y el álbum de fotos que Yoongi le había regalado. Dejo el álbum a un lado y contempló las hojas vacías de su cuaderno.
Con lágrimas en los ojos y un ligero temblor en las manos comenzó a escribir.
"Querido Ahmet...
No se como comenzar esta carta...es complicado. Quizás ahora mismo estés confuso y no sepas quien soy ni que haces en este mundo tan extraño y diferente al que recordabas, pero te escribo precisamente para eso, para recordarte quien eres...quien fuiste.
Mi nombre es Jimin y aunque suene raro, yo soy tu. Nacimos...renacimos de nuevo en el siglo XX en Corea del Sur que se encuentra en Asia, ubicada en la parte sur de la península de Corea...no importa, alguien te lo explicará mejor después, ahora estás en el siglo XXI.
Aunque no sepas de que te hablo, te explicaré un poco como es tu vida en este siglo. Nacimos en una familia increíble, éramos papá, mamá y yo. Tristemente, perdimos a mamá cuando solo teníamos once años y desde entonces solo hemos sido papá y yo. Te hablaré de mamá. Aunque no la recuerdes se llamaba Ji-Jun y pasó a ser Park Ji Jun cuando se casaron. Según me ha contado siempre papá, el día que se enteró de que estaba embarazada, estaba tan contenta que salió a gritarlo por todo el edificio. Era increíble, amaba dibujar, como yo, ella me enseñó y sus flores favoritas eran las gardenias, por eso llevas ese tatuaje tan raro en tu piel, por ella Ahmet, porque la amo y la echo de menos cada día desde que se fue. Espero que tu también la eches un poco de menos aunque sea y no la olvides nunca.
Papá me crió y aunque a veces fue difícil, ambos salimos adelante en todos los sentidos. Es un hombre increíble, ve a verlo de vez en cuando por favor, no dejes que pierda a su hijo también, se que no lo soportaría.
Quiero hablarte también de Jungkook y Taehyung, son mis mejores amigos y no podría haber seguido con vida sin su apoyo. Son casi de la familia y si, son pareja, porque allá de donde venimos, puede que no esté muy bien visto todavía, pero los jóvenes empezamos a ver que el amor es amor, da igual del tipo que sea; el mundo está cambiando Ahmet y sino pregúntaselo a Sammi.
Sammi es otra de mis mejores amigas y aunque me imagino que ya la has conocido, también te la menciono. Cuídala mucho, está enamorada y es un poco torpe con sus sentimientos, se que te necesita porque a mi me ha necesitado a veces y merece la pena estar a su lado. Es una chica increíble y no veas que carácter tiene. Es una guerrera y lucha por todo. Por todo Ahmet, ten cuidado que a veces muerde.
Aunque gracias a ella descubriste lo que sentías por Yoongi...Kadid. Si, ellos son el mismo, aunque imagino que lo conoces ya de sobra porque él va a estar ahí cuando despiertes. No va a dejarte, lo ha demostrado de sobra, nos ha buscado durante vidas cumpliendo a rajatabla con la maldición de Ramsés sobre sus hombros por el único delito de amar a un príncipe y ser correspondido. Yoongi es un sol, ya lo conoces, testarudo, cabezota, incansable y como te digo nos ama con toda su existencia. Quiero que tengas claro que siento tu amor hacia él porque es el mío y si desaparezco, si Park Jimin desaparece, es por salvarle como él me ha salvado a mi. Se le acaba el tiempo, vamos contrarreloj y si no realizamos pronto el ritual, Yoongi se irá y nosotros con él. Y no pienso permitirlo.
Y tú Ahmet...amas muchas cosas en la vida, amas dibujar, amas las noches de verano y ese olor especial que tanto te inspira. Sueñas con un mundo mejor y amas ayudar a los demás, pero sobre todo y tenlo muy claro, amas a todas estas personas de las que te he hablado y las amas de verdad, con todo tu corazón y todas tus ganas. Por favor no lo olvides.
Si desaparezco Ahmet, hazme justicia. Vive, lucha y ama. Por eso me sacrifico.
Ten una larga y fructífera vida como yo quisiera tenerla. Me entrego a ti en cuerpo y alma para que vivas esta última vida que se te prometió con el amor de tu vida...y con el mío. Porque si Ahmet, si por algo merece la pena vivir es por amor.
PD: Gracias por nuestra vida. Todo comenzó contigo".
Dejó caer el bolígrafo con un golpe sordo sobre la mesa, dobló la carta y la metió entre la tapa y la primera página del álbum de fotos que Yoongi le había regalado y luego se volvió hacia su cuaderno y contempló la lista de deseos con todos sus puntos tachados y la arrancó también para guardarlo todo junto. Observó las fotos y sonrió cuando vio lo mucho que había engordado el álbum en aquel último mes con todas las fotos de Egipto que había colocado. Con aquellas directrices, si él no volvía y solo volvía el príncipe, no tendría ninguna pérdida para ubicarse de nuevo en el mundo de Jimin.
Un par de toques espaciados sonaron en la puerta. Jimin suspiró, sabía quien era. Sentía a Yoongi y Kadid al otro lado. Había llegado el momento.
Guardó su móvil en el bolsillo trasero de su pantalón y se acercó para abrir. El mayor lo miró atentamente y él solo cerró la puerta tras de si en silencio.
Solo se tomaron de la mano y en el silencio de la noche, caminaron por los pasillos del hotel sin decir una palabra hasta el coche. Tampoco dijeron mucho en el trayecto ya que cada uno iba inmerso en sus propios pensamientos y cuando se metieron por el desierto hacia la zona de la excavación, el nudo de sus estómagos cerró también sus gargantas.
Se bajaron del coche y el joven que guardaba la tumba de visitas indeseadas se acercó a ellos con una linterna en la mano.
-Buenas noches, Akram-saludó Jimin educadamente pero con el semblante bastante más serio de lo normal.
-Buenas noches-saludó el chico con una sonrisa.
-Akram, Jimin y yo vamos a trabajar un rato en el ataúd, ve a descansar a la pérgola y te avisaremos cuando nos vayamos-dijo Yoongi. El chico asintió y los vio bajar por las escaleras. Luego se dio la vuelta y se marchó a descansar como sus jefes le habían dicho que hiciera.
Yoongi y Jimin atravesaron la entrada y Jimin se quedó mirando algo en lo que había reparado. El mayor lo miró y dirigió su vista a su cinturón donde llevaba una de las dagas que habían sacado del tesoro de Meryatum días atrás.
-Eso es una reliquia arqueológica, no deberíamos tenerla-advirtió Jimin. El mayor dejó escapar una sonrisilla y cerró la verja tras ellos.
-Nos hemos saltado todas las normas que hemos querido en esta excavación, ¿acaso creías que voy a dejar que hagamos el ritual con otra cosa que no sea esta bendita daga?-inquirió el mayor quitándola de su cinturón y mostrándosela.
-Tu nunca haces las cosas a medias-admitió Jimin con media sonrisa nerviosa. Yoongi lo agarró de la mano y ambos dejaron atrás los decorados pasillos para pisar la antecámara vacía y llegar a la sala funeraria.
Contemplaron el enorme ataúd y Yoongi se volvió hacia Jimin.
-Te quiero vale, te quiero seas quien seas-dijo únicamente. Jimin aguantó las enorme ganas de llorar y lo miró a los ojos.
-Te quiero, con toda mi alma-declaró.
-Gracias por venir a mí, mi príncipe-agradeció Yoongi intentando no dejarse nada que decir por si algo salía mal.
-Gracias a ti por buscarme siempre-añadió Jimin con una sensación pesada en el pecho. Se dieron un pequeño beso que les supo a muy poco y luego volvieron a tomarse de la mano.
Avanzaron hasta colocarse cada uno a un lado del enorme ataúd que contenía el sarcófago y volvieron a mirarse a los ojos. Luego Jimin extendió una hoja de papel en la que Yoongi había copiado lo que el señor Osman le había dicho y extendió la mano derecha con la palma hacia arriba mostrando la cicatriz.
-Lo siento- murmuró Yoongi cogiendo la mano del joven y posando la afilada hoja de la daga sobre la piel. Clavó un poco la punta y la deslizó a través de la linea de la cicatriz infringida en el pasado mientras Kadid alborotaba en su interior al oír las quejas de dolor de Jimin.
Sin perder un segundo, realizó la misma acción en su propia mano y rechinó los dientes por el dolor.
-Comencemos-dijo únicamente. Jimin asintió y ambos comenzaron a recitar.
-Ra dios del sol, devuélveme la vida eterna,
Mut, diosa madre, esfuma mi cuerpo,
Osiris, padre y dios de la resurrección tráeme a la vida,
Horus, asciéndeme al cielo cuando exhale mi último aliento,
Isis...reina de reinas...entrégame esta última vida-terminaron de decir los dos a la vez.
Juntaron sus manos sobre la tapa del enorme ataúd y sus cicatrices se atrajeron como si fuesen dos imanes contra su polo opuesto. La sangre mezclada brotó de sus manos y cayó sobre el nombre de Meryatum grabado en la tapa.
Entonces un haz de luz cegador salió de la enorme caja de oro e iluminó sus manos haciendo arder las heridas recién abiertas. Los dejó sin respiración por un momento y luego los arrojó a cada uno hacia un lado de la tumba con el único sonido de la daga chocando con el suelo duro y sus cuerpos cayendo como dos pesos muertos.
Todo fue negro por un momento pero luego el color y las sensaciones recorrieron sus cuerpos hasta alcanzar la mente de cada uno.
"Yo me llamo Ahmet, ¿tu como te llamas?-preguntó el niño con aquella voz tan dulce.
-Yo soy Kadid, tienes unos ojos muy bonitos-dijo el otro pequeño de carrerilla. Se sintió avergonzado y agachó la cabeza por lo que acababa de decir.
-Quieres ser mi amigo, Kadid-preguntó el niño como si nada.
-Si, mi príncipe-contestó el más mayor".
Un calor extraño los envolvió de nuevo en la negrura sin dejarlos respirar y jadearon asfixiados cuando una nueva sucesión de imágenes se difuminó en sus mentes.
"No se oía nada en aquella habitación excepto su pesada respiración. Sentía su cuerpo débil y moribundo ahogarse en si mismo mientras miraba la noche por el enorme ventanal sin poder moverse.
Respiró una vez profundo y vio las estrellas. Tan brillantes como los preciosos ojos de su amor.
-Kadid-murmuró. Entonces su corazón se quedó helado para siempre y mientras su mano caía inerte sobre las almohadas que cubrían su costado para mantenerlo de lado y evitar que se ahogase un desgarrador grito de dolor rasgó el silencio de la noche. Aquello fue lo último que Ahmet escuchó antes de apagarse para siempre".
Jimin abrió los ojos y dejo salir todo el aire que había estado conteniendo. Su mente daba vueltas y vueltas intentando ordenar todas sus ideas. Busco en su mente a su padre, a Jungkook, a Taehyung y a Sammi y cuando los encontró sin esfuerzo alguno busco a Ramsés, a sus padres y a Sitre. Estaban todos allí y quiso gritar de alegría, pero se dio cuenta de que allí en la penumbra de la tumba, la única persona que tenía que estar a su lado no estaba. Se estiró por el suelo intentando alcanzar la linterna encendida que titilaba cerca de allí y sintió sus huesos arder con el movimiento.
-Yoongi-murmuró. Escuchó un quejido procedente de una de las paredes de la tumba y apuntó hacia allí con la linterna para descubrir a un desorientado Yoongi que se apoyaba como podía para levantarse.
Se incorporó a duras penas y se desplazó dejándose caer al lado de Yoongi que lo miró perdido.
-¿Yoon? ¿Estás bien?-preguntó enfocando su cuerpo para buscar alguna herida que le impidiese moverse. Asintió despacio y Jimin se fijó en la sangre que brotaba de su cabeza. Alargó la mano para inspeccionar la herida pero el mayor lo atrapó por la muñeca mirándolo en la oscuridad.
-¿Jimin?-inquirió entrecerrando los ojos para ver mejor.
-Tranquilo, estoy aquí-contestó el joven agarrando su mano que seguía anclada en su muñeca.
-¿Y Ahmet?-preguntó Yoongi acariciando sus mejillas buscando algún indicio de daño en la cara del joven. Jimin sonrió enternecido.
-Soy yo cielo, el ritual ha funcionado-explicó Jimin con cariño. -Escucha tienes que ayudarme, te llevaré a un hospital-pidió un poco nervioso por aquella herida en la frente del chico. él negó levemente.
-No te preocupes, no hace falta, estoy bien, solo un poco mareado, pero se me pasa enseguida-aclaró el rubio llevándose una mano a los ojos. Jimin lo observó unos segundos afligido, pero luego se relajo al comprobar que la sangre de su frente provenía de un pequeño corte superficial que debía haberse hecho al caer con el impulso del ritual.
-Entonces...¿ya está? ¿Todo ha acabado?-preguntó el joven confuso arrodillándose a su lado. Yoongi no dijo nada y solo sujetó sus manos con fuerza.
-¿Vas a quedarte conmigo entonces?-preguntó Yoongi afligido. El corazón del muchacho se paró por un segundo y lo miró a los ojos antes de contestar.
-Que cosas dices Yoongi, claro que voy a quedarme contigo. He hecho todo esto por ti. Tengo los recuerdos de mi pasado y de mi última vida almacenados en la cabeza y hemos salvado nuestra vida, es el momento de ser felices después de lo que nos fue arrebatado-replicó Jimin frunciendo ligeramente el ceño.
-Dijiste mi nombre...-balbuceó con la voz tomada por las lagrimas que comenzaban a asomarse emocionadas en sus ojos. Jimin asintió y recordó como si hubiese sido el día anterior.
-Eras mi vida y lo eres ahora, Yoon, cuando me fui, lo último que vi en la noche fue tu rostro-explicó con dulzura el más joven rozando su pómulo.
Entonces Yoongi lo abrazó y se apretaron fuertemente el uno contra el otro dejando salir toda la presión y todos sus sentimientos en forma de lágrimas contenidas. Se susurraron tantas palabras de amor que brotaban de sus corazones como años y vidas habían vivido sin poder estar juntos y se besaron, se besaron con la pasión del reencuentro brotando de si mismos, dándose su primer beso como dos almas y no como cuatro desde que se habían conocido la primera vez.
Un rato después, cuando el mayor dejó de estar tan mareado, ambos salieron de aquella tumba dejando todo atrás a su suerte. Salieron apoyándose el uno en el otro y Jimin ayudó a Yoongi a subir al coche antes de ir a avisar al joven que descansaba bajo la pérgola.
Avisó a Akram de que necesitaban volver al hotel y volvió corriendo al todoterreno donde Yoongi descansaba con los ojos cerrados. La herida de su frente había parado de sangrar
-No llevas el anillo-murmuró Yoongi estupefacto cuando el menor se subió al coche. Jimin se miró la mano sorprendido e hizo el amago de bajarse del coche para ir a buscarlo. Yoongi lo sujetó por el brazo y le enseñó su mano también vacía.
-Supongo que es el precio que debíamos pagar por salvar nuestras vidas-dijo encogiéndose levemente de hombros. Jimin suspiró decepcionado. Amaba esas joyas y lo que significaban, pero era una nimiedad a cambio de lo que habían conseguido.
-¿Pero qué narices es eso?-preguntó Yoongi confuso alzando la cabeza y mirando fijamente el brazo de Jimin de donde acababa de apartar la mano. El joven lo miró con expresión temerosa y luego llevó la mirada al lugar donde el arqueologo no dejaba de mirar. Abrió los ojos cuando vio la tinta marcando su piel en su antebrazo, justo donde la manga de su camiseta lo ocultaba, justo donde la piel de Yoongi también estaba marcada.
Jimin se quedó en silencio un segundo y luego su cara se desconfiguró mirando el nombre de Kadid marcado en su piel.
-¡No me gustan los tatuajes de pareja!-gritó Jimin allí en el silencio del coche. Yoongi lo miró con los ojos abiertos y luego los entrecerró luchando por no reírse de la absurda situación. Jimin lo miró de vuelta con gesto serio, pero su corazón golpeteó como un idiota, como si Ahmet dentro de su cuerpo le dijese que a él si le gustaba ese nuevo tatuaje en su piel. Y eso le hizo reír.
Ambos rieron a carcajadas durante unos minutos y cuando se calmaron, Jimin arrancó el coche para salir de aquel desierto e ir a descansar.
-¿Y ahora?-preguntó Jimin cuando se incorporaban a la carretera camino al hotel.
-Ahora, tu y yo vamos a terminar con esta excavación, y luego vamos a tomarnos unas vacaciones y a visitar a tu familia. Que Sammi se reúna con su familia, luego se mude a Corea y luego volveremos aquí; Le prometiste a Ibrahim que pasarías tiempo con él en el museo y estoy seguro de que después de esto nos lloverán ofertas que aceptar, al fin y al cabo mi amor, tenemos toda la vida por delante-sentenció Yoongi.
Jimin sonrió. Si, tenían toda la vida por delante, y pasarla al lado del amor de su vida no sonaba nada mal.
-Salimos en las noticias-gritó Yoongi sentado en la cama de su novio mientras daba volumen a la tele. Jimin salió del baño con el neceser en la mano y lo dejó sobre la maleta abierta que estaba ya cargada hasta los topes.
-No hay momia, pero si cenizas-leyó que decía el cartelito informativo en árabe bajo sus imágenes grabadas en el momento de la apertura de la tumba.
-Se coloca así como el mayor descubrimiento de una tumba intacta desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, y aunque no apareció una momia dentro del sarcófago y se dieron de bruces contra la rudimentaria urna de cenizas y una caja con un pequeño tesoro dentro, los descubridores de este hallazgo han encontrado una buena explicación para ello-informó la reportera. Inmediatamente las imágenes volvieron a pasar a ellos dos siendo entrevistados. Jimin se sentó un segundo a ver la entrevista.
-Por lo que hemos estudiado, el joven príncipe Meryatum Ahmet II, falleció a los diecisiete años de edad de tuberculosis pulmonar severa, una enfermedad muy común en aquellos tiempos, por lo tanto se da por hecho que lo incineraron y llevaron su tumba adentrándose en el desierto por miedo a más contagios en la corte de Ramsés-empezó a contar Jimin allí en la pantalla. -En cuanto a los dos anillos y el papiro nos dan indicios de una historia de amor prohibida que podría hacerle frente incluso a los amantes de Pompeya por la antigüedad y el tipo de relación a la que se enfrentaban- añadió el joven mirando directamente a la cámara.
-Si no supiese la historia real me lo hubiese creído-chinchó Yoongi. Jimin le hizo burla y ambos siguieron mirando la tele con interés.
-¿Creen ustedes que se encontraron en otra vida?-preguntó la reportera con voz soñadora.
Jimin y Yoongi se miraron por un segundo y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios con aquella pregunta.
-Estamos casi seguros de que su amor los llevó a estar juntos-murmuró Yoongi hacia el micrófono.
-Señor Min, usted creyó en este descubrimiento desde el principio, ¿hay algo que quiera decir ahora que se ha hecho realidad?-volvió a preguntar la reportera.
-Yo creí en esto y Jimin creyó en mí desde el principio, así que lo único que me queda añadir es que estoy orgulloso de nosotros y de todo nuestro equipo ya que hemos podido mostrarle al mundo la historia del príncipe y la historia de su amor con su fiel sacerdote-finalizó el mayor con una sonrisa encantadora para la tele.
La mujer les dio las gracias y despidió esa noticia para después pasar a la siguiente. El móvil de Jimin vibró en la mesilla y el chico se estiró para cogerlo mirando el mensaje que le acababa de llegar.
-Dice Sammi que nos ha visto en la tele y que ya ha preparado toda su mudanza. Que nos ve en Ámsterdam mañana para coger juntos el avión a Seúl-informó con una sonrisa. Solo se habían separado unos días y ya la estaban echando de menos.
Yoongi sonrió hacia él y apagó la tele mientras Jimin bajaba la maleta de la cama y se sentaba a su lado.
-¿Te das cuenta cómo han cambiado las cosas en unos meses?- preguntó Jimin echando un poco la vista atrás. -Me parece casi increíble- añadió.
-Hubo momentos en los que pensé que jamás podría volver a estar así contigo-confesó Yoongi atrayéndolo más hacia su cuerpo. Jimin dibujó con su dedo índice un corazoncito sobre el pecho del mayor y luego lo miró a los ojos.
-¿Me contarás poco a poco como fueron nuestras otras vidas?-preguntó Jimin curioso. Yoongi lo miró y se perdió en aquellos ojos oscuros como cada vez que se miraban. Se perdió y vio de nuevo en su mente cada una de aquellas vidas que Jimin quería recordar. Asintió después de un momento.
-Promesa de arqueólogo-dijo solemne acariciando con sus dedos la cicatriz blanquecina de la mano de Jimin antes de inclinarse sobre el joven que pedía a gritos un beso.
3 años después.
-Te dije que vendríamos a su debido momento-comentó Yoongi con cansancio como si hubiese repetido aquello muchas veces.
-¿Y su debido momento es tres años después de haber descubierto todo, Min Yoongi?-protesto Jimin picando a su novio.
-¿Toda la vida siendo un impaciente no te agota, cariño?-contraatacó el mayor. -Vale, ahora dime, ¿sabes donde estamos?-añadió parándose justo en un pequeño claro entre los matorrales del rio.
-Lo pone en la placa de allí, podría leerlo-resolvió Jimin con una pequeña sonrisilla.
-¿Pero tu lo sabes?-volvió a preguntar su chico con un ligero temblor en las manos que disimuló cruzándose de brazos.
-¿Quieres que me ponga aquí a hacer un viaje astral?-preguntó nervioso haciendo aspavientos con los brazos.
-Por dios, ¡estas insufrible hoy!-se quejó Yoongi suspirando frustrado.
-Solo bromeo. Antiguo templo de Amón a las orillas del Nilo. Super seguro vamos...-narró el joven añadiendo una puntillosa observación al final. Una risita escapó de sus labios cuando miró a su novio y lo vio rodar los ojos.
-Madre mía Jimin, cualquiera te trae a ninguna parte-volvió a quejarse Yoongi impacientándose por momentos.
-¡Perdón! Ya me callo-aseguró el aludido haciendo una señal de cremallera en su boca. Su chico asintió satisfecho y se giró hacia el rio dispuesto a decir lo que tenía que decirle.
-Fue aquí donde nos unimos por primera vez frente a los dioses hace muchos muchos años, y donde me pusiste ese anillo frente a las imposiciones de todo el mundo. También fue el mismo lugar donde te vi por ultima vez. Mi querido Ahmet, mi príncipe Meryatum....Mi Jimin, te he amado durante muchas vidas y voy a amarte hasta nuestro ultimo suspiro en esta-recitó Yoongi de carrerilla como si supiese lo que decir. Jimin jadeó emocionado por sus palabras.
-Quería traerte justo aquí porque...-comenzó a decir. Se agachó un poco e hincó una rodilla en el suelo.
-¡Oh Yoongi!-gimoteo Jimin sorprendido y con las lagrimas amenazando en sus ojos por derramarse.
-Quiero pedirte...-continuó titubeando. Sacó de su bolsillo una bonita caja de terciopelo negro y la abrió frente a sus ojos dejando ver a Jimin una joya muy conocida para él. Su anillo. Su anillo egipcio, aquel que le había pertenecido desde su primera vida hasta aquella ultima. El mismo de oro y lapislázuli que los había unido durante vidas y que habían perdido tras el ritual de unión de sus almas. El más joven gimoteó nervioso y lo interrumpió pidiéndole un segundo.
-Si quieres casarte conmigo...-completo Jimin sacando de su espalda otra caja similar y abriéndola delante de los ojos del mayor que se abrieron enormemente por la sorpresa. Jimin se arrodilló ante él de la misma manera y dejó ver el otro anillo, el gemelo del suyo que había aparecido cuando había abierto el sarcófago del príncipe.
-Jimin...-murmuró Yoongi emocionado. -Pero como lo has...-intentó decir. Jimin sonrió.
-Ibrahim...-dijo únicamente.
-Me dijo que quería devolverlo a su legitimo dueño, y que no había sido posible conseguir que se "perdiesen" los dos-explicó Yoongi contándole lo que el señor Osman le había dicho a él.
-A mi me contó la misma historia, creo que nos mintió un poco-afirmó Jimin con la voz tomada por la emoción. Ambos se miraron expectantes, allí arrodillados en el suelo como dos tontos.
-¿Entonces que dices? ¿Juntos para siempre?-preguntó Yoongi de nuevo. Jimin asintió firmemente.
¿No hemos demostrado ya que eso es lo que nos va a nosotros? Si, acepto Yoon, te acepto de nuevo-contestó más feliz de lo que nunca había estado. -¿Tu?-añadió el joven de la misma manera.
-Pues claro que acepto-murmuró emocionado el mayor.
Ambos se levantaron y se estrecharon en un cálido abrazo que sellaron con un romántico beso, sin ser conscientes de que a lo lejos, un par de ojos emocionados los miraban fijamente sin perder detalle, mientras una bonita mano de uñas largas y cuidadas acariciaba dulcemente una abultada barriga bajo un vestido beige que ondeaba en el viento.
-¿Sabes? Ahora todo está como debería haber sido pequeña, ellos se merecían encontrarse y poder estar juntos después de lo que les arrebataron-murmuró la mujer hablándole al bebé que se removía inquieto en su interior.
-Mi pequeña princesa, ahora puedes llevar mi nombre para traerlo al mundo con el mismo honor que yo lo lleve. Ahora las cosas han vuelto a su rumbo, Sitre-aseguró la mujer con una sonrisa. Y se marchó de allí con paso seguro atravesando el plano desierto hacia la civilización.
Como ella había dicho, ahora las cosas estaban en su lugar. Y ya no se oían más susurros en aquellas arenas.
Hola a todos! Pues si, hasta aquí, hemos llegado al final de la historia principal de Whispers in the sand aunque nos falte el epílogo que lo subiré el martes.
Bueno en primer lugar os voy a dejar un par de imágenes de algo especial que he hecho y me gustaría que vieseis.
Tatuaje de Yoongi con el nombre de Ahmet.
Tatuaje de Jimin con el nombre de Kadid.
Y ahora si...que decir...ni siquiera se como sentirme con esto...tengo preparado un agradecimiento mucho más extenso para el epílogo y para finalizar esta historia, pero quiero daros las gracias desde aquí. Escribir y publicar esta historia ha sido simplemente...especial. Me habéis hecho volar con vuestros comentarios y nunca podré expresar lo agradecida que estoy con todos vosotros.
Dejar ir a estos personajes es difícil, pero bueno, como habréis podido notar, no será la ultima vez que los veamos por aquí.
Y bueno, pues nada deciros que el martes estará el epilogo pronto, ya que tengo clase por la tarde. Así que ahora si.
Nos leemos en el siguiente :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top