ᴠɪɪɪ. ᴠɪꜱᴛᴀᴢᴏ ᴠᴇʟᴏᴢ
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✨ Capítulo editado ✨
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Las semanas habían pasado después de la esa 'cita cumpleañera' y la amistad entre Spencer y Alexandra se iba fortaleciendo con el paso del tiempo. Tenían algunos gustos en común, además que uno animaba al otro a salir de su zona de confort, algunas veces era a muy obvias y otras pasaban desapercibidas para los demás.
Mientras que del mellizo, intento salir con Penélope sentía que eran compatibles al igual que la rubia siempre lo estaba alagando confundiendo un poco las cosas, pero fue hasta que le confeso que estaba interesada en Morgan, así que decidió dejar ese tema por la paz y aceptar la ayuda de JJ y Elle para volver entrar en el mundo de las citas.
Ambos comenzaron a adaptarse en Quántico, realizando múltiples actividades que en muchas ocasiones los mantenía separados.
—NO PUEDE SER . . . ¿DONDE ESTA?—Eduardo rompió el silencio en su sala de estar llamando la atención de su hermana.
—¿Qué buscas?—Lexie pregunto reincorporándose en el sofá para despegar su vista de un libro que le había regalado Spencer.—Eddie cálmate, pareces un desquiciado
—Mi guante . . . Morgan me invito a un partido de beisbol.—informo terminando de tirar todas las cosas que estaban en la estantería.—Se que apenas voy aprendiendo, pero puedo ser bueno.
—¿Buscas el mismo guarte que traes puesto o es otro?—cuestiono la castaña con una sonrisa viendo como el rodeaba los ojos en blanco.—Eres muy despistado.
—Si . . . si como sea, regreso más tarde.—menciono el azabache saltando todas las cosas que cayeron al suelo.
—¿Quién va a recoger tu desastre?—Alexandra intento indagar aunque en el fondo sabía la respuesta.
—Cuando regrese lo levantare o si te molesta puedes hacerlo tu.—bromo Eduardo caminando hacia la entrada siendo perseguido por su hermana.
—Eddie, creo que necesitas ayuda.—Lexie cerro los ojos ante como había iniciado el punto que quería tocar.—Tienes cambios de humor, ataques de ira y muchas veces dices cosas que logran herirme . . . son cosas pequeñas, pero . . .
—Alex detente.—pidió el chico volteando los ojos cansado de esa platica sobre sus pequeños cambios de humor.—No se porque te molesta si siempre he sido así, últimamente estas muy sensible y trato de entenderlo, pero somos huérfanos . . . es normal estar dañados.
—Estoy consiente que siempre fuiste así, pero . . . —la castaña perseguía a su hermano con la intención de explicarle las banderas rojas que Spencer había notado en él.—Tal vez son cosas pequeñas para ti, pero podrían ser algo más.
—Se me hace tarde, luego hablamos.—murmuro el azabache mientras se despedía a lo lejos de su hermana.
Alexandra solo se quedó en la entrada mirando a su mellizo alejarse en su auto, preguntándose si estaba exagerando las cosas, existía la posibilidad que viera señales de alerta donde no había nada. Tal vez lo que era raro y alarmante para algunos, era normal para ellos. Después de pensarlo por horas decidió dejar el tema por la paz, recordando las palabras de su amigo Reid, 'No puedes ayudar aquel que no quiere ser salvado'.
Los días comenzaron a trascurrir y acudieron a ayudar en un caso de secuestro, se trataba de gemelas espejo, iniciando un debate sobre si los Rivera eran mellizos o gemelos, buscando ciertas similitudes entre ellos, pero eran casi polos opuestos. Alexandra era castaña y con una estatura baja mientras que Eduardo era alto, tan torpe como un árbol y azabache. Al igual que con sus diferencias de gustos totalmente diferentes.
A pesar de los obstáculos que presentaron, lograron resolver el caso con éxito, rescatando a la gemela secuestrada. Sin embargo al regresar a Quántico, Morgan afirmaba que no existía una conexión entre gemelos, lo que provocó que los mellizos se miraran mutuamente, listos para darle un pequeño espectáculo sobre sus 'habilidades' de hermanos.
—Vamos chicos, ¿No creerán que esas gemelas pueden sentir lo que siente la otra o si?—Derek pregunto con un tono lleno de incredulidad mientras volteaba a ver a sus compañeros.
Alexandra le dio un pequeño empujón a su hermano esperando que sintiera el mensaje y al ver que asentía decidieron ganar un par de dólares en ese momento.
—Bueno . . . en realidad, ese tipo de conexión es posible, nosotros podemos leer nuestra mente, por eso éramos tan buenos estafando.— respondió Eduardo con una sonrisa, dirigiéndose hacía donde estaba su amigo.
—Eso es imposible hermano, solo ocurre en la televisión.—Morgan negaba con la cabeza, él era escéptico a cualquier tipo de situación parecida.
—¿Quieres apostar o te da miedo?-—Alexandra sabía que si golpeaba su ego sería más fácil que accediera.
—No me retes niña . . . Apuesto 25 . . . 40 dólares, ¿Aceptan?—el moreno dejo el dinero en la mesa sintiendo toda la confianza del mundo.
—Me parece perfecto, pero tengo que decirte que si pierdes no hay rembolsos.—Eduardo se rasco la nuca antes de tomar una pequeña pizarra de Reid.—Entonces . . . anotare un numero y Lex intentara adivinarlo.
—Ella es una gran tramposa, la he atrapado cambiando cartas en el póker, así que mejor mire hacía la pared.—pidió Morgan recordando todas esas 'casualidades' de tener una buena baraja.
La castaña solo volteo los ojos antes de acceder a su petición e incluso se tapo los ojos para darle mayor confianza a su amigo, mientras Eduardo escribía el numero "5".
—¡LISTO ENANA!, trata de atinarle.—grito el mellizo intentando aguantar su risa.
—Tu letra es horrible, pero es un cinco.—contesto confiada Lexie, escuchando como su amigo se levantaba rápido.
—Esta mirando, no sé como, pero lo hace.—Derek murmuro acercándose a ella antes de taparle los ojos, para asegurarse de que no vea.—Un intento más.
—Te daré una segunda oportunidad, solo porque me agradas.—Eduardo se hecho a reír antes de golpear la mesa dos veces, como si estuviera pensando—Pondré un número más difícil.—dijo antes de escribir el numero 238.—Ya puedes adivinar.
—Morgan te sudan las manos . . . Es el número doscientos treinta y ocho.—contesto la melliza haciendo una mueca cuando sintió sus ojos húmedos
—Quince dólares más si hacer una tercera 'prueba'—el moreno propuso sin despegar los ojos del azabache.
Eddie pensó su próximo movimiento, haciendo un pronostico de los posibles resultados, pero asintió recordando que ellos iban por todo o nada, así que solo jugo con el plumón golpeándolo un par de veces en el pequeño pizarrón antes de dejarlo en blanco, Derek soltó una risa confiado en que por fin se equivocaría.
—¿Sigues pensando o por qué lo dejaste en blanco?—pregunto la melliza entre risas sintiendo que su amigo le descubría los ojos.
—Increíble . . . siempre creí que esas teorías que estaban en internet eran una locura, pero . . . ahora ya no se.—contesto Derek dejando el dinero que había quedado pendiente.
Morgan aún no podía creerlo, así que salió de la zona de escritorios para contarle a JJ lo que acababa de ver. Sin embargo del otro lado de la oficina se encontraba Spencer y gracias a esas tardes que pasaba con Lexie, supo que todo era una rutina que tenían los mellizos para estafar a las personas en las calles, todo era por medio de señales, rascarse la nuca, golpear el hombro o algún objeto un número de veces eran señales sutiles que le indicaban a su hermana el siguiente movimiento. Morgan había sido víctima de los mellizos.
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El tiempo paso y entre esos días el nacimiento del pequeño Jack llego, recordaban lo feliz que estaba Aarón así que decidieron regalarles algo porque . . . después de todo él siempre los había tratado bien, los defendió de Strauss e hizo que las sesiones de supervisión sean también con él, era una de las pocas personas que no los juzgo por su pasado y es bastante pacientes ante las dudas que tenían en los cursos de perfiles.
Todo el equipo estaba esperando a su jefe en los elevadores, había avisado que llevaría al pequeño a conocer las oficinas de la UAC, así que la mayoría estaban ansiosos por conocer al bebé de la unidad.
—¿No es emocionante chicos?, un lindo bebé . . . el primero del equipo.—expreso Penélope mirando fijamente el ascensor, como si presintiera la llegada de Hotch.
—Me quedo con la practica.—contesto Morgan guiñándole un ojo antes de voltear a ver a la melliza que solo estaba mirando su celular.—¿Tú quieres hijos, Lex?
Eduardo soltó una carcajada ante la pregunta siendo consiente de la poca paciencia que podía tener su hermana ante la presencia de un pequeño, la había visto robarle dulces a los niños que vivían en su calle, pinchando globos para que dejaran de hacer ruido e incluso mirarlos raro cuando hacía una rabieta.
—No me gustan los niños.—contesto Alexandra haciendo una mueca ante la idea de tener uno propio.—Prefiero seguir aguantando a mi hermano.
—Eso lo dices porque no has conocido a la persona correcta.—intervino JJ dándole un pequeño empujón al mellizo.—Tal vez en unos años tengas un pequeño batallón de ladronzuelos.
—Paso . . . hay muchas cosas que no hare, podría enumerarlas, como volver a confiar en un chico, casarme y por ultimo tener hijos.—la melliza dijo muy segura de si misma antes de desviar su atención al elevador que se abría.
—Quiero ser la primera en verlo.—chillo García abriéndose paso entre los demás.
—Chicos, quiero que conozcan al pequeño Jack — anunció Hotch con una sonrisa mientras presentaba a su hijo a cada miembro del equipo.
El bebé estaba tranquilo en brazos de su padre, lejos de toda la atención que le prestaban. Hailey sonreía con gratitud mientras sostenía la mano de su esposo, echándole un vistazo rápido al equipo, notando dos caras nuevas deduciendo que eran los mellizos.
—Señora Hotchner queríamos traer algo de regalo para Jack.— explicó Alexandra, ofreciéndole el regalo con una sonrisa.
—Ohhh . . . muchas gracias, no se hubieran molestado . . . Alexandra, ¿Cierto?—pregunto la madre esperando no equivocarse.
—Chicos, ¿Robaron toda la tienda o simplemente saquearon la mitad? Aunque, debo admitir que los dos tienen un excelente gusto.—Hotch trato de bromear antes de que su esposa le diera un leve empujón.—Ellos saben que estoy jugando, pero gracias es muy amable de su parte.
—Juro que tenemos los recibos.—Eduardo continuo la broma soltando una risa al imaginar que era la primera vez que compraban algo de manera legal, bueno eso y los regalos de Reid.
La señora Hotchner se acerco a la melliza intentando hablar con ella, quería conocer mejor a los chicos responsables de que Aarón estuviera en la mira de Strauss y se tuviera que desvelar llenando sus informes de conducta.
—¿Te gusta Quántico?—pregunto Hailey haciendo que la chica volteara a todos lados, como si quisiera confirmar que le hablaba a ella.
—Bueno . . . no me quejo.—respondió Lexie de manera nerviosa, sentía que era socialmente torpe.—El ambiente de Nevada era totalmente diferente, pero me estoy adaptando.
—Si creo que pasar de la ciudad que nunca duerme a resolver homicidios no es muy divertido.—murmuro la rubia haciendo reír a la castaña, notando la mirada que le daba a su pequeño.—¿Quieres cargarlo?
—¡Ohh!, no, no, no.—Lexie intentaba negarse observando como la señora Hotchner tomaba al pequeño Jack de los brazos de su esposo antes de dárselo a cargar.—No soy buena con los niños, ¿Qué hago si llora?
—Tranquila, es un niño tranquilo.—aseguro Hailey mirando a la chica que sostenía al bebé con temor de lastimarlo.—Creo que le agradas.
—¿Cómo lo sabes?, si solo esta viéndome.—cuestiono Alexandra manteniendo contacto visual con el recién nacido.—Siento que me juzga con la mirada . . . se esta moviendo mucho, ¿Va a llorar? ¿Necesita un cambio de pañal?
—Me tranquiliza ver que no soy la única que se altera.—dijo la rubia con una risita, tomando a su hijo en brazos de nuevo.
Antes de otro intercambio de palabras JJ se acerco al equipo informándole que tenía que viajar a Illinois debido a un francotirador que aterrorizaba a la localidad. Este ignoto atacaba a sus víctimas a plena luz del día, sin ser detectado por nadie.
Sin tener otra opción tuvieron que dejar el asunto de conocer al bebé para otro momento. La situación era complicada y comenzaron a leer los informes en el Jet. Todos atentos a lo que Hotch decía. Sin embargo la mente de la melliza estaba fija en la foto que le había enviado su hermano. Eduardo creyó que era gracioso tomarle una foto cuando tenía cargando al bebé. 'Molestándola' al insinuar que ese será su futuro en unos años, pero no sentía incomodidad ante esa idea.
—Niña, ¿Estas bien?—Elle le pregunto intentando mirar su teléfono.—¿Algún galán rodeando tu vida?
—Es que . . . siempre había visto mi vida formada de una forma, pero ahora todo es diferente.—confeso Lexie con una sonrisa nerviosa, sabía que su compañera era 'neutral' ante ciertas cosas.—Me imaginaba robando hasta que me cansara o crearan una película de mi vida . . . Sentía que iba a estar con una persona que . . . ahora solo esta en mis recuerdos.
—No imaginaba que a la chica ruda le habían roto el corazón.—bromeo Greenaway intentando aligerar el ambiente, pero al notar su rostro entendió que era un asunto serio.—Bueno, no se por lo que hayas pasado, pero la gente cambia.
—Penélope me pregunto que si quiero hijos en algún momento.—Alexandra confeso de manera directa jugando con sus dedos.
—¿Quieres tener un bebé?—cuestiono la azabache sin entender el verdadero punto de su amiga.
—Un bebé no me querría a mi, no tuve una buena figura materna.—murmuro la chica mirando hacía la ventana.—Pase mi niñez cuidando de mi madre y luego mi adolescencia aprendiendo a robar . . . Sería la peor madre del mundo.
Gideon se aclaro la garganta llamando la atención de ambas mujeres, brincando del susto ya que imaginaban que estaba dormido.
—Deja de preocuparte por el mañana . . . solo vive el hoy.—sugirió el hombre con una sonrisa, entendiendo las similitudes que tenía con Reid.—Te estas preocupando por hijos que aún no tienes, deja de sobre pensar las cosas.
Alexandra asintió entendiendo que tenía razón Jason, ni siquiera tenía una pareja para discutir el asunto de hijo o simplemente vivir juntos. Era raro que otras personas la escucharan con tanta atención, normalmente Eddie no la escucharía con tanto entusiasmo.
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Los casos seguían surgiendo, cada vez los mellizos participaban más y sin que se dieran cuenta Halloween estaba a la vuelta de la esquina. Así que el equipo se puso de acuerdo para organizar una noche de terror en casa de algunos de ellos.
Fueron pocos los que no pudieron asistir debido a que tenían planes o simplemente eso no era de su 'estilo', pero eso no restó diversión en el ambiente. Llevaron sus mejores películas de terror, compraron pizzas, cervezas y algunos dulces en caso de que algún niño tocara la puerta no querían rollos de papel en su casa como regalo de algunos bromistas.
—Llevo mucho tiempo en la unidad y jamás habían organizado algo así.—informo Spencer mientras ayudaba a vaciar los dulces en diferentes contenedores.
—¿Qué puedo decir? . . . Halloween es mi fecha favorita.—confeso la melliza sonriendo con un rostro victorioso, ya que tuvo que animar a la mayoría para organizar una noche de películas.
—También el mio.—respondió el genio chocando los puños con su amiga.—No salía a pedir dulces, pero me disfrazaba de algún monstruo clásico para ver la televisión, ¿Y tu?
—Me disfrazaba de huérfana.—respondió Alexandra antes de soltar una gran carcajada haciendo que su hermano se uniera a las risas y que Reid los mirara raro.
—Tienen un sentido de humor muy . . . peculiar.—menciono el castaño rascándose la nuca ante la situación.
—Debemos de encontrarle lo positivo a la vida.—Lexie le resto importancia a su extraño sentido del humor.—Además no éramos los favoritos en los hogares temporales, así que teníamos que improvisar.
—Casi siempre nos disfrazábamos de 'vagabundos' o de algún zombie.—informo Eddie dándole una palmada en el hombro al chico, quien se hizo aún lado ante el repentino contacto físico.—Lo siento . . es que veo que ella si puede y creí que . . .
—Tengo derecho de antigüedad.—la castaña se burlo de su hermano, siendo consiente de que poco a poco Spencer se iba abriendo con las personas.
—¡Oigan están tardando mucho!—grito Prentiss desde el comedor, desesperada por comer algo.
Los tres agentes se dieron prisa con los alimentos, no querían ser malos anfitriones, así que el mellizo fue a tranquilizar a la mayoría mientras Spencer y Alexandra se apuraban en sacar las cosas.
El tiempo siguió pasando y a principios de noviembre, los mellizos montaron una pequeña ofrenda para su madre, dejando en medio una pequeña foto de ella cargándolos, querían recordarla así, feliz y llena de vida. Ella les había inculcado esa costumbre, ya que cuando eran niños, ponían la ofrenda sin saber para quién era, pero siempre ayudaban a su mamá.
—¿Crees que si mamá no hubiera tenido esquizofrenia habríamos sido diferentes?—pregunto Eduardo terminando de acomodar las flores de la ofrenda.
—Supongo.—contesto Alexandra encogiéndose de hombros, siguiendo el consejo de Gideon sobre dejar de vivir en el pasado.—Pero lo estamos haciendo bien, tan solo míranos . . . de una cadena muy larga en prisión a ser consultores del FBI, no muchos.
—Sabes . . . no quiero quejarme, pero eres el único familiar que tengo.—el mellizo comento mirando a su hermana.—¿No crees que debamos pedirle ayuda a García para encontrar otros familiares?
—No, creo que contigo es suficiente.—Lexie contesto de manera directa callando a su hermano, sintiendo innecesario aumentar el numero de 'Riveras'—Hemos salido a delante solos desde los 10, si le hubiéramos importado a alguien más su hubiera visto.
—Solo era una pregunta . . . No te esponjes.—el azabache levanto las manos en señal de paz antes de aventarle un cojín del sofá, rompiendo un florero en el proceso.—No me digas nada . . . ya voy.
Alexandra solo veía como su hermano se resignaba para ir por una escoba para levantar su desastre, dejándola pensando sobre si sería lo correcto en buscar más familia, sabia que su madre era de México, pero después de tanto tiempo las cosas cambian y las personas dejan de ser indispensables para otros.
Sin embargo dejo que el tiempo acomodara las cosas en su lugar, desde pequeña entendió que forzar los sucesos no termina bien así que se enfocaría en su nuevo trabajo, en disfrutar su segunda oportunidad.
Así que en un par de días el ambiente en las oficinas de la UAC estaba lleno de luces y adornos festivos; JJ se había encargado de la decoración navideña, al parecer era ella fanática de esas fechas. Todo el equipo estaba en la sala de descanso haciendo múltiples tareas, desde leer un libro hasta dormir cinco minutos.
—Concéntrate Alex, estoy seguro que sabes la respuesta.—murmuro Gideon mirando de reojo su prueba de perfiles.
—Los ronquidos de Eduardo no me dejan leer tranquila.—contesto Lexie viendo con envidia a su hermano, quien aún le faltaba un par de temas para presentar un examen.
—Niña . . . si sabes que es un examen de prueba, ¿Verdad?—pregunto Ella despegando la vista de su platillo de comida haciendo que la melliza hiciera una mueca.
—Dijiste que mi estancia aquí dependía de este examen.—se quejo la castaña recordando que Jason la estaba asustando con regresar a prisión si reprobaba.
—Necesitabas un incentivo, además Reid te esta enseñando bien.—confeso el hombre tomando la hoja de respuestas.—48 aciertos de 60 respuestas . . . te faltaron diez por contestar, pero vas bien.
Gideon comenzó a hacerle observaciones a sus notas mientras ella esperaba atentamente, desviando su atención cuando JJ entro.
—¿Qué ocurre sonriente?—Lexie apodo así a su amiga, ya que una de sus características era su sonrisa a pesar de todo y esto le recordó al gato de Alicia en el país de las maravillas.
—Ya te dije que no me digas así o perderás la cabeza.—JJ continuó la broma antes de sentarse con Eduardo.
—Eso no lo dice él.— mencionó Elle intentando unirse al juego, conociendo el amor por las películas de Disney que tenía la castaña.
—Prometo ver la película este fin de semana para aprenderme los diálogos . . . pero eso no era lo que les quería decir . . . ¿Qué les parece si hacemos algo especial este año?—comentó la rubia emocionada haciéndole una señal al mellizo para que la apoyara.
—Algo como salir temprano.—bromeó Morgan, ganando una risa por parte de la mayoría. Sin embargo logro captar la mirada de Alexandra.—Tranquila, Alex, es broma. —él sabía que odiaba que la llamaran Alex, no sabía la razón, pero había decidido jugar de esa manera.
—Navidad está a la vuelta de la esquina y todos sabemos que nuestro trabajo puede ser . . . increíblemente estresante.—dijo Jennifer con una pequeña risa.— Pensé que sería genial hacer un intercambio, no tiene que ser nada caro ni extravagante, solo algo que demuestre que nos importamos los unos a los otros.
Todos se miraron entre sí algo dudosos, no era alguna especie de tradición, pero la idea sonaba tentadora. Estaban apunto de decir algo, pero Eduardo se aclaro la garganta para intervenir.
—Creo que me gusta la idea de tener un poco de espíritu navideño en medio de todo esto e incluso podríamos traer algo para comer. Se que siempre recurrimos a la pizza, pero esta vez podríamos traer algo casero—el azabache comento en complicidad de la rubia.
—Podría ser divertido, todos necesitamos un poco de alegría en esta temporada — secundo Penélope imaginando todos los posibles escenarios.
—Bueno . . . Creo que suena bien, podríamos poner un presupuesto para no presionarnos con el 'regalo ideal'.—concordó Alexandra recibiendo el resultado de su prueba.
—Creo que es una buena idea . . . debemos recordar que somos más que solo compañeros de trabajo, somos familia.—Gideon respondió ante la propuesta con una gran sonrisa, haciéndole una señal a Hotch de que Lexie había respondido bien a su 'examen'.
—Si todos están de acuerdo, procedamos.—comento Hotch mirando a Morgan que era la único que se quedó callado.
—Vamos Hércules, no seas el Grinch del grupo — bromeo Eduardo recibiendo un leve empujón
—Suena agradable, en realidad.—respondió Derek recostándose en su silla.
—Bien hare un pequeño sorteo, cada uno tomara un papelito, si salen ustedes mismos tomen otro, nada de hacer trampa, que sea lo más anónimo posible.—expreso JJ señalando a Morgan, quien no sabía guardar un secreto.
Penélope ayudo a JJ y ya habían preparado un sombrero y pequeñas tarjetas con los nombres de cada miembro del equipo. Con una mezcla de risas y nerviosismo, cada miembro del equipo fue eligiendo sus tarjetas. Las expresiones en sus rostros variaban desde la emoción hasta la incertidumbre.
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