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✨ Capítulo editado ✨

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Los mellizos se despedían a lo lejos de Spencer después de dejarlo en su casa para asegurarse de que llegara sano y salvo. Antes de dirigirse a su hogar, nova iba durmiendo plácidamente en el regazo de su dueña, al parecer toda su energía se acabó entre tantos mimos que recibió y los juegos con la melliza.

Eduardo iba conduciendo por las calles tranquilas, casi no había vehículos a esa hora y la niebla comenzaba a aparecer, un silencio cómodo se instalo en el lugar. Dándole la oportunidad de entablar una conversación con su hermano sobre algo que había estado rondando en su mente.

—Eddie, quiero preguntarte algo.—dijo Lexie, mirando a su hermano con curiosidad.—Hoy note  algunas miradas entre JJ y tú. ¿Hay algo entre ustedes?

—¡Vaya! Se nota que Gideon te ayuda en tus perfiles.—comentó Eduardo con un tono mezclado entre burla y sarcasmo.

—Lo pregunto de buena manera, simplemente se me hizo raro que intentaras salir con Penélope y ahora te vea con JJ . . . Me dio curiosidad.—murmuro Alexandra jugando con sus dedos de manera nerviosa.

—Bueno, repasemos lo que ambos sabemos para que logres entenderme.—menciono el mellizo como si estuviera a punto de explicarle una ecuación muy difícil.— Si, al principio me interesé en García, pero ella dejó claro que no sentía lo mismo. Estaba interesada en alguien más, así que . . . dejé ese tema por la paz.

—Si creo que ya note tu debilidad por las rubias.—bromeó la castaña soltando una carcajada, lo que provoco que su hermano solo rodara los ojos en blanco.

—Te quejas de mi sentido del humor y estas igual.—Eddie se quejo negando con la cabeza antes de querer explicar mejor las cosas.—He estado saliendo mucho junto con Elle y JJ. Fue entonces cuando nos acercamos más y descubrimos que tenemos muchas cosas en común. Nos llevamos bien, a ella le agradas y además de ti, viene a mis partidos de béisbol para animarme.

—Entiendo.—dijo Lexie mientras recordaba que cuando salían todos ellos parecían sumergirse en su propia burbuja, pero nunca pensó que hubiera algo más hasta hoy.

—Hay una buena química entre nosotros. No puedo negar que me siento a gusto con ella.—recalcó Eduardo antes de estacionar el auto afuera de su entrada. —Quiero asegurarme de que nos sigamos conociendo . . . Hay muchas cosas que no sabemos del otro, ni siquiera le he dicho nada sobre lo que pasó con mamá.

—Supongo que esta bien.—murmuro la castaña antes de bajar del auto caminando hacia la puerta principal.—Quiero que sepas que pase lo que pase, aquí estoy.

—Gracias, pero guardémoslo en secreto. Recuerda que Hotch nos dijo que nada de relaciones amorosas en la oficina.—le pidió Eduardo ayudándola a abrir la puerta para no molestar al cachorro.—Ahora voy yo . . . ¿Qué pasa con Spencer?

Ambos entraron en completo silencio mientras que la mente de Alexandra viajaba al '¿De que hablas?', tal vez su amistad con el genio estaba dando señales equivocadas. Se dio la vuelta para mirarlo directamente antes de hablar.

—Solo somos amigos . . . muy buenos amigos.—contesto Alexandra bajando al cachorro para que pudiera explorar el lugar.—Pasamos tiempo juntos, compartimos conversaciones y nos entendemos bien. Es una amistad importante para mí.

—¿Solo amigos, hmm?—Eduardo pregunto con un tono burlón, mirando el esfuerzo que puso Reid para regalarle a su primer perrito.

—Que si.—la castaña se quejo con un tono bastante cansado, entendía que pasaban mucho tiempo juntos, pero debían de entender que era su primer amigo real.

—Bueno, si alguna vez cambian las cosas, solo recuerda que tienes a un hermano que es muy sobreprotector.—el mayor 'amenazo' antes de caminar hacia el refrigerador buscando algo más para comer.

—Lo tendré en cuenta, 'hermanito'—Lexie soltó una risa, ante la 'bipolaridad' de su hermano, en un momento el gritaba a todo lo que da, pero minutos después parecía perrito castigado.

—¿Y dónde dormirá Pulgoso? —preguntó Eduardo, ganándose un pequeño ladrido del cachorro.

—Él tiene nombre y es Nova.—Alexandra golpeó el hombro de su hermano quien ya estaba atacando la comida que había preparado para el siguiente día.—Él dormirá conmigo . . . Mañana iré a comprarle algunas cosas que necesitara.

—Tratare de acordarme de su nombre, pero no prometo nada.—contesto el mellizo mirando a su hermana colocar las pocas croquetas que venían en una caja en un trastecito de plástico.—No te duermas tan tarde y mantenlo alejado de mis cosas.

—¡DESCANSA BIPOLAR!—grito su hermana desde la sala entre risas ante sus cambios de humor.

Eddie solo soltó un par de risitas ante su nuevo apodo, entendía que tenía arrebatos bastante esporádicos, pero era algo 'normal', ¿No? Habían sufrido mucho en la adolescencia y entendía que estaban rotos por dentro. Su mirada se quedo perdida en el techo, dejándose llevar por sus pensamientos y los escenarios imaginarios sobre que hubiera sido de su vida si su hermana no hubiera cometido el error de enamorarse.

 Sacudió su cabeza alejando los pensamientos malos y estaba dispuesto a irse a dormir, pero el sonido de su celular llamó su atención. Al ver el contacto de cierta rubia iluminando la pantalla, una sonrisa genuina se dibujó en su rostro. 

—Hola, Eddie. ¿Todavía despierto?—preguntó JJ con su voz amigable y cálida.

—Sí, acabo de recostarme, ¿Ocurre algo?—respondió Eduardo con una gran sonrisa, sabiendo cual era la verdadera razón de su llamada.

—Solo quería asegurarme de que habían llegado bien y de desearte buenas noches —dijo JJ con un tono dulce

—Oh, ¿Cuidando de mí, Agente Jareau? Eso es muy dulce.—Eddie se acomodó mejor en la cama, una sonrisa curvando sus labios

—Alguien tiene que hacerlo, ¿verdad? No queremos que te quedes despierto toda la noche.—la rubia siguió el pequeño juego con un tono de complicidad.

—Supongo que estoy en buenas manos entonces.—respondió el mellizo disfrutando de la conexión que compartían.—Aunque no prometo quedarme despierto pensando . . . en tu llamada.

—Bueno, ahora puedes dormir tranquilo sabiendo que vigilo tus sueños, Eddie.—murmuro Jareau con un tono tímido antes de soltar una suave risita.

—Eso suena reconfortante, pero ¿Qué hay de tus sueños? ¿Quién los está vigilando? —Eduardo decidió seguir la broma, sintiéndose un poco oxidado en el tema del coqueteo.

—Tal vez alguien en particular se esté tomando esa responsabilidad muy en serio.—JJ respondió con una risa contagiosa, quedándose unos segundos en silencio.

El corazón de Eduardo latía un poco más rápido de lo normal al escuchar las palabras de la chica. Había algo en su tono que le daba esperanzas de que los sentimientos eran mutuos y sinceros, aunque ninguno de los dos estaba dispuesto a admitirlo abiertamente.

—Quizás deberíamos hacer un trato.—propuso Eddie, sus palabras estaban llenas de 'coqueteo' —Yo me aseguro de que sueñes bien, sin ninguna pesadilla y tú . . . bueno, tú solo sigue siendo esa increíble chica que me hace sonreír.

—Me gusta ese trato, pero solo si prometes que en esos sueños aparezcas tu —JJ siguió en coqueteo

—Trato hecho.—dijo el mayor de los Rivera mientras se metía dentro de las cobijas.—Pero solo quiero decirte una cosa más.

—¿Qué ocurre? ¿Todo esta bien?—preguntó Jennifer con curiosidad, no entendía hacia donde iba esa platica.

—Si te quedas despierta pensando en la llamada, no te preocupes, porque yo estaré haciendo lo mismo.—Eduardo estaba confiado en lo que decía, cruzando los dedos para ponerla nerviosa.

—Buenas noches.—la rubia dijo de manera rápida antes de colgar su llamada.

Aunque ninguno de los dos había dicho las palabras, la conexión entre ellos era innegable. Y mientras cerraba los ojos, Eduardo se permitió pensar que merecía un futuro en el que pidiera ser feliz con alguien más.

A la mañana siguiente, Alexandra se despertó más temprano de lo habitual todo gracias a Nova, quien comenzó a olfatearla y pasearse por toda la cama. En un intento de que se levantará de la cama. Con un movimiento cuidadoso, bajó al pequeño al suelo para que pudiera estirar sus patitas y explorar el espacio donde estaría viviendo a partir de ese momento. Así que mientras Nova jugueteaba en el suelo ella aprovecho para arreglarse para salir.

Salió hacía la cocina viendo como el cachorro bajaba las escaleras de manera rápida para luego correr libremente por todo el lugar antes de iniciar una pelea con su duela cuando comenzó a morder los tenis de Eduardo.

—Nova, por favor suéltalo . . . ese hombre esta loco.—murmuro Alexandra alzando el calzado viendo como el pequeño se aferraba como si fuera un hueso.

Después de alrededor de una hora de 'pelear', logro que soltara el tenis a cambio de un par de rebanadas de jamón. Lo que le dio tiempo a la melliza de esconderlo y escribir una nota para no despertar a Eduardo aún estaba profundamente dormido.

"Fui a la tienda de mascotas por algunas cosas, me llevo a Nova para que no destroce la casa. Regresaré más tarde. ¡Disfruta tu sueño!"

Con su mochila al hombro y con Nova en brazos, se dirigió hacia la tienda de mascotas local, para poder comprarle lo esencial a su cachorro, además del alimento, tal vez una correa y un suéter debido a lo frio de Quántico.

Decidió caminar en lugar de usar el auto, debido a que aún no dominaba bien el manejar y no quería ocasionar un accidente, así que no había alguna otra opción. El cachorro estaba atento a su alrededor, sus ojos curiosos explorando todo a su paso. A veces, ladraba alegremente a las aves que se cruzaban en su camino y se mostraba juguetón cuando veía a las ardillas correr por las calles.

Una vez que llegaron a la tienda de mascotas, Alexandra tomó su tiempo para elegir algunos juguetes, bolsas de croquetas y algunos accesorios para su nuevo amigo. Con las opciones en mano, se dirigió hacia el mostrador para pagar mientras guardaba lo demás en la mochila para después colocarle su nueva correa a Nova, asegurándose de que estuviera listo para el regreso a casa. Tenía en mente de pasar por un café cuando su teléfono comenzó a sonar.

—Lamento molestarlos en sábado, pero un amigo de Strauss nos solicitó ayuda de emergencia. Así que es urgente. Nos vemos en 30 minutos en el Jet —informo Hotch de manera corta y rápida.—Si no llegas a tiempo nos iremos sin ti.

—Esta bien . . . Hotch, oye . . . yo . . . —Lexie trató de decirle que no le alcanzaría el tiempo para dejar a Nova en casa e ir a la unidad. Sin otra opción, tuvo que llevar a su cachorro consigo. Se aseguró de que Eduardo se hubiera enterado y llevara las maletas; ella los alcanzaría allá.

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El interior del Jet estaba lleno de tensión y algo de molestia, pues molestarlos en su día libre no se sentía justo. Algunos intentaban despertar con ayuda del café, la fiesta del día anterior los había cansado mucho. Solo estaban esperando a la melliza, quien apareció en el ultimo momento con su cachorro en brazos. 

Hotch, quien estaba en medio de dar instrucciones, detuvo sus palabras cuando vio a Lexie entrar con Nova, negando con la cabeza ante el hecho de que la chica trajera a su mascota aún caso.

—¿Crees que este es un lugar apropiado para traer a tu perro?—pregunto Aarón con una mirada seria, desaprobando el juicio de la 'novata'. Entendía la emoción de la primera mascota, pero eso no justificaba su acción.

—Lo siento . . . no estaba en casa cuando recibí la llamada y no iba a tener tiempo de irlo a dejar.—murmuro Lexie sentándose a lado de Reid.

—Ok, solo asegúrate de mantenerlo tranquilo durante el vuelo.—Hotch asintió comprendiendo la situación.

El agente Hotchner continuo explicándole al equipo que el caso involucraba una presunta actividad satánica. Se habían encontrado dos cuerpos junto a varios pentagramas y velas. Les asignó la tarea de elaborar un perfil, crear un mapa geográfico de la zona y les pidió que actuaran con discreción, ya que se trataba de un pequeño pueblo. Todos estaban inquietos debido a la existencia de esta supuesta secta.

El equipo comenzó a leer los informes, ver las imágenes de la escena del crimen y pedirle a Penélope que les ayudara a buscar alguna información sobre sacrificios o casos parecidos.

—Lexie —la llamo Hotch, Spencer tomo a Nova para que ella pudiera ir con el —necesito que vigiles a Nova mientras estemos en el bosque. No sabemos qué nos espera allí y no quiero arriesgar tu seguridad o la del cachorro

—Gracias, no me separare de él.—Alexandra le brindo media sonrisa a su jefe considerando que después de todo no era un gruñón como pensaba antes.

Un par de minutos pasaron cuando el Jet al fin descendió y sin esperar alguna otra instrucción se dirigieron hacia la escena del crimen esperando encontrar algo antes de que los pobladores entraran en pánico.

El aire estaba cargado de tensión cuando el equipo llegó a la escena del crimen. Las luces de las patrullas parpadeaban, iluminando el área en un tono inquietante. Lexie sabía que no había tiempo que perder. Bajó de la camioneta que los transportaba y rápidamente puso una correa en Nova, para asegurarse de que no se alejara demasiado en medio del caos.

—Quédate cerca, Nova.—le susurró Lexie al cachorrito, acariciándole suavemente el lomo antes de unirse al resto del equipo.

Alexandra tenía su mente enfocada en lo que tenía que hacer, entendiendo su prioridad en su trabajo, en el caso. Sin embargo la preocupación de que le pasara algo malo a Nova estaba rondando sus pensamientos, después de las 'bromas' de Eduardo sobre los satanistas y el sacrificio de animales.

Mientras el equipo inspeccionaba el área, Nova exploraba con curiosidad su entorno limitado por la correa. Cada tanto, levantaba la cabeza y observaba a Lexie, como si el pequeño supiera que ella estaba ocupada, pero quería asegurarse de que estaba cerca.

Después de un rato de búsqueda intensa, Lexie notó un algo en el suelo. Se agachó para examinarlo y vio un trozo de tela desgarrada que estaba atrapada en un arbusto cercano. Al acercarse se dio cuenta que era una blusa, había una mujer también.

—Debe de haber otra persona.—grito Lexie llamando la atención de los demás, provocando que Nova ladrara para que corrieran al lugar.

—¿Por qué lo dices?—pregunto Elle con curiosidad, pero obtuvo su respuesta cuando noto una prenda femenina entre las hojas. Colocándose unos guantes y guardándolo como evidencia.—¿Alguien sabe si han reportado una mujer desaparecida?

—Le diré a Hotch.—comento Morgan escuchando unos gritos a sus espalda. Una señora se acercó corriendo, informando que su hija estaba con el chico que murió.

—¿Crees que Nova pueda rastrearlo?—pregunto Greenaway señalando el pedazo de tela de la ropa.

—Es un cachorro . . . no un perro policía.—murmuro Alexandra viendo al pequeño canino intentar morder una mariposa que se encontraba a lo lejos.

—No tenemos tiempo para experimentar, intentemos encontrar a la chica.—Derek les hizo una señal para que se dirán la vuelta y caminaran hacía donde estaba el resto del equipo.

Después de una búsqueda cansada en el bosque buscando a la chica, pero al no tener éxito el equipo se dirigió a la pequeña comisaria local antes de que oscureciera el bosque. No tenían ni idea de que era lo que pasaba, era un pueblo chico, todos se conocían y creían que algún conocido seria incapaz de hacer algo así, dieron la teoría que tal vez era alguien de afuera.

El hijo del sheriff había tenido información oculta sobre un joven que era seguidor de Satanás, él organizaba reuniones y fiestas en las afueras del pueblo. Lexie decidió dejar a su cachorro en manos de JJ para poder ir al lugar, el pequeño Nova comenzó a ladrar cuando vio a su dueña irse.

Cuando llegaron al lugar encontraron muchos signos satánicos tallados en la entrada y música de Heavy Metal a todo volumen, encontrándose muchos estudiantes que habían ayudado esa tarde al FBI a buscar a la chica, la mayoría intento salir corriendo iniciando un caos entre los presentes. Eduardo noto como el sospechoso intento escapar y sin pensarlo dos veces corrió hacía el para derrumbarlo. Un par de horas pasaron y el 'ignoto' no confesaba nada.

—¿Ya dijo donde esta mi amiga?—el adolescente pregunto a los agentes del FBI que estaban fuera de la comisaría.

—Lo siento, aún no dice nada.—contesto Alexandra temblando de frio antes de recibir la chamarra de Spencer.

—Pero . . . ¿Revisaron toda la casa?—pregunto el hijo del sheriff bastante frustrado.

—Si . . . varios agentes y policías buscaron en todo el lugar.—menciono Morgan recordando que buscaron hasta en los contenedores de basura.

—¿Incluso en el cobertizo?—cuestiono el chico dejando a los agentes sorprendidos por esa nueva información.

—Los planos no informaban de algún lugar así.—murmuro Spencer intentando recordar las hojas que obtuvo.

—Puedo llevarlos . . . conozco el lugar.—propuso el adolescente señalando su auto.—Él me mostro el camino.

—Alex dile a Hotch que regresaremos a la escena del crimen.—ordeno Derek antes de comenzar a caminar detrás del chico seguido de Reid.

—¡HOTCH . . . IREMOS A LA ESCENA DEL CRIMEN!—grito Lexie desde la entrada de la comisaria ganando miradas divertidas de la mayoría de las personas antes de correr detrás de sus amigos, esta vez no quería quedarse fuera de la acción.—¡OIGAN ESPERENME, TENGO PIERNAS CORTAS!

El equipo llegó al lugar indicado y de inmediato comenzaron a revisar la zona en busca de pistas. Spencer sostenía al cachorro en brazos, dejando que su amiga buscara cualquier pista, tal vez ya estaba cansada de cargar a Nova todo el día.

—Voy a entrar para verificar que no este alguien en ese lugar.—anunció Morgan reteniendo a sus compañeros y al chico para que no vieran cualquier cosa grafica.

—Fortachón, ten cuidado.—murmuro Lexie sintiendo esas ganas de vomitar que aparecían siempre que estaba nerviosa. Además de sus sudorosas manos, como si un presentimiento inundara su cuerpo de nuevo.

—Solo grita si necesitas ayuda.—indio Spencer detrás de la chica, quien se veía bastante graciosa con una chamarra dos tallas más grande que ella.

Derek solo asintió, no quería poner a sus compañeros en una situación tan horrible. Sentía que ambos agentes eran bastantes sensibles ante el tema, así que con mucha cautela entro al cobertizo alumbrando cada rincón con su lampara.

Su corazón latió demasiado rápido cuando sus ojos se cruzaron con los de la chica que yacía en el suelo sin vida. Él se quedo en silencio antes de dar la vuelta para regresar con sus compañeros.

—Reid . . . regresa a la patrulla y avísale a Hotch que la hemos encontrado.—ordeno el  moreno haciéndole una señal de que habían llegado tarde.

—Me llevare a Nova . . . solo para no sentirme tan solo.—Spencer le murmuro a la castaña esperando que la presencia del cachorro lo hiciera sentir mejor en medio del bosque oscuro.

El silencio reino en el pequeño espacio entre los tres presentes. Sin embargo Morgan lanzo una mirada a Alexandra dándole a entender que era lo que estaba pasando, solo necesitaba que los refuerzos llegaran para poder atraparlo sin que se alterara.

—Si yo hubiera dicho algo antes, posiblemente seguiría viva —lamentó el chico con un tono tembloroso y lleno de culpa.

—¿Por qué nos guiaste hasta aquí?—preguntó Derek intercambiando lugar con su compañera, como si buscaran acorralarlo.

—¿Crees que al tener alguna "secta satánica" las personas abrirían sus mentes? ¿O simplemente la mataste por algún tipo de rechazó? —intervino Lexie, maldiciendo internamente que Hotch aún no firmará su solicitud para portar arma.

En un momento apresurado, el hijo del sheriff se levantó del suelo y sacó un arma de su espalda. Sujetó a Alexandra con fuerza, manteniendo el cañón directamente a su cabeza haciendo que entrara en pánico, era la primera vez que se encontraba en una situación tan aterradora.

—Baja el arma o disparo.—exigió el adolescente temblando ligeramente por la tensión del momento.

El moreno sin tiempo para pensar, decidió obedecer a su demanda. Aunque su mente estaba en pleno torbellino, sabía que tenía que hacer algo mientras miraba la expresión de preocupación en el rostro de su amiga. Temía que la situación escalara y pasara algo malo con ella.

—Les di al sospechoso perfecto . . . no pudieron hacer su trabajo —comenzó a gritarle el chico con frustración en su tono, moviendo el arma de su cabeza a la de Alexandra.—Estudie el caso, no había fallas, creí que . . . si les daba un espectáculo, lo resolvería y mi padre al fin me entendería.

Justo en ese momento, el geniecillo regresó al lugar con noticias sobre la información que le había compartido Hotch. Sin embargo Nova observó la escena, comprendió que su dueña estaba en un peligro potencial. 

Empezó a ladrar, atrayendo la atención del ignoto, forzándolo a girar la cabeza hacia el sonido. Solo para darle a Morgan la oportunidad y se lanzó hacia ellos para inmovilizar al chico con fuerza, luchando por quitarle el control del arma. Después de un largo forcejeo finalmente logró desarmarlo, dejándolo en un estado vulnerable. Alexandra reacciono y ayudo a esposarlo. 

Minutos después el equipo llego y subieron al chico a una unidad para llevarlo a la comisaria, Hotch quería agregarle el cargo de agresión a un Agente y Eduardo corrió hacia su hermana para revisarla.

—Todos teníamos una misión, incluido este pequeñito.—bromeo Elle limpiando la sangre de la frente de su amiga, después del pequeño forcejeo salió herida.

—Claro tenemos entre nosotros aún perro policía.—Morgan siguió el juego provocando que su compañera solo rodara sus ojos en blanco.

—¡BASTA DE JUEGO!—pidió Gideon agachándose a la altura de la melliza.—¿Alex, quieres ir al hospital?

—Gracias, pero estoy bien . . . solo fue el susto.—contesto Lexie sintiéndose abrumada por la atención de sus compañeros, por lo general su hermano solo pondría una bandita en su herida y la sacaría a la calle.

Después de una rápida revisión a la chica, el equipo se dirigió al el Jet. Mientras unos dormían, otros trataban de distraerse para matar el aburrimiento, aunque eso era imposible. 

—Realmente me preocupé —mencionó Spencer mientras miraba a Lexie.

—Gracias por tu preocupación . . . solo me asusté un poco, espero que no vuelvan a apuntarme con un arma.—comentó Alexandra con un toque de sarcasmo, ganándose una risa suave de su amigo.

—Creo que eso sería lo mejor, no hay que acostumbrarnos a que te apunten a la cabeza de todas formas.—bromeó Spencer acariciando el lomo del cachorro dormido en el regazo de su amiga.—Sabes, en unas semanas habrá una convención de cómics en San Diego.

—Ohhh . . . si, creo que lo habías comentado una . . . dos . . . diez veces en la ultima semana.—murmuro la melliza acomodándose en su lugar lista para dormir.

—¡Vaya!, no creí que lo recordaras.—susurro el castaño acercándose un poco más a su amiga.—Pero si no estás muy ocupada, me gustaría que fuéramos juntos. ¿Qué dices?

—¿No vamos a ir disfrazados, o sí?—murmuro Alexandra recordando sus múltiples platicas sobre cosplay.

—Eso . . . es una buena idea, no lo había pensado, pero podríamos considerarlo.—confeso el geniecillo con una pequeña sonrisa, listo para cobrar venganza por la pequeña broma que le hizo la ultima vez.

—Creo que tendríamos que planearlo bien, si vamos a hacerlo.—comentó Lexie, su tono lleno de entusiasmo.—Nunca lo eh intentado, pero en las Vegas fingía ser otras personas, usaba pelucas, así que no es muy diferente además suena como una experiencia única.

Mientras hablaban sobre los posibles disfraces y la emoción de la convención, surgieron otros temas de interés para ellos. A medida que el vuelo continuaba, el cansancio comenzó a afectar a Lexie. 

Apoyada en el hombro de Spencer, sus párpados se volvieron pesados y su respiración se volvió más tranquila. Poco a poco, se quedó dormida, encontrando un lugar seguro en él. Reid miró hacia abajo cuando sintió el peso suave en su hombro, una sonrisa suave se formó en sus labios mientras la observaba descansar pacíficamente. Cuidadosamente, se acomodó en su asiento para brindarle un mayor apoyo, asegurándose de no despertarla.

Mientras que Gideon observaba discretamente desde la distancia notando la interacción entre ambos agentes. Desde que Lexie le pidió ayuda con sus cursos que Strauss le asigno, comenzó a perfilarla, había observado los cambios sutiles en su comportamiento. Esas pequeñas miradas que que compartían y cómo su relación había evolucionado desde aquella "cita cumpleañera". 

Sabía que los sentimientos de la melliza estaban en proceso de cambio, incluso si ella misma lo negaba. La amistad que habían forjado era evidente en la forma en que interactuaban, en las bromas compartidas y en la cercanía que habían desarrollado. Solo esperaba que Reid pudiera ver los sentimientos que ella tenía hacia él, porque de lo contrario terminaría con el corazón roto.

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Espero les haya gustado

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