whisky 🥃
El Barman puso frente a el pelirrojo un vaso de whisky
–El joven de vendas lo manda.
Fue el único comentario para retirarse y seguir atendiendo, Chuuya alzo la mirada para encontrarse a Dazai del otro lado, mirándolo para alzar su propia bebida y brindar.
Lentamente la sangre fue fluyendo con violencia dentro de chuuya, el coraje y la decepción se hizo presente, el bastardo de Osamu, cuya desaparición de la PORT MAFIA atrajo desastres, ese mismo bastardo se encontraba riendo y sonriendo frente a él, con un distinguido traje barato.
Dazai se alzo de su sitio para acomodarse cerca de él, ahora su cercanía lo incomodaba, estaba demasiado pegado a él, era raro, todavía que se desaparece de la noche a la mañana, actúa como si no estuviera pasando nada.
–Chuuya, no sabes cómo te he extrañado, la vida sin ti no es tan divertida como parece.
–Alejate de mi, fenómeno, todavía que te vas sin dejar rastro, te atreves a acercarte a mi como si no hubiera pasado nada, eres un descarado, bastardo.
–Oye, esa es mucha furia para un cuerpo tan pequeño, si sigues almacenando tantos corajes vas a explotar.
–Jodete, idiota.
Tomo con fuerza del vaso y lo dejo sobre la mesa, miro a el barista para saber si había algo más que pagar, pero este solo nego y lo despidió, así que tomo su sombrero del costado e intento salir.
Dazai, por su parte, como siempre, se aferró al chico y no lo dejo ir fácilmente, con fuerza, el pelirrojo pateó a el mayor y empezó a caminar con mayor velocidad fuera de el.
La noche brillante bajo el faro de la luna acompañaba a los jóvenes, quienes, en algún punto, volvieron a hablarse o bien, insultar el uno a el otro, siendo Chuuya quien llevaba mayor liderazgo en ese aspecto.
En algún punto de los tramos debían de separarse, eso era claro, Yokohama no era una ciudad tan grande, aún así, Dazai siguió a Chuuya por todos lados y este, negándose a llevar a el bastardo a su casa se dió la vuelta por toda la ciudad, hasta que recordó que olvidó su moto en el bar y el desquite se volvió nuevamente presente.
En algún momento, terminaron llegando al complejo de apartamentos donde vivía Dazai.
–Oh, mira, que casualidad, llegamos a mi complejo, ¿quieres venir? Vamos Chuuya, acompañame un poco más este día, si.
Chuuya estaba horrorizado, ver a Dazai ser tan amable de manera no sarcástica era raro, jodidamente raro, por primera vez en la vida veía y percibía genuinidad de su parte y eso lo lleno de rabia y entendimiento. Dazai estaba siendo feliz ahora, lejos de la PORT MAFIA y eso solo lo hizo sentir algo de celos.
Resignado, podría denegar de la oferta y seguir con su vida como si no hubiera pasado nada, ignorar el hecho de haberse topado con el traidor y no haber al menos intentado matarlo, pero le intrigaba el final de aquello, quería ver un poco más de la genuinidad de Osamu. No quedaba mucho del Dazai que conocia, si claro, aún era inteligente y astuto, eso era imposible de quitar, probablemente aún tiene esas ideas de suicidio que por muy sorprendente que parezca, aún no ah escuchado, había crecido considerablemente más que el, lo cual le daba en el orgullo, pero de ahí en fuera, se percibía un aura distinta de aquel chico que conoció.
–Si no tengo opción.
–Yei
Ambos se encaminaron por el lugar, subiendo los escalones en silencio, Chuuya seguía desde detrás viendo a Dazai, su morfologia no parecía a ver cambiado mucho, obviamente era más alto, pero su pecho, cintura y trasero tenian medidas similares a como lo recordaba, por lo que era altamente probable que su cuerpo, sus musculos, no hubieran tenido ningún cambió significativo.
Su perfil seguía siendo el mismo, ahora sin una sola gota de la grasa de bebe que tenía cuando se conocieron, en sus ojos ya no había tantas ojeras, se veía notablemente más saludable que antes, cosa que se le hacía imposible, por qué, vamos, hablamos de Osamu Dazai, ese tipo no tenía sentido de conservación.
Cuando llegaron a el piso y habitación correcta Dazai saco una llave, abriendo dejo el paso para que Chuuya entrara mientras encendía las luces y bueno, el lugar estaba sorprendentemente limpio, no pulcro, había unas que otras vendas usadas tiradas por ahí, pero el piso se alcanzaba a ver, lo cual ya era un logro tomando en cuenta de quien era la casa. La sala y el comedor eran uno mismo, lo que los separaba de la cocina era una barra tipo desayunador pegada a una columna, el baño no se veía a la vista, por lo que asumió que estaba dentro de la recámara.
Era un departamento chico pero bastante funcional para una sola persona, sorprendentemente no había bolsas de basura, por lo que asumió que ese día o el día anterior se había hecho la limpieza mensual del lugar, porque era obvio que Dazai no limpiaba seguido.
Tomo asiento frente a la mesa de vidrio pequeña que había en el centro del lugar, alzo la vista buscando a Dazai, quien venia hacia el con dos vasos agarrados de una mano, y una botella de vino y Whisky en la otra.
Frente a el, puso ambas y las lleno, dando el vaso con vino a Chuuya, y rellenando el suyo con Whisky
–¿Cómo te ha estado yendo sin mi, Chibi-chan?
Pregunto zocarron el pelo castaño, anhelaba la atención de Chuuya, quien ni se molestó en ocultar su atención sobre el lugar limpio.
Dazai no era alguien que viviera dentro de la suciedad, si, vivió en la calle, pero incluso ahí, dónde la prioridad es sobrevivir, tenía sus propios tocs. No era alguien extremadamente limpio, por supuesto que no, pero una vez empezó a trabajar para la PORT MAFIA, encontró genuinamente gratificante ordenar los libros que leía desde el más delgado a el más grueso, incluso por color, ocasionalmente los ordeno por alfabetización, pero después de algún tiempo se volvían a revolver.
Estar rodeado de basura no era lo suyo, una cosa es oler a contenedor de basura por seis horas y otra por seis días, así que encontraba realmente placentero, después de un mes de trabajo, en su día libre, limpiar hasta el último rincón su pequeña casa, sacando toda la comida podrida de su refrigerador, papeles no importantes, bolsas de basura acumuladas y quitar el polvo que siempre estaba ahi, reacomodar sus libros de una manera nueva no particular, siendo este mes alfabetizado, llevar a la tintoreria sus trajes de trabajo y su ropa casual a la lavanderia, para quitar el polvo de ellas por lo abandonadas que las tenía
Naturalmente después de eso terminaba cansado, así que iba a algún bar a tomar algo y volvía a su casa después para dormir y al día siguiente iniciar con todo el trabajo, oh al menos esa era la intención, porque siempre llegaba con el humor por el suelo al tener que levantarse temprano.
Tomo de otro trago lo poco que quedaba de la bebida y detallo las facciones del pelirrojo, seguía igual a como lo había dejado, guapo, enano y con un carácter del asco, si, asi era el Chuuya que el conoció y del cual se habia hecho un caprichoso
Con nada de sigilo se acomodo frente a él y empezó a fastidiarlo
–Se que es sorprendente imaginar que no soy un vagabundo, pero mírame a mi, no a mi casa, Chuuya
–Deja de joder.
La mirada de Chuuya al final, volvió sobre Osamu quien se encontraba sonriendo por al fin tener la atención del mas chico
Ambos al estar tan cerca y el silencio podían escuchar la respiración del otro, Osamu lentamente se inclino sobre si para pegarse aún más al otro, Nakamura intento huir pero topo con pared, por lo que, en cuanto la boca de Dazai estuvo cerca de él, lo único que pudo hacer fue desviar la cara.
Mala idea, Dazai previo aquello y tomo una de sus manos el rostro, forzando así el beso, mando dicha mano detrás de la cabeza e inicio el verdadero intercambio de besos
El pelirrojo intento detener el beso, claro que lo intento, pero joder, durante mucho tiempo ambos se privaron de hacer actos así por pertenecer a la mafia, se privaron de sus sentimientos para evitar conflictos, pero justo ahora, ¿Por qué debería seguir privandose? No había nadie más que ello, y no es como si su jefe pudiera decirle algo
Dejándose llevar, el Nakamura se inclino sobre el otro y llevo sus manos hacia el cuello, para entreabrir los labios y recibir la lengua del otro, el intercambio de saliva inicio, Dazai metió su lengua a la cavidad de Nakamura y probó, chupo y texteo todo lo que estaba a su alcance, sus manos vendadas bajaron para empezar a estimular por sobre la ropa al de negro.
Recorrió desde el pecho hasta la cintura, antes de filtrarlas por debajo y empezar a hacer círculos, lo cual empezó a sacar jadeos del mas chico, haciendo que ambos se separaran del otro, mirándose al fin.
Las manos del castaño acariciaban la espalda, mientras el pelirrojo rascaba y estimulaba el cuello con pequeñas caricias. Dazai movió sus manos hacia el trasero de Chuuya y lo alzo para ponerlo sobre su regazo, sus pies los costados y el pelvis justo arriba de su aún no muy estimulado pene, pero dispuesto a iniciar la fricción
Después de lo que parecía una eternidad de mirarse volvieron a juntar sus labios, las caricias y los besos ansiosos se apoderaron de los dos
Aunque no quisiera admitirlo, Chuuya Nakamura temia que una vez se separe un poco de Dazai, este vuelva a desaparecer de su vida, dejando nuevamente un vacío en su corazón, tonto Dazai, ¿Por qué tenía que ser tan egoísta como para abandonarlo? ¿Por qué no podía volver a la PORT MAFIA con Mori y los demás.... Con él?
Las lágrimas se empezaron a salir de sus cuencas sin pedir permiso, Chuuya estaba sensible
–Porque Dazai, ¿Por qué te fuiste, Osamu? Ya no éramos suficientes para ti o algo así, porque para ti, fue tan fácil desaparecer de la noche a la mañana sin dejar rastro
–Chuuya...
–No, Chuuya, no, te fuiste, nos abandonaste, nos... Me abandonaste, a mí y akutagawa, nos diste la espalda, no creas que porque estoy sobre ti es justo que juegues con mis sentimientos
–ah... Sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, quiero que sepas que no te abandone, no era mi intención que te sintieras así, es solo que... Arg, no se cómo decirlo, toda mi vida eh Sido y seré una rata de alcantarilla, pero ahora, justo ahora, tengo un poco más de fuerzas para luchar, soy un asesino y no intento huir de eso, pero si puedo usar mis fuerzas para cuidar de personas inocentes sin joderme tanto las manos, lo haré.
–¿Y no po-días decirme eso antes? Antes de desaparecer y sacarnos sustos de muerte, antes de...
–¿Me hubieras dejado irme?
–....
–Eso pensé
–....
–Chuuya, por favor, mírame, ¿si? Se que esto no resolvera nada, lo hecho, hecho está, y aún si pudiera volver en el tiempo y cambiar las cosas, no lo haría, porque eso es algo que debía pasar, no me arrepiento de nada, si, pude hacerlo mejor, pero incluso ahora no se cómo hacerlo mejor
–Si tu me lo hubieras pedido yo....
–No, se que amas a la PORT MAFIA, jamás los traicionarias, y-yo, no estaba en posición de pedirte que lo dejaras por mi, era lo mejor para ti.
–Dazai...
–Chuuya...
No hacía falta seguir hablando, los dos sabían que hasta ahí llegaría la conversación, reanudando la sesión de besos y caricias, buscando transmitir todo atraves de sus manos
Dazai se fue recostando lentamente en el piso, aún con Chuuya sobre el, para luego rodar sobre si y dejar al Nakamura en el piso, depositando besos por sobre las lágrimas secas del joven, mientras sus habilidosas manos iban bajando desabotando los botones de su chaleco y playera, hermoso.
Nakamura Chuuya era la definición de lo que era la hermosura y perfección
Por su otra parte, el rojizo se dedicaba a tantear y comprobar que lo que estaba haciendo era real y no un delirio de su retorcida cabeza, ver, sentir y olor a Dazai, Osamu ya no olía a cigarros, Osamu ya no olía a sangre con demencia, Osamu olia a libros, alcohol y pocas ganas de vivir, pocas, pero aho estaban
–Lamento lo de Oda Sakunosuke
Los movimientos de Dazai volvieron a parar, sus manos temblaban un poco.
Silencio y tensión.
Fue entonces cuando ocurrió.
El gran Osamu Dazai, frente a él, estaba llorando, liberando el duelo que se negó a tener, aferrado a las telas flojas del traje descompuesto, sus sollozos eran pasibles
–Gracias
–Idiota, no hay nada que agradecer
Los besos y caricias volvieron, ahora era Dazai quien estaba llorando, pero eso no lo detuvo
–Chuuya, no sabes cuánto te deseo, en serio
–Bastardo, no digas esas cosas
–juro que te haré sentir bien
Entre besos y caricias, fueron despojarse de cada prenda que tenían, repartiendo por el piso cada una hasta llegar a la única habitación, desde marcas en el cuello hasta rasguños por la espalda.
Los amantes sumergidos en su propio mundo, olvidando todo a su alrededor, se entregaban en cuerpo y quizás un poco sus almas entre caricias y jadeos
Los labios zocarrunos del mayor descendieron por todo el blando cuerpo hasta llevar a la pelvis del menor, dónde, por sobre la tela, depositaba caricias estimulantes y besos húmedos sobre la hombría, bajando al fin, lo único que obstruía la vista, el pene efecto de Nakamura pedía a gritos ser tragado, y pues ¿Quien era Osamu Dazai para llevarle la contraria?
Estimulando su saliva, género la suficiente para escupir sobre la punta y empezar a chupar el área, generando un gran jadeo desde la garganta del joven, joder, se sentia increíble
Profundizando metió toda la glande en su cavidad vocal y se dispuso a lamer sin un orden específico, lo cual hacía que el aumento de gemidos sea más frecuente, con una de sus manos, estimulaba desde la raíz hasta la punta, subiendo y bajando de manera rápida pero no agresiva, apretando ocasionalmente el pene
Las acciones se repitieron por al menos 10 minutos, en dónde también Dazai se atrevía a forzar a su garganta para tomar toda la longitud y después subir, hasta al fin, hacer que Chuuya se corriera en su boca.
Al levantar la mirada, Dazai pudo admirar a su parecer, la mejor obra de arte jamás creada, Chuuya, SU Chuuya, desnudo y sudoroso, con gotas de lágrimas de placer bajando por su hermoso rostro, sus ojos totalmente perdidos, labios hinchados de tanto a verlos apretado para detener sus gemidos, logrando algunos con éxito y otros no tanto, soltando leves jadeos debido a todo lo ocurrido y sus mejillas, oh, sus mejillas estaban totalmente coloradas, haciendo una vista espectacular
Realmente hermoso
–"si alguien te dice que eres feo, patearlo, porque te miente"
–"tks, jodete"
–"Se que me amas"
–"Ni en mil años"
–"Bien, vamos a bañarnos"
–"¿Eh?
–"No planeas que te meta con tu lugar sucio, o si, Chuuya, no te creía de esos"
–"Para tu información, yo si me baño, y dos veces al día, soy la persona más higiénica con la que alguna vez vas a estar, Sucio Dazai"
–"Si tú lo dices..."
Las manos de Dazai recorrieron los muslos de Nakamura, realmente bellos, los abrió tanto como el boxer lo permitía, precioso, rojizos y firmes, apretó su mano izquierda sobre el muslo y fue cuestion de segundos para que estos se pigmentaran, incluso de le ocurrió una idea descarada
Pum
El golpe al muslo resonó
–"¿Que crees que haces idiota?"
Pum
Está vez fue en el otro, una sonrisa descarada se extendió por la boca de Osamu, ahora estaban los dos rojos, metio su mano entre piernas y pego repetidamente hacia los lados, paro y lamio y soplo las areas afectadas
Chuuya está fascinado, si alguien le hubiera dicho que encontraría placentero ser golpeado y mimado a la hora del sexo se hubiera reído y después lo abría matado, Osamu estaba haciendo magia con su cuerpo, tocado, acariciando y estimulando areas que jamás pensaría que serían tan placenteras, desatando una bestia dentro suyo.
Sentía como su miembro lentamente se recuperaba, y ahora con la... Oh. La boca de Osamu en su orificio, escupiendo y jugando, los habiles dedos tanteando su ranuna, metió uno. Incómodo. Realmente incómodo, pero Dazai parece saber lo que hace, porque casi al instante su virilidad entro a su boca, siendo chupada y soltada en repetidas ocasiones, haciendo que la incomodidad pasara a segundo plano.
Ahora movia el dedo, de un lado a otro, metiéndole lentamente cada vez más profundo, hasta ser tragado totalmente, para salir y entrar de manera repetida, en algún punto el segundo dedo se colo y empezaron a moverse como tijeras, grandioso, jodido y grandioso, se sentía ido, y oh.... Ese punto. Ese punto. Quiero que toque ese punto de nuevo
"Arg... Ahhh, Dazai"
¡Pop!
Oh, así que ahí esta el famoso punto de estímulo
La boca de Dazai se desocupo del pene, dirigió tanto como pudo sus dedos hacia aquel lugar, tocando y maltratando tanto como pudo, mientras repartía besos por el torso, ascendiendo hacia el pecho, dónde se quedó para besar, morder y succionar las pequeñas protuberancia, soltando gemidos y jadeos cada vez mas rápidos, cosa que excitaba a Osamu
–"Joder, Da-dazai, ya basta de juegos"
–"Bien, si eso deseas"
Los dedos abandonaron el interior, dejando la sensación de no saciedad, para ver cómo Osamu se levantaba e iba a buscar algo en alguno de sus buros
"Que bueno que no los tire" de su cajonera, saco una serie de preservativos, para cortar uno y abrirlo con cuidado, bueno, tal vez no tanto cuidado.
Una de sus manos se encargo de bajar sus boxers dejando al aire su masculinidad más que despierta, la cual goteaba pre semen, masturbando un poco, antes de deslizar por la longitud el condón y envolverlo totalmente
–"¿Que pasa, Chuuya, te gusta lo que ves?"
–"So-solo, apúrate"
–"ugh, demandante, así me gustan"
Dazai se tiró sobre Chuuya, besandose en repetidas ocasiones, no había un orden concreto, daba besos cortos por todo el rostro, acariciando con sus manos el rostro y jugueteaba con sus labios, sus brazos estaban en los laterales, evitando que cayera todo su peso sobre el otro, sus manos acariciaban el rostro con devoción, cuidando del otro
–"Está bien, lo meteré, pero deja de callar tus gemidos, me encantan"
De manera lenta, se posiciono entre las piernas, tanteando con sus dedos la entrada anal estirando un poco el anillo, para sentir como se contraía
–"Estás tenso, te va a doler si no te relajas"
–"Lo creas o no, lo intento"
–"Ajá"
–" ¿,como que Ajá?
–"Pues asi estupido"
–"Ah quien llamas estúpido... aagghh"
Los dedos habían ingresado sin mucho problema, logro distraer a Chuuya, estirando la carne que lo rodeaba mientras daba caricias en sus pezones y besaba su vientre
–"Tranquilo, todo está bien, seré amable, lo juro, solo tranquilízate"
Las caricias aumentaban, así como la entrada de Chuuya se iba amoldando más a los dedos de Osamu, los dedos hacían magia y volvían el cuerpo de Chuuya un manojo de nervios, gemidos y jadeos que resonaban por la habitación
–"Da-dazai, de-detente, oh yo, Jo-joder, Dazai"
–"Bien"
Osamu detuvo sus movimientos, dejando a Chuuya respirar y volver en si, aún con sus dedos dentro, repartiendo besos alrededor del tórax y caricias leves en el cuello.
Un tercer dedo entro, estirando la piel, lo que trajo de vuelta aquella sinfonía de gemidos, hasta que el propio Dazai considero que ya estuviera lo suficientemente estimulando.
–"Chuuya-chan"
–"Hazlo rápido, antes de que me arrepienta"
–"Bien"
Los dedos Dazai abandonaron el cuerpo del menor,para rodearse alrededor del pene y direccionarlo, mientras su otra mano subía y bajaba de la otra longitud
Entro de una sola estocada, sacando jadeos de los dos, el pene de Dazai estaba tan profundo como se podían estar 20 cm, así que empezó a dar estocadas lentamente, para acostumbrarse y acostumbrar a su amante, en dónde ambos sacaban fuertes jadeos y gemidos
–"Chuuya"
–"Mierda, cállate"
No tardaron mucho tiempo en acostumbrarse a estar juntos, en dónde daba estocadas cortas y lentas
–"Mierda Osamu, muevete, actúas como si fuera tu primera vez"
–"Con un hombre si, Chuuya-chan, así que vas a tomar la responsabilidad de quitarme la florecita"
–"Idiota"
Ahora, con más seguridad de que los dos son igual de inexpertos en el tema, la tensión termino de disiparse y se dejaron ser el uno con el otro
–"Da-dazai"
–"Date"
Al eyaculo fuera de el.
El proceso fue glorioso, y el post sexo aún más, pues Dazai por primera vez se mostró como un ser humano decente y cuido de Chuuya tanto como su carencia se lo permitía, lo limpio con toallas húmedas, así como lo baño y le dió de comer las frutas que habia comprado para la semana, pero que Chuuya valía
La noche al fin los abandonó, ambos dormidos tapados por una de las finas sabanas de Dazai que los cubría solo un poco, abrazados el uno con el otro, disfrutando solo un poco más lo que era estar de nuevo juntos y está vez, sin nada ni nadie que los pudiera juzgar o amenazar.
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La continuación la publicaré casi que enseguida, no desesperen
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