Capítulo Cuatro: "Teach/Caos"
Capítulo Cuatro: "Teach/Caos"
Narra autora
El ambiente en el Moby Dick se sentía tenso, sofocante y demasiado lúgubre. No era fácil, para ninguno de los tripulantes del barco era fácil el aceptar que uno de sus hermanos era un traidor, que se había estado burlando en sus caras por más de una década, que les sonreía y reía con ellos pero que en el fondo solo los veía como insectos insignificantes.
- Teach... Hermano, ¿Porqué? - se escuchó a uno de los tripulantes decir, con la voz quebrada y dolida
- ¿Una familia? ¿Llamar "papá" al capitán y "hermanos" a tus compañeros? - su voz burlona se escuchó por todo el barco - ¡No me jodas! - grito - ¡Todos ustedes, bastardos, solo son idiotas incapaces de ver qué estarán solos por el resto de sus míseras existencias! - una mueca de burla sinica estaba plasmada en el rostro del hombre
- Veo que no negaras nada de lo que se te acusa - la voz fría de Shirohige se escuchó
- Pff, no me arrepiento de nada viejo - declaro de forma descarada - además... ¡Si yo me voy, uno de ustedes vendrá conmigo! ¡Zahahaha! - grito riéndose como un loco, para luego lanzarse contra Thatch, con una cuchilla en su mano izquierda
El ataque apuntaba al corazón del cocinero, con el único propósito de que esté también muriera y no pudieran salvarlo. Gritos se escucharon de fondo, pidiendo a Thatch que se apartará o bloqueará el ataque, sin embargo el cocinero estaba paralizado, los recuerdos de aquella noche en la cual fue atacado se reproducía en su cabeza una y otra vez y eso solo logro hacer que su cuerpo no le respondiera
El frío y doloroso pensamiento de que moriría otra vez solo logro aterrar aún más al cocinero quien cerró los ojos con fuerza esperando el impacto. Pero este nunca llego
De forma lenta el de extravagante peinado abrió los ojos viendo cómo Izou junto con Marco habían acabado con la vida de Teach en un segundo. Su terror había sido tanto que no escucho los disparos ni el desprendimiento de la cabeza de su antiguo nakama
- a-ah - Las piernas de Thatch flaquearon y callo de culo contra el suelo, el cocinero sentía su corazón latir a mil y como las lágrimas pinchaban por querer salir
- ¿Te encuentras bien hijo? - barbablanca había arrodillado una de sus piernas junto a su hijo y extendio una de sus grandes manos al ponpudo, quien aún por la sorpresa y el miedo, solo miro la mano extendida antes de basilar y agarrarla
Una vez que Thatch estuvo de pie, su pareja y hermanos se acercaron apresuradamente a preguntarle si estaba bien. Las lágrimas por fin salieron como cascadas de los ojos del cocinero y sus hermanos y pareja no tardaron en darle un fuerte abrazo grupal, todo bajo la dulce mirada de su padre, quien al poco tiempo también se unió al abrazo.
Sin duda alguna, Teach fue un necio al creer que su antigua familia se quedaría de brazos cruzados mientras observaban cómo asesinaba a uno de los suyos. Sin embargo a eso se reducía la patética vida de Marshall D Teach, un hombre corrompido por la avaricia y la maldad, la soberbia y el egoísmo estaban ya muy marcados en el y este último acto que hizo lo demostró por completo.
- ¡Caos ven aquí! - El Destino gritó
- ¿Si padre?
- responde, en el nombre de los veinticiete fuegos sagrados, ¿Porqué lo hiciste? - la voz del Destino se escuchaba aterradora mente tranquila mientras preguntaba a pesar de que en su frente y cuello se podía ver venas remarcadas a punto de estallar
- depende de lo que estés preguntando
- Caos - Destino siseo apretando la mandíbula
- eh echo muchas cosas que merecen que me grites - dijo - así que le pido padre, que sea un poco más específico - Caos miro con cierta diversión como su padre tomaba tres respiraciones profundas antes de responder
- por ahora, no quiero saber que más hiciste - Destino miro a su hijo - solo quiero saber porque metiste tus manos en mis planes - aclaro
- oh, era eso
- Mocoso - El Destino gruñó
- padre, padre, por favor, escúchame, ¿Si? - Caos se acerco a su padre quien lo miro con enojo - Tenías planeado hacerlo, que lo haga yo no cambia nada
- niño, yo note pedí que metieras tus manos en mis asuntos
- lo sé, te prometo que lo sé, pero, estabas divagando mucho y no te atrevas a negarlo - Caos le dirigió una mirada en blanco a su padre, quien gruñó y no dijo nada - además te prometo que hice lo mejor que pude - el destino le dirigió una mirada que claramente decía 'no te creo' - oh, por favor, padre, soy la encarnación del Caos, obviamente no saldría perfecto - el Caos rodo los ojos exasperado
- además - Caos retomo la palabra al ver cómo su padre estaba a punto de gritarle - analise todos los escenarios posibles y este era el mejor resultado - levanto las manos - era el mejor resultado - repitió más exasperado que antes
- sabes que ahora que interveniste las cosas se complicaran, ¿No? - la resignación era clara en la voz cansada del Dios
- sip - sonrió - pero te gusta el drama y esto solo ara las cosas más entretenidas - cantureo con renovada diversión
El destino no pudo más que suspirar y aceptar este cambio en sus planes
- "me estoy volviendo más viejo" - pensó fastidiado, mientras se frotaba la nuca
Luego, de forma espontánea el Destino soltó una fuerte carcajada.
- solo espero que esos mocosos estén preparados - dijo, a nadie en específico - ahora, creo que debo de visitar a Pompón - medito - si, debo ir a verlo, ese mocoso pudo haberlo estropeado más de lo que cree... - un gruñido salió de lo profundo de su garganta, irritado por el trabajo extra que ahora tiene.
- ¿Cuánto falta para que lleguemos a Drum? - la voz de una chica se escuchó
- medio día - respondió y el silencio se apoderó de ellos por unos largos minutos antes de que la chica volviera a hablar
- no lo entiendo.. - susurro con la voz ahogada en dolor - el estaba bien, todo estaba bien, literalmente el estaba riendo y corriendo y de pronto el solo... Colapso - la confusión y el desconcierto se notaba en sus palabras
- Banshee, tranquila... El capitán es fuerte, no morirá por una simple fiebre - otro de sus compañeros trato de animarla
- ¿Una simple fiebre? - pregunto con incredulidad - ¡Tiene cuarenta grados! - chillo enojada y exasperada - ¡Cómo demonios eso se le considera una simple fiebre! - volvió a chillar aún más enojada haciendo comillas con sus dedos
Nadie refutó y el silencio volvió a llenar el ambiente del barco. Todos tenían miedo, miedo de perder a su capitán, de perder un amigo a alguien que consideraban un hermano pequeño, si el muriera, si Ace muriera ellos quedaron completamente destrozados.
- "Ace... Hermanito, mejoraré pronto" - fue el pensamiento de cada integrante del barco
Capítulo Cuatro hecho! :)
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Besos <3
Editado: 18/04/23
Hora: 21:53
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